El verano más ardiente de mi infancia II
El padre de Rob nos descubre y se desquita cogiendose a Théo .
… Rob no quiso masturbarse y en su lugar le pedimos que nos enseñara su anito, el sin pensarlo nos dio la espalda se inclinó hacia enfrente y con sus manitas abrió de a poco sus nalguitas mostrando un delicioso hoyito rosita y dilatado. Eso nos prendió demasiado a Théo y a mi, queríamos abalanzarnos sobre ese tierno y delicioso culo.
Pero era riesgoso, alguien nos podía ver, les propuse a los niños ir a los vestidores que estaban a escasos 50 metros de la piscina, ellos aceptaron. Nos subimos los trajes de baño y los cuatro niños nos dirigimos hacia los cambiadores. Yo estaba ansioso por probar el culito de Rob, y una fuerza muy morbosa se apoderó de mi, tomé de la mano al pequeño Rob y ordené a los demás niños que me siguieran al fondo de las duchas.
Nos aseguramos que hubiera nadie y les pedí a Théo y Edu que vigilaran por si venía alguien, la manita de Rob sudaba, lo tranquilicé moviendo sus cabellos cariñosamente y aprentando sus mejillas, eres muy guapo le dije, pasé mis dedos por su boquita rojita. Vas a sentir muy rico bebé, solo disfruta. Lo puse contra la pared de la ducha, y de un tirón le bajé la bermuda hasta los tobillos, sus nalguitas aun húmedas por estar en la albercas brillaban y se notaban grandes y redondas, lo agarré por la espalda y lo incliné un poco, quédate así, le abrí sus nalguitas, me acerqué lo más posible y el olor a su cola hizo que mi pene palpitara al 100, ya estaba lubricando delicioso, primero olfatee su anito y luego introduje mi lengua, y la moví con mucha rapidez dentro de su hoyito, Rob no se pudo contener lo rico que sentía y empezó a jadear, sus gemidos eran de lo más tierno y me puso a mil, tomé jabón líquido que se encontraba en la pared de la ducha y frote mis manos para lubricarlas, le fui metiendo un dedo y luego otro, entraba con tanta facilidad que apunte mi duro pene a su entrada y de un solo empujón entró, cuando entró sentí delicioso.
Me di cuenta que no era la primera vez de Rob, pues le entró a la primera y se movía super rico. Ordené a Théo que penetrara a Edu y con su sonrisa de oreja a oreja mi primito aceptó. Yo seguía embistiendo al lindo Rob hasta que llegué al orgasmo y le dejé todo mi agüita adentro pues todavía no eyaculaba aun, saqué mi pene y me puse a contemplar la cogidota que le estaba dando Théo a Edu. El pene de Théo era más grande y grueso que el mío Y Edu lo estaba disfrutando tanto que gemía como a una puta. Al ver su carita se veía que le dolía, pero a la vez lo estaba gozando diciendo Théo metelo más rápido.
Me invadieron los celos y le dije a Théo que se detuviera y sacara su pene de las entrañas de mi Edu. El obedeció y lo acerqué a las regaderas, su pene seguía a full pero noté que tenía caquita de Edu en el tronco y en la cabeza del pene, abrí la llave del agua caliente y empecé a lavar su pene con jabón, lo masturbé un buen rato bajo la ducha, cerré la llave me agaché para engullir su lindo pitillo, lo chupaba con agilidad lo metía todo a mi boca mientras acariciba sus huevotes rosaditos. Pasé mi lengua por su glande y el orificio por donde orina y Théo se estremeció, ahhh, se vino en mi boca y me lo tragué, era la lechita más dulce que he probado…
Escuchamos pasos a los lejos y de repente una voz masculina emergió: Rob dónde estás? Era el padre de Rob, que entró súbitamente y nos encontró totalmente desnudos Théo y yo seguíamos con nuestros penes erectos y no alcanzamos a cubrirnos, Que pasa aquí? Nada papá solo nos estábamos bañando. Y por que estos niños tienen sus pijas erectas. Nos tapamos con las manos nuestros duros genitales pero ya era demasiado tarde.
Estaban teniendo sexo verdad? No pa cómo crees, pues aquí huele a sexo, te voy a revisar la cola Rob. No pa aquí no por favor y Rob estaba a punto de las lágrimas. Les debería de dar vergüenza, mira que aprovecharse de alguien más pequeño, los acusaré con vuestros padres! No señor todo menos eso suplicó Théo. Hago todo lo que me pida pero no se lo diga a mis padres!
La cara del padre de Rob se transformó de una manera perversa, se acercó a Théo y le empezó a lamer su carita, metió su lengua por su oído, chupeteó su cuello, pellizcaba las tetillas del chico, le ordenó que se diera vuelta y le dio una fuerte nalgada, las pompis de Théo temblaron un poco, el padre de Théo se desnudó, su cuerpo era regordete pero con un miembro grueso y largo. Puso en cuatro al chico, primero frotó con su pene un buen rato el culito de Théo, lubricó demasiado, su líquido preseminal escurría y se lo untaba desde la punta hasta la base de su enorme pene, abrió los cachetes del niño y descubrió un anito virgen y cerradito, era la primera vez de Théo, pensé que iba a empezar de a poco para dilatarlo con los dedos pero no, el padre de Théo embistió directamente su anito y el chico gritó ahhh, apenas introdujo la punta, el señor siguió empujando tomando firmemente a Théo de las caderas, dio un segundo empujón donde alcanzó a meter la mitad de su miembro, esta vez el grito de ahh fue de placer, el niño se habituó rápidamente a tenerla adentro, siguió penetrando por varios minutos hasta que sacó su pene y eyaculó en las nalguitas del niño, soltó unos chorros de semen que incluso llegaron a caer en su espalda baja. El padre de Rob se despidió de Théo dándole un beso en los labios, le pidió que abriera la boca y le introdujo la lengua. Le dio unas palmaditas en la nuca, y le dijo estás riquísimo nunca te voy olvidar, se vistió rápidamente y le ordenó a Rob que se marcharan, se dirigió hacia nosotros y dijo ustedes serán los siguientes los espero aquí mañana a la misma hora o le contaré a sus padres lo que hicieron con mi hijo. Respondimos Si señor! y salimos corriendo de ahí.
como sigue
Simplemente genial. Besitos. Marcos.
Gracias Marcos que bueno que te gustó. Saludos!
Muy caliente relato.Me recuerda los juegos de mi infancia en los baños de la escuela, en los paseos campestres y las idas al río en que.nos bajábamos en pelota y yo me dejaba coger por todo el que quisiera.