EN EL RANCHO DE LOS ABUELOS PART 12

Víctor salió del departamento de franklin, se subió a su camioneta y manejo sin rumbo por unos minutos. .
 

Él no podía creer lo que aquel hombre le acaba de contar, su pequeño hijo había sido utilizado para satisfacer el deceso sexual de otro hombre, él se había enojado mucho, pero no podía negar que aquella situación le generaba mucho morbo. 

Mientras conducía por las calles, su mente no dejaba de pensar en lo que le había contado Franklin; en cada momento, él se imaginaba las cosas que posiblemente Robert había hecho con Oscarito y entonces se preguntaba. 

¿Pero es un bebé? ¿Lo habrá cogido? ¿No creo? ¿Y si lo hizo, Oscarito habrá aguantado una verga adulta? ¿Es imposible, pero no puedo regresar con Franklin? ¡Ni modos, no me queda otra más que averiguarlo por mi propia cuenta! 

Diciendo lo último, Víctor se apretó su dura verga, la cual estaba pidiendo ser liberada de su pantalón, así que al llegar a una esquina giró hacia la derecha y luego se dirigió a hacia la carretera, pues esa carretera lo llevaría directamente al rancho. 

En la noche, cuando todos dormían, Víctor recordó que Franklin le había dicho que había más vídeos en la computadora, entonces prendió la computadora y se puso a buscar en todas las carpetas, pero el no logro encontrar nada. 

Desilusionado, Víctor apagó la computadora y la coloco en el buró, luego volteo a ver a su pequeño hijo el cual estaba mamando su biberón; en ese instante Oscarito apartó el biberón de su boca, se lo entregó a su padre y sonriendo le dijo “BIBI PAPI» 

Víctor sintió que el corazón se le aceleraba, así que su reacción fue fugas, por lo cual hiso un lado la sábana e inmediatamente corrió a ponerle seguro a la puerta; después, ante la atenta mirada de Oscarito, tiro su bóxer al piso y enseguida se subió a la cama, el pequeño Oscarito rápidamente se montó sobre su padre, así que ambos quedaron formando la posición de 69. 

El pequeño rápidamente se metió esa verga en la boca y comenzó a succionar, por eso aquella verga de inmediato cobró vida y en ese instante, Víctor sintió la necesidad de tocar a su pequeño hijo, por lo cual le quito el pañal desechable. 

Víctor toco con su dedo índice el diminuto culito de Oscarito, era la primera vez que lo hacía y eso le provocada cierta duda, así que empezó a jugar con ese pequeño culito; minutos después, escupió saliva directamente en ese cerrado agujerito y empezó a meter su dedo muy lentamente. 

En cuanto vio que su dedo estaba completamente dentro, Víctor se empezó a masturbar rápidamente; después de varios minutos, sostuvo fuerte la cabeza del pequeño y libero su gran descarga de leche. 

El pequeño Oscarito trago y trago, el no titubeo en comerse ese dulce néctar que su padre le ofrecía; así que cuando Víctor termino de descargarse, el pequeño niño limpio con su lengua su pubis, pues algunas gotas de leche se le habían salido por las comisuras de los labios. 

Víctor estaba fascinado con su pequeño hijo, por lo cual no había vuelta atrás, él estaba decidido a penetrar ese pequeño culito, pero esa noche no sería; ya que aún no estaba listo para hacerlo. 

Al día siguiente, después de realizar su trabajo en el rancho, Víctor tomo a su pequeño hijo y se subieron a su jeep en el cual partieron a la ciudad, cuando llegaron, Víctor condujo por muchas cuadras y después se estacionó en una tienda de sex shop. 

Víctor sujetó a su hijo e ingresó a la tienda, una vez ahí dentro empezó a inspeccionar el lugar, en ese momento se le acercó un joven guapo de unos 29 años de edad; este joven veía muy atento al niño y frunciendo ceño preguntó ¿en qué puedo ayudarle? Así que Víctor respondió de lo más natural, “que en un momento decidiría» 

El joven invito a Víctor a que pasara a los siguientes cubículos, ahí podría conocer otra serie de productos, los cuales iban desde los más caros hasta los más baratos; Víctor no tenía la intención de ver dichas ofertas, pero pensó: “ya estoy aquí echaré un vistazo” ¡quizás encuentre algo que me interese!  

Por su parte el joven dijo, “que se sintiera con la libertad de preguntar por cualquier producto y si le interesaba algo lo llamara” luego se fue a esperar en el mostrador; Víctor empezó a caminar hacia los siguientes cubículos y ahí se quedó viendo una gran variedad de juguetes sexuales. 

Al ver esto, Víctor recordó los videos de su pequeño hijo, por lo cual las imágenes aparecían una a una en su mente y todas ellas mostraban con detalle, cuando el diminuto culito de Oscarito se expandía con los diferentes tamaños de los consoladores. 

Víctor tuvo una gran erección y para aliviarse un poco se apretó su dura verga. Víctor al estar concentrado con los productos que había en la tienda, se olvidó por varios minutos de la presencia de su pequeño hijo. 

Víctor no paraba de ver y analizaba los diferentes tipos de juguetes sexuales; todos eran de diferentes formas, tamaños o color, además había aceites, incienso y productos comestibles, todos con una misma finalidad, “tener un mejor placer sexual” 

Víctor salió de asombro por los juguetes, luego vio a todos lados recordando a su pequeño hijo, para su mala suerte Oscarito no estaba ahí, el salió del cubículo y fue de inmediato a la entrada principal de la tienda, pero el pequeño tampoco estaba ahí. 

Cuando Víctor estuvo a punto de llamarlo, escucho un fuerte gemido de un adulto y de inmediato reconoció la dulce voz de su pequeño hijo, sin perder tiempo cruzo del otro lado del mostrador, ahí había una especie de pared improvisada con tabla roca y una cortina como puerta. 

Víctor hizo a un lado la cortina y entonces se dio cuenta que se lugar era un tipo de bodega, ya que había muchas cajas estibadas y al no ver a su hijo caminó cautelosamente hacia el interior, ahí fue donde se llevó una gran sorpresa. 

Aquel joven estaba sentado sobre una caja, estaba con las piernas separadas y tenía el pantalón hasta los tobillos, entonces Víctor se dio cuenta que su pequeño Oscarito estaba arrodillado frente a él y le estaba mamando la verga. 

Víctor no podía ver nada de lo que estaba sucediendo, pero era muy obvio lo que estaba haciendo su pequeño hijo, pues los movimientos de su cabeza lo confirmaban; la mirada de Víctor fue descendiendo hacia abajo y ahí sus ojos se abrieron menormente. 

Oscarito tenía el pantaloncito hasta las rodillas, sus pequeñas nalguitas estaban desnudas y el dedo medio de la mano derecha de aquel joven, estaba completamente dentro del culito del menor.  

Aquel joven movía su dedo aun buen ritmo, por lo cual hacía que el pequeño Oscarito se retorciera de placer, así que él no dejaba de mamar aquella verga adulta y entonces se escuchó la voz de aquel joven. 

Joven: ¿te gusta lo que le estoy haciendo a tu culito? 

Oscar: ¡mm, chi! 

Joven: ¿te gusta mamar mi BIBI? 

Oscar: ¡chi, BIBI, papi! 

Joven: ¡supieras las ganas de cogerte que te llevo pendejito!  

Víctor se quedó en shock ante esta situación, no supo cómo reaccionar así que se quedó inmóvil ante esta situación; Víctor no podía ver nada, pero noto como aquel joven empezó a masturbarse rítmicamente y se mordía los labios gozando de tan rica mamada que le estaban dando. 

Segundos después, el joven cerro los ojos y dejo escapar un gemido audible, enseguida aquella verga empezó a vaciar toda su leche, por lo cual el niño abrió más grande la boca y recibió su rico premio.  

En ese instante, una de las cajas fue tirada al piso por un gato, el cual era la mascota de la tienda; entonces todos de inmediato se pusieron en alerta, el joven creyendo que era alguien, aparto al niño de él y Víctor al creerse descubierto, salió apresurado del lugar. 

Un minuto después, el pequeño Oscarito llegó corriendo hacia donde estaba su padre y entonces le enseñó un consolador pequeño de bolitas moradas, Oscarito nada más sonreía y al mismo tiempo limpiaba su boca con el antebrazo. 

Víctor sonrió y luego se agachó a la altura de su pequeño hijo, ahí le pregunto ¿de dónde había sacado eso? Oscarito sonrió y de inmediato señaló al joven de la tienda, quien venía caminando hacia ellos. 

al voltear a ver de nuevo al niño, Víctor pudo apreciar que en el cabello de Oscarito, había una mancha blanquecina y pegajosa, así que al limpiarla se percató que se trataba de semen; en ese momento vio a la entrepierna del joven y pudo ver que la verga la traía aun dura, ya que se visualizaba notoriamente a través de la tela del pantalón. 

Víctor agradeció al joven por ofrecerle los productos, pero dijo que por el momento no estaba interesado, ya que lo único que necesitaba era un bote de un buen lubricante; el joven lo llevo nuevamente al mostrador y ahí le enseño varios productos, para que el escogiera el que más le convenciera, entonces el joven interrumpió a Víctor al preguntarle. 

Joven: ¿y porque no entro Franklin? ¿acaso quedo en tu Jeep? 

Víctor: “eh, no” “ahí no está»  

Joven: ¿está en su casa? 

Víctor: “la verdad, no sé dónde pueda estar en este momento» 

Joven: “que cabrón es» 

Víctor: ¿Por qué? 

Joven: “porque ya me había prometido que hoy me daría a Oscarito” 

Víctor: ¿cómo? ¿no entiendo? 

Joven: ¡no te hagas amigo! ¡de la misma forma que tú lo llevas!  

Víctor: “así, claro” ¿entonces no te cumplió hoy? 

Joven: “pues no, ya vi que lo está dando con otros» “menos conmigo” 

Víctor: “jajajajaja» ¡te gane! 

Joven: ¿cómo lo has conseguido? ¿pagaste o te lo dio para probar? 

Víctor: “este, yoooo” “huumm” (tartamudeando) 

Joven: “bueno, no importa» ¡el caso es que ya lo vas a disfrutar! 

Víctor: “eh, pues si» 

Joven: ¡tiene una rica boquita! ¡mira! 

El joven desbloqueó su celular e ingresó a la galería de imágenes, ahí le enseño un par de fotos; en la primera foto, se veía a Oscarito agarrando una verga flácida, en la segunda foto, sujetaba esa verga dura con ambas manos, en la tercera foto, le daba un besito, en la cuarta foto, Oscarito tenía la punta de aquella verga dentro de su boca y en la última foto, la pequeña boca de aquel niño estaba llena de leche. 

Víctor: “woooo, se ve que tienes una enorme verga» 

Joven: “algo jejeje, son 21 centímetros» “pero esta verga no es mía” 

Víctor: pero, ¿y estas fotos? ¿de quién son? 

Joven: “pues de otro amigo y fue Franklin quien me las envió” 

Víctor: “que cabrón es» “y a todo esto” ¿cómo te llamas? 

Joven: ¡soy Ignacio! 

Víctor: ¡mucho gusto, Soy Víctor! (estrechando las manos) 

Ignacio: ¡verdad que te excitaron las fotos! (viendo su entrepierna) 

Víctor: “la verdad es que si” ¡mira como traigo la verga de dura! 

Ignacio: oye ¿y dónde te lo vas a coger? 

Víctor: “pues, vivo solo” ¡así que ya sabrás! (mintió) 

Ignacio: “qué envidia” ¡pues a disfrútalo, que para eso lo llevas! 

Víctor: “claro amigo” Oye, ¿te puedo hacer una pregunta? 

Ignacio: “dime” 

Víctor: ¿cómo conoces a Franklin? 

Ignacio: ¡es un gran amigo! (mintió) ¡trabajamos juntos en el club! 

Víctor: “ya veo” ¿Qué tan bien se llevan? 

Ignacio: “pues de maravilla” ¡Por eso, se todo de este pequeñito! 

Víctor: “entiendo” Oye Ignacio, “quiero hacer un negocio contigo”  

Ignacio: ¿de qué se trata? 

Víctor: te explico, “yo también soy un amigo de Franklin, pero vivo fuera de la ciudad” “un día, Franklin fue a visitarme y dejó una laptop en mi casa” 

Ignacio: “ok” ¿y luego? 

Víctor: ¡ya vi los videos que el guarda ahí! “le comenté Franklin y sonrió” entonces, me dijo que hay otras carpetas” ¡pero no las encuentro! 

Ignacio: ¿y viste mis vídeos también? 

Víctor: “no, es que franklin me está castigando» (fingiendo estar triste) 

Ignacio: ¿y cómo te está castigando? 

Víctor: “no quiere decirme, dónde están los otros vídeos” 

Ignacio: ¿y qué tengo que hacer yo? 

Víctor: pues, ¡conseguir donde están los otros vídeos y contraseñas! 

Ignacio: ¿y qué gano yo? 

Víctor: ¡no se! ¡Lo que sea por esa información! 

Ignacio: ¡te quedaste clavado con los videos!  ¿verdad? 

Víctor: ¡sí, están geniales! ¡así podré ver tus vídeos! (Guiñando un ojo) 

Ignacio: “ok” ¡cómo me has caído muy bien, te lo conseguiré! 

Víctor: “pero no le comentes nada a Franklin” ¡y cuando ya haya visto los videos, le devolveré su computadora! 

Ignacio: “ok, no le diré nada» ¡pero ten en mente que tendrás que pagar por esta información!  

Víctor: ¡ok, te dejo mi número y me hablas cuando sepas algo! 

Ignacio: “no se diga más” ¡en unos días tendré tu información! 

Víctor: ¡genial! ¡gracias! 

 

Después de realizar su compra y cerrar un buen trato, Víctor salió de aquella tienda, luego se dirigió nuevamente al rancho. 

 

CONTINUARA…                      “saludos de su amigo @Angelblacks”