El Vecino De La Esquina (Capitulo IV)
*Historia ficticia pero real para muchos que aprueban este tipo de sexo y de relaciones. Si no estamos de acuerdo creo que lo más sano es limitarnos a respetar las preferencias y gustos de un mundo sexual que es muy amplio y de opciones múltiples..
Fue así como al cabo de unos meses mi pequeño Ángel llegó a su cumpleaños número 4, en donde como premio a ser tan buen niño, obediente y complaciente a mis deseos carnales con él, le organicé en el jardín de la casa un gran festejo, lleno de regalos, pastel, música infantil y de invitados muchos de sus amiguitos, pero como regalo especial para él la actuación de un payaso que amenizaría la fiesta. Fue así como ese día mientras que el payaso daba su espectáculo yo cargué en mis piernas a mi pequeño, acomodando su trasero justo a la altura de mi paquete. Cabe mencionar que tanto a su madre como al niño los había yo acostumbrado casi desde el principio de nuestra relación a sentarlo de la misma forma en mis piernas dando señal de sentir un gran cariño por él, por lo que era visto con naturalidad por otros adultos, siendo únicamente el niño quien se daba cuenta que en esos momentos terminaba yo siempre totalmente erecto y palpitante al rose de sus pequeñas nalgas.
Más en ese momento nunca me percaté que aquel payaso pícaramente observaba la acción, notando al terminar su presentación y al levantarse el niño de mis piernas mi gran erección, por lo que fui sorprendido al momento de pagar los honorarios de su trabajo en privado dentro de mi pequeña oficina de trabajo ubicada al interior de nuestra casa con una impresionante conversación:
– ¿Es muy dulce, cariñoso y complaciente su pequeño hijo verdad? Note que obedientemente él estuvo sentado en su regazo aun cuando …
Mi respuesta trató de ser tajante al decirle que no sabía yo a que se refería o trataba de insinuar con su comentario, más la contra respuesta fue aún más inquietante …
– Usted no se preocupe mi amigo, que de este compañero no sale ni media palabra, su secreto está a salvo conmigo; lo que vio el payaso se queda con el payaso, lo que usted comparta con este hombre se quedará con el hombre …
Mi cabeza daba vueltas, ¿Acaso aquel hombre me estaba insinuando algo? ¿Trataría de chantajearme? Más yo debía controlar la situación en ese preciso instante por lo que armado de valor terminé por hacer la pregunta:
– ¿Y el compartamos sería mi amigo? ¿A qué se refiere?
La respuesta fue directa y sin rodeos:
– Mi amigo, después de tantos años yo he visto de todo haciendo mi trabajo y créame que lo que el payaso vio no es la primera vez y el hombre no siempre lo comenta, pero de verdad aquí es difícil no intentarlo por lo menos, así que ¿Estaría usted dispuesto a compartir las virtudes de su bombón?
La situación más allá de complicada y sorpresiva se tornaba de repente algo extraña pero excitante, aquel hombre me estaba textualmente pidiendo que lo dejara tener sexo con mi nene, algo que yo en algún momento había planeado hacer pero que en mis pensamientos estaba que sería cuando mi Ángel tuviera mayor edad, más pensando en ese momento tal vez todo vendría bien, pues la situación de una nueva experiencia sexual con alguien distinto tal vez hiciera que mi niño empezará a ser más cooperativo y se terminara por acostumbrar a tener sexo más rápidamente con los adultos, por lo que terminé preguntando a mi futuro socio en sí que era lo que él deseaba tener en un encuentro con mi pequeño, me contestó:
– Naturalmente mi amigo todo lo que Usted me permita hacer con él, desde obtener una simple mamada hasta el preciado premio de verme y sentirme dentro de él … Naturalmente ayudándolo a Usted más que a nadie a seguir la educación de su hijo, y créame que tengo mis técnicas y experiencia para ayudarlo …
Mi excitación estaba al 1000% aquel hombre acababa de descarar sus preferencias sexuales, sus gustos y pasión por los niños pequeños, así que sin pensarlo le indiqué que estaba yo de acuerdo, no por calmar mi conciencia y menos aún por comprar su silencio sino como un acto de buena voluntad entre “Amantes de los niños” más que cuál era la propuesta de él al no poder yo tener en casa un invitado para la recreación con el infante, a lo que él me contestó:
– No se preocupe mi amigo, en casa yo vivo solo y con un cuarto especial donde llevo a mis pequeños amantes cuando tengo la oportunidad de tenerlos y en donde además poseo una buena colección de juguetes especiales para lograr grandes hazañas con ellos, que seguramente tú también encontrarás muy útiles y de buen uso para la educación de tu pequeño …
Con lo anterior me percaté que una nueva etapa nacía no solo para la vida del niño sino también para la mía, y sin pensarlo acepté la propuesta de aquel hombre, quien me proporcionó enseguida los datos de su domicilio y la hora en que recibiría nuestra visita al día siguiente.
Y se llegó la mañana siguiente por lo que después de desayunar y de comentar con su mamá que llevaría al niño conmigo para completarle algunos regalos pendientes y sorpresas que le tenía, lo bañé y vestí apropiadamente para provocar deseo instantáneo en mi nuevo amigo, un short corto de color negro y bastante pegado a su cuerpo sin ropa interior debajo de la prenda, una playerita sin manga azul con un pequeño dibujo de un personaje de caricaturas y para evitar suspicacias con otras personas una chamarra deportiva encima de esta.
Así fue como mi pequeño Ángel y yo nos dispusimos a trasladarnos a la casa de mi nuevo amigo y socio. Al llegar nos recibió en su pequeño departamento ubicado en una zona popular de la ciudad, cálida y amablemente nos pasó al interior comenzando a mostrarnos la casa, llegando rápidamente a un pequeño espacio que algún día fue planeado como recámara y que hoy era un cuarto bien decorado con tema infantil pero sin ninguna ventana y que además contenía algunos objetos nada comunes para el cuarto de un infante, tal como lo era un sillón sexual, una cama redonda y muchos dildos y vibradores de distintos tamaños y colores, bolas y tapones anales, lubricantes y cremas y en un espacio especial algunos objetos de sexo bondage.
Al mostrarme todo me indicó que yo sería quien pondría las reglas, lo permitido y no, y el tiempo de sesión al que sería sometido nuestro pequeño, considerando que aún estaba muy pequeño y que el tiempo de exposición con tales objetos no podía ser muy grande si es que yo no quería que en mi casa alguien, en especial la mamá del niño se diera cuenta de lo que él niño había empezado a recibir sexualmente.
Fue así como tomando la iniciativa mi socio, tomó al niño de la mano y llevándolo al interior de aquel cuarto se sentó con él cargándolo sobre sus piernas de costado, colocando sus manos directamente sobre el pequeño paquete de mi Ángel y comenzando a acariciarlo descaradamente le dijo:
– Tú y Yo a partir de hoy vamos a empezar a vernos mucho y muy seguido, yo voy a ayudar a tu papá a que tú seas un niño obediente y cumplas con los gustos de él, para eso vas a tener que obedecerme también y dejar por lo pronto que te hagamos ambos lo que tenemos que hacer para completar tu educación.
Cabe mencionar que aquel personaje no era reconocido por mí niño ya que él solo había visto y escuchado la voz del payaso, no al hombre real y normal.
Al estar hablando aquel hombre acomodó la mano del niño justo sobre el bulto que ya se le marcaba protuberante en la entrepierna haciendo que lo acariciara a lo que el niño por instinto hizo por quitar la mano, cosa que mi socio volvió tomar su mano y la colocó nuevamente y de manera firme sobre aquel gran bulto que se formaba bajo su short, indicándole que debía de agarrarle la verga y comenzar a obedecer o iba a tener que hacerlo entender por otros medios que a él no le iba a gustar hacer o más bien que le hicieran. Al tiempo de que él niño le agarraba la verga a mi socio, este comenzó nuevamente a platicar conmigo:
– Este tipo de comportamiento es el debemos de empezar a corregir de tu niño, en cuanto un amigo tuyo o contigo mismo se le indique que agarre o se deje hacer algo, él debe de hacerlo …
— Eso es lo que he tratado de hacer, le contesté, por lo mismo fue que su desvirgue se lo hice mientras él dormía, para desde ese momento él entendiera como iban a ser la cosas, y como verás digamos su forma en que lo visto es precisamente para hacer más accesibles los toques a su cuerpo, como ahorita que te lo traje en short y que como comprobarás incluso no trae ropa interior a fin de hacerlo más rápido y fácil de llegar a tocar su zona íntima …
– O que bien, a ver mi niño vamos a comprobar eso …
Poniéndolo de pie frente a él, comenzó a bajar lentamente el short del niño, admirando y tocando desde sus nalguitas hasta su pequeño pene y testículos y acariciando sus delgadas piernas, haciendo que terminara empinado al sacarle la prenda y con sus piernas medio separadas para poder entre ver el pequeño culo que se admiraba desde la posición expuesta, más al intentar separar un poco más sus nalgas y tocarle el ano, el pequeño intempestivamente se incorporó dando unos pasos hacia el costado del hombre, por lo que este lo tomó fuertemente del brazo y jalándolo hacia él me preguntó si podía darle su primer correctivo, por lo que al yo autorizarlo este le dio un par de pequeñas nalgadas indicándole que obedeciera o la próxima vez sería más rudo con él, haciendo que el niño volviera a empinarse y en ese momento comenzó mi socio a tocar su culo para después explorarlo por primera vez con sus dedos, introduciendo uno de ellos por lo que el chaval comenzó a gimotear haciendo por querer llorar, a lo que aquel hombre le dijo:
– No hay problema mi niño si quiere llorar, llore, y llore bien y si quiere gritar, grite, por eso es que a este cuarto le mandé quitar la ventana y hacer un poco más gruesas sus paredes, para que cuando yo trajera nenes lindos como tú a quienes les hago lo que te estoy haciendo y lo demás que te vamos a hacer a ti entre tu papá y yo, su grito y su llanto no moleste a nadie o simplemente no atraiga curiosos o gente metiche que pueda echar la fiesta a perder; en cuanto a ti mi amigo te felicito, trabajas bien su culo, lo usas regularmente pero no lo dejas aguangar algo que hoy si vamos a hacer entre tú y yo …
Inmediatamente el niño en actitud de asustado e incómodo me dijo:
— Papá, ¿Ya nos vamos? Yo no quiero estar aquí con este señor.
Por lo que aquel hombre y Yo volteamos a vernos y comenzamos a reírnos y refiriéndose a él le dijo:
– No pequeño, aún no te vas a ir y si no te portas bien a lo mejor aquí te van a dejar conmigo, hoy tienes que hacer lo mismo y todo lo que haces a escondidas con tu papá, pero no solo con él sino también conmigo, y conmigo a lo mejor hasta 2 veces si él así me deja, si no por lo menos una por lo pronto, porque como ya te dije hace rato esta es la primera vez de muchas que te va a traer tu papi y siempre tendremos sexo pues yo seré tu amigo sexual que te cogerá siempre que se pueda. Y para luego es tarde amigo haber acércate aquí con nosotros que este niño se ve que quiere tomar leche desde el envase …
Mientras yo me acercaba el hombre colocó al niño sobre la cama en 4 patas quitándole primero su chamarra deportiva, luego su pequeña playera para dejarlo casi totalmente desnudo solo con sus tenis puestos. Al acercarme el hombre acarició con su mano mi paquete invitándome a bajar mi pans y dejar mis genitales al descubierto y haciendo que me acercara a la cara de mi Ángel me volvió a tocar y al momento dijo:
– Es una verdadera bendición que este niño tenga esta verga tan hermosa para él solo, grande en largo y grueso y con estos ricos webos grandes que cuelgan así porque de seguro están llenos de leche, a ver nene muéstrame como mamas la verga de papá …
El pequeño para este momento como lo mencioné en el capítulo anterior ya tenía algo más de experiencia y aprendizaje mamando, pero con el nerviosismo y susto de encontrarse con 2 hombres se volvía torpe, más mi socio lo alentaba a hacerlo con esmero y tranquilidad, mientras que al tenerlo en posición de perrito comenzó a mamarle el culito metiendo su lengua al interior, al tiempo que masturbaba su verguita y acariciaba sus pequeños webos. La situación se tornaba para mi nueva pero demasiado excitante, siempre había querido tener un amigo que compartiera mi especial gusto sexual y aquel individuo era abierto y sin inhibiciones, sin el escrúpulo ni persignado al pecado de que el acto estuviera mal hecho por estar con un menor, dispuesto y decidido, pero sobre todo mostrando ya una amplia experiencia en el tema.
Al cabo de unos instantes logró dilatar en gran medida el esfínter del chiquillo por lo que pudo comenzar a introducir un poco más su lengua al interior de su culo, provocando que en breve mi Ángel comenzara a producir agradables gemidos pese a tener ocupada su boca con mi verga; al poco tiempo el pequeño no podía contener su respiración y sus gemidos fueron en aumento debido a la constante estimulación que estaba recibiendo en su ano tanto dentro como por fuera con la ávida lengua de aquel hombre que de vez en cuando aprovechaba de lamer los testículos del niño al tiempo de continuar masturbándolo e introducir en ano del crío uno o dos dedeos que movía en círculos y a ratos como tijera, logrando como pocas veces había sucedido que el niño tuviera una pequeña erección sin que esta llegara a ser plena y con total rigidez pero sí suficiente para que provocara excitación al pequeño que ya por lo mismo empezaba a presentar una leve sudoración y movimientos en los músculos de sus piernas y nalgas, arañando con sus manos el cobertor de aquella cama y retorciendo por instantes su cuerpo, provocando al mismo tiempo que mamara mi verga con más esmero y desesperación. Fue en ese momento que se puso de pie y bajando su propio pans dejó salir su verga, una herramienta nada de despreciable 18 cm de largo pero de un grueso descomunal de unos 6.5 cm de circunferencia aproximadamente, que a diferencia de mi verga que era de una cabeza más grande en forma de hongo, la verga de este hombre era de gruesor parejo desde la cabeza hasta la base del tronco, con un prepucio que se recorría de adelante hacia atrás dejando ver en la punta un ojo que ya lloraba con abundante liquido lubricante, humedeciendo al recorrerse hacia atrás gran parte del tronco, lo que hizo inevitable no hacerme admirar el tamaño de aquella hermosa verga que en instantes se comería mi hijastro; acto seguido el hombre me dijo:
– Ahora si socio, mantenlo bien agarrado que este puto va a probar nueva verga en su culo, y va a saber lo que es abrirse por completo.
El niño al ver la gran verga instintivamente empezó a decir que no, que no quería que le metieran eso en su colita que le iba a doler mucho, más que con la de su papá, a lo que el hombre le dijo:
– Eso es lo más seguro mi pequeño, que vas a sentir mucho dolor desde el principio, y más cuando poco a poco te vaya entrando toda, pero debes de aguantar, de dejarte y sobre todo no quitarte, si te quitas voy a tener que empezar de nuevo y tardarás mucho más tiempo sintiendo mi verga adentro y por lo mismo el dolor será mucho más duradero; aparte luego de que yo te coja lo hará tu papi y mientras me la mamaras a mi …
— No señor por favor no lo haga, si quiere se la chupo todas las veces que quiera, pero no me meta en mi colita eso porque me va a doler mucho.
– A eso te trajeron mi niño a ayudarte a aprender a que te guste tener verga en tu culo, a que seas obediente y que te dejes hacer todo lo que un hombre grande puede y quiere hacerte cuando tenga sexo contigo, y yo no le voy a fallar a tu papá, quien está de acuerdo en darte la educación sexual adecuada para ti; aparte si empiezas a cooperar verás que como ahorita que ya estabas hasta gimiendo como putito que eres cuando te estaba mamando el culo, muy pronto vas a querer tener verga todo el tiempo en tu culo.
Acto seguido aquel hombre me dijo:
– Y ahora si socio, vamos a darle lo que vino a recibir tu putito, si se quiere quitar lo detienes y me lo dejas quieto, a mí me gusta entrar despacio hasta lograr tenérselas toda adentro y ya estando así veré si sigo bombeando lento o ya le doy más duro.
Fue así como se colocó aquel hombre de estatura promedio, tez morena clara y cuerpo rollizo sin llegar a la gordura, atrás de la nalgas de mi bebé, del mueble que tenía a su costado derecho tomó un pequeño envase que contenía un lubricante anal base agua, puso una cantidad generosa en sus dedos y comenzó a untarlo en el ano del niño, luego tomó otro poco y lentamente comenzó a meter su dedo índice al culo del niño, así estuvo un rato metiendo y sacando el dedo lubricado, el crío hacía pequeños gestos de dolor, después de un rato sacó el dedo e inmediatamente volvió a poner más lubricante en ellos. De repente y sin aviso volvió a meter de un golpe el dedo logrando meter el lubricante en él, lo sacó y al volver a meter el dedo lo hizo introduciendo 2 dedos, lo que provocó que el pequeño diera su primer grito de dolor y tratara de quitarse para con ello aliviar la invasión a su culo, pero como yo lo tenía sostenido no tuvo oportunidad de hacerlo. Aquel hombre comenzó a abrir sus dedos a manera de tijera dentro del culo del chiquillo, lo que hacía que se forzara a dilatar su esfínter, después de unos minutos con esa acción al sacar sus dedos quedó un agujero algo abierto por lo que hizo en gesto de gustarle e indicó que era el momento justo para entrar con su verga al culo.
Poniendo una gran cantidad de lubricante en toda su verga, se la acomodó precisa a la entrada del culo del niño quien nervioso y asustado solo alcanzaba a decir pequeñas frases de súplica entre ellas el clásico de todo infante en sus comienzos de “no por favor”, algo que en el momento para mi nuevo amigo y para mí era música para nuestros oídos provocando en nuestra mente una mayor excitación. Llegó el momento y con él el primer intento un fuerte grito de susto y de dolor que hizo retumbar el interior de aquel cuarto cerrado y hermético, cuarto que después bautizaríamos mi socio y yo como “El Cuarto de los Sacrificios”, una fuerte sacudida y movimiento del cuerpo del chico y la oportunidad de entrar en él se desvanecía; segundo intento y el forcejeo se volvió intenso, fue entonces cuando mi amigo molesto le dio un pequeño golpe al costado del cuerpo del niño entre el estómago y sus cosillas por el que pequeño comenzó a llorar de forma exagerada, razón por la cual mi amigo dijo:
– Tú no viniste aquí a imponer tus voluntades chamaco y yo te dije o cooperas o lo hacemos a las malas, pero que de aquí te vas bien cogido, abierto y preñado, si lástima que no te pueden dejar, porque si no en tan solo una semana hago que pidas tu solito la verga y hasta vestidito de niña te traigo, tal cual el puto que eres.
Enseguida cargo al niño y lo pasó al sillón de sexo que tenía del otro lado del cuarto y acomodándolo de espaldas hacia nosotros y poniendo un par de grandes almohadas bajo su estómago quedó deliciosamente en forma diagonal casi de 45° con las nalguitas muy paraditas y para evitar que el sujeto se moviera el sillón venía equipado con unas correas al costado del mismo lo que hizo que al momento de sujetarlo el niño quedara como si estuviera abrazando el sillón y sin ninguna posibilidad de moverse. La posición hacia recordar a un koala cuando sube o baja de un árbol.
-Ahora si chamaquito, vas a saber porque los niños no quieren que se los coja el payaso pero también vas a aprender a amar y a terminar pidiendo la verga del hombre que está atrás del payaso como tantos otros escuincles terminan por hacerlo.
Las palabras de aquel hombre llenaron de horror y confusión a mi Ángel, de que payaso hablaba, acaso era aquel que tan solo un día antes lo había hecho reír tanto, o era el del circo que días atrás lo había llevado a ver como premio a ser un niño obediente y complaciente. Lo cierto y único que sabía es que posiblemente uno de esos graciosos payasos que tanto le gustaban estaba a punto de cogerlo a la fuerza y meterle su verga al interior de su pequeño y adolorido culito.
Nuevamente en la acción el hombre tomó una vez más el lubricante anal y repitió la rutina anterior con los dedos, pero al tenerlo completamente sujetado lo hizo con un poco de más rudeza, yo solo atinaba a observar con atención tan maravillosa técnica de sometimiento y sumisión, mientras escuchaba otra vez la melodía de súplicas, llanto leve y hermosos gemidos entre cortados de mi bebé. El hombre una vez más se colocó atrás de mi niño y poniéndose a la entrada del ano comenzó a hacer presión, el pequeño mientras trataba de moverse buscando como escapar de aquel ataque que estaba empezando a recibir su culo pero sin lograr conseguir nada, unos cuantos minutos después de estar intentándose escuchó un fuerte grito y las primeras lágrimas dio la señal de lo que estaba sucediendo, la cabeza de la verga del hombre estaba comenzando a entrar, eran momentos candentes de alegría entre mi amigo y yo, yo viendo como por primera vez otra buena verga estaba entrando al culo de mi bebé y mi socio la felicidad que produce el saber que se está teniendo sexo con un pequeño. Otros minutos y el llanto se intensificó un poco, al revisar pude comprobar que la cabeza de la verga de mi amigo estaba totalmente dentro de mi niño, fue inevitable no acariciar las delicadas nalgas de mi hijastro e instintivamente tocar hacia el ano rosando al toque la verga, misma que supongo por la calentura del momento terminé acariciando descaradamente en todo el largo que estaba aún fuera del culito de mi niño llegando hasta los webos mismos que también acaricié, a lo que mi socio exclamó:
– ¡No mame cabrón, que chingón se sintió eso wey!
Lo anterior sirvió para que mi amigo metiera otro poco de su verga al interior de mi nene, haciendo con ello que este terminara gritando aún más y suplicando la ayuda de su madre ausente, por lo que el hombre se detuvo no sin antes meter un poco más de verga llegando casi a tenerle más de la mitad ya adentro:
– A ver socio, ¿A este niño ya le ha enseñado que no debe de hablar sobre de este tipo de cosas con nadie y menos con la puta de su mamá?
— Sí mi socio, y hasta ahora no lo ha hecho, él ha atendido a esa regla …
– Entonces ¿Por qué este mendigo escuincle está pidiendo la ayuda en este momento de su perra madre? No socio eso está mal, él debe de aprender que cuando se le está dando verga como yo ahorita solo se le permite si aún no lo aprende a disfrutar, llorar y gritar, si al puto ya le gusta la verga como debe de gustarle tiene permitido pujar, gemir y decir palabras de cariño y agradecimiento por tener un hombre que le esté dando la verga que él quiere que le den, tal debe de hacerlo al ser como la niña puta en que se convirtió, es por eso que para que aprenda a no pedir ayuda de nadie lo vamos a callar el día de hoy y a lo mejor unos días más …
— Amigo, ¿Y cómo lo vamos a callar? Te comento que además que en lo que estás diciendo él lo sabe bien, sabe que es culpa de él mismo que yo y ahora tú le estemos dando verga por su culo y boca, que es por culpa de su comportamiento como niño puto y otra por la anatomía de su cuerpo, que es que se nos antoja a los hombres darle verga, pues parece toda una niña.
– Exacto amigo, yo no le tuviera adentro ahorita media verga si tu niño no tuviera todo el comportamiento de una niña y de pilón puta, con estas pinches nalgas y culo tan rico, mejor cuidado que una pinche chiquilla.
Inmediatamente me indicó que en una de las mesas de noche junto a la cama redonda se encontraban unas bolas bucales perfectas en tamaño para la boca de mi hijo con las cuales lo haríamos callar, por lo que inmediatamente fui a buscarlas, iniciando con este acto la sumisión total al entendimiento y obediencia del niño. Al traerlas se las di en la mano a mi socio y ahora también maestro de nuevas técnicas que empezaba yo a aprender y con el largo del tiempo a entender y saber aprovechar.
Sin salirse de su interior y luego de colocarle y fijarle bien la bola bucal a mi pequeño, mi socio continuó con su labor de rellenar con su verga el interior del niño, mismo que sacudía sus manos en un principio tratando de liberarse de sus ataduras, a lo que el hombre le dijo:
– Es inútil luchar mi putito, solo conseguirás lastimarte y sofocar más tu respiración dado a lo que tienes metido en tu boca, mejor empieza a aprender a relajarte, a sentir lo rico que entra a tu interior la verga que te estoy dando y que vas a tener cada vez más adentro, y al final agradece la leche de macho con la que te voy a preñar, afloja tus piernas y tus nalguitas y disfruta del roce de mi pelvis y mis webos en ellas, al hacerlo conseguirás que tu culo se ponga dilatado y que entre fácilmente mi verga o la de cualquier otro hombre que te la meta, con eso verás que el roce que sientas al estar entrando y saliendo de tu ano te dará un goce y placer muy grande, terminando por gustarte el ser cogido y deseando que te den verga muy seguido.
Acto seguido continuó con su tarea de seguir introduciendo su gran verga buscando llegar al tope. El niño por primera vez intento seguir el consejo de aquel hombre que lo sodomizaba consiguiendo en parte ser más cooperativo y soportando con menos sollozo la intrusión a su cuerpo que al cabo de unos cuantos minutos más estaba totalmente empalado por toda la verga de su nuevo acompañante sexual, quien al darse cuenta del su logro lo festejó en grande, pues pasaba aquel infante a formar parte de la lista de éxitos alcanzados por su gusto sexual con menores de 7 u 8 años, edades que eran aquellas en la que rondaban sus mayores conquistas o con mayores que estas.
Estando dentro comenzó la fiesta de encular al pequeño, de entrar y salir, primero lento y con recorridos cortos, lo cual provocó que mi pequeño Ángel diera sus primeros suspiros ahogados y gemidos reprimidos por la bola bucal, era la primera vez que pese a lo estirado de que estaba su ano mi pequeño sollozaba con rasgos de cierto placer, por lo que mi amigo manifestó lo siguiente:
– Muy bien mi nuevo amante, eres un pequeño inteligente que aprendes rápido, lo cual de seguir con tu mismo empeño muy pronto serás un niño bastante receptivo y complaciente que gozará mucho al ser penetrado. ¡Ahora vamos a ver cómo te comportas con un poco de sexo más rudo y fuerte!
Terminando de decir lo anterior mi maestro sacó de un solo movimiento casi por completo su pene del interior del bebé, y regresando inmediatamente a introducirlo muy lentamente hasta el fondo de su culo, algo que hizo que el niño presentara en su piel un leve escalofrío acompañado de un gran suspiro, por lo que al verlo mi compañero volvió a realizar la acción durante 8 o 9 ocasiones repetidamente haciendo que el niño empezara a sudar y mostrando nuevamente una pequeña erección que se notó al estar su diminuto paquetito estirado hacia atrás sobre las almohadas que tenía debajo de su estómago y que por la posición del ángulo en lo había colocado rosaba fácilmente con los testículos de mi amigo cuando este lanzaba hasta el fondo su verga.
Posteriormente al ver que el niño ya resistía la entrada y salida de su verga sin problemas, mi amigo desató al chico y cargándolo lo llevó a la gran cama redonda donde lo colocó boca arriba, le untó un poco más de lubricante a su verga que se encontraba más dura que una roca y con apariencia de ser más grande que su tamaño normalmente erecta, para inmediatamente levantarle las piernas al niño, y así, frente a frente, comenzó nuevamente a sodomizar al pequeño, quien con ojos de admiración veía como desaparecía aquella enorme verga por su pequeño orificio anal, sintiéndose cada vez más lleno y estirado, pero notando que presentaba un poco de menor incomodidad y dolor, aún y cuando reiteradamente aquel hombre terminó de meter todo su pene y comenzó a bombearlo con un ritmo firme y constante, entrando y saliendo casi por totalidad, sintiendo el niño el rigor de un hombre que sabía lo que hacía, que sudaba por completo, que acariciaba y levantaba con sus manos sus pequeñas nalguitas, mientras con su boca y sus labios besaba su pecho, su cuello, mordiendo lenta y suavemente en ocasiones sus diminutos pezones y sus oídos, metiendo ocasionalmente su lengua en ellos lo que hacía que le provocara pequeñas cosquillas que hacía que se distrajera repentinamente del dolor que iba aumentando en su culo, provocando ya pequeñas molestias y por lo mismo sentimientos de querer de que ya terminara todo, algo que no sucedió enseguida pues aquel hombre acostumbrado a prolongar el sexo con menores continuó todavía por varios minutos su intromisión hasta que en medio de jadeos más fuertes, el hombre de repente sacó todo su pene dejando al niño con una sensación de vacío repentino y con su ano totalmente abierto, para en otro momento sin aviso previo ser invadido hasta el fondo de un solo golpe, lo que le hizo dar un fuerte grito ahogado por el artefacto colocado en su boca, sentir rodar por su mejilla un par de lágrimas por el dolor de la súbita penetración a fondo, pero al mismo tiempo alivio al sentir en su interior el palpitar y movimiento de ese gran trozo de carne y ese abundante líquido caliente que inundaba su interior y que ya sabía bien que significaba el final de una larga penetración. Mi amigo feliz y satisfecho permaneció por algunos minutos más adentro del pequeño logrando que su pene perdiera algo de dureza y sacando por lo mismo su verga del abierto culo de mi Ángel, del cual escurría por sus nalgas parte del semen de mi socio y ahora padrino de mi bebé.
– Bueno compadre pues yo ya logré mi cometido, ahora me gustaría ver como lo haces tú para hacerle entender a nuestro putito que de hoy en adelante cuando vengan a visitarme siempre se irá con doble cogida, porque para eso esta hecho su culo, para darnos placer y para recibir verga de todo aquel macho que se lo quiera usar.
Yo sonreí, diciendo:
— Bueno compadre solamente hay que darle un pequeño respiro y descanso para poder yo darle la segunda enculada del día …
Continuará …
Nada mejor que compartir a tu pequeño puto!!!
Continua, muy bueno👍
Muy rico relato, me vacie dos veces.
Cuando habra continuacion del relato, me prende ver cual sera el desenlace
Cuando habra continuacion del relato, me prende ver cual sera el desenlace. estare pendiente