El verano más ardiente de mi infancia: Orgía en la piscina
Dos críos extranjeros se nos unen en nuestra aventura sexual en una pool party.
Todos los viernes por la noche el hotel organizaba pool partys con diferentes temáticas, en esta ocasión fue una fiesta de espuma. Edu y yo estábamos emocionados porque también iban a organizar juegos en la piscina de los niños.
Llegó la noche y los adultos se preparan para ir a la pool party, pidieron room service botellas de vino y sodas para nosotros. La mayoría de mi familia ya estaban ebrios, tío Omar se ponía más cachondo y sexy cuando bebía, su masculinidad se potenciaba y su voz se volvía aun más seductora. Edu y yo lo contemplábamos con encanto y deseo. Desafortunadamente esa noche no pudimos tener contacto con Omar, así que tuvimos que ingeniarnos para bajar nuestra calentura sin imaginar lo delicioso que lo íbamos a pasar.
Edu y yo nos fuimos a cambiar a una habitación, Nos desnudamos y nos manoseamos un buen rato, yo apretaba sus grandes y redondas nalgas, me incliné un poco para mordisquear sus pezones rosaditos que al instante se erectaron. Le lamía el pecho, bajé a su panza y metí mi lengua en su ombligo, el solo dio un paso atrás y exhaló un ahhh. Me puse de rodillas y quedé frente a su penesito, deslicé suavemente su prepucio y acerqué mi nariz, me volvía loco el aroma que emanaba su pequeño pene, olía a niño, a pipí y quesito. Me introduje todo su trocito a mi boca, besaba su tronquito lamía con la punta mi lengua toda la cabecita. Acaricié con mi mano izquierda sus bolitas se encontraban totalmente contraídas, me fascinaba contemplar los pliegues de su escroto y darle pequeños mordiscos. Edu se retorcía entre risas y placer. Y le dije shhh nos van a oír. Y le tapé su boquita carnosa.
A lo lejos escuchamos que alguien venía y rápidamente nos pusimos los bañadores, Edu se puso un traje de baño rojo algo pegadito que resaltaba sus hermosas nalguitas. Yo me puse un speedo en azul rey. Realmente me sentía demasiado cómodo mostrando mi cuerpo y las personas también quedaban deleitadas con mi figura atlética.
Salimos de las habitaciones juntos con los adultos rumbo a la piscina. El ambiente de fiesta era genial, con música electrónica y mucha algarabía. Mis tíos inmediatamente nos mandaron a las albercas de los niños. Venga chicos a divertirse nos vemos en un par de horas aquí!
Nos dirigimos a la zona infantil. Era una piscina enorme con una iluminación muy linda en tonos azules neón, cuando llegamos habían alrededor de 10 niños de todas las edades y nacionalidades. Edu y yo nos metimos a la alberca, la temperatura era perfecta, una chica del personal del hotel nos llevó unas piñas coladas sin alcohol jeje. Estuvimos jugando por un buen rato, clavados y luchitas debajo del agua, obviamente entre ése forcejeo nos metíamos mano por todos lados y nos empazamos a calentar, teníamos las verguitas bien paradas, yo buscaba el redondo culito de Edu y me ponía atrás de el restregando mi pito. Ya no podía más y le bajé de un tirón su bañador descubriendo sus preciosas nalguitas, abrí un poquito sus cachetes y me bajé el traje de baño, Edu sintió directamente mi pene durito entre sus nalgas. Y exclamó con su voz de niño mimado: Dylan no! nos pueden descubrir! Tranquilo bebé nadie está mirando. Es que tengo miedo que nos vean dijo. Edu siempre fue un niño muy sensible y un poco miedoso. Eso me gustaba porque yo siempre estaba ahí para protegerlo. Aún estábamos con los bañadores abajo, lo abracé y nuestros pititos se rozaban haciendonos sentir muy rico.
De repente escuchamos que alguien se acercaba nadando hacia nosotros, rápidamente nos subimos los trajes de baño. Un par de niños se acercaron a donde estábamos y uno de ellos nos saludó Hi guys! Le contestamos el saludo en inglés y yo me quedé pasmado por la belleza de ambos: el más grande se llamaba Théo un niño de diez años que venía de Francia, era alto para su edad, con un cuerpo super lindo, con cabello castaño y rizado y unos ojos color aceituna que me dejó sin aliento.
El otro pequeño tenía ocho años llamado Robin, venía de Canadá, este tenía un aspecto más aniñado pero de belleza incomparable, sus pestañas eran largas y enchinadas, unos ojos preciosos color miel, y unos labios rojitos y carnosos que me cautivaron.
Hola chicos yo me llamo Dylan y el es mi primito Eduardo. Quieren jugar? Ambos respondieron que sí y nos pusimos a jugar con una pelota volleyball, nos divertimos un rato pero les propuse que jugaramos luchitas o caballitos. Yo haría equipo y cargaría a Rob y Théo le tocaba cargar sobre sus hombros a Edu. Rob era super inocente y juguetón y de inmediato probé mi suerte y como pretexto para subirlo a mis hombros lo manosee demás y el solo reía, lo tomé de las nalgas para levantarlo, pero resbaló y se sumergió un poco y aproveché para tocarlo debajo del agua, rodeando su cintura con mis manos, recorrí su pecho, su pancita y me detuve en su pubis, estrujé sus bolitas y su pilincito que estaba encogido por la temperatura del agua, el solo se retorcía y reía.
Fui más lejos y me animé a quitarle el bañador. Saqué a la superficie el traje de baño y lo ondee como si fuese una bandera. Miren chicos parece que alguien quedó desnudo! Y todos reímos. Los reto a quedar en pelotas como Rob, si es lo justo! exclamó Théo.
Edu no estaba muy seguro de quitarse el traje de baño pues era el más tímido. Théo se le acercó cariñosamente y dijo no te preocupes Edu, todos vamos a estar en pelotas. Venga te ayudo. Edu le sonrió y dijo bueno esta bien. El chico tiró hacia abajo aprovechando la oportunidad para rozar el culito de Edu. Y le dijo al oído estás bien nalgoncito y los dos rieron. Théo y yo también nos encueramos.
Estábamos ahí juntitos los cuatro totalmente desnudos. Como ya era tarde solo quedábamos nosotros en la piscina y no había nadie alrededor eso nos dio confianza para acercarnos a las escaleras de la piscina donde el agua nos llegaba a las rodillas, apesar de ser noche la iluminación era muy buena y entre risas nos miramos los genitales que en ése momento estaban en reposo : El pene más pequeño y tierno era el de Rob, con unos 3cm, y con un escroto pequeño y arrugadito, le seguía Edu con unos 4,5 cm después yo con 5,5 cm y el primer lugar se lo llevó Théo con 7 cm y unas bolas grandes para su edad. Le dije wow! amigo si que lo tienes grande. Theo contesta no lo creo, tengo amigos de raza negra que si lo tienen muy grande jajaja.
Oigan y a ustedes se les para? Pues claro pero solo cuando veo a una chica bonita contestó Théo, a mi se me pone duro con cualquier cosa, y me empecé a tocar enfrente de ellos, comencé a subir y bajar mi cuerito rápidamente alcancé a poner muy erecto mi pitito que llegó a 10 cm pero se veía algo gordito, los niños quedaron sorprendidos y Théo dijo yo también me la quiero jalar! y se empezó a tocar, su pene era circunciso, por lo que recorría con sus dedos desde la base hasta la punta de su pene, su glande comenzó a incharse y a ponerse rojo, logró erectarse por completo, yo me quedé contemplando su pene de 12 cm, mi pene palpitaba de la excitación al verlo.
Théo siguió tocandose y les dijo a Edu y Rob que hicieran lo mismo. Yo me acerqué a Edu y le dije vamos bebé endurece tu cosita, te lo sobo? Y el solo asintió con su cara pícara. Tomé su penesito aun flácido y le retraje su prepucio una y otra vez de forma rápida y me dijo cuidado Dylan me lastimas, perdón bebé y le di unos besitos en la cabecita de su pene, los otros niños rieron. Rob no quiso tocarse y en su lugar le pedimos que nos enseñara su anito, el sin pensarlo nos dio la espalda se inclinó hacia enfrente y con sus manitas abrió de a poco sus nalguitas mostrando un delicioso hoyito rosita y dilatado. Eso nos prendió demasiado a Théo y a mi, queríamos abalanzarnos sobre ese tierno y delicioso culo. Pero era riesgoso, alguien nos podía ver, les propuse a los niños ir a los vestidores que estaban a escasos 50 metros de la piscina, ellos aceptaron. Nos subimos los trajes de baño y nos dirigimos hacia los cambiadores… Continuará. Comenta si quieres segunda parte.
si segunda parte por favor
Rico por fa segui
¿Qué edad tienes tú y qué edad tiene tu primo?
Se disfrutan más los relatos cuando se sabe la edad de los protagonistas adultos y niños.
Por favor, quiero más relatos, muchos más y como bien comenta VerChi69, se disfruta mucho más cuando se conocen las edades. Besitos. Marcos.
Gracias por sus comentarios chicos, olvidé poner las edades, yo Dylan tenía 11,Edu 10, Theo 12 y Rob 8. Espero que hayan leído El verano más ardiente de mi infancia II 😌
Gracias por sus comentarios chicos, olvidé poner las edades, yo Dylan tenía 11,Edu 10, Theo 10 y Rob 8. Espero que hayan leído El verano más ardiente de mi infancia II 😌