El Vecino De La Esquina (Capitulo II)
*Historia ficticia pero real para muchos que aprueban este tipo de sexo y de relaciones. Si no estamos de acuerdo creo que lo más sano es limitarnos a respetar las preferencias y gustos de un mundo sexual que es muy amplio y de opciones múltiples..
La mañana llegó, la madre de mi pequeño Ángel en medio de tremenda resaca no hizo caso alguno a su hijo a quien hace unas cuantas horas atrás acababa yo de desvirgar analmente, finalmente ella misma sin darse cuenta me ayudaba a dejarle claro al niño que no le importaba lo que le sucediera, algo que vino a mi favor en mis planes que iniciaba para con mi pequeño puto en formación.
Y fue así como los días empezaron a correr después de su lindo desvirgue, al principio cuidando de que nadie notara la particularidad del niño al sentarse, al caminar algo raro y lento y mucho menos de que este fuera a presentar alguna pequeña hemorragia, por lo que estaba yo en completa atención a escondidas de su ano, lo que me daba la oportunidad de seguir tocando a discreción y placer ese pequeño culo y ver como poco a poco se iba cerrando y acomodándose a ser lo más parecido a como era en días pasados antes de abrirlo en totalidad. Por otro lado había que desviar la atención de su madre y de los demás que lo rodeaban acerca de la conducta del chiquillo, pues de ser un pequeño juguetón se convirtió de la manera dramática a ser un chico sumiso, algo callado y retraído, con la firme creencia y convicción de que su mamá así lo había querido y hasta deseado lo que le había sucedido, algo que me convenía de gran manera, y más cuando de manera espontánea y sin planearlo su madre le indicó a mi pequeño Ángel que debería de obedecerme en todo lo que yo le dijera sin pretextos, que debía portarse bien conmigo y que debería ser cariñoso y complaciente pues yo empezaría a formar parte de su familia convirtiéndome en su nuevo padre, pues ella había aceptado convertirse en mi mujer y que yo a cambio cuidaría de ellos … por lo que la pequeña mujer me pidió que me quedara yo permanentemente en su casa o bien los llevara a vivir a mi hogar, de lo cual lo segundo resultó más conveniente para mí y mis futuros planes con ella pero sobre todo para con mi pequeño puto.
Al darse la cercanía con el infante con totalidad y de manera natural, la madre se convirtió en mi aliada sin saberlo confundiendo sin pensarlo más a su propio bebé y dejando el camino totalmente abierto al futuro que yo ya preparaba para la educación y orientación sexual de aquel nene. Los momentos se volvieron intensos pues como padrastro del angelito me convertiría en un hombre dedicado, que apoyaba en todos aspectos a su madre, por lo que empecé a ayudarla por ejemplo con el baño del niño, y fue así, que aquel día se convertiría nuevamente en mi complaciente amigo, pues estando a solas encerrados en aquel cuarto de baño mi pequeño fue invitado primeramente a tocar a su amigo que había estado dentro de él en días pasados, pero también a conocerlo, pues aquella noche Él ni siquiera lo había visto, pues de repente fue invadido por mi pene su pequeño culito mientras dormía. Mi bebé con miedo y recelo comenzó a tocarme, viendo con admiración como su mano era cada vez más pequeña para lograr tomar mis 20 cm de verga que crecía aceleradamente y que tampoco lograba rodear con ellas el grueso de la misma, sus manos cálidas y temblorosas acariciaban la cabeza de mi verga, el largo del tronco y la base de la misma, al tiempo de que acariciaba mis grandes webos, mismos que algunas noches atrás habían vaciado su contenido en su interior, es decir, en el esfínter e intestino de aquel pequeño.
Después de hacerlo tocar y conocerla era hora de empezar con la otra parte mi plan, es decir, con la educación sexual de aquel niño, por lo que tomando sus manos y haciendo que agarrara fuertemente mi verga le dije que de ahora en adelante cuando estuviéramos a solas y sin que nadie nos viera Él debía de acariciarme siempre mi paquete, aunque fuera por encima del pantalón y cuando se pudiera comprobando primero que de verdad estuviéramos solos, lo debía de hacer al natural como a la hora del baño, que en cambio Yo tocaría siempre su trasero, pues así como mi verga era de Él, su trasero me pertenecía y que esa iba a ser la manera de demostrarle cuanto lo quería, pues si yo lo trataba así y le hacía esas cosas, era para demostrarle mi “amor”, que lo que le había hecho en noches anteriores era por esa razón, por lo que Él debía de sentirse agradecido de que Yo lo “amara mucho” y se lo demostrara “metiendo mi amor”, aunque eso, por el momento, le causara un gran dolor, pero que le correspondería aguantar con valentía y obediencia todas y cada vez que yo quisiera “meter mi amor” en su interior, y que ha cambio iba enseñarlo a amarme como debía de hacerlo, y que la forma de agradecerlo era dando su pequeño trasero y culo sin pretexto de ningún tipo …
Con lo anteriormente expuesto fue el momento justo también para iniciar su reorientación sexual, pues sin dejar que soltara y dejara de acariciar toda mi verga, le dije que además lo que estaba sucediendo era en gran parte su culpa y la de nadie más, pues yo me había fijado y enamorado de Él, porque parecía más una niña que un niño, algo a lo que tímidamente contestó que “Él no parecía niña”, pero sus palabras fueron pronto contestadas con aseveraciones que para un niño fue fácil confundir parado frente a un gran espejo … Él al igual que una niña tenía las pestañas chinas, tenía grandes ojos de color verdoso, tenía una nariz respingada y una boca pequeña de labios carnosos parecidos a los de su mamá, y que decir de su cuerpo; lo tenía delgado, de color de piel trigueña clara, con cintura como nena y de nalgas bonitas paraditas y redonditas tal como una niña hermosa, es más, él se parecía mucho a su pequeña prima, por cierto gran compañera de juegos de él, a quien le indiqué entre otras cosas, nunca debía de contarle nada de lo sucedido entre Él y yo. Más la solución estaba en sus manos para evitar que Yo lo deseara y le dejara de meter mi amor, Él debía de portarse más como niño, de hacer más ejercicio y de jugar cosas de hombres como el fútbol, la natación, el karate, etcétera, etcétera … Con lo anterior iniciaba mi plan final, empezarlo a convertir en un niño puto, complaciente, obediente y sexualmente sumiso, que al final fuera deseoso de tener verga todo el tiempo sin llegar necesariamente a tener al niño gay transformado en niña loca que complicara las cosas al empezarlo a ver “raro” su familia, las amistades de la misma, pero sobre todo otros hombres que al igual que yo pudieran estar interesados en sus virtudes, pues si en algún momento yo me interesaba en “compartirlo” con alguien más sería con quién yo decidiera y bajo mis términos, y no con alguien que Él mismo pudiera tal vez llegar a elegir, pues Él estaba solo para complacer mis deseos, no los de ningún otro hombre, así sería por un largo tiempo a menos de que yo decidiera otra cosa o dar un paso en otra dirección, como tal vez compartirlo o prostituirlo en algún momento.
En lo anterior el tiempo pasó y Yo no podía tardarme mucho más encerrado con Él en aquel baño, a fin de no causar sospecha alguna y menos tan pronto, tampoco podía arriesgarme a tratar de penetrarlo de nuevo pues yo sabía que de igual manera en cuanto sintiera que iba entrando tan solo la cabeza de mi verga a su interior, el llanto sería inevitable; por lo que también se convirtió en el momento preciso para darle su siguiente lección sexual, si Él no quería sentir dolor en su culito una posibilidad de meter mi amor a su cuerpo y a su ser era a través de su boca, algo que lo sorprendió mucho, no podía creerlo, pero que terminó aceptando hacer cuando a manera de presión empecé Yo a forzar con un dedo la entrada de su ano, estímulo que fue suficiente para que aún con el aparente asco que le provocó el meter la cabeza de mi verga a su boca y sentir mi precum, viscoso, salado y abundante, lo hiciera de inmediato y sin pretextos. Lo siguiente fue enseñarlo a tratar de mamar, algo que bien no podía hacer pues tan solo la cabeza de mi verga era grande, ancha y en forma de hongo, lo que dificultaba la acción a su pequeña boca que apenas podía contenerla, por lo que fue necesario enseñarlo a como pasar su lengua por el tronco acariciando todo el tiempo el largo con sus labios, enseñarlo a como besar mi verga y mis webos para terminar chupando primero uno y luego el otro mientras con sus manos masturbaba mi verga. Era lindo y placentero verlo recibir sus enseñanzas y tratar de hacerlo con un esfuerzo por lograr en primer lugar porque a Él mismo le gustará realizarlo, y segundo por complacer a su hombre hambriento de tener sexo con su pequeño amigo. Nuevamente el placer al 100% y aunque el niño se sentía y sus movimientos y esfuerzos eran realmente torpes en esa primera ocasión, de todas maneras, el placer era sin igual, por lo que fue sin quererlo inevitable el no terminar más pronto de lo deseado, razón por la cual sin explicarle lo que iba a suceder lo hice abrir la boca e invitarlo a que tratara de meter lo más que pudiera de mi verga al interior de esta. Sorpresivamente para Él, de repente y sin esperarlo un líquido caliente y algo espeso empezó a llenar su boca y mi verga fue empujada por mí otro poco a su interior, lo que provocó que inevitablemente él empezara a tragar aquel abundante líquido que estaba yo depositando en su boca y garganta, cosa que por la acción de sorpresa con la que lo había Yo realizado hizo casi por completo, pues de no haberlo hecho Él mismo se dio cuenta de que se hubiera ahogado al no tener posibilidad alguna de sacar mi verga de su boca al estar yo realizando presión con mi mano en su cabeza para evitar que tuviera la posibilidad de retirarse. Cuando por fin terminé de descargar mi semen en su garganta y que me aseguré de que él lo había tragado en su mayoría y que solo un poco había salido por el costado de mi verga a través de la comisura de sus labios, me retiré de su boca y mientras él saboreaba aún el líquido tragado, yo mientras lo abrazaba al tiempo de acariciar su cuerpo y agradecía a mi pequeño puto por haberlo hecho tan bien en su primera vez, además de felicitarlo por tragar en su mayoría mi leche, término que le sorprendió mucho haciendo necesario el que Él preguntara que cuál leche, misma que aproveché de mostrarle a través de los residuos que habían salido por los costados y las gotas que aún salían por el ojo de la cabeza de mi verga aún palpitante y medianamente crecida, explicando al tiempo lo importante y gratificante que sería que él todas las ocasiones que sucedieran las mamadas que me diera, tragara siempre toda mi leche o en su defecto de que fuera cogido, que se quedará mi leche adentro de su culo, pues esa leche era mi amor, mismo que llegaba a Él a través de mi verga ya fuera por su boca o por su culo, que eso sería lo que lo ayudaría finalmente a quererme tanto como Yo a Él, pero que esa leche además de ser su premio de amor también le ayudaría a crecer grande, fuerte y bonito, como el niño que debía ser.
Acto seguido terminé de bañarlo haciendo con esto que todo posible rastro de lo sucedido fuera borrado, quitando evidencia de lo sucedido entre el pequeño y Yo. Al secarlo y vestirlo con su pijama nueva de dinosaurios que tanto le gustaban recién comprada por mí, lo hice nuevamente entender y prometer no decir nada con la certeza y seguridad de que cada vez sería más bonito y gratificante para él al hacer las cosas que estaba aprendiendo a hacer conmigo en secreto, y antes de salir de aquel baño volví a acariciar su cuerpo y trasero dando un pequeño pero cariñoso beso a su boca … El camino sexual de mi pequeño estaba tomando forma y en dirección al rumbo que yo quería para él, sin retorno y definido a su futuro como puto hambriento de verga de su hombre que ya estaba claro que sería yo para él …
Me gustó mucho tu relato, me pareció fantástico y la forma en la que vas ‘adoctrinando’ al menor es fascinante. Tiene un componente psicológico bastante interesante y cautivador, me hace una idea sobre que el autor tiene cierta destreza para manejar esos asuntos.