En el laboratorio

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Comenzaré este relato describiéndome un poco: Mi nombre es Mateo,soy colombiano, actualmente tengo 20 años, moreno, ojos café claro, con un cuerpo definido por las temporadas en la que practiqué artes marciales y para nada afeminado.
Siempre fui algo reservado y juiciosos en el estudio, fue por ese motivo que me gané una beca para estudiar en una universidad en Cali.

Comencé a estudiar química en el primer semestre del 2015, todo transcurría normal durante los primeros días de reconocimiento en la U.
Hice un par de amigos de la facultad de ciencias (Andrés, Jhon y Jóse) y otros de derecho (Juan y Daniel) con lo que jugaba fútbol los fines de semana antes de que nos agarrara el estrés propio de los exámenes.
Cierto día, mientras jugábamos en las canchas de la universidad se me acerca Andrés ofreciéndome una botella de agua.

– Estuvo bueno el partido.
Quien ve a ese enano del Daniel.
la tiene clara para jugar.
– me dijo mientras caminábamos ala banca para recuperar el aliento.

– Definitivamente.
Pensé que perderíamos, si no fuera por Jhon, nos habían goleado como el putas.
– ambos reímos.

– Ve, y hablando de putas ¿Ya vise quién está mirando para acá?- Miré alrededor para ver de quién se trataba.

– No parce, no sé de quién estás hablando.

– Pues de la Mónica, esa vieja se nota que está tragada de vos.
Es más, mejor me voy que ya viene para acá y no quiero armar el mal tercio.
– Andrés se paró y se fue a seguir jodiendo con lo muchachos que quedaban en el campo.

Le dí un par de sorbos a la botella esperando a que Mónica (una morena de ojos verdes y pelo negro, muy bonita y fogosas) se acercara.

– Estuviste genial en ese partido, ve.

– Gracias Moniquita, pero esa solo una recochita con los pelaos no más.

– Recochita y todo, te lo jugaste muy bien.
Mirá, estaba habalndo con mis amigos y planeamos salir mañana a beber.
¿te apuntás o qué?
-!Uff! ese plan me gusta mamasita, pero esta vez no puedo ir con ustedes, el lunes tengo parcial de química y no he estudiado un culo.

– Relajate, acompañanos un rato y luego nos vamos a mi casa a estudiar, de igual forma lo que van a evaluar no está tan difícil y yo te pues yo te ayudo con todo lo que queras- me pellizcó la mejilla de manera picara- .
Lo que sea, oiste.
– M e dio un beso en la mejilla- Si cambias de opinión y acepas mi propuesta, me escribís.

– Listo mamasita, yo te aviso si algo.
– le lancé un beso y le guiñé el ojo.

Después de ese corto encuentro, me fui a las duchas para regresar a la clase de 2 pm.
Ya allí me encontré con los pelaos que estaban terminando de arreglarse para ir a sus respectivas clases.

– Papi, mire lo que le tengo- Daniel se me acerca y me muestra algunas fotos de Valentina, una amiga de psicología con la que había comenzado a salir hace un par de días.
– Esta vieja es una fiera en la cama.
Con decirte no más que me tocó a mí pedirle un descaso para reponer energías y seguir.

– Oigan a este huevón, ya va a decir que le quedó grande severa vieja tan buena.

-¿Grande?.
Grande esta.
– se agarró el blto sobre el pantalón.
Todos reimos
– Ya de que va a hablar este pendejo- dijo Juan mientras se ponía los zapatos- Si es más grande el meñique de mi pie que esa maricada que tenés entre las piernas.
-Todos volvimos a reir.

– Claro, como ya me la mamaste, por eso es que decís.

– Bueno pues, dejen todos la maricada y terminé aji que ya casi son las dos.
Y vos huevón contá que te dijo la maita rica de la Mónica.
– preguntó Andrés
– Nada parce, que si íbamos a beber mañana.
– me metí a la ducha- .
Pero pues le dije que no, porque tengo parcial el lunes y necesito estudiar.

– Mucho hijueputa vos, ¿Crees que si esa vieja estuviera detrás de mí como con vos le haría ese desplanete? Más bien llamela y le dice que si vas y pues aprovechas y le hechas muela de una vez.

– Pues tenés razón viejo Andy, le voy a hacer a eso sin mente.

– Así me gusta papi.
Esa es la actitud.

Todos terminamos de alistarnos y nos fuimos a nuestras clases y nos volvimos a ver cerca de las 7 pm en la cafetería central para comer antes de irnos para la casa.

Eran las 9 cuando llegué a mi casa, entré a mi cuarto y llamé a Mónica.

– ¡Hoola, mi amor! creí que ya no me ibas a hablar.
contáme que pensaste.

– Mamasita, pues tenés razón, tengo que relajarme un poco y queda mejor que estudiemos juntos para el parcial, además vos sos re pro en esa materia y me podés dar una ayudadita.

– Una ayudadita y todo lo que querás bebé.
Vos estás como Dios manda, disculpame que te lo diga.

– Tranquila Moni, vos también estás como quiere.
Mejor decime donde es que es la vuelta.

– Pues, mi amor.
Es en la casa de Dianita, ¿sabés cuál es? L monita de biología.

Sí, ella está conmigo en la clase de algebra.

– Sí, ella.
Los papás se van de viaje mañana en la mañana y vuelven el marte, y pues el hermanito se va a quedar en casa de un amiguito así que tenemos la casa para el despelote.

– Listo mi amor, dame la dirección y yo les caigo mañana.
– Ella me envío la dirección por Whatsapp y las cosas quedaron así esa noche.
A la mañana siguiente fui a corre y a comprar condones por si las cosas se ponían buenas.
Fui a las 10 am a la U por unos libros que necesitaba y de paso almorzar para ahorrarme la cocinada del día.
( vivía solo en ese tiempo).
Cuando me senté a almorzar, siento que una mirada me persigue, pero no le dí importancia.
Pero fue al poco tiempo cuando Diana se sentó conmigo.

– Ya sabes lo de la party esta noche en mi casa ¿no?
– Sí.
Mónica me dijo.

– Que bueno, de todas formas es algo pequeño.
solo para los de la facultad de nuestro semestre y pues si querés podés llevar a tus amigos.

– Listo mami, yo le digo a los pelaos a ver si se pegan al parche.

– Ok baby, te veo mas tarde.
Besos.
— Se fue a su mesa para terminar de almorzar con sus amigos.

Le hablé a los pelaos de la invitación y aceptaron ir, llegaron a eso de las 8:50 pm a mi casa y salimos juntos en el carro de Juan.
Paramos a comprar licor y otras cosas para comer durante la noche.

– Miren lo que les tengo maricones.
– Dijo Jhon tirandonos un paqueticos desde el puesto del copiloto.
Era marihuana
– ¿Donde la conseguiste?- preguntó Daniel.

– Se la pillé a mi viejo en una de las gavetas de su escritorio.
Como mi vieja no le gustan esas vainas, me la regaló con la condición de que no lo fuera a delatar.

– Tu papá es un loquillo viejo- Comentó Juan.
Todos nos reímos, abrimos una botella de ron de las que habiamos comprado y comenzamos a beber mientras llegabamos a la casa de Diana.

Cuando llegamos, la vaina estaba iniciando, la gente apenas llegaba y la cosa se veía buena.
Parqueamos y entramos a la casa.
Jhon le entregó el licor a Pablo, el primo de Mónica que era el DJ de la noche y fuimos a saludar.

La cosa se puso buena, la musica, la comida, el trago.
etc.

– ¿Cómo la estás pasando bebé?- preguntó Mónica
– ¡De puta madre! – le respondí.

– Ve, casi no te escuchó, que tal si vamos a hablar a otro lado, me siento un poco mareadita ya y quiero tomar aire, pero no quiero ir sola.
Acompañame.
-Me tomó de la mano y subimos a la habitación de Diana que era la que tenía balcón.

– ¡Chimba la vista de Cali!- le dije cuando nos asomamos
– Y ¿ qué decís de esta vista?- cuando me giré.
Mónica estaba desnuda dentro del cuarto.

– Ufff.
mejor todavía.

– Y si querés puede ser tuyo.
No fue necesario decir más para que estuviera encima de ella besándola y lamiendole los pezones – Sí papi, que rico, así.
Chupe.
tome lechita bebé.

– ¿Te gusta mami? ¿Te gusta que te chupe esas tetas tan ricas que tenés?
– Síiiiii.
Me encanta.
– seguimos así por un rato cuando Pablo nos interrumpió al tratar de entrar con Alyson para tener sexo.
Un tanto apenados todos, salimos de la habitación de Diana e hicimos como si no hubiera pasado nada.

A eso de las 3 am nos fuimos para mi casa que estaba mas cerca.
Juan y Andrés durmieron en la sala, mientras que Dniel y Jhon durmieron en unas colchonetas en mi cuarto.
Todo el domingo nos quedamos jugando fifa en la PS3.
y en la noche salimos a come pizza.
Ya el lunes no había tanto guayabo, pero si algo de dolor de cabeza.
El día parecía transcurrir de manera lenta.

– Que hubo, viejo ¿Listo para el parcial de hoy o qué?
– Hola Jenniffer, no, ni mierda ja,ja,ja.
No estudié ni un carajo.

– Mai, pues peguese la eidita antes de entrar que me han dicho que el primer parcial con el viejo Eduardo en jodido.

– Ese hijueputa españolete me la pela.
– Ambos reímos y Jenniffer muy amablemente me ayudó a estudiar.
Hicimos el parcial y como era de esperarse lo perdí, y con ganas.

– Estoy muy decepcionado de ustedes muchachos- Decía el españolete el día que entragaba las notas.
– Si quereis reforzar esa nota de mierda, debeís pasar un oar de hora extra en el laboratorio durante las próxima semana, y de acuerdo a lo que diga el monitor ya veré si os ayudo o no.
Por ahora tened buen día.
– Salió de salón dando por terminada la clase.

-¿Cómo te fue? Me preguntaron Jenniffer y Jhon, a lo que les mostré mi hermoso uno.

– Uy, Marica.
te va a tocar encerrarte en ese laboratorio todo el puto semestre para levantar esa mierda.
– comentó Jhon
– Ya lo creo, por ahora vamos a comer algo que tengo hambre.
Salimos del salón y fuimos a la cafeteria por algunas chucherias.
Ya por el día miércoles tocaba hacer las horas extra en el laboratorio, así que fui a regañadientes para poder mejorar la nota de mi parcial.
Cuando entré solo habían cuatro personas más y no se veía rastro del encargado del grupo.
Como medía hora pasamos allí sentados, cuando entró un muchacho alto, blanco, con cabello negro y ojos café oscuro, con un porte muy gomelo y afeminado.

– Buenas tarde chicos, mi nombre es Fernando, disculpen la demora pero el profe Eduardo no me había entregado el material para la clase de hoy.
– Nos entregó las bandejas con el material de vidrio y una copia con la practica que debíamos realizar.

Todos comenzamos a trabajar en los montajes y preparado de las soluciones para desarrollar la practica mientras Fernando estaba pegado a su teléfono y de vez en cuando para estar seguro de que no estábamos haciendo un desastre.
Uno tras otro iban terminando y saliendo del laboratorio, hasta que fui el ultimo en el lugar sin contar al monitor a cargo.

– Vea, muévase que ya casi vienen a sacarnos.

– Deja la asaradera, que si esta mierda no me quiere dar.
que culpa tengo.

– A ver, ¿Que es lo que estará haciendo? – Se acercó a mi lugar de trabajo – Pendejo, tenés todo mal.
Vos si sos mucho idiota.

– Si me quedó mal, porque mejor no me ayuda a corregirlo en lugar de insultarme.

– Pues tocará.
– se tomó del hombro y nuestras miradas se cruzaron y nos quedamos inmóviles por un momento- De permiso pues.
-Fue lo que rompió ese momento.
Se puso frente a mi, rosando sus nalgas contra mi bulto.
– Esto tiene que ser de esta manera.
– Arregló todo y me ayudó a terminar el experimento.
Eran casi las 7 pm cuando terminamos.

– Gracias por la ayuda viejo, nos vemos pasado mañana.

– De nada, pero espere.
Ayudeme a recoger, que por su culpa salimos tarde.
– Sin chistar me puse a vaciar el material de vidrio y lo lavé bien, mientras Fernando lo secaba para colocarlo de nuevo en las bandejas.
Por ultimo fuimos a la sala de balanzas para limpiarlas y dejar todos los materiales y reactivos allí para que el encargado del almacenamiento luego los recogiera.

Cuando estábamos por terminar se le cayó el listado de reactivos y se agachó para recogerlo empinando su culo directamente hacia mí, unas nalguitas firme y redonditas que se le marcaban en el uniforme que llevaba, no pude aguantar la tentación y le pegué una nalgada fuerte.
El se puso de pie y me arrinconó contra la mesa en la que estaban las balanza.

– ¿Te gustó nalguearme? – Me preguntó
– Disculpame, no me podía aguantar.
Para que da papaya.

– Entonces me toca desquitarme.
– me puso la mano sobre mi pene y comenzó a acariciarlo, logrando que de fuera poniendo duro.
– Vas a ver que tan bueno soy para las venganzas.
– se arrodilló y sacó mi pene ( de 18 de largo y 9 de ancho) y poco a poco lo comenzó a engullir.
Se veía que tenía experiencia, porque se lo trago completo si problema, cosa que ninguna vieja había podido.

– ¿Que haces?
– Cobrando venganza- Continuo mamando como becerro hambriento.

– Ooohhhh! ¡Que rico se siente! Si mami sigue chupando.
¿Te gusta la polla perrita?
– Si, papi, es una polla mu rica
– Es toda tuya muñequita- le decía mientras se la tragaba, lamía la cabeza bajando e prepucio, con su lengüita recorría todo le tronco de mi polla hasta llegar a la base, donde se detuvo a oler por un momento
– Ese olor a macho tan rico que tenés.

– Si te gusta, difrutalo.
Y espero que te quede claro que a partir de ahora eres mi putita y me la vas a mamar cuando te lo diga.
¿Está claro?
– Si papi.
– Respondió casi gimiendo- .
soy tu putita, zorra.
todo lo que quieras siempre que me des este pedazo tan delicioso.

ÉLl continuo chupandome la polla hasta la base lamiendo mis huevos sin sacar un centímetro de mi palo de su boca.
Yo lo cogía del pelo par follarmelo por la boca; estuvimos así casi media hora.

– ¡¡¡Me voy a venir!!!!!- le dije agarrandolo con fuerza por el pelo y metiendosela hasta la garganta, donde le deposite cinco grandes chorros de leche espesa, las cuales él trago sin desperdiciar ni una gota.

– Que rico la chupas Fernandita, si sigues así te daré mi lechita más seguido.

– Yo con ganas de recibirla papasito, estaba muy rica.
me gustaría tenerla para desayunar todos los días.

– Entonces, como buen macho me vo a encargar de que no te quedes sin tu porción de leche diaria.
Y pues ya sabes, ni una palabra de esto a nadie , sino, me va a tocar dejarte sin comer polla.

– Tranquilo papi, que no voy a decir nada.

– Así me gustan las perritas, bien obedientes.
– Me arreglé el pantalón, y me sequé el sudor con unas toallas de papel que había cerca, él hizo lo mismo.
Le di un beso como agradecimiento, lo cual él no esperaba.

– Te veo mañana.
– Le dije antes de salir y dejarlo solo en el cuarto de balanzas del laboratorio.

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Gracias por leer mi relato (100% real) , es la primera vez que escribo, espero que les guste y espero su comentarios si quieren par contarles lo que pasó luego.