En el consultorio de RX
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Saludos…!, lo que quiero contarles me sucedió no hace mucho y ya van cuatro veces. Conocí a través de una página de anuncios clasificados, a un Técnico operador de equipos de RX que desempeña su labor en un centro de atención integral acá en una provincia de Venezuela. Los primeros contactos fueron vía email, luego de haberle respondido su mensaje, según el cual, quería relacionarse íntimamente con hombres.
Una vez hechos los primeros contactos personales a manera de saludo y presentación, nos dimos cuenta de que congeniábamos bien, ambos somos hombres maduros, yo 50 y él 42 años, casados, serios y nos gusta el sexo entre hombres, sólo nos surgió el inconveniente de donde llevar a cabo un encuentro, esta vez, más íntimo. No es fácil acá en donde vivimos, entrar, sin levantar sospechas, a un hotel, más aún cuando uno es bastante conocido en el pueblo y la discreción lo es todo en aras de garantizar una reputación bien ganada.
Así las cosas y luego de habernos visto personalmente, siguieron los intercambios de email, los cuales eran cada vez más candentes y en los cuales ya nos decíamos explícitamente que nos gustaría o deseábamos hacernos. Un día cerca del mediodía, recibo un mensaje telefónico de mi amigo, donde me decía sólo: "quieres hacerte un examen", el mensaje en si me sorprendió y al principio no entendí, no obstante se me fue despertando el gusanillo del vicio y le respondo que donde y cuando?, me contesta que en el "Centro de Atención de ……….", y que estaba de guardia. Indudablemente yo conocía el sitio, reconozco que me excité aunque no dejé de sentir cierto nerviosismo, imagínense, tener una aventura en un lugar de trabajo y peor aún, en donde se prestan servicios de salud. No lo pensé demasiado y decidí arriesgarme, además, si bien sabía donde era el sitio ´nunca había entrado, así que no debía adelantarme a los hechos, y si él me había convocado debía ser porque estaba seguro de que algo se podía hacer.
Llegué a eso de las 12:30 pm., el sitio se veía relativamente solo, lo llamo a su teléfono desde mi auto y enseguida se asoma a la puerta de aquel establecimiento y me hace señales con las manos para que me acerque. Nos saludamos con un apretón de manos y me indica que lo siga, todo con la mayor tranquilidad del mundo. En el sitio apenas estaban la gente de la recepción a quienes saludé con un simple, buenas tardes y me di cuenta de que no conocía a nadie cosa que me tranquilizó, aparte de que luego que entramos ya al recinto, me percaté que estaba prácticamente sólo aquel lugar. El amigo sacó una llave de su bata blanca de trabajo y abrió una puerta la cual nos dio paso a un consultorio bien iluminado, con un escritorio pequeño al frente y un equipo como de RX con su respectiva mesa al fondo.
Inmediatamente luego que entramos mi amigo cerró con llaves y se me acerca en forma insinuante, trata de atraerme hacia él como buscando abrazarme y me asegura y besarme, yo instintivamente le pongo mis manos en su pecho como impidiéndoselo, no me sentía seguro y hasta nervioso estaba, le pregunto si todo está bien, que si no hay peligro de que alguien pueda entrar al tiempo que escudriño con mi mirada todo aquel sitio, buscando una posible cámara o alguna ventana abierta, pero me di cuenta de que era bastante cerrado todo aquello. Pasado ese primer susto, dejo que me vuelva a abrazar y besar, él es un poco más alto que yo así que me abarcó con sus largos brazos pegándose a mi pecho mientras su boca besaba la mía y nuestras lenguas se entremezclaban. No quise prolongar mucho aquello y me separé de él yendo a sentarme en la silla que estaba al lado del escritorio. Él se me acerca y su cadera queda a la altura de mi cara, recuerdo que siempre había querido hacer lo que hice, lo atraje hacia mí y le desabroché el pantalón halándoselo un poco hacia abajo, luego hice lo mismo con su ropa interior pudiendo contemplar ante mí un pene largo, un poco puntiagudo pero que se engrosaba después de la cabeza hacia su base, sus bolas más bien son pequeñas y le colgaban arrugaditas. Se lo cogí con la mano derecha y comencé a pajearlo lentamente, hasta que sin resistir más me lo introduje en mi boca comenzando a darle una rica mamada, tenía tiempo sin tener un pene para mí por lo que procuré hacérselo bien, indudablemente que yo también lo estaba disfrutando.
Luego me hizo levantar y me dijo que me acostara sobre la mesa o camilla donde estaba el aparato de RX, así lo hice, se acercó a mí y bajándome un poco mis pantalones sacó a relucir mi pene al que acarició un poco, para luego literalmente hacerlo desaparecer dentro de su boca. Me lo chupó divinamente, lento y profundo haciéndome estremecer, al mismo tiempo que me lo mamaba, comenzó a deslizar uno de sus dedos alrededor de mi ano, que sensación mas divina, pero de verdad que si bien había aceptado ir e inclusive poder a llegar a hacernos unas mamadas, no había pensado para nada en dejarme penetrar por aquél sujeto, sin embargo, aquella mamada y aquellas caricias estaban debilitando mi voluntad a un ritmo increíble.
Me tuve que levantar impidiéndole que continuara con aquello, las sensaciones eran muchas, una mezcla de excitación y miedo me estaban confundiendo. Entonces aún sentado en la mesa me abrazó de nuevo y me besó profunda y desesperadamente, me hizo que le agarrara su pene que para este momento estaba en todo su esplendor, lo sentí hasta más grande, se lo acaricié suavemente contemplando aquello, él me susurró al oído que me lo quería meter, yo estaba tentado a hacerlo, quería sentir aquello que tenía en mi mano y que se veía espectacular, dentro de mí, le comenté que no tenía condón y él por respuesta lo que hizo fue sacar uno rápidamente de su bata (lo había preparado todo). Ya casi no tenía argumentos para rechazarlo, le volví a preguntar si no había peligro y me dijo que no al tiempo que seguía besándome y magreándome a su gusto, entonces me bajé de la mesa, me doble y volví a engullir aquel pene que ahora me parecía enorme, temí por mi culito pero ya mi voluntad estaba quebrada, se lo mamé un rato más para luego darle la espalda a mi amigo. Mientras él se colocaba el condón yo untaba mi culo con saliva, no teníamos lubricante a la mano, pero la saliva siempre ha sido buena para eso jajajaja..! Cuando estuvimos listos me subí un poco mi camisa y mis pantalones los bajé hasta mis tobillos, me doblé sobre la punta de la mesa aquella y lo atraje, sentí la punta de su pene en la entrada de mi ano y me molestó un poco, lo tomé con mi mano y me lo coloqué yo mismo, el empujó un poco entrándome un poco la cabeza, lo retiré de nuevo y me unté más saliva, ahí si comenzó a entrar poco a poco, me estremecí cuando sentí más de la mitad adentro, él suavemente me tomó por la cintura y se afincó pero suavemente mientras me susurraba cosas ininteligibles al oído y me besaba en la nuca.
Comenzó el mete y saca lentamente para ir aumentando el ritmo poco a poco, mientras yo me masturbaba, sentía mi pene a reventar, a esta altura era yo quien reculaba y me restregaba con todo aquello adentro, levantaba mi torso y torcía mi cabeza para que me besaran en la boca divinamente mientras me cogían rítmicamente, algunas veces era mi amigo quien se apoderaba de mi pene y me masturbaba mientras me culiaba, otras me acariciaba las tetillas, recuerdo un momento en que decidí doblarme por completo y colocar mi pecho sobre la mesa empinando mi culo, en ese momento sentí que se me fue hasta el fondo todo su pene, ti mi mano por debajo de mi y sentí las bolas de mi amigo pegadas a mis nalgas, se las acaricié haciéndole gemir de placer, se afincó más duro dentro de mí y comprendí por sus movimientos que su venida estaba cerca, acaricié mi pene incrementando mis sensaciones, quería que acabáramos juntos y lo logré, cuando lo sentí agarrarse con más fuerza mis caderas, levanté mi torso un poco, lo estreché contra mí apretando mi ano y mis nalgas como succionando aquel pene que tenía dentro, mientras que al mío le bastaron dos o tres sacudidas para soltar sendos chorros de leche, como hace tiempo no lo hacía…!.
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