En busca de anitos chiquitos y apretaditos

Hace unas semanas estaba súper caliente. Y leyendo vario relatos, me animé a salir a buscar un anito para follar 🥵🥵.
Hola a todos, he regresado, tal vez no con la anécdota más interesante, pero a causa de ciertos problemillas tuve que desaparecer un tiempo jajajaja.

Bueno, esto empieza hace unas semanas, estaba en mi habitación leyendo y viendo varios videos relacionados con el tema, estaba súper caliente que las pajas ya no me hacían efecto, tantos videos y fotos me hicieron ganas de repetir lo de aquella vez con Roberto y con el chico del metro, los anitos así de pequeños son una adicción, una vez que los pruebas ya no te puedes olvidar de ellos.

Diciendo esto, fue tanta mi desesperación que tuve que salir a vagar para ver si tenía suerte de encontrar algún otro cachorro que estuviera dispuesto a prestarme voluntariamente (o no, si se hacen los difíciles es más rico, porque aprietan como si su vida dependiera de ello🥵) su anito para venirme adentro.

Estuve vagando por ciertas zonas donde se da más lo rural, seguramente de ese lado debería haber más cachorros descuidados o en situación de calle. Tengo que agregar que si fue algo difícil encontrar uno, pero el que busca encuentra jajaja.

Entre tanta zona rural suele haber criaderos de ganado y de puerco, los cuales suelen estar bastante solitarios y teniendo en cuenta la hora, fue como encontrar oro, no era muy tarde, pero ya empezaba a obscurecer. Al dar vuelta en esos criaderos lo primero que había era un parque bastante descuidado y al entrar casi al instante estaba frente a mi un nene no mayor de 10 añitos, completamente sólo, con unos shorts algo grandes para él y con una playera que parecía de su padre o de su hermano porque le quedaba enorme, tenía el cabello de color negro algo rizado, ojos también de color negro y labios bastante carnosos, estaba sentado en una de las bancas jugando con un conejo inflable de color azúl.

Inmediatamente cerré la cerca de aquel parque y me acerqué rápidamente a él aún fijandome que nadie lo acompañara y efectivamente, no había nadie más haciéndose cargo de él, pero si había unas cuantas personas en el parque. Cuando me senté a lado suyo inmediatamente le pregunté si venía sólo, él me dijo que si, que se había salido de su casa para acompañar a su madre a la tienda, pero que ya no la alcanzó y que la estaba esperando ahí en el parque. Al escuchar eso sabía que no tenía tiempo que perder y estaba tan caliente que casi inmediatamente me desabroché el pantalón, tenía que convencerlo.

Lo primero que se me ocurrió fue ofrecerle dinero y llevármelo a los arbustos para tratar de penetrarlo lo más rápido que pudiera, al principio se veía algo indeciso, pero cuando le enseñé los billetes casi de inmediato me siguió hacia atrás de los arbustos, yo ya estaba en cuclillas con el pantalón desabrochado y la verga de fuera, él por su lado me daba una mirada de confusión, le dije que se acercara, que no tuviera miedo y cuando estuvo a mi alcance, rápidamente le di vuelta y comencé a desabrocharle su shorts.

Él no se veía seguro, pero tampoco hacía nada para detenerme, cuando le bajé sus shorts de un solo jalón, ya hacía ante mi ese culito flaquito con una trusa de color amarillo con unos cuantos agujeros, lo que me puso súper caliente. No podía esperar más, le baje esa trusa tan rica que tenía, me escupí en la verga, le tapé la boca y fui directo a la entrada de su culo, forcé su anito casi de una y empujé toda mi verga dentro suyo de jalón, intentó gritar pero le tapé con todas mis fuerzas la boca, parecía que me iba arrancar la verga de lo apretado que estaba, comencé a bombear mi verga en su recto y él apretaba como toda una puta, sus lágrimas comenzaron a salir pero no me detuve, seguía violando ese ano como si no hubiera un mañana.

A los pocos minutos de comenzar a bombearlo, se empezaron a escuchar voces cerca de donde estábamos, yo sabía que el tiempo ya se me había acabado, pero no quería salirme de ese anito tragón sin haberle dejado mi leche dentro, seguí metiendosela, pero las voces eran cada vez más cerca, tuve que parar, le dejé el dinero que le había prometido y le dije que si gritaba se iba a arrepentir porque no había terminado, que no dijera nada, salí corriendo de ahí directamente al transporte más cercano, el que me alejara lo más que se pudiera de la zona rural y como trofeo me lleve su conejo inflable, hoy en día todavía tengo ese conejo y lo sigo violando pensando que es aquél nene que me prestó su anito ese día.

Quieres ver el conejo?

Manda dm @CienAcres666