Empecé jugando y terminé de puto XII
Ten cuidado que hace mucho que no me cogen. -Eso me dejó sorprendido pero a la vez me incendió pensar que iba a penetrar su culito casi virgen..
Me desperté y al abrir los ojos deslumbrado, tuve que volver a cerrarlos, supuse que Lupita había estado ya en la habitación y había corrido las cortinas sin despertarme, debía ser tarde por la cantidad de luz que iluminaba la estancia.
Me sentía algo aturdido, y a pesar de necesitar vaciar mi vejiga seguí disfrutando de la cama, los recuerdos de la pasada noche se atropellaban en mi cabeza. Recordaba como llegamos al poblado donde se bajaron los muchachos de las rancheras, nosotros tres continuamos hasta la hacienda, Luis aparcó la que conducía y sin decir una palabra se marchó para su casa, no así Roberto que al bajar me cogió en brazos y así me llevó hasta mi habitación, me ayudó a desnudarme y me metió en la cama arropándome.
Mi tío me encargó que te cuidara y aquí te dejo sano y salvo. -Se inclinó y me dio un suave beso en los labios que apenas puede devolverle ya que lo hizo muy rápido y sin más se machó.
Aún no había amanecido y no se escuchaba ruido alguno, tenía mucho sueño y estaba muy cansado, pero a pesar de ello no podía conciliar el sueño pensando en lo sucedido, no creía que hubiera podido pasar todo aquello, pero si debía haber sucedido ya que sentía como el culo me ardía, como fue posible que todos aquellos chicos me hubieran follado y algunos hasta dos veces, dejé que me saliera una sonrisa feliz, había resultado una noche deliciosa, disfruté de aquella orgía que mis primos había preparado para mi, una aventura preciosa que quizá no volvería a repetir en mi vida y con esa sonrisa de felicidad me quedé dormido.
*
Pocos minutos después sentí los golpecitos en la puerta, inmediatamente se abrió y Luis, fresco y alegre penetró sin contemplaciones.
Voy a tener que dormir contigo para despertarte jajaja. Venga primito, llevas toda la mañana durmiendo.
Ah, por favor Luis, termino de despertarme justo ahora.
Has dormido siete horas, suficiente para recuperarte, ahora levántate para la comida.
Estaba pidiéndome que me levantara pero él se tiró en la cama a mi lado.
Cómo has dormido?
Estoy muerto primo, no acostumbro a pasar las noches de esta manera.
Y qué tal te encuentras? -Pensé un instante la respuesta.
Todo bien…, menos el culo que me escuece.
Jajaja, eso había pensado, mira… -Me muestra en la mano un tarrito de cerámica.
Después de que te bañes te lo aplicaré, es santo remedio y te dejará el culito nuevo. No es difícil entenderlo después de que te metiéramos veinte pollas por tu culito tragón jajaja.
Ay, no por favor, no digas eso. -Me dio un golpe de sangre que me mareó.
Salté fuera de la cama, el pantalón de dormir lo tenía húmedo y vi manchas de humedad en la sábana, había estado todo el tiempo saliendo semen de mi culo, fui al baño y me senté en la taza, haciendo fuerzas aún me salían restos del esperma que me habían metido y eso que me había vaciado y limpiado en el río.
Intenté darme prisa y rápidamente me metí a la ducha, con los dedos comprobé que mi culo se había cerrado pero lo sentía flojo.
Luis me esperaba tendido en la cama como lo había dejado, al verme se puso de rodillas.
Ven y túmbate boca abajo. -Me estuvo poniendo la crema que había traído, solo de sentirla notaba lo bien que me hacía, ronroneba con la cara oculta en almohada sintiendo el delicioso masaje que Luis le daba a mi ano, pasaba los dedos untados de aquella crema haciendo círculos, a veces me metía un dedo pasándolo por las paredes
Cuando termino de darme aquel masaje divino en el culo se tendió de costado mirándome.
Tienes el culito más lindo que he visto nunca. -Le sonreí con una mueca de duda pero encantado de que pensase así.
Tu crees que hice bien anoche dejando que todos los chicos me follaran?
Eso te preocupa ahora?, piensa solo si lo pasaste bien, y si es así no le des más vueltas, además ahora ya perteneces a nuestra hermandad, no todos son invitados a participar.
No se Luis, lo que pasó me gustó mucho y lo hice voluntario, pero me da la impresión de haber ido demasiado lejos, no creo que mucha gente se brinde a ser la puta de una secta, hermandad, o no se como llamarlo. -La cara de Luis la veía inescrutable, hasta que se aproximó y me besó los labios.
Qué te parece si más tarde, si continuas dudoso, le damos unas vueltas al asunto?, ahora es mejor que vayamos con la familia.
Cuando bajamos ya todos estaban sentados en el patio interior dispuesto para la comida. Pasé dando un beso a todos, el único que faltaba era Roberto pero no pregunté por él en aquel momento.
*
Los días fueron transcurriendo rápidos, terminé por asimilar lo ocurrido y procuré retirar de mi cabeza mis pensamientos negativos. Los siguientes días fui encontrándome con algunos chicos que participaron en la orgía de aquella noche, los encontré normales, sin dar señales de que aquello fuera algo que se saliera de la lógica y les concediera una ventaja sobre mi, es más, me trataban con camaradería y fuera uno más de ellos.
Sin embargo si notaba que mi primo Rober evitaba todo contacto personal conmigo y eso me desconcertaba.
Llegó el viernes y mis primos, particularmente Luis, me invitaron para salir a la noche, fue Luis el encargado de pedir permiso a papá. Aquella noche no tuvo nada que ver con la anterior, la fiesta la celebraban en el salón de actos y prácticamente estaba todo el pueblo reunido, personas mayores, las chicas que eran tan bien guardadas por sus familiares y chiquillos.
Luis me explicó que esos festejos se daban para que los jóvenes tuvieran oportunidad de conocerse y relacionarse, también para que algunas familias concertaran los noviazgos entre sus hijos. Esa costumbre la consideré muy antigua, ni en mi pueblo había visto algo semejante, lo cual no quiere decir que no existiera algo parecido.
De una manera u otra resultó una fiesta divertida y con mucho baile, y donde, como siempre enlas reuniones sociales, el beber alcohol era la norma. Para la media noche muchos no podían mantenerse en pie. Comenzaron a marcharse, primero las mujeres acompañando a sus hijas y a los más jóvenes, solo quedaban los de edad adulta y comencé a sentirme algo desplazado.
Busqué a mis primos entre los grupos de gente y le dije a Luis que me marchaba, que no había necesidad de que me acompañase y que podía ir solo, en realidad estábamos a quinientos metros de distancia.
No quiso hacerme caso y juntos emprendimos el camino de vuelta. Cuando llegamos a la casona solo permanecían encendidas las luces del porche. Avanzamos hacía la luz que nos guiaba, ya llegábamos a la puerta cuando escuchamos ruidos que venían de la fachada que daba a la piscina, Luis me hizo un gesto para que guardara silencio colocando su dedo índice en los labios.
Guarda silencio, vamos a ver que sucede… -Me agarró de la mano y fuimos con cuidado dando vuelta a la esquina de la casa, cuatro pequeños farolillos iluminaban los ángulos de la piscina proporcionando una escasa luz que se reflejaba en el agua.
Fuimos acostumbrando los ojos a la oscuridad pero no se veía nada ni se escuchaba ningún ruido, hasta que de repente escuchamos como quejidos, localizamos la procedencia, en la zona embaldosada y cerca de la puerta de acceso a la casa, la sombra de dos cuerpos tumbados sobre colchonetas se movían levemente.
Sí, sí César, hazme tuyo, cógeme amor. -Era la voz afeminada de Mario apenas susurrada.
Mi mano se crispó sobre el brazo de Luis tirando de él para hacerlo retroceder. Iniciamos la vuelta a la entrada principal sin hacer ruido.
Entramos en la casa y Luis hizo intención de marcharse después de mirarme como aturdido.
Ah no, ahora no quieras escaparte, tienes que contarme lo que pasa. -Le sujetaba fuertemente del brazo evitándole la huida. Pareció dudar un momento pero enseguida tomó una decisión.
Esta bien pero vamos arriba, este no es el lugar adecuado para hablarlo. -Entramos en mi habitación y me revolví furioso.
Qué pasa en esta familia, es que todo son misterios y secretos? -Luis me miraba y se llevó las manos a la cabeza.
Qué es lo que quieres saber,? lo que has visto te lo habrá dejado claro.
Solo que me digas lo que está pasando, papá tiene una pareja con la que parece vivir feliz, y ahora lo encuentro follándose a otro hombre que yo al menos acabo de conocer. -Pensé que Luis hasta me observaba divertido.
Bueno Sebastian, tu eres nuevo en la familia, no tienes porque estar enterado. Ven siéntate a mi lado, aunque poco más de lo que puedes imaginar voy a decirte. -Luis se había sentado en mi cama y golpeaba con la mano a su lado del colchón para que me sentara.
Algo más tendrá que haber aparte de lo que hemos visto. -Luis pasó un brazo por mis hombros, suspiró y dándome un beso la cabeza comenzó a hablar.
Viene de muy lejos, antes de que tu nacieras y lo que yo se es de oídas. El tío César y Mario tuvieron una aventura siendo jóvenes, una aventura bastante larga que supieron llevar oculta hasta que el abuelo se enteró. Para entonces tu padre tenía 18 años y el abuelo lo envió a estudiar lejos de aquí… Esa es la historia resumiéndola, tu padre desde entonces ha venido pocas veces y Mario también se marchó, a su vuelta la abuela ya estaba mal y el abuelo lo contrató para que cuidara de ella. Eso es todo lo que yo puedo decirte.
No sabía que pensar, en realidad la historia resultaba muy simple, pero como quedaría ahora la relación de papá con Miguel, si analizara bien mis sentimientos quizá diría que no me gustaba que papá sintiera lo que fuese que setía hacía Mario.
Quité el brazo que mi primo tenía sobre mis hombros.
Creo que voy a ducharme antes de dormir, han sido bastantes emociones por hoy. -Sin más comencé a desvestirme, esperaba que Luis se despidiera pero continuaba allí sentado mirándome pensativo.
Te importa si te acompaño esta noche? -Lo dijo como una pregunta y por el tono era una afirmación a la vez.
Como quieras…, y sí me gustaría. -Le dirigí una sonrisa tierna que él me devolvió por una lujuriosa, desde la noche que estuvimos en el río no había vuelto a tener sexo y ya sentía que mi culo me lo pedía, sinceramente hubiera preferido que se hubiera sido Roberto, pero “a falta de pan, buenas son tortas”, que se dice. Se desnudó en unos segundos y yo corrí para meterme en el baño, me lavé la boca y le tenía a mi lado contemplándome.
Eres precioso primito, como un muñequito de porcelana. -Comenzó a hacerme cosquillas en los sobacos mientras se aproximaba, rozándome su pene aún flojo por mis nalgas.
No digas tonterías y métete en la ducha. -Esperó a que yo terminara abrazándome por la tripa para coger mi cepillo y lavarse la boca a su vez, yo me metí en la ducha poniendo el agua caliente a tope. A los minutos lo tenía a mi lado pasando el jabón por mi espalda como si acariciara mi cuerpo.
Se puso detrás de mi bien pegado haciéndome sentir su verga medio empalmada entre mis nalgas lo que me hizo lanzar un suspiro ahogado.
Como me gustas Sebastian, hasta sería capaz de enamorarme. -Giré la cabeza para ofrecerle mis labios.
Hice que el baño resultara rápido, tenía ganas de que me llevara a la cama y allí me hiciera lo que él quisiera y yo deseaba. Nos secamos mutuamente y al terminar se tumbó conmigo abrazados en la cama, de manera que nuestras pollas quedaron juntas. Comenzó a moverse a la vez que seguíamos con nuestros besos, nuestras pollas se frotaban y notaba lo caliente que la tenía, en un momento me giré y él hizo lo mismo dejando su verga cerca de mi boca.
Él me la comenzó a chupar a mi y yo le hacía a él lo mismo. Así comenzamos un sesenta y nueve donde Luis me la mamaba desesperado, cuando comenzó a succionármela dejé salir un gemido.
Ohhh, Luis, que rico me la chupas. -Se sacó mi verga y mientras me sonreía dichoso seguía masturbándome y yo mamaba ansioso su polla, le daba lametones desde los peludos huevos hasta el glande que a veces me lo metía en la boca para apretarlo fuerte y succionarlo.
Después de varios minutos de chuparnos la polla Luis comenzó a lamerme el culo, me puso de a perrito para continuar comiéndome el ano, a lamerlo escupiendo saliva en mi agujero, hacía presión con la lengua introduciendo sus dedos.
Mis gemidos pronto se hicieron audibles escuchándose en la habitación, me comía el culo de maravilla, aunque debo reconocer que Roberto me lo hacía mejor la pasada noche en el río.
Ohhhhh…., ahhhhh. -Gemía y me hacía suspirar mientras metía y sacaba su dedo retorciéndolo en mi interior buscando mi próstata. Luis sabía darme el placer que yo necesitaba y andaba ansioso de sentir, me tenía a mil y deseaba que me metiera de una santa vez la verga.
En su lugar y de repente, se da la vuelta y se coloca en la misma postura que estoy yo pero con la cabeza y el pecho pegados al colchón.
Ahora te toca a ti comerme el culo y darme verga. -Me dijo con una sonrisa traviesa.
Pero yo…, oye que yo apenas he cogido un culo.
Pues vas a tener que aprender, quiero que estemos en igualdad. -Reía alegre enterrando la cara entre las sábanas.
La verdad era que si tenía algo de experiencia de hacerlo con mis amigos del pueblo, sobre todo con Emilio que si se dejaba y quería que yo lo cogiera. Sin mucha alegría empecé a masajearle las duras y bonitas nalgas a mi primo, y después a meterle un dedo que mojaba en saliva.
Ahhhhggg…, si primito, méteme el dedo y dame por el culo, ahhhhgggg, sí, que me lo haces muy rico. -Me di cuenta de que Luis lo disfrutaba igual que yo, también de que su ano ya había sido profanado por algo o alguien, era muy fácil meterle el dedo. Elevó más el culo poniéndolo bien en pompa abriendo sus piernas. Metí la cara entre sus nalgas y le acaricié el ano con la lengua.
Ah, ah, ah, sí, así me gusta, chúpame más primito querido. -Entonces, no se porque me rebelé.
A ver Luis, que yo quería que tu me la metieses.
Luego primito adorado, luego te la daré con ganas, pero primero serás tu el que me la meta. Tampoco era para que pasáramos la noche discutiendo, y aunque prefería ser yo el que pusiera el culo, tampoco me disgustaba recordar los tiempos en que era yo el que les follaba a mis amigos del pueblo.
Si eso quieres, te daré verga mi Luis querido.
Volví a comerle el culo y darle dedos hasta tener hasta tres dentro de él, le pedí que me la chupara un poco y me la dejara bien lubricada de saliva, me agarré la polla y coloqué la punta en su entrada, iba ya a empujar cuando me dice:
Ten cuidado que hace mucho que no me cogen. -Eso me dejó sorprendido pero a la vez me incendió pensar que iba a penetrar su culito casi virgen.
Me sorprendía que un chico que parecía tan viril y masculino con su pelito a lo militar, también le gustara que se la dieran por el culo, pero ya había tenido la misma experiencia con Paco y dejé de preocuparme.
Tranquilo Luisito, además que mi polla no es para que tengas miedo. -Respondí a la vez que le daba una palmada en sus nalgas, ansioso ya por culearme el culo semi virgen de Luis.
Empecé a meterle la punta de mi polla que no es la gran cosa, pero eso sí ,16 centímetros de dura y poderosa polla que ahora estaba durísima y preparada para entrar en Luis. Sentía como el culito de mi primo se tragaba mi pene, a la vez el calor que desprendía consiguiendo que me pusiera aun más cachondo, entraba con tanta facilidad que cuando iba por la mitad le metí el resto de golpe.
Ohhhffffggg, le escuché gemir cayendo sobre la cama y yo caí sobre él cor mi verga aún clavada en su ano.
Estas bien Luis, disculpa pero se te ha ido sin darme cuenta. -Levantó la cara y vi que tenía mordida la sábana, la soltó y me sonrió con picardía.
Empieza Sebastian, no me tengas compasión. -Pensé que realmente mi primo tenía carácter para meterse en el ejército.
Atendí su petición e inicié el movimiento de cópula, entraba y salía de él escuchado sus gemidos que a veces me sonaban a dolor notando como su culo me apretaba la verga, hasta que al poco rato de follarlo siento que el orgasmo me llegaba.
Me voy a venir Luis, tu culito me ordeña rico primito.
Ahhhh…, ummmm, no te salgas ahora déjamelos dentro, vacíate en mi culo.
Justo en ese momento siento como mi polla se pone mas dura y se la clavó bien fuerte hasta el fondo.
Ohhhhhh, sí, sí que rico Luis, ahí me vengo ya, ahhhhh!…
Ahhhhhh, que rico siento tu leche que me llena Sebastian, tíramelo todo, lléname primo.
Ohhhh, que rico culo el tuyo Luis, hacía tiempo que no la metía jejeje, y mira donde encuentro quien la quiere.
Ambos respirábamos con dificultad, yo bien clavado en su culo y pegando mi pecho a su espalda, le acaricié la cabeza dándole un beso. Lentamente fui saliendo de él, tenía las piernas abiertas enseñando el rosado ojete del que salían hilos de blanco semen. Me tumbé a su lado pasando el brazo por su espalda.
Así estuvimos un rato recobrando la respiración y de golpe Luis se pone a reír.
Jajaja, no pensaba que serías capaz… -Le pasé la mano por la cabeza pelada riendo con él.
Tampoco a mi se me pasó por la imaginación que te gustara ser cogido por tu primo jajaja.
Hay que probar de todo primito bello, y sí lo sabes hacer, que aunque no me he corrido si me has hecho disfrutarlo. Ahora prepárate que haré que pases un buen rato, túmbate boca arriba que quiero verte gozarla.
Se inclinó y sin dudarlo un segundo se metió mi verga escurriendo semen en la boca limpiándola, escupió el semen que tenía en la boca con saliva en su mano y me lo puso en la entrada de mi culo, se tumbó sobre mi pecho con pecho y me dio un beso de lengua donde sentía el sabor de mi semen.
Luis comenzó a mover la cadera buscando con la punta de su polla mi agujero, la tenía durísima y cuando la embocó empujando lentamente comenzó a penetrarme. Fue muy rápido, sin detenerse empujó hasta hacerme sentir los pelos de su pubis en mis nalgas.
Ohhhhh!… Suspiré al notarla toda ella dentro de mi llenándome el recto, no fue que me hiciera daño ya que por las ganas tenía el culito abierto y preparado, pero si por la sorpresa de sentir entrar los 18 gordos centímetros de su verga.
Uffff, primito, no sabes las ganas que te tenía, sin probarte desde la otra noche. -Los dos nos echamos a reír y comenzó a moverse.
Te duele?
No, muévete que vas muy bien. -Entonces aceleró las embestidas.
Es rico cogerte Sebastian, tu culito me vuelve loco, sentir como aprieta mi verga amor. -Dejó de moverse para inclinar la cabeza y llegar a mis pezones donde los lamió dándolos pequeños mordiscos con los labios hasta llegar a morderlos con los dientes.
Ahhhhhgggg, gemí dolorido, porque si dolía, pero entonces metió su polla en mi culo hasta el fondo, causándome un mar de sensaciones nuevas y gustosas que me pusieron otra vez la polla dura. Luis se inclinó hasta llegar con su boca a mi pene y comenzó a chupármelo.
Pronto sentí de nuevo que me venia la corrida y el orgasmo estaba próximo, también sentía como su verga se le ponía más dura en el fondo de mi culo y me apretaba las paredes, Luis también estaba cercano a venirse. Aumentó el ritmo de sus metidas y sacadas golpeando y rozando mi próstata, aquí ya no aguanté más y me corrí llenándole de semen la cara y hasta en la boca se le metió algo, pero ese fue el momento álgido para Luis y arreció sus embestidas hasta hacerme morir del placer que me daba sintiendo las contracciones de su polla escupiendo el esperma en el fondo de mi culo.
Eyaculó quedando como ido y temblando, me sacó su verga y se tumbó a mi lado soltando un hondo suspiro.
Ahhhhhh…, que rico polvo primito, en cada momento deseo hacerlo contigo y no me canso, jajaja si esperamos un rato te volveré a coger si tu quieres.
Voy a hacerte una pregunta Luis, como te las vas arreglar en la academia militar con lo caliente que eres?
Jajaja, espero encontrarme chicos dispuestos a dar o a recibir, además cuando tenga libre también puedo ir a tu casa.
Estuvimos mucho rato hablando y luego se vistió para marchar a la casa de sus padres, quería continuar y echarme otro polvo, pero le dije que ya lo repetiríamos en la ciudad algún día, y no era porque no tuviera ganas de que volviera a follarme, pero alguna hora teníamos que dormir.
Llegó el sábado y el abuelo preparó una comida de despedida para muchos de sus empleados en el pueblo, seguramente todos sus habitantes estaban allí presentes, en la plaza asaron varios cabritos y los chicos más pequeños hacían explotar petardos.
Pude notar que mi primo Roberto evitaba quedarse solo conmigo cosa que lamenté, porque además yo no le había hecho nada para ahora no poder soportarme.
Al día siguiente, en los abrazos de despedida y cuando íbamos a montar en el coche, aproveché el momento, y sin preocuparme de los demás le di un eso en los labios.
Estábamos de regreso, la verdad un poco melancólicos los dos.
Cómo ha sido la visita a la familia amor, lo has pasado bien, como para repetir?
Ohhh, sí papá ha estado genial, no pensaba que la familia fuera así de amable y cariñosa, hasta la tía Yolanda se ha portado bien.
Cogí su mano que tenía en la palanca de cambios y le di un tierno beso en el dorso, después la di la vuelta y estuvo unos segundo con mis labios posados en su palma.
Jajaja, a que vine eso mi amor? -Reía jocoso en un apretón suave a mi mano.
Te amo papá, eres muy buen conmigo.
También yo te amo mi nene hermoso, más de lo que puedas suponer.
El resto del viaje lo hicimos en silencio, cada uno metido en sus pensamientos, de verdad que prefería vivir en la ciudad como estábamos, pero no me importaría pasar temporadas largas en la hacienda de los abuelo, solo que sentía celos de lo que papá tuviera con Mario, me daba cuenta de que lo quería solo para mi, y como mucho soportaba su relación con Miguel aunque tampoco me gustaba tanto.
En casa nos esperaba Miguel que al llegar se abrazó a papá como desesperado, me dediqué a observar la reacción de ambos en el encuentro que fue de lo más pasional el menos por la parte de Miguel, seguramente él no sabría de ese amor de juventud que papá aun mantenía hacia Mario, más o menos vivo en su corazón.
Llamé a Jorge para decirle que habíamos llegado, lo sentí algo frío y distante, como molesto o enfadado, pero quedamos en vernos al día siguiente para ir a la natación.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!