EL VIKINGO Y EL VERDULERO…. INOLVIDABLES
Mi culo recuerda cosotas que dejan huellas…..
Soy Walter y siempre me han llamado Wally, tengo 20 años, blanco y un cuerpo muy femenino, desde los trece años me gusto sentir cosas en el culito, eso es muy rico. Mi madre entiende mi realidad pero mi padre no, creo que él también quiere conmigo, pero no se atreve y yo tampoco. Trabajo en una agencia diseñadora, como analista de expedientes, no hago entrevistas, solo califico documentos, lo que voy a relatar es los primeros polvos de mi culito, que fueron inolvidables y muy buenos, ya que siempre tuve una figura atractiva y, más de uno quería meter su pene en mi culito, soy blanco y de cabello muy negro, lo cual me hace un rostro muy atractivo, de labios muy delgados y boca chiquita, cuando sonrió se me hacen hoyitos en la cara, eso hace que me miren mucho el rostro, mi cuerpo es muy femenino, desde la niñez se formó así, mi madre tiene la culpa, ella se muy atractiva y destaca sus nalgas, tiene un culo bien paradito, cintura quebradita y no trabaja, está solo en casa, mi papa es muy robusto y alto, a él le saque mi estatura, él es muy macho, las vecinas del condominio le tienen muchas ganas, siempre ha sido así. Pero allí esta mama ella siempre atenta a las miradas de las vecinas.
Cuando estaba en la escuela, a los trece años, era un niño muy silencioso, ya se notaba mis nalguitas en punta, gorditas, mis pestañas llamaban la atención de los demás, pero no se metían conmigo, los profesores me hacían el cuidado. Me gustaba ir donde mis primas que vivían algunas cuadras más debajo de mi casa, para cosas de chicas, ellas me divertían y a veces me vestían de chica como ellas, de esas visitas a veces me llevaba lencería de chicas, calzoncitos, bras de niñas y que me los ponía cuando estaba solo en casa. En el colegio no acudía a las clases de deportes, porque mama suponía que se iban a burlar de mí, y con pretextos consiguió que me exoneren de las clases presenciales, yo hacia los dibujos para las explicaciones del Profesor. Mis facciones femeninas y delicadeza hacia que los demás me tuvieran de lejos, me trataban con cuidado. Cuando llego la semana de aniversario del colegio hubieron muchas actividades en donde todos participaban, no había nadie que no hiciera algo, a mí me tocó con otros compañeros hacer una obra de teatro, me toco hacer un rol femenino, me vistieron de mujer, cosa que me gusto y la gente me aplaudió mucho, pude hacer notar mis piernotas y mi culo, sentía que estaba sin ropa, cuando termine mi escena fui al camerino para cambiarme y allí conocí al Vikingo, un estudiante del año siguiente del mío, que ese año se terminaba su época y tenía 15 años, le decían así por su cabello rojizo y era muy fuerte, los chicos le tenían miedo y ellas querían su pene, decían que era muy grande. Él era muy expresivo y hablaba muy fuerte; como me encontró caminado al camerino, creyó que era una mujer y me dijo. Vikingo: Eres muy bonita guapita, me gustaron tus escenas y tienes buen culo. Yo: Gracias, como te llenas? Vikingo: Franz, pero me dicen Vikingo. Yo: Porque? Vikingo: Porque soy fuerte y tengo una buena verga… Ja, ja. Yo: Yo soy walli y no soy mujer. Vikingo: Oh, disculpa, pero igual me gusta tu culito y tus piernas.
Durante toda esa semana, él no se separó de mí, estaba en todas las actividades donde participaba, así que fuimos a un colegio cercano como comisión de aniversario en dos buses, me seleccionaron y, cuando llegue al bus ya no había sitio, tuve que quedarme de pie, y oh, allí también estuvo él, se puso a mi lado y Vikingo: Hola princesita, anoche soñé contigo. Yo: Ja, que soñaste Vikingo: Que me dabas tu culito. Al decir esto, bajo su mano hasta mis nalgas y las apretó, tanto que casi grito. Vikingo: No grites, si no todos van a saber que eres una chica. Yo: Pero no hagas eso. Como Estábamos los dos de pie y había mucha gente, todos estamos apretados, no se daban cuenta de lo que él quería hacerme. Nuevamente, bajo su mano, y esta vez apunto a mi anito, su dedo del centro lo apretó tanto que sentí que se metía con todo a mi culito. Yo: Ohhhh Vikingo: Shhh no grites. Al rato llegamos al colegio, todos se bajaron, y como era tarde allí encontré a mama esperándome, me salve dije yo. Pero en el fondo quería que me lo sigua apretando, cuando llegue a casa, mi culo estaba mojadito, al ducharme me metí el dedo y terminé mi placer. Al di a siguiente nos fuimos de paseo a una granja todos los del colegio, allí habían casitas pequeñas y cada uno podía participar del grupo que quisiera, Vikingo no se me desprendió, formamos un grupo con otros chicos y, nos escondimos y tenían que encontrarnos, cada uno se fue por donde pudo, él me llevo muy lejos, en una casita, vacía me dijo: Vikingo: Quieres que te enseñe mi verga? Yo no sabía que decir. Volvió a repetir…seguía sin responder….Vikingo: Entonces enséñame tu culo. Yo: Solo eso eh! Vikingo: Si, solo eso. Me baje el buzo, y le mostré mis nalgotas. Vikingo: Mamacita, que rico culo que tienes, blanquito… Me vestí rápidamente, y Salí de allí. Cuando acabo el paseo, al volver en el bus, no había sitio y solo pude coger uno al lado de él. Estábamos conversando, cuando él toma mi mano y por debajo de las cosas que traíamos, la coloca en su pene, y ESTABA DESNUDO Y MUY GRANDE… Vikingo: Tómalo y no grites… Yo lo tome y estaba muy caliente, grande y gordo, lo apreté y empecé a sobar de abajo hacia arriba. Al rato sentí que un líquido salía, me asuste, Se había corrido.
Cuando llegue a mi casa, al ducharme recordaba ese pajazo que le di, pero mi culo quería ya sentir una verga. Le conté a mamá todos los juegos del paseo, las acciones que hicimos, cuando termine, fui a dormir y esa noche dormí sin ropa desnudito. Al día siguiente nos tocó la actividad final, que era el baile de fin de curso, todos a las seis de la tarde estaban en el salón de actos, allí empezaría la orquesta a tocar y dar comienzo, estuvimos bailando, cuando apareció Vikingo, imponente, con su melena roja y muy expresivo, se vino a mi grupo, nos divertimos todos y llegada la mitad de la fiesta, me dice Vikingo: Vamos a un sitio. Yo: A dónde? Vikingo: Ven, te va a gustar, salió el primero, al rato Salí yo, mis trece años me hacían tener miedo pero también arriesgarme. Tomo mi mano y nos fuimos al almacén de deportes. Vikingo: Ahora me vas a dar el culo. Yo: No, que tienes. Vikingo: Mira como me tienes. Su verga estaba al máximo de parada, entonces el jalo mi cabeza y se la puso en la verga. Vikingo: Chúpala. Empecé a chuparla, al comienzo tuve miedo, pero luego empezó a gustarme, y la ropa empezó a fastidiarme y me daba mucho calor; me quite el pantalón y luego la camisa, quedándome desnudo. Vikingo: Así me gusta, ahora será mi mujer. Empezó a besar mi culito, metía su lengua en mi hoyo….que rico se sentí, mi piel era un choque eléctrico, cada mordida que me daba reaccionaba fuerte, mis pezones estaban duritos, el metió un dedo primero, lo ensalivo y busco mi boca, se la di, solito, me volteo y le ofrecí mi culo. Él Puso su cabeza en mi culo y empujo despacio, para que no me duela, ay que rico lo tienes Vikingo, le decía…empujó y empujo, mi culo apretado cedía, todo era placer en mi culito…hasta que lo sentí todo dentro….dame más…le reclamaba…empezó a meter y sacar despacio y empujar fuerte… Mi verguita estaba desparramando un líquido, mi primer polvo con el culo…sentía mi primera pinga llenarme todo mi ojete… Sentí sus chorros calientes que llenaban mi esfínter pero era rico… Me corro…me corro… me decía… luego todo fue calma.
A la semana siguiente ya era vacaciones, mi culo me dolió como unos tres días, pero era un dolor rico, quería más verga. Mama me llevo a la escuela para matricularme en cursos de verano, y allí me entere que vikingo se había ido al extranjero, me dije que pena, hubiera querido que me siga cachando. Asistí a clases de vacaciones, algunos días estaba en casa, cuando un día tocaron la puerta y era un verdulero, Mama: es el nuevo chico de la verdulería, recíbele el encargo. Era un chico medio marroncito, cabello ensortijado y largo que le daban un aspecto no rechazable, sus labios sí que eran gruesos, más alto que yo y más fuerte, Yo: Hola cómo te llamas Martin: Martin y tengo veinte años y tú? Yo: Wally y tengo 14 años la próxima semana. Martin: Eres bonita. No se había dado cuenta que era chico. Yo: Gracias.
A partir de ese día, mis vacaciones fueron compartidas interdiariamente con los cursos de verano y, recoger las verduras cuando llegaba Martin, fue una tarea agradable, mis recuerdos por el vikingo se fueron disipando y me entretuve con mis nuevas actividades, aunque de vez en cuando mi culo sentía cosquillas, necesitaba de una verga, que lo llene de carne y que le muevan su orto. M calmaba metiéndome un dedito, pero eso era un rato. Un día en la escuela el profesor no vino porque tuvo un percance, me quedé en el taller un rato a practicar, total tenía tres horas para mí. Estaba dibujando cuando se acercó un chico Quike: Hola soy Quike y tú? Yo: Wally también estas en arte. Quike: si, te he visto siempre de lejos y me agradas. Yo: Porque? Quike: Porque somos iguales, a ti te gustan los chicos y a mí también. Yo: Ja, ja quien te ha dicho eso. Quike: Mira tú culito, tu maquillaje tu boca chiquita. Yo: Bueno, eres de confianza verdad? Quike: No te asustes, que te conozcan por lo que eres, así no estas asustada. Yo: Tienes razón; desde cuando eres así. Quike: Desde los doce años, mi tío, hermano de mi papa fue mi primer pincho. Yo: Y te gusto? Quike: si hasta ahora de vez en cuando me la mete bien rico Yo: Es muy grande? Quike: Si y muy gorda, y a ti ya te debutaron? Yo: No. Quike: Pero tienes ganas no? Anímate, yo cacho dos veces por semana y, a veces todos los días, vez como me ha crecido mis tetas y mi culo. Yo: Si pareces una chica de 18. Quike: es muy rico, ahora te dejo chao. Yo: Chao.
Esa conversación me prendió las ganas de hacerlo ese día, con cualquier pinga, tenía ganas muchas ganas de verga. Me levante y me fui a casa dos horas antes de costumbre, al llegar entre y encontré una nota de mama, en donde me decía que iba a demora hasta la tarde, que almorzara tranquilo. Fui a mi cuarto me vestí como chica, un short muy chiquito que mostraba mis nalguitas paraditas y blancas, estaba en eso cuando sonó el timbre ERA MARTIN, lo había olvidado, me puse un guardapolvo encima y me cubría, Salí Yo: Hola Martin. Martin: Hola princesita, como estas hoy día Yo: Bien y tú? Martin: Bien, con mucho calor, donde dejo las verduras Yo: Donde siempre. Entro dejo las verduras Martin: Me das un poco de agua. Yo: Si. Abrí la refri y al hacerlo el guardapolvo se abrió y dejo ver mis piernotas Martin: Huy que ricas piernas tienes. Yo: Ya vete. Martin: No, enséñame más anda, Yo: No, ya dejaste Martin: Mira cómo has puesto. Me enseño el bulto que se le había formado en su pantalón, y yo que venía con ganas de ser cachado le enseño mi cuerpo, deje caer el overol y me quede así casi desnuda. Martin: Que rica eres princesita. Él también se quitó su ropa y se quedó en cueros y OH tenía un cuerpo fuerte y una pinga larga, cabezona, era más larga que la de vikingo… Se acercó y busco mi boca, sus labios gruesotes se posesionaron de mi boca chiquita y empezó a succionar mi lengua,, lo dejaba y al rato empezó a meter la suya gruesa y muy dura, como su fuera se verga de arriba me gustaba lo que me hacía; mis manos acariciaban su espalda sudosa por el trabajo suyo y con un aroma especial, que las personas de su color hacen fluir; mis manos seguían acariciando su boca seguía prendido de mi boca y sus manaza apretaban mis pezones….que rico era eso.
Luego el empezó a besar mis pechos, bajo hasta mi cintura, llevo mis manos a su pinga y dios que larga era, no sabía si me la iba a meter toda… Empecé a besar su cuerpo, su pecho, me gustaba su aroma de macho, oler a sudado y, a su raza, eso me arrechaba más, baje besándolo hasta su verga…su cabeza parecía una pelota de golf, dura y muy grande, pero igual la seguía apretando, mientras el me metía sus dedos en el culo; Entonces me levanto en peso y me llevo hasta mi dormitorio, allí empezó a besar mis nalgas, yo estaba boca abajo con mi culo en pompa para él, metía su lenguota gruesa y dura, hasta donde se podía meter, yo estaba muy caliente y seguro que aguantaría todo lo que me quisiera hacer. Su aroma de macho seguía saliendo, ese olor de su raza más su sudor era una combinación exquisita, cuando de pronto siento que coloca su verga en la entrada de mi ano, sus manazas aprietan mis caderas, fuerte como si quisiera escaparme, eso me gusto estaba asida a su cuerpo caliente y oscuro, empuje hacia arriba y pude sentir que su verga empezó a meterse en mi huequito, empecé a respirar muy profundo, ya lo quería todo ese pincho dentro de mí, mis catorce años querían todo rápido; Martin apretaba su cadera a mi cuerpo y empezó a empujar más fuerte y más, yo sentí que su cabezota se adueñaba de mi interior, y le pregunte. Yo Martin ya está todo? Martin: Si hasta mis huevos, quieres más ¿Yo: Muévelo fuerte por favor y no lo saques… El seguía encima de mí moviendo sus caderas cadenciosamente Pop plop soba nuestros cuerpos… Le digo entonces hazme el perrito. Me pongo de 4 y el con una estocada única me lo encaja todo, todo todo. Yo: Que rico cachas negrito. Me daba duro y eso era muy rico… Yo: Ponme al hombro… Me eche y levante mis piernas y él se puso al centro y tomo mis caderas hasta su verga, con mi culo a su disposición… Mis piernas descansar en sus hombros y se verga entro suavecito hasta el fondo, podía ver su cara, su expresión de oscurito arrecho, ya hasta el olor de su verga era rico, Yo: más Martin más mas… Martin; Sera mi mujer? Yo: Si Martin, si este culito es tuyo….me voy a correr Martin empezó más seguido y rápido ya viene ya viene… Sentí su jugo humano invadir mi esfínter que rico Martin… Martin: tu mama y tú tienen el mismo culito…ricos… Yo: que dices…Martin: es una bromita.
Esa mañana fue inolvidable, se vistió y así se fue a seguir trabajando, yo no me bañé quería seguir con ese olor en mi cuerpo, me quede así, bien cachado y completo. Cuando llego mama y papa con las compras mama dijo: Mama: que huele raro… Había reconocido el olor de Martin.
Desde ese día, yo entregaba mi culo por un buen tiempo a Martin, cada vez que salía mama y demoraba, el entraba y me cachaba rico, después de el cuándo conocía a un chico y si me gustaba le daba mi culo, mama acepto mi forma de ser, pero papa no del todo, me dejaba ser como soy, me consiguió mi trabajo, hasta ahora trabajo allí. Papa no quiere que me vista de mujer. Pero cuando salgo con mama, me maquillo y mis pantalones bien apretados dejan notar mis piernotas y mi culito bien parado… pero ese aroma lo guardo hasta ahora con mis 20 años y en mi ojete
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