En el baño del Restaurant
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola Mi nombre es Diego, soy de Caracas – Venezuela tengo 21 años, soy moreno de contextura gruesa, pero simpático, "Eso dicen"
Todo sucedió un 24 de Diciembre. Esas Navidades había decidido no viajar, ya que tenía algunas cosas pendientes en la capital, me encontraba almorzando cuando me llego un mensaje de Texto:
– Enrique: Hola, tiempo sin saber de ti, que haces?
– Diego: Hola, vaya que mucho tiempo, en casa almorzando porque?
– Enrique: Estoy cerca de tu casa y me provoca recordar viejos tiempos.
Escuchar esas palabras hicieron que se me acelerara el corazón, tenía mucho tiempo sin estar con alguien, debía estar muy cerrado y el tiene un miembro ENORME, 22cm y bastante grueso. Pero no iba a dejar pasar esa oportunidad
– Diego: Oye, suena interesante, pero en mi casa esta mi familia, tienes sitio?
– Enrique: Sabes que no vivo por acá, pero no quiero perder la oportunidad de coger ese enorme culo, déjame ver que resuelvo.
Sus palabras me provocaron un morbo intenso, me causo incluso una semierección, quería Mamar esa enorme Verga y sentirla dentro de mi, aunque me doliera muchísimo, sería mas el placer que el dolor.
Termine de almorzar, me eché una ducha, me lave lo suficiente y me puse listo para la ocasión, luego me senté en el computador, estaba revisando el facebook de el, viendo sus fotos e imaginándome cantidades de escenas teniendo sexo con el, mi verga comenzaba a molestar en el boxer, allí apretada, ya estaba totalmente húmeda.
A los 30 minutos sonó el celular, salté enseguida a leer lo que me había llegado con el corazón a mil y la verga con ganas de estallar.
– Enrique: No conseguí una cama, pero logre colarme en el Restaurante de al frente y estoy dentro del baño, ven y aquí te espero. Entra por la parte de atrás y yo te abro la puerta, toca tres veces para saber que eres tú.
– Diego: Ok, ya voy para allá.
Estaba demasiado nervioso, tenía demasiado tiempo sin verlo, y las ganas de estar con el, el morbo, todo eso me tenía con una excitación enorme, cogí las llaves de la casa y salí en su búsqueda, me metí por la parte de atrás del restaurant como me había indicado y toque la puerta tres veces, el corazón se me iba a salir. Abrió la puerta y allí estaba el, ya con los pantalones abajo, con esa verga de 22 cm erecta en todo su esplendor, nada más pase, sin cruzar ninguna palabra y me agache y empece a comerme esa delicia de verga, ese sabor, me estaba volviendo loco, la devoraba con mi boca, y el gemía de placer, escapaba pequeños gritos que me ponían a mil por ciento, me agarro de la cabeza y empezó a follarme la boca, la metía y la sacaba con una agresividad que solo me daba mas morbo, por su gran tamaño tenía que hacer mucho esfuerzo de comérmela todo y de vez en cuando me causaba arcadas, yo mamaba y mamaba su verga como un desesperado mientras el gemía de placer, fue tanto que no tardo en descargar sus chorros de semen en mi boca, los cuales saboree y trague con todo placer, ese dulce néctar que tenía demasiado tiempo que no probaba.
Me incito a que me levantara, yo aún estaba saboreando su semen, y nos sembramos en un enorme beso, un beso que jamás olvidaré, nuestras lenguas se cruzaban con tanta experiencia, con tanta pasión, era un beso de deseo, un beso de dos hombres que se querían devorar el uno al otro. El luego fue bajando y fue besando mi cuello, me daba pequeños mordiscos que me hacían gemir, bajo hasta mi pecho y empezó a chupar mis tetillas, eso me hacía gritar, es mi punto débil y el lo sabía, me estaba volviendo loco, mi verga quería estallar, mientras me estaba chupando las tetillas bajo mis pantalones y agarro mi verga que ya estaba totalmente erecta y húmeda, mientras me daba chupetones me masturbaba y fue bajando por mi abdomen hasta que llego a mi verga y con gran experiencia que dudaba que tuviera, se metió mi verga a su boca. Eso me excito de una manera increíble, era la primera vez que el hacía esto conmigo, ya que el es de esos activos que se dedican solo a penetrar, yo gritaba como loco, "AH – AHHH – AHHHH" la mamaba de una forma única lo que hizo que me viniera a chorros mientras gemía como loco, otra de las sorpresas fue que también se trago mi semen´definitivamente estaba disfrutando esta escena. Subió y me planto un beso, se retiro y me dijo, "Eso fue un agradecimiento por esa gran mamada que tu me diste"
Estaba todavía en shock por esa mamada y solo pude responder "Gracias" luego de eso me volteo y empezó a besarme el cuello, y a pasar su lengua por mi espalda, así iba bajando poco a poco, mientras yo me arqueaba de placer, llego a mi culo, donde empezó a hacer lo que mejor sabe, a darme uno de los mejores besos negros que me han dado en la vida, empezó darme lengua por mi culo y eso me volvía loco, mi pene estaba erecto de nuevo, yo gemía, gritaba, me agarraba de las paredes con fuerza, por que el placer que me estaba dando ese hombre con su lengua era increíble, empezó a dilatarme metiendo un dedo, lo cual yo disfrutaba como loco, el me decía "me encanta lo perra que te pones, me causas un morbo que quiero meterte la verga ya mismo y destrozarte en dos" Esa agresividad a mi me causaba una excitación aún mayor, y yo lo complacía gritando y gimiendo a medida que iba metiendo un dedo y luego dos y tres hasta que ya metía cuatro fácilmente. Yo estaba al borde de la excitación, en su punto máximo.
Saco un condón de su bolsillo, se lo puso y dijo "Ahora si estas lista perra, te voy a coger hasta que ya no puedas caminar" se escupió saliva en la verga y la apunto en mi ano, yo estaba muy excitado pero asustado a la vez, esa enorme verga me iba a partir en dos y conociéndolo sabía que no me iba a tener lástima, metió su verga de un solo golpe, a lo cual yo solo pude gritar:
– Diego: AHHHHHHHHHHHHHHHH, AHHH SACALA SACALA.
Les juro que el dolor fue brutal, era demasiado grande, a pesar de toda la dilatación que me había dado.
– Enrique: Ah no, te aguantas perra que esto apenas comienza, te dije que te iba a destrozar, no sabes cuanto tiempo estuve deseando este culo perra. Aguántate que ahorita vas a empezar a gemir como la zorra que eres..
Empezó a sacarla y a meterla lentamente, el dolor era inmenso, pero se iba disipando lentamente, así siguió por unos minutos despacio, hasta que se dio cuenta que ya no me estaba quejando, por el contrario estaba empezando a dar suspiros de placer, entonces me dijo:
– Enrique: Veo que ya esta lista mi perra, ahora si te voy a partir.
Fue allí cuando empezó a embestirme bruscamente, la metía y la sacaba como una bestia, de verdad me estaba partiendo.
– Diego: AHHH, AHHHHH, AHHHH SI MÉTEMELA MÁS.
– Enrique: Así me gusta perra, que la disfrutes, disfruta de mi verga perra.
– Diego: Si soy tu perra, no pares, métemela mas duro papi, así, ahhh ahhhh ahhhh ahhhhhh ahhhhhhhh
– Enrique: Así que mas duro eh!
Subió mi pierna en el retrete y allí me tenía con más facilidad, empezó a darme durísimo y yo lo estaba disfrutando, esa verga me encantaba, mu culo la había extrañado, por que no había otra que me llenara tanto, no quería que se acabará ese momento. Mi pene estaba que explotaba, mientras el me follaba yo me masturbaba y estaba por venirme.
– Diego: Dale papi, daleee mas duro que estoy que acaboo, daleeee ahhhhh ahhhhh ahhhh.
– Enrique: No acabes todavía perra, que quiero venirme contigo y todavía me falta, esperate perra.
– Diego: Dale papi que no quiero que esto se acabe todavía, AHHHHHHHH AHHHHHHHH OHHH SIIII.
Así pasaron 10 minutos mas, en el cual el la metía y la sacaba como una bestia y yo solo podía disfrutarlo y gemir del placer enorme que me estaba provocando.
– Enrique: Estoy que me vengo zorra, ya me voy a venir ahhhh
Yo empecé a masturbarme más rápido.
– Diego: Yo ya estoy listo papi, ya me voy a venir, dale duroo, ahhhhhh oohhhhh
El me empezó a dar durísimo y no tarde en sentir sus chorros inundando mis entrañas, sentía como palpitaba su enorme miembro dentro de mi ano, el cual apretaba su verga por las contracciones de que yo también estaba acabando..
– Enrique: OHHHHHH OHHHHHH OHHHH Perra que rico, ohhh si ahhhh affffffffffffffssss
Tenía la respiración entre cortada, el me abrazo y quedamos así por unos instantes, mientras sentía como su verga iba disminuyendo dentro de mi ano, estaba exhausto, había tenido uno de los mejores sexos de mi vida. Se despego de mi y yo me voltee, nos dimos un enorme y largo beso, luego de eso se subió sus pantalones y yo los míos y me dijo.
– Enrique: Eres increíble perra, sabía que valdría la pena venir para acá hoy, mi tía me dijo que no habías viajado y vien a que me dieras este regalo de noche buena.
– Diego: Yo estoy más que complacido, nadie me coge como tu, sabes que esa verga nadie se la come como yo, este va a ser el mejor 24 de Diciembre de mi vida, porque nunca voy a olvidar esta cogida.
– Enrique: Jajajaja ni yo perra, ahora si me tengo que ir, yo salgo primero y tu espera unos minutos y sales, te estoy escribiendo luego.
Me dio un beso y se marcho, yo hice como el me dijo y esperé unos minutos como el me dijo, recordando como me había cogido la verga se me paró de nuevo, así que me hice otra paja en su memoria. Salí de allí y me fui a mi casa a lavarme el culo, el cual me había dejado totalmente lleno de semen.
Espero que les guste este relato, si les gusta pueden dejarlo en los comentarios a ver si me animo y les cuento las demás historias que he vivido con el.
Ufff delicioso me recalentado demasiado, me vine muy rico. Saludos desde Tegucigalpa Honduras.