En el Ejército III (Periodo de Campo I)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por MenphisCcs88.
Luego de que nos dieran el permiso especial por el inconveniente causado por las en Venezuela, nos tocó retornar al cuartel ya que debíamos realizar un curso el cuál en mi caso sería el primero, el mismo se desarrollaría en el estado Cojedes, un estado llanero venezolano en el cuál se encuentra un gran campo para realizar maniobras militares.
Llegó el día en el cuál nos tocaba irnos a nuestro periodo de campo, Andrés (Mi Cabo), decidió que yo debería irme en el mismo autobús que él, yo acepté felizmente luego de la noche que pasé con el quería probar nuevamente a ese hombre que me dio una de las mejores cogidas de mi vida, nos formamos en el patio para decidir los casales en el periodo de campo, Carlos (Mi Sargento), ni corto ni perezoso me tomó cómo su casal, la cara de Andrés fue un poema pero bueno Carlos ya había decidido.
Llegó el autobús, y nos subimos uno a uno, Andrés se sentó en el último puesto y me hizo la seña de que me sentara a su lado, yo obvio acepté el autobús se puso en marcha y me comentó que Carlos lo que quería era cogerme cada que pudiera en el fuerte en dónde realizaríamos las maniobras militares, yo solo dije que aceptaba porque eran ordenes, parte verdad, pero no me molestaba.
Cuándo tomamos autopista casi todos íbamos durmiendo ya que el viaje duraba aproximadamente 5 horas desde la capital, cuando teníamos cómo 2 horas de camino iba entre dormido y despierto y siento que Andrés se la comienza a sobar por encima del pantalón pero con mi mano, eso ya me estaba calentando y me susurró al oído, pajéame un rato que estoy aburrido, volteé la cabeza y sin pudor ni temor me plantó un beso, !!LISTO!! eso me terminó de calentar le desabroché el pantalón y le saqué ese hermoso pene que días antes me había hecho volar, sólo quería pajearlo pero las intenciones de él se fueron más allá y quería que se la chupara allí mismo en el autobús, a mi no me parecía pero estaba poseído por ese pene en mi mano queriendo ser comiendo, yo estaba en el puesto que da hacía el pasillo, por lo que le pedí que cambiáramos de puesto.
Andrés lo aceptó (y cómo no), procedimos a cambiarnos, cuándo lo hice procedí a meterme lo que pudiera de ese pene en mi boca sedienta de ese manjar, comencé introduciendo su cabeza a mi boca para le pasaba la lengua por su cabeza y lamía el líquido pre-seminal que comenzaba a salir introduje en mi boca lo que podía de ese miembro tan provocador, el sólo abría más sus piernas cómo respuesta a su excitación y a la buena que le realizaba a su pene su cabeza se echaba hacia atrás, saqué sus bolas por entre el pantalón para lamer y comer al mismo tiempo que le daba una buena mamada.
Sus ansias por seguir disfrutando de aquella mamada incrementaron a tal punto que tomó mi cabeza y comenzó a cogérmela literalmente sus bolas pegaban de mi barbilla el morbo y el miedo crecían al saber que nos podían descubrir hasta que llegó el gran momento de sentir el dulce néctar de ese semental en mi boca tragué un poco y el resto lo mantuve para compartirlo en un rico beso…
Se acercó a mi oído y me dijo algo que me turbo al instante Andrés me lo quería chupar, yo lo dejé ya que estaba tan bien a mil, nuevamente cambiamos de puesto y me abrí la bragueta del pantalón y me saqué mi pene; dios no lo podía creer mi cabo me estaba chupando el pene, esa imagen de pasividad de mi cabo me excitaba su forma de mamar parecía que era un experto o copió muy bien mis técnicas lo introducía todo en su boca y luego lo sacaba me comió las bolas también, de verdad que para ser supuestamente activo y haberse estrenado aquella noche conmigo y Carlos lo hacia extremadamente bien, total que me excitaba tanto la mamada que me daba que le devolví la cogida de boca y se lo introducía hasta la campanilla; claro está que mi pene es de 18 cm, grosor normal un pene estándar, le cogí hasta que no pude más y le advertí que acabaría aún más sorprendido cuándo me dijo que quería saber que se sentí tragar leche de otro hombres, no más eso fue suficiente para acabar en su boca, trago toda mi leche siguió mamando hasta que se me puso flácida.
Subió nos besamos, y procedimos a acomodarnos. Que rico momento, todavía faltaban 30 min. para llegar así que procedimos a acomodarnos, llegamos al fuerte y procedimos a bajar nuestras cosas del autobús..
Armamos las carpas de campaña, comimos, hicimos reconocimiento de zona, y llegó la noche nos dirigimos al campamento para dormir entré Carlos entró después de mí y……
Ese es otro relato dejen sus comentarios si les gustó, los dos anteriores se registraron cómo anónimos.
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