EL VENDEDOR DE PLATANOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por EROFANTASIES.
Al principio empecé por tratar de siempre pasar por ahí y cuando lo hacía buscarlo con la mirada para ver como lucia ese día y si me gustaba el atuendo que se había puesto.
Luego me fui aventurando más y empecé a comprarle eventualmente lo que vendía para hacerle la plática al menos aunque solo fuera para que me diera el precio y el cambio.
Pero esto se empezó a convertir en una obsesión matutina y todo un reto porque comencé a fantasear con él.
Mi deseo fue en aumento y tal fue lo mucho que lo deseaba; que un buen día, me decidí a lanzármele y de plano ofrecerle dinero para acostarme con él pues también había descubierto que era hetero, muy mujeriego y a los hombres en realidad no nos prestaba mucha atención y lo único que si le interesaba mucho era vender y obtener más dinero por ese día, por lo que creía sería la única forma de tenerlo e interesarlo.
Pero la verdad, no encontraba como hacer dicho ofrecimiento y el solo pensarlo me llenaba de vergüenza y eso provocó que abortara como más de tres veces el plan.
Hasta que un buen día, pasaba por donde el vendía y me le quede viendo fijamente como de costumbre y él lo interpreto como que estaba interesado en comprarle.
Se acercó me hizo una seña y se pegó a mi ventanilla a ofrecerme los hermosos plátanos que vendía.
No sé si lo mucho que me gustaba provoco que mi subconsciente me delatara y cuando se acercó solo acerté en decir: “A como está tu plátano hoy “y el con el uso de su doble sentido, solo se empezó a reír y el silencio entre nosotros se hizo algo incómodo.
Pero la siguiente oración que salió de mi boca fue aun peor: “bueno, traes buen plátano hoy “Y el no pudo más que soltar una sonora carcajada y decirme: “ siempre es bueno “ .
Yo me sentí muy apenado pero en realidad sin proponérmelo había logrado romper el hielo y esa era la oportunidad que estaba buscando.
Solo tenía que seguir la plática de doble sentido haber hasta donde llegaba.
Así que seguí diciendo: “Es que me gustaría verlo y tocarlo para poder saber si es así porque recuerda que no todo es lo que parece”.
El me contesto: “En este caso puede estar tranquilo que aquí, es más de lo que parece y no va a quedar defraudado”.
Le pregunte que cuanto le pagaban por trabajar en un día en la esquina vendiendo fruta.
El me contesto la cantidad y yo le dije sin rodeos: “Te gustaría ganarte lo de toda una semana en este momento? “ y el me respondió: “Que tendría que hacer para ganármelo? ; y yo me lance directo al objetivo porque no tardábamos en avanzar: “Me gusta el plátano que traes encima si yo te ofrezco esa cantidad, podrías mostrármelo en privado y dejar que lo palpe con mi boca?”.
Él se rio de nervios pero se quedó pensando un rato y justo cuando creí que me iba a mandar a volar y que no podría pasar de nuevo por ese lugar por la pena.
Me dijo:”Tiene que ser ahorita mismo?”, a lo que conteste: “si ” , “Me pagarías en efectivo en este mismo instante?”, conteste : “si”; “Y en donde seria?” y le respondí: ”Conozco un lugar tranquilo aquí cerca y no te quita más de 30 minutos”.
Como lo vi que dudaba y ya se había puesto el semáforo en verde y tendría que avanzar, reforcé el ofrecimiento diciendo: “Es como ganarte todo lo que ganas en una semana en solo 30 minutos, es un buen trato y ambos salimos beneficiados con lo que queremos”.
Y cuando me dijo: ”ok, deja avisar que me voy con un amigo” casi sentí que se me caía la cara de vergüenza y en las piernas me dio una temblorina nerviosa.
Le chiflo a un compañero y algo le dijo para luego subirse en mi carro.
Trate de hacerle plática en el trayecto al hotel pero se portó muy reservado y apenas si dijo algunas palabras, aunque eso logro que tomara un poco de más confianza y quitara un poco, la tensión que se sentía.
Una vez en el cuarto del motel donde lo lleve, me le quede observando su bien formado cuerpo tostado por el sol, sus músculos abultados por el trabajo duro y aunque el chicle que masticaba, no lo hacía lucir como un caballero aristócrata, si tenía justo lo que tanto me llamaba la atención y yo deseaba.
Simplemente, yo seguía sin creer que hubiera accedido a mis proposiciones.
Le pedí que se quitara la chaqueta para que se pusiera más cómodo y lo único que provocó es que se acrecentara el deseo que tenía por él, pues al quitársela, dejo al descubierto su torso solo cubierto por una camiseta blanca delgada, sin mangas que dejaba ver completamente la musculatura de sus brazos, hombros y bíceps, así como todo sus vellos obscuros de la axila, y se ceñía muy bien al cuerpo por lo que también, se podía apreciar su abdomen plano y su pecho marcado por sus dos tetillas que se notaban perfectamente en su camiseta.
Su pantalón era de mezclilla lavada y roto en zonas estratégicas, muy pegado a su cuerpo resaltando su fisonomía que lucía como la de un chico malo o bien la de todo un macho recio.
Le pedí que se sentara en la orilla de la cama y justo note que una de las roturas de su pantalón dejaba ver justo su paquete y su ropa interior lo que me dejo literalmente con la boca abierta y con la mirada fija en su entrepierna.
Me dejo con la boca abierta y con la mirada fija en su entrepierna.
Me acerque a él lentamente y me coloque tras de él.
Lo abrace suavemente lo que al principio le sorprendió pero luego simplemente se dejó hacer y yo continué acariciando su cuerpo y sintiendo su calor.
Al principio se notó incómodo debo reconocerlo y un poco molesto pero lo que a mí me importaba es que dejara tocar por mí.
Levante su camiseta sin mangas hasta dejar al descubierto sus pechos mientras besaba suavemente su cuello y su espalda.
Comenzó a relajarse y sentir.
Sus músculos estaban duros, su abdomen plano y su piel tibia y tersa y su olor era completamente de un hombre que había trabajado duramente.
Le quite la camiseta por completo dejándole el torso desnudo que mostraba un cuerpo de trabajo con músculos firmes aunque no marcados en exceso.
Se notaba que era vanidoso porque en todo momento trataba de verse en el espejo y posaba para lucir bien.
Pero yo ya estaba muy excitado y no quería esperar más preámbulos y quería pasar a la siguiente parte en la cual lo despojaría de sus pantalones.
Lo recosté en la cama y comencé por agárrale y acariciarle el paquete.
Introduje mis dedos en la rotura de su pantalón y me puse a explorarlo sintiendo primero su ropa interior que guardaba celosamente su rica verga y huevos.
Desabroche su pantalón y le baje el zipper dejando al descubierto su trusa roja ajustada que tanto llamaba mi atención y que asomaba por la apertura del pantalón.
Me puso tan caliente que de inmediato me lance a lamerle sus pechos y sus tetillas y termine lamiéndole los abdominales y mordiéndole las costuras de su calzón dejándoselo completamente húmedo con mi saliva.
Su calzón lucia espectacular y remarcaba perfectamente su bulto y conforme más lo tocaba, sobaba y lamia; mas reaccionaba y su verga se iba poniendo erecta, justo lo tenía donde tanto había deseado.
Y la verdad no me había defraudado en verdad el plátano que él tenía era de lo mejor e hice muy bien en aventarme a probárselo.
Se veía tan bien en su ropa interior que lo hice que se parara para poderlo apreciar mejor, eso no le gustó mucho pero al fin de cuentas, si iba yo a pagar lo iba a disfrutar completamente.
Y es que el vendedor de plátanos se veía de muy buen cuerpo pero nunca imagine que quitándole la ropa iba a encontrar un hombre sumamente masculino, sexy y con un cuerpo realmente impresionante; salí ganando de todas… todas.
Cuando le pedí que se recostara nuevamente en la cama se agarró su verga y se la acomodo y ese movimiento me calentó enormemente porque la marco y se podía ver perfectamente todas sus formas.
Le tome el bulto que se veía impresionante y suavemente se lo empecé a apretar, luego tome el resorte de su calzón y se lo baje para dejar al descubierto su verga, la cual de inmediato metí en mi boca y empecé a chupar con fuerza a como si se tratara de un rico caramelo, mientras que el me observaba un tanto receloso e incrédulo de lo que estaba pasando.
No tarde mucho en quitarle el calzón y comencé a chupársela con más vigor y el empezó a reaccionar y poco a poco se notaba que estaba él también estaba a 1000.
Fue entonces que tomo su verga con una de sus manos y se empezó a masturbar como mostrándome la técnica de cómo hacerlo, mientras yo aprovechaba para lamerle los huevos y la entrepierna.
Se levantó y apoyo en los codos para acomodarse mejor y ese movimiento me sorprendió por repentino.
Luego sin mediar aviso se paró de la cama y comenzó a masturbarse parado, yo por instinto me hinque frente a él y se la empecé a mamar parado pues al parecer así lo disfrutaba más.
A mí en lo particular me parecía algo incómodo porque yo estaba mucho más alto de la altura que él y tenía que agacharme un poco para estar a su altura que tenían sus piernas y pero aun así, sin darme cuenta empezó hacer un movimiento de cadera y a introducir su pene como si se estuviera cogiendo mi boca, yo no alcanzaba a tragarme todo el tremendo pedazo de carne que este muchacho tenía en su entrepierna, pero él marcaba el ritmo que debía yo de tener para mamársela.
Debo de reconocer que tenía una verga fabulosa no solo grande y gruesa sino que también muy dura y muy bien formada de cabeza regular y muy venosa por lo que resultaba una delicia mamársela y en verdad inspiraba.
Al poco tiempo lo empecé a oír gemir ligeramente y eso me indicaba que no pasaría mucho tiempo más para que se viniera en mi boca.
Con un grito sordo y apretando su verga con su mano muy fuerte se vino rápidamente y deposito el primer chorro de su tibio semen en mi lengua directamente y creyó que hasta ahí iba a terminar todo pero tan pronto termino, yo seguí mamándosela y exprimiéndola hasta que soltó el segundo y tercer chisguete de semen en la lengua.
Luego me metí toda su verga dentro de la boca y succione fuertemente con lo cual logre una cuarta dotación de semen y ordeñando todo resto de semen que estuviera saliendo, lo que provoco que se convulsionara todo de placer pero yo lo sostenía fuertemente de sus glúteos y mantuve su verga dentro de mi boca sin dejar que esta saliera para limpiarlo completamente y extraerle todo.
Fue lo más cercano a lo que había estado de violar a un hombre porque él se resistía un poco y yo seguía introduciéndola en mi boca una y otra vez chupándole todo líquido que de su verga surgiera sin que él pudiera evitarlo.
Lo disfrute mucho y él se ganó su dinero pero de lo que sí puedo estar completamente seguro es que ese fue uno de los mejores plátanos que he probado.
HeHeHe !!!
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