Empecé jugando y terminé de puto XVII
-Llevé las manos a su trasero peludo e hinque los dedos empujándolo hacia mi para que me la metiera más profundo..
Guillermo pasó sus vacaciones de Navidad viajando y en una estación de esquí, temporalmente perdimos el contacto volviendo a vernos el primer día clase, tremenda sorpresa que me llevé cuando alguien me tapó los ojos por detrás a la vez que me besaba el cuello. Me volví para darle un abrazo al cual me respondió pero interrumpiéndolo rápidamente, cuando finalmente pudimos estar solos le pregunté como lo había pasado, que si me había extrañado por que yo si lo había hecho, su respuesta me extrañó ya que me dijo que si me había extrañado pero como al resto de los compañeros, me di cuenta de que algo le había pasado y que nos separaba.
El distanciamiento entre los dos era un hecho, tuve que acercarme a otros compañeros para tener alguien con quien poder hablar, todos se mostraban compresivos pero seguro que recordaban la intima amistad que antes compartíamos, para evitar verlo fuera de clase me di de baja en el fútbol.
Pasaron varias semanas sin hablarnos apenas y en los descansos buscaba la soledad del jardincillo trasero donde apenas iba nadie, hasta que un día repentinamente Guillermo me esperaba a la salida de un recreo para decirme que necesitaba hablar conmigo y sin más se marchó.
Estuve evitando encontrarme a solas con él durante unos días, pero una vez en el pasillo nos cruzamos, me sujetó del brazo y volvió a decir que debíamos hablar, ya no tuve otra opción de atenderle.
De qué quieres que hablemos, no creo que tengamos que decirnos nada, o sea dime lo que deseas ya que tengo prisa.
Pues verás, últimamente estaba pensando en la amistad que teníamos antes de vacaciones. -Hablada dudoso y tartamudeando y le interrumpí.
Amistad?, qué amistad que se rompe sin pedir o dar explicaciones?
Déjame que te explique por favor, sí es cierto que te extrañé, y mucho, pero tuve una conversación con mi padre, le confesé que pensaba que los chicos me gustaban, en especial tu. No sabes lo molesto que se puso, pensé que iba a pegar y me di cuenta de muchas cosas que a tu lado obvié, la gente como nosotros no les gustamos a todos, los mismos compañeros en el colegio no ven bien lo que tenemos nosotros, en el equipo solo recibo burlas e insultos, he tenido que llegar a las manos con más de uno que antes eran amigos.
Todo eso ya lo se, también yo he recibido insultos y me lanzan palabras hirientes como maricón, puto y lo que quieras adivinar, pero lo hacen sin enfrentarse y yo lo paso, no entiendo porque me dices esto ahora.
Te lo digo porque cada día te extraño más, quiero pedirte perdón de como actué y volver a estar como antes.
Creo que es algo tarde para pedir perdón mas sí te perdono y no te guardo rencor, pero lo de volver a estar como antes lo veo algo difícil, de momento será mejor que solo seamos amigos. -Hice intención de marcharme pero volvió a sujetarme del brazo.
No me vas a dar la oportunidad de recuperarte? -Me dolía hacerle daño pero pensé que lo mejor era seguir lejos para hasta que todo se apaciguara.
Dejemos el tema por ahora, tengo algo de prisa y me esperan. -Me soltó y puede seguir mi camino.
Los siguientes días Guillermo cambió de actitud hacía mi, me hablaba con normalidad y comentábamos cosas, tanto era así que algunos compañeros me peguntaban si nos habíamos reconciliado, solo los comenté que estábamos en eso. Unos días después me pidió que le esperara después de clases y no tenía muy claro si debía aceptar, al salir de clase me esperaba Jorge para coger el autobús y no lo esperé.
Al día siguiente me esperaba en la entrada del colegio para volverme a pedir que le prestara un tiempo de los descansos.
Por favor Sebastian, será solo un ratito, podemos vernos en el deportivo donde siempre que ya vuelvo a tener la llave. -Lo vi con una cara tan triste y compungida que no me pude negar, tras tanta insistencia cedí y en el descanso siguiente me dirigí al pabellón, Guillermo ya me esperaba ya que salió de clase antes que yo.
Nada más acercarme sacó una mano que la tenía escondida a la espalda portando una rosa blanca, no le presté mucha atención.
Dime ya lo que quieres, no tengo mucho tiempo de sobra.
Solamente quería darte esto y volver a pedirte perdón. -Pensé que estaba conteniendo las lágrimas, de verdad sentí mucha pena por él en ese momento y me hacía sentir culpable, pero no podía ceder tan fácil.
Muchas gracias pero pienso que no es prudente aceptarlo, es como un regalo de novios y creo que ya no lo somos.
Por favor Sebastian, solo es una humilde muestra de mi arrepentimiento por lo mal que me porté contigo, lo siento mucho. -Al final decidí cogerlo ya que me hacía sentir mal tenerlo allí destrozado como se le veía.
Vale, te acepto el regalo, pero tengo que marchar. -Sin más me di la vuelta y empecé mi camino de regreso, una compañera al verme portando la rosa me sonrió y me puse rojo…
Al fin salíamos de clase, me retrasé recogiendo mis cosas, cuando salí a la explanada habían llegado los autobuses a recogernos, el primero para salir era el de Guillermo que subía la escalerilla, pensé que se volvería y viera su rosa que llevaba en mi mano, pero no lo hizo, yo me iba acercando al que nos llevaba a Jorge y a mi, él me estaba esperando en la puerta y casi todos los estudiantes ya habían subido.
Cuando el autobús de Guillermo comenzó a andar tuve que esperar a que pasara, menuda sorpresa me llevé cuando vi el auto de Maty que había estado oculto detrás. Hacía días que no sabía nada de él y tampoco le había echado tanto en falta.
Salió del coche viniendo rápido hacia mi, de forma brusca me agarró del brazo tirando de mi y la rosa cayó al suelo.
May!, qué haces aquí? -Sin responderme intentó llevarme hacía su coche, en ese momento Jorge se dio cuenta de lo que pasaba y corrió hacia nosotros.
Qué haces, suéltalo ya! -No se de donde sacó el valor pero se arrojó contra mi tío, May le detuvo con la mano sobre su pecho.
Este no es asunto tuyo o sea que no te metas, venga Sebastian dile que yo te llevaré. -Creo que sentí miedo de lo que tanto Jorge como Maty pudieran hacer, aparte del escándalo que supondría que se pusieran a pelear.
Sí Jorge, así es, perdona pero olvidé que mi tío vendría para recogerme, es mejor que vuelvas al autobús o lo perderás. -Pude ver la cara de furia y decepción que a Jorge se le puso, pero dio una patada furioso en el suelo y se dio la vuelta marchando hacia el autobús.
Venga Sebastian date prisa, llevo un buen rato esperando a que salgas. -Maty sin más se dirigió al coche.
Pero…, pero tu que te crees, quien te ha pedido que pases a recogerme? -También yo estaba furioso.
No he venido a recogerte, hablé con mi hermano y le dije que necesitaba que me ayudes a colocar los libros en mi casa, o sea que ya tengo el permiso de tu papá, date prisa que no voy a esperar hasta mañana.
Fui hasta la otra parte del coche, abrí la puerta de atrás para meterme y no ir a su lado, todo el asiento estaba lleno de cajas y objetos, tiré con furia mi bolsa entre lo que él tenía y me introduje en el coche dando un fuerte portazo.
Cuidado no lo rompas, ya sabes que el que rompe paga jajaja. -Encima se me burlaba.
Quedé tan aturdido de su risa de diablo que ni cuenta me di que salíamos del parking del colegio, él continuaba hablando y yo pensando de que manera infernal controlaba la situación, como papá lo consideraba dejándolo hacer lo que lo daba la gana y sin consultarme siquiera.
Ya habíamos andado varias calles cuando en una zona solitaria pegó un frenazo lanzándome de frente contra el cristal.
Qué pasa! -Gritó. Te estoy hablando, es que estas sordo o vas a ignorarme? -Realmente se le veía molesto, pero también yo lo estaba.
Ah! Maty, ni a conducir te enseñaron, has estado a punto de matarme, como han podido darte la licencia.
Pues te jodes, no sabes más que fastidiar e ignorarme, que se ha creído ese amigo tuyo, acaso le perteneces, ya le das el culo también a él. -Me revolví rápido y le di una cachetada en la cara.
Grosero, a ti no te importa a quien le doy el culo, yo hago con mi cuerpo lo que quiero para que te enteres. -Maty rápidamente me sujetó las dos manos con una suya, con la obra me agarró la mandíbula y se acercó dándome un beso en los labios, me revolví y él me obligó con la lengua a que le abriera la boca, me la recorría con ganas acariciando la mía y pasándola por mi paladar hasta que me relajé respondiendo a su exigencia. De repente me suelta, deshace el beso y vuelve a poner en marcha el choche.
Jajaja, así me gusta putito, eres una fiera a la que yo domaré, ya veo como te gusta la marcha eh mariquita. -Solamente le miré un instante para sentir más rabia pero contra mi mismo.
Durante el resto del trayecto no volvimos a hablar, él solo silbaba una canción disfrutando de lo que consideraba su victoria, habíamos llegado al centro de la ciudad y metió el coche en un parking subterráneo, desde el mismo garaje cogimos un ascensor después de cargar lo que pudimos de lo que llevaba, en un rellano de tres puertas se detuvo en la derecha, abrió con la llave y entró seguido de mi.
Yo siempre pensé que el abuelo le había comprado una casa, pero en realidad lo que veía era un apartamento, habíamos entrado en una habitación muy grande que hacía de salón lleno de cajas y bultos, alguno sin abrir, dejé lo que llevaba y le pedí para ir al baño. En realidad quería curiosear un poco.
Pegado al salón había una cocina con un baño pequeño, por un corto pasillo se llega a dos cuartos de dormir, uno estaba vacío, del otro solamente me llamó la atención la enorme cama que tenía en el centro del cuarto y los grandes espejos dispuestos en las paredes y en el techo, los dos cuartos tenían su propio de baño y esto eran bastante grandes, total que lo que el abuelo le había comprado era un apartamento pero grande.
Después de orinar volví al salón donde Maty estaba sacando libros de una caja.
Quítate el uniforme y ponte esta ropa, así no lo mancharas de polvo. -Me señalaba un pantalón y camiseta puesto sobre una silla. Hice o que me pedía y esperé a recibir instrucciones de lo que tenía que hacer.
Durante unas dos horas trabajamos desembalando paquetes, algunos de su ropa, libros y objetos personales, que íbamos colocando en las estanterías del salón o bien en su cuarto. Sobre las siete de la tarde sonó el timbre de un teléfono que Maty atendió.
Sí… ¿?
No te preocupes, esta encantado ayudándome, ahora iba a pedir para que cenemos los dos…. ¿?
Vale…, si… Te lo paso… -Me alargó el teléfono.
Es tu padre. -Rápidamente le arrebaté el auricular.
Papá?…
Hola amor, Maty te atiende bien?, perdona que no te avisara, tu tío me pidió si podías ayudarle y no me negué ya que os lleváis tan bien.
Tenías que haberme avisado con tiempo papá, precisamente tenía otros planes.
Disculpa cariño, si que tienes razón solo que no tuve oportunidad de comentarte, si quieres paso a por ti o puedo mandarle a Miguel. -Pensé que igual estaba exagerando y al final tampoco quería que me viera molesto, además de que no sabía la reacción que pudiera tomar Maty.
Esta bien papá, no te molestes en venir, ayudaré al tío como él quiere y luego me llevará.
Muy bien amor, así quedo tranquilo de que estas bien, dile a tu tío que no abuse de ti y no te canses demasiado jejeje…
Vale papá hasta mañana, te amo…
Yo también cariño, ya te compensaré, hasta mañana amor. -Le entregué el teléfono para que lo colgara.
Qué te apetece de cena, algo chino, pizza, hamburguesa?…
Lo que tu quieras, me da igual…
Entonces llamó a alguna casa de comida haciendo el encargo, me dispuse para continuar la labor.
Pensaba que te gustaría ayudarme, yo te ayudé cuando lo necesitaste, recuerdas? -Consciente de la situación en que me encontraba y con algo de temor por como reaccionara, solo moví la cabeza afirmándole, después de eso seguimos colocando cosas hasta que sonó el timbre del telefonillo, Maty fue a contestar y a la vuelta venía con una bolsa.
Ya tenemos la cena, deja todo y vamos a la cocina. -Maty, lo mismo que a mi me había hecho cambiarme de ropa también él se había puesto otra, un pantalón de chándal con una camiseta que se ajustaba a su cuerpo, al entrar en la cocina se despojó de la camiseta ya que la tenía con sudor por el pecho, se le veía muy bien y yo me quedé mirándole su hermoso tórax con escasos vellos, se limpio los sobacos y el pecho con la camiseta y la tiró a un cesto de ropa para lavar, él se dio cuenta de que lo observaba.
Que haces ahí quieto, busca en los cajones los cubiertos y saca unos platos… -Rápidamente me moví abriendo cajones hsta encontrar donde guardaba los cubiertos, los platos los cogí de una alacena acristalada, lo dispuse en una mesa circular que tenía. Algo me demoré por no saber la ubicación de las cosas, él tenía desenvueltas unas ricas hamburguesas que por el olor invitaban a comerlas.
Conectó una radio portátil que tenía, sintonizando una emisora musical.
Ahora a comer que nos lo tenemos ganado… -Comimos en silencio, ambos teníamos hambre, además de las hamburguesas teníamos papas fritas y refrescos, dimos buena cuenta de la comida, yo al menos quedé satisfecho.
Vamos a continuar trabajando? -Me sentía algo cansado y con ganas de darme una ducha para quitarme el sudor.
Por hoy se terminó el trabajo, podemos ver algo de televisión antes de ir a la cama si quieres.
Primero quisiera darme una ducha, estoy muy sudado y esto empieza a olor mal. -Debió de pensar que me refería a que se hubiera quitado la camiseta, elevó los brazos e hizo como si se oliera los sobacos, desde luego tenían que oler ya que a la distancia yo podía notarlo, esperaba que me respondiera con alguna palabra ofensiva o grosera pero sorprendentemente le vi esbozarme una sonrisa.
Puedes usar el baño de mi habitación que ya está equipado, tienes de todo para hacerte una buena limpieza integral… -Se quedó por un momento indeciso.
Pienso que mejor será que nos duchemos los dos. -Debí poner una cara graciosa o de susto ya que Maty comenzó a reír a carcajadas.
Has dicho ducharnos?, los dos?…
Qué pasa?, nunca te duchaste con tus compañeros del colegio, o después de jugar un partido? -Seguido se montó un silencio bastante incómodo que Maty interrumpió.
Bueno vamos al baño que los dos lo necesitamos y cambiarnos de ropa. -No pude responderle ya que se levantó encaminándose a su habitación y le seguí.
Al llegar a la habitación comenzó a desnudarse enfrene de mi, intenté apartar la mirada de él, o al menos disimular que lo miraba, pero era lo mismo, los espejos repartidos por las paredes y el techo multiplicaban su imagen, mi corazón comenzó a palpitar al galope, le veía tan varonil con todo ese vello que lo cubría de la cintura a los pies y sentí que me excitaba, entonces traté de salir de la habitación.
Hey!, que no oíste?, el baño está por esta puerta, sí, a veces pareces sordo…
Pensé que te querías bañar solo…
Pues deja de pensar que eso lo haré yo por los dos.
Vale, esperaré a que termines y luego entraré yo…
Te quedarás en el baño y no vas a salir de aquí, a no ser que quieras acompañarme…
Entonces espero a que acabes…
La tentación que sentía de acompañarle era muy grande, podía verle a través de los cristales su musculoso cuerpo, hasta que el vaho los empañó y solo me dejaba ver su silueta moviéndose, no terminaba de decidirme luchando con mis dos deseos, entrar y que pasara lo que tenía que pasar o huir ahora que había tiempo, cuando quise decidirme Maty ya salía de la ducha y me pidió una toalla.
Me sentía tan nervioso que al momento de darle la toalla me metí corriendo a la ducha cerrando la mampara tras de mi, sentí que salía del baño y cerraba la puerta, abrí el grifo y deje caer el agua caliente sobre mi piel, tenía mi polla dura por lo que había visto de Maty, me dispuse a masturbarme pero solté de inmediato mi polla al pensar que Maty podría entrar otra vez y sorprenderme en el acto.
Terminé la ducha y por inercia y costumbre me limpie bien el culito, quizá deseando que algo se diera con Maty aunque era impredecible. Salí del baño con la toalla enrollada en mi cintura y la ropa sucia que había quedado para llevarla a la lavadora.
Maty estaba aún desnudo sentado en la cama, a su lado tenía extendido algo que parecía un vestido corto de chica de color melocotón, y otra pieza que me costó identificar. Me habló con autoridad señalándome aquella ropa.
Ahora quiero que te pongas esto. -Cogió en su mano la prenda arrugada que no identificaba hasta ahora estirándola, se trataba de un tanga con un triángulo mínimo, unas cintas para sujetar por la cintura y otra para que pasaría entre las piernas, la dejó sobe la cama y cogió el vestidido que me mostró, este se trataba de un babydoll transparente…
Qué dices?, quieres que me ponga eso? -Solté sin podérmelo creer.
Eso quiero, así que ya te lo estas metiendo.
Per… pero yo soy un chico, eso es ropa de…
No discutas Sebastian, quiero verte con esa ropa y seguro que te va a gustar, la he comprado para ti y quiero verte con ella.
No me hagas esto Maty, por favor.
Eso te voy a hacer pequeño mariquita, un favor, para que veas lo que eres, una pequeña zorrorita calientapollas, o sea que no hables y obedece lo que te mando. -Le vi encajar las mandíbulas con fuerza y supe que lo mejor sería obedecer.
Dejé caer la toalla al suelo y agarré la tanga, no me fue fácil encajarla por mi cintura, metiéndome el otro hilo entre las nalgas, al ajustarla notaba el hilo rozar mi ano y sentí un extraño placer, el triángulo que debía ocultar mi polla y los huevos no los podía contener, salían por los costados, y la polla, a pesar de tenerla ahora floja, aparecía por la parte superior. Miré a Maty esperando su aprobación.
Tienes los huevos demasiado grandes y también el pene, podíamos reducirlos un poco o caparte jajaja… No te preocupes, ponte el baby que te lo cubrirá todo. -Así lo hice pero su transparencia no dejaba nada a la imaginación para ver lo que semi ocultaba debajo.
Maty me echó una mirada de inspección frotándose la barbilla.
Ahora solo te falta soltarte el cabello y déjalo caer por los hombros. -Lo tenía sujeto en la nuca y lo dejé suelto como me dijo, tapándome las orejas y algo de la frente.
Perfecto, ya puedo asegurar que eres una auténtica y sabrosa putita. -Observé que su polla se hinchaba ligeramente, me miré en las múltiples imágenes y quedé asombrado de lo que veía, Maty tenía toda la razón nadie diría que aquella imagen representaba a un chico, me había convertido en una auténtica chica, y además muy sexy, me moví para ver como se me pegaba la fina gasa a la piel, cada pequeño movimiento que hacía me resaltaba más las formas de mi cuerpo al pegárseme como una segunda piel.
Iba a comenzar a pasear por curioso de verme vestido de aquella manera pero al parecer Maty estaba impaciente y no quería perder más el tiempo, se levantó de la cama dirigiéndose hacía mi, su polla lucía hermosa apuntando al frente, me abrazó y comenzó a besarme el cuello, yo feliz me dejé llevar por lo que en aquellos momentos sentía.
Después de besarme cada vez con más pasión, comiéndome goloso la boca, me tomó en sus brazos como si fuera una delicada doncella y me llevó hasta la cama, tras depositarme en ella me ordenó que me pusiera a cuatro patas, yo hacía todo lo que me pedía sin ponerle objeción, parecía decidido a taladrarme con su polla sin más, sentía algo de temor de que no me dilatara, o al menos utilizar alguna crema para que su verga resbalara mejor dentro de mi, tenía esos pensamientos y temores cuando comencé a notar que algo tocaba mi ano además del hilo de la tanga, volví la cabeza para observar y lo que vi me dejó asombrado, Maty hacía círculos con la punta de su lengua lamiendo mi ano, sentía una serie de escalofríos por todo mi cuerpo, lo sentía muy rico y comencé a gemir por el placer que me daba, él debió escucharme porque sentía su lengua con más fuerza empujando para abrirse camino en mi ano.
Pasó un par de minutos comiéndome el culo como desesperado haciendo que gritara, le sujeté la cabeza con una mano y la empujaba hacia mi para que metiera más su lengua, pero entonces empezó a meterme los dedos follándome el culo con ellos, y no pasó mucho tiempo cuando pasaba la punta de su verga acariciando mi ano y dejándomelo cubierto de líquido seminal.
Creí que después del mucho placer me había hecho sentir me penetraría con brusquedad y no fue así, me la metió lentamente parando de vez en cuando para que me fuera acostumbrando, finalmente noté que ya me la había clavado entera al sentir los pelos de su pubis y piernas pegados a mis nalgas, ahí se paró un momento y besaba mi cuello dándome pequeños mordiscos hasta llegar a mi oido para decirme con esa risa satírica que tiene.
Hasta ahora te he tratado como princesa, pero prepárate que ahora lo haré como si fueras puta. -Y comenzó a follarme con una brutalidad espantosa, me agarró con una mano en mi hombro y la otra en la cadera y me daba como con rabia para romperme. Eran tan fuertes las embestidas que era imposible mantenerme en esa posición arrodillado, cuando caí tendido sobre la cama Maty me sacó la polla y me mandó que me ponga tumbado boca arriba, puso una almohada abajo mi cintura y me subió las piernas a sus hombros, me metió la verga de una estocada y comenzando de nuevo con las embestidas. Estuvo así un rato largo, yo me sentía en la gloria de lo bien que me cogía.
Así Maty así me gusta que me des, oh Maty que gusto mas rico. -Llevé las manos a su trasero peludo e hinque los dedos empujándolo hacia mi para que me la metiera más profundo.
Métela más Maty, rómpeme el culito. -Y le apretaba tan fuerte hacia mi que casi no le dejaba moverse.
Para coño, para y suéltame las nalgas, no me dejas que me mueva! -Aflojé ligeramente mi agarré y él arreció las embestidas. También gozaba de la visión que los espejos me daban multiplicando nuestra imagen, era toda una gozada ver como aquel orangután me aferraba entre sus brazos sin apenas vérseme a mi, me tapaba todo con su cuerpo.
Le abracé con las piernas por la cintura aguantando, entre gemidos y gritos de gusto sus ímpetus de macho. A ese ritmo infernal que me follaba no podíamos aguantar mucho sin corrernos, y de repente, se me quedó clavado hasta el fondo, cerró los ojos y comenzó a venirse en sucesivas eyaculaciones.
Clavó su mirada en mis ojos y debió ver que también yo estaba apunto de venirme, entonces continuó dándome estocadas muy profundas hasta que por fin mis tendones se tensaron a punto de romperse, me vine abrazado a Maty echándole mi semen contra su abdomen.
Cuando empecé a descargarme entre nuestros cuerpos, con los ojos cerrados sintiéndome en otro universo, no pude contenerme y dije entre gritos de placer.
Ohhh, sí, sí, hazme tuyo Robert, lléname de tu leche por favor!…
Aunque en ese momento mi mente no estaba muy lúcida por lo bien que me lo estaba pasando si pude darme cuenta del fallo que había cometido, pero tenía la confianza de que mi tío no se hubiera dado cuenta.
Me mantuvo así abrazado un momento hasta que sonriéndome descarado exclamó.
Ha resultado imponente…
En otras ocasiones que me había follado nunca había hecho comentarios, ahora lo había hecho y eso me animó a pensar ideas estúpidas, me acerqué a darle un beso y me apartó la cara.
Déjate de mariconadas, sabes que no me va eso, puedes guardarlos para tu amiguito y premiarle su coraje.
No se porque te molestas, hace poco eras tu quien me besaba. -Su respuesta tampoco me la esperaba, ahora fue él quien me cogió del pelo llevándome hacia su boca y me besó.
Mis besos son de bien macho y se los doy a mi hembras cuando me apetece hacerlo. -Se puso rápidamente de rodillas retirándome su pene, fue tan brusco que me hizo daño. Se encaminó al baño y cerró la puerta tras él.
Pensé en que podía ser lo que le había molestado tanto, eran difíciles de entender sus bruscos cambios de carácter, de repente era amable y cariñoso, de golpe se volvía un ser grosero, antipático y odioso.
Cuando volvió estaba vestido con pantalón de dormir, su cara reflejaba molestia, ira, pero me atreví a preguntarle.
Va todo bien?
Sí, conseguí lo que quería y basta de hacer preguntas.
No se, pensé que algo te molestaba.
Vale te he dicho, mañana te preparas y te llevaré a tu casa con tu papá.
Pero si aún no hemos terminado…
Es igual, lo acabaremos otro día! -Tras gritarme se metió en la cama dándome la espalda, pensé en no hacerle caso y me dispuse a ir al baño para lavarme.
Tuve que quitarme el babydoll al estar lleno de semen, también el tanga ya que me había follado con él puesto, solo retirando el hilo para un costado.
Cuando regresé ya limpio pero desnudo al no tener nada que ponerme, había apagado las luces, me acerqué a la cama tendiéndome a su lado, se estaba haciendo el dormido y se movía dando vueltas sin encontrar la postura que quería.
Pensaba en lo inmaduro que a veces me parecía y estaba quedándome dormido, si quería que me marchara lo haría, aunque papá se molestara por haber interrumpido mi ayuda de forma precipitada.
De golpe volvió a encender las luces, con la claridad pude volver a verle su cara de molestia y decidí no preguntarle.
Cuál es ese nombre que dijiste?… -Enseguida me di cuenta que sí había escuchado lo que dije, aparenté que no había comprendido.
De qué nombre hablas? -Se dio la vuelta para mirarme de frente, se había puesto rojo, congestionado de rabia.
Vamos Sebastian, me tomas por tonto, he escuchado perfectamente lo que decías. -No sabía como salir del apuro, desde luego que no le iba a contar lo que pasaba entre Roberto y yo, ni lo de ningún otro.
No se de que me estas hablando…
Mentiroso, eres una puta mentirosa, cuando te corrías has pronunciado el nombre de Robert, quien es ese Robert?, me temo que te referías a mi sobrino, o posiblemente haya otro?…
Estás loco, no hay ningún Robert, has tenido que escuchar mal…
No estoy loco putito y ten cuidado con lo que dices, piensas que no me fijé en tus maniobras con mis sobrinos cuando la boda?
No voy a seguir con esto tío…
Me di la la vuelta dándole la espalda, no iba a continuar discutiendo con él toda la noche, además que podía volverse violento, sorpresivamente no me respondió y apago las luces dando un resoplido quedando espalda con espalda.
Creo que ninguno de los dos llegamos a dormir esa noche, lo sentía continuamente moviéndose de un lado para otro, era seguro que se había molestado por decir el nombre de otro mientras estaba con él.
A la mañana Maty tiró de la sábana destapándome y yo la retuve ya que estaba desnudo, salió de la habitación y a la vuelta traía en sus manos mi uniforme del colegio.
Vístete rápido, tienes diez minutos para prepararte y te llevaré a tu casa, si no estas listo tendrás que arreglarte por tu cuenta. -En el coche aún quedaban paquetes para subir y entre ellos estaba mi bolsa con los libros.
Fue media hora lo que tardamos en llegar a mi urbanización y no nos dijimos nada durante el camino, me hubiera gustado tener las palabras precisas para calmarlo y zanjar el problema, pero ni quiso salir del coche para saludar a papá y cuando baje con mi bolsa arranco sin despedirse.
Al ser sábado Angelo tenia fiesta y por la hora tan temprana supuse que papá y Miguel estarían en la cama, así que saqué mi llave y entré. La casa estaba en silencio fui hasta la sala de lavado para dejar mi ropa deportiva y volví para subir a mi cuarto, entonces me sorprendí al ver salir a papá de su despacho.
Sebastian, qué haces aquí? ha sucedido algo?… -Vi su cara de preocupación a la vez que abría sus brazos. Me acerqué a darle un beso y él me abrazó contra su pecho.
Pero hijo, pensé que Maty no te traería hasta la tarde… -Mi cerebro bullía para encontrar una respuesta que explicara el que yo estuviera allí y fuera creíble.
Anoche terminamos muy cansados papa y el tío pensó que era mejor dejar el trabajo para otro día. -Vi que había acertado ya que relajó la cara.
Me parece la mejor decisión si no tiene prisa, has desayunado? -Papá no me soltaba y parecía emocionado.
No hemos tenido tiempo, el tío debía tener algo urgente que hacer y solo me ha traído hasta la puerta.
Entonces prepararé el desayuno para los dos, te parece?
Para los dos?, y Miguel?…
Se fue ayer a la casa de sus padres, tienes que cuidar de ellos el fin de semana, venga sube y quítate el uniforme mientras voy preparado algo para desayunar. -Entonces me dejo suelto y subí para cambiarme como me había dicho.
Sentía haber tenido que mentirle, pero no tenía otra forma de explicar mi presencia sin denunciar lo que pasó realmente con Maty.
Cuando bajé había preparado tostadas, zumo, café, galletas y macedonia de frutas, ya antes de llegar se me abría el apetito por el olor que llegaba.
Desayunamos tranquilamente, papá me hablaba que se encontraba últimamente muy ocupado por un novedoso proyecto, me hacía preguntas sobre mis estudios, si ya tenía más amigos, estuve tentado de contarle lo de Guillermo pero me lo guardé.
Bueno si he hecho nuevas amistades, hay un chico algo especial que me ayuda como lo que hacía Maty.
Especial, especial?, jajaja…, te has puesto rojo…, no será que es especial porque te gusta?
Va papi, hay muchos que me gustan no solo Guille, no hay nada distinto que con los demás.
O sea que se llama Guille? Nunca le has traído a casa, o sí?
Oh papá, déjalo estar, se llama Guillermo y ni siquiera creo que le gusten los chicos.
Pero a ti si te gusta Guillermo… digamos que un poquito más que otros…
Lo dejamos estar papi? No tienes que preocuparte, ya te diré cuando me enamore.
Como quieras amor, no quiero que te disgustes, me gusta hablar contigo y que me cuentes tus cosas…
Sabia que era cierto lo que me decía pero no me sentía capaz de hablarle de mi vida íntima, estaba seguro que no aprobaría lo me me traía con mi tío y primos, de repente vi como sonreía.
Sabes lo que estoy pensando?… Hoy va a ser un día especial para nosotros, iremos al club a nadar, comeremos allí, aunque Angelo se moleste por no comer lo haya preparado, a la tarde iremos a ver un espectáculo especial que acaba de llegar a la ciudad, qué te parece?
Salté del asiento como impulsado por un muele y me precipité a abrazarle, le cubría la cara con mis besos de ilusionado que estaba.
Oh papi, gracias, gracias, eres el mejor papá del mundo. -Él intentaba se pararme mientras se reía y me dio un pequeño azote en el culo.
Venga, venga…, no seas zalamero, ve a recoger tus cosas mientras limpio esto un poco.
Me quedé para ayudarle a llevar lo usado a la cocina y lo dejamos recogido, bailaba de excitación, íbamos a pasar todo el día juntos él y yo, solos. Lamentaba, por él, que Miguel no pudiera acompañarnos aunque lo prefería así, y no era porque su pareja me cayera mal, todo lo contrario, ya había cogido mucha confianza con Miguel y hasta a veces me servía de ayuda cuando tenia que darle alguna noticia a papá que no le gustara, también lo consideraba como mi segundo padre, pero a pesar de eso prefería pasar el tiempo a solas con papá alguna vez.
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