En casa de mi novia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por davicio.
Era una calida tarde de primavera, y como cada día al salir de mi trabajo me dirigía a casa de mi novia. Desde muy joven había tenido novia, lo cual no me impedía disfrutar de algún que otro tío cachondo.
Bueno en principio debo decir que soy bastante atractivo, alto y fuerte, de espalda ancha y un buen culo, que ha hecho volverse loco a más de un hetero. Mi pelo es rizado y mis ojos verdes, que destacan con mi piel morena. Y el trabajar en la construcción me ayuda bastante a mantener mi cuerpo bien torneado.
Como decía, me dirigía a casa de mi novia, había estado trabajando todo el día con un nuevo chico, un jovencito polaco de ojos claros y pelo rubio, pero eso no era lo mejor, su pantalón dibujaba un perfecto pollon que debía ser descomunal, y el se pasaba el día masajeándoselo, lo que podéis imaginar lo caliente que me puso. Solo deseaba saltar sobre el y arrancarle el pantalón para comerme ese fantástico rabo, pero el muy cabron no parecía estar por la labor. Así que ese día estaba súper caliente, solo deseaba llegar a casa de mi novia y follarmela bien duro.
Al llegar me abrió la puerta mi suegro, Roberto, solo con un pantaloncito. Yo con lo cachondo que iba hasta me pareció follable. Lo conocía desde hace años pero nunca se me paso por la cabeza la idea de fállamelo, pero así en la puerta viendo ese pecho bien definido, y peludo, y esa barriga que sin tener abdominales marcados estaba bastante plana, me calentó la cabeza y empecé a imaginarme como estaría en pelotas, debía de tener un buen rabo, y seguro unas buenas pelotas que estarían deseando ser chupadas, por que seguro que la estirada de su mujer no le haría las mamadas que yo le iba a hacer.
-Hola Carlos, no se si sabes que Silvia no esta, ha ido a casa de una amiga y no vendrá en un rato- me dijo con su tono cortes.
-No me dijo nada, acabo de salir de trabajar, y no me ha llamado.
-no pasa nada- contesto- pasa y espérala en el salón, yo estaba a punto de darme una ducha.
Era justo lo que necesitaba oír, mi novia no estaba y el se iba a dar una ducha, y solo el hecho de imaginármelo desnudo bajo el agua, todo enjabonado y con su polla semirrecta, la mía estaba a punto de explotar, tenia las pelotas que me dolían de lo cachondo que iba.
-si la esperare en el salón- murmure- así podrás darte la ducha, no quiero molestarte.
– ya sabes que nunca molestas, además luego podemos ver un rato el partido.
– si claro, así que no te entretengas mucho en la ducha.
El se dirigió ha su habitación y yo al salón, cogi una cerveza y puse la tele, pero yo seguía mas caliente que un mono, y el ruido del agua en la ducha no ayudaba a que mi polla bajase, todo lo contrario me lo imaginaba ahí todo dispuesto para mi y me ponía a mil. Así que empecé a sobarme la polla por encima del pantalón, llevaba un chándal por lo que lo hacia bastante fácil, y así poco a poco, acabe con los pantalones en la rodilla y machacándome la polla pensando en mi suegro, vuelvo a aclarar que aunque lo conocía desde hace años nunca se paso por la cabeza tener nada con el.
Y así estuve un buen rato, con mi polla ya babeando y yo disfrutando por fin, después del día que llevaba necesitaba ese pajote, hasta que de pronto oí la puerta de su habitación. Me subí los pantalones como pude y me senté intentando disimular, cosa que no pareció funcionar por que según me vio mi suegro me pregunto que me pasaba.
-no…..nada, ¿Por qué?
-te veo muy acalorado, incluso estas sudando- dijo acercando su mano a mi frente.
-no…esto…hace un poco de calor aquí, eso es todo.
Creo que se imagino lo que hacia por que además no dejaba de mirar mi mano, que como resultado del pajote esta llena de presemen, lo cual debía dejar además un olor característico que el conocería bien.
Yo intentaba mirar al televisor como si nada pasase, pero notaba su mirada clavada en mí. Lo cual me ponía aun mas nervioso.
-¿Seguro que estas bien?- volvió a repetir
-si, si. No te preocupes no pasa nada.- volví a decir
A todo esto, debo decir que el había salido de la ducha vestido de nuevo con un pequeño pantalón blanco de deporte, que no tapaba mucho, su magnifica anatomía. Mi polla no iba a bajar de su estado ni de broma, cada vez estaba más cachondo, y más nervioso. Y lo peor era que el lo notaba.
Roberto se sentó directamente mirándome y como si nada m dijo:
deberías irte al baño e intentar relajarte un poco-
Yo no sabia que decir, solo quería salir de esa situación
-¿Por qué? ¿A que te refieres?- intente disimular con voz entrecortada.
– no hace falta que disimules, se nota que has venido caliente como un toro, y mi hija no va a venir hasta dentro de un rato, y por lo que veo no puedes aguantar, así que hazte un pajote, no pasa nada yo lo hago también, es cosa normal.
No podía dar crédito a lo que oía, mi propio suegro animándome a que me haría un pajote en su casa, por que no podía follarme a su hija. Creía que la polla me iba a estallar ahí mismo, todo era muy raro, pero me daba muchísimo morbo oírlo hablar así.
no, no pasa nada……..esto… que …
no seas tonto- dijo- crees que yo nunca he estado en esa situación
pero…….
Me miro a los ojos y acercó su mano a mi paquete, cogiendo mi endurecida polla en toda su extensión.
Yo no sabia que hacer, estaba muy nervioso, i propio suegro me estaba cogiendo la polla.
joder. Carlos, esto esta peor de lo que yo pensaba, estas muy cachondo.
Eh! Si…. Siiii- susurre
Desde luego mi hija debe ser toda una campeona para poder tragarse toda esta polla, es mayor que la mía y mi mujer es imposible.
La situación estaba de lo mas rara pero yo opte por dejarme llevar, veía a mi suegro con poca intención de soltármela y yo necesitaba a alguien que me aliviase.
Le mire con ojos de lujuria, y se notaba que el estaba deseando, hice un movimiento de mi pelvis, lo que que hizo que su mano acariciara toda mi verga.
-pues si tu mujer no puede tragarse una polla así, tu hija ha debido salir a ti, por que ella las chupa de escándalo- dije intentando provocarlo
Sabia que ahí había jugado toda mi apuesta, y o me la acabaría chupando o me rompería la cara, yo solo le sonreía de manera lasciva.
El solo sonrió levemente, y por un momento dude cual seria su respuesta, pero de pronto note como sus dedos se enroscaban mas en mi pija, y como la apretaba con ganas.
si supongo habrá salido a mi- contesto riendo- pero estoy casi seguro de que yo la chupo incluso mejor-
yo también estoy seguro- añadí- y deseando descubrirlo así que ya sabes….-
Esas fueron nuestras ultimas palabras, el se lanzo directo a mi polla, y yo me deje hacer.
Comenzó a chupármela y mordisqueármela por encima de la ropa, la muy puta sabía como hacerlo, mientras yo acariciaba su pelo cano. La saco con habilidad, y mi polla dura como nunca pego un salto a su boca, el cual no rechazo, se notaba que Roberto sabia lo que hacia y que había comió muchas pollas, me hacia arquear la espalda en cada lamida, recorría con su lengua desde la base de mis pelotas hasta la punta del glande, chorreante ya de presemen, con el cual se entretenía su lengua a degustarlo y a juguetear con el. Para acto seguido meterse media polla en la boca, y mi polla de 20 cm. no es nada fácil de tragar.
para- le dije de pronto- y desnúdate quiero ver tu polla y tu culito
si, claro. Es todo tuyo- dijo con voz traviesa
Se incorporo del sillón y pude ver como su pequeño pantalón de deporte incluía una poderosa polla, en cuya cabeza se marcaba un buen manchon de presemen.
Rápidamente se lo quito y lo dejo caer al suelo. Yo sonreí satisfecho, lo acerque a mi y le di una lenguetada n su polla, era mas pequeña que la mía pero mucho mas gorda, y mientras la saboreaba, acariciaba sus duros glúteos, eran casi perfectos, duros y bien formados, y así sin mas le propine un azote, lo que debió gustarle por que de su boca salio un enorme suspiro, y su polla se levanto levemente dentro de mi boca.
Caímos ambos en el sofá y comenzamos a chuparnos mutuamente, realizando un maravilloso 69, yo además de su polla, me entretenía jugueteando con su ojete en el que llegue a introducir tres de mis dedos, haciéndolo excitarse de manera salvaje. Y así entre lamidas llegamos a corrernos.
Yo fui el primero, mientras el me lamía ávidamente el capullo y me sobaba las pelotas, no pude mas y le llene la boca con todo el semen que ese día tan cachondo había acumulado, debieron ser como 5 o 6 chorros largos y blancos inundando su garganta, y el como buena puta no desperdicio ni uno. Cuando acabo de limpiármela empezó a pajearse como loco hasta que tras un gemido agudo empezó a correrse, y evidentemente yo tampoco desaproveche nada de esa maravillosa corrida.
Nos vestimos rapidamente, y el se fue a su habitación. Un sentimiento raro me invadía, desde luego no era culpa, había disfrutado cada segundo de esa tarde, pero todo había sido muy raro.
Roberto salio de la habitación, sonriente, se le veía feliz. Se había cambiado de ropa y ahora llevaba unos vaqueros y una camiseta. Se acerco a mi me cogiendome de la cara me propino un beso, nuestras lenguas se juntaron y estuvimos un buen rato en un húmedo y profundo beso. Yo acabe de nuevo sobandole las nalgas.
Y de pronto oímos la puerta.
– ¿hay alguien en casa?- era Silvia.
Pero en esa ocasión lejos de alegrarme solo deseaba que se fuese de nuevo.
-si, hija estamos en el salón.- contesto Roberto con cierto tono de decepción.
Yo ya me había sentado en el sofá, y antes d que Silvia llegase, Roberto se acerco a mi oído y me dijo:
-esto solo ha sido el principio, así que prepárate.
Yo le cogi del pelo y le susurre:
-vete preparándote tu, por que no voy a parar hasta follarte ese culito.
Los dos nos miramos cómplices, sabíamos que habíamos abierto la caja de Pandora y que a partir de ese día todo iba a ser lujuria entre nosotros. Y así fue, pero esto os lo contare en otros relatos.
Espero que hayáis gozado este relato, espero vuestras opiniones y criticas.
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