EN EL RANCHO DE LOS ABUELOS PART 15
Al día siguiente, Víctor despertó abrazado a su pequeño hijo y como de costumbre, su verga estaba dura, pero esta se había salido del aquel pequeño culito durante la noche. .
Apretando fuerte con una mano su verga, Víctor le dio un beso en la cabeza a su pequeño niño, luego se bajó de la cama, donde recogió su bóxer del piso y se vistió, entonces, cuando bajó a la cocina, su padre lo esperaba en la mesa sorbiendo su taza de café.
Víctor: ¡buenos días papá! ¡buenos días mamá!
Margarita: ¡buenos días hijo! ¿Dormiste bien?
Víctor: ¡si mamá, dormí muy rico esta noche!
Margarita: ¡qué bueno hijo! ¿Oscarito durmió bien?
Víctor: ¡si mamá, ni molesto en toda la noche!
Anselmo: ¡ese niño nos vino alegrar la vida aquí en el rancho!
Víctor: ¡si papá! ¡ya lo amo mucho!
Anselmo: ¡qué bueno hijo! “por cierto, te quiero decir algo»
Víctor: ¿dime papá?
Anselmo: mira hijo, pues yo ya voy para más viejo y a cada rato me duele la columna por la enfermedad que tengo.
Víctor: “sí, me imagino la gran molestia de tu columna” ¿y qué piensas hacer o quieres que haga?
Anselmo: “digo que deberías de buscar a alguien que te ayude» ¡así yo podré descansar más!
Víctor: “papa, no es necesario buscar» ¡tu descansa que yo me hare responsable de todo el rancho!
Anselmo: ¡está bien! “pero si no puedes, yo mismo conseguiré a alguien»
Víctor: ¡si papá, lo que tu digas!
Cuando los dos terminaron de tomar café, ambos montaron sus caballos y se dirigieron al corral de ganado, donde se pusieron a ordeñar las reses y entonces en cuanto terminaron, se pusieron a conversar mientras esperaban a pablo, quien siempre pasaba a recoger la leche.
Una vez que la leche fue entregada, Víctor mandó a su padre a la casa, pues él tenía que llevar todas las vacas al potrero, para que pastaran como siempre; cuando Víctor terminó, regresó a la casa a desayunar y justo cuando había terminado de desayunar, el teléfono de la casa sonó, por lo cual la madre de Víctor fue a recibir la llamada.
Margarita: ¡hola!
Persona al teléfono: ¡buenos días! ¿se encuentra Víctor?
Margarita: ¡si se encuentra! ¿De parte de quién?
Persona al teléfono: “habla su amigo Ignacio!
Margarita: “un momento por favor” ¡es para ti! (refiriéndose a Víctor)
Víctor: ¡Diga!
Ignacio: ¡hola Víctor! “soy Ignacio, el dueño de la tienda de sex shop”
Víctor: “ah sí” ¿qué pasó? ¿Te puedo ayudar en algo?
Ignacio: ¡si amigo, estoy apenado contigo! “la contraseña que te di no es la correcta”
Víctor: “ya me di cuenta de eso, ya que no pude abrir las carpetas»
Ignacio: ven a verme en cuanto puedas ¡ya pude sacarle la verdadera contraseña a Franklin!
Víctor: ¿pero estás seguro que ahora si es la verdadera contraseña?
Ignacio: ¡claro que si! ¡es más, trae la computadora para que veas que no miento!
Víctor: “está bien te veo a las 4 p.m. en tu tienda»
Víctor colgó el teléfono, luego rápidamente corrió a montar su caballo y se dirigió a hacer las otras actividades que le faltaban por realizar, una vez que terminó con ellas, se dirigió a la casa de su amigo pablo y ahí le pidió de favor que se hiciera cardo de su ganado por ese día, ya que el viajaría a la ciudad y regresaría por la noche.
Pablo aceptó con gusto, ya que es el mejor amigo de Víctor y además estaba en deuda por los grandes detalles que su amigo había tenido hacía el, así que entonces, cuando Víctor regresó a su casa, el reloj marcaba las 2 de la tarde, por lo cual, su madre de inmediato le dio de comer y después fue a ducharse, para poder partir a la ciudad.
Cuando Víctor terminó de ducharse, el salió del baño envuelto con la toalla, entonces, un poco apresurado, se dirigió a su cuarto para ponerse la ropa y ahí se encontró a su pequeño hijo; así que mientras Víctor se estaba terminando de secar el cabello, el pequeño Oscarito rápidamente corrió hacia él y al verlo totalmente desnudo, el pequeño niño agarró con ambas manos la verga flácida de su padre y dijo…
Oscarito: ¡BIBI papi!
Víctor: ¡mi amor, pero ya tengo que salir a la ciudad!
El pequeño niño no entendió lo que su padre le había dicho, así que de inmediato atrapó con su boquita ese enorme pedazo de carne flácido, así que en ese momento, Víctor se estremeció al sentir la tibieza de esa pequeña boquita y entonces no le quedo de otra, que dejar que su pequeño hijo mamara su BIBI por unos minutos.
Entonces, para este momento, aquella verga había despertado por completo, así que en ese instante, Víctor pensó en cogerse a su pequeño niño, pero algo lo detuvo, pues en ese momento, escuchó a su madre tocar a la puerta.
En ese instante, Víctor aparto al pequeño niño de su entrepierna y como, pudo, se puso únicamente el pantalón sin ropa interior, luego se sentó en la cama para colocarse los tenis, así que cuando vio que su erección ya estaba oculta, Víctor le dijo a su madre que pasara.
Víctor: “pasa mama»
Margarita: “hijo, solo vine a decirte que te lleves a Oscarito contigo»
Víctor: ¿Por qué mamá?
Margarita: “hoy vamos a misa y a Oscarito no le gusta» “la semana pasada estuvo muy inquieto»
Víctor: ¡salió a su padre! “Jejeje” “no te preocupes mamá, lo llevare conmigo»
Margarita: “otra cosa más«
Víctor: ¡si dime!
Margarita: ¿me puedes comprar estas cosas? (Entregando una lista)
Víctor: ¡si mamá, no te preocupes!
Cuando Víctor termino de amarrar las agujetas de sus tenis, se puso una playera, después vistió a su pequeño hijo, y cuando estuvieron listos, se subieron al Jeep Liberty y partieron de inmediato a la ciudad muy contentos.
Después de un rato de camino, Víctor llegó puntual al lugar citado, estacionó su automóvil y ayudó a bajar a su pequeño hijo, luego tomó la computadora y sujeto de la mano al pequeño para cruzar la calle, entonces, al acercarse a la puerta de aquel negocio, Víctor tocó el timbre un par de veces y aquella puerta se abrió.
Ignacio: ¡hola Víctor! ¿Cómo estas?
Víctor: ¡pues aquí estoy como acordamos!
Ignacio: ¡pasa hombre, no te quedes ahí!
Víctor:¡ gracias amigo!
Ignacio: ¡hola pequeñín! (Saludando a Oscarito)
Oscarito: “jijiji” (sonriendo dulcemente)
Ignacio: ¡que perverso eres amigo! “cada vez que vienes, pasas con Franklin por el niño» (mintiendo)
Víctor: ¡claro amigo! “tengo que aprovechar mi estancia aquí” (también mintiendo)
Ignacio: “haces bien amigo» ¡yo también lo haría! ¿Oye, te puedo pedir algo?
Víctor: ¡claro, dime!
Ignacio: ¡aprovechando que esta aquí el niño! ¿Me podrías mostrar como te mamá la verga?
Víctor: “no cabron, eso solo lo hago en la intimidad” ¡por eso pago por el!
Ignacio: ¡ándale! “ambos compartimos el mismo gusto y tú lo viste ese día allá atrás» ¿te acuerdas?
Víctor: “pero eso no fue mi culpa, tu fuiste quien me llevo hasta ahí”
Ignacio: “vamos hombre, solo será un momento” ¿o no quieres la contraseña de las carpetas que hay en la computadora?
En ese instante Víctor se puso pensativo por unos segundos, pues supuso que si no lo hacía, aquel hombre no le daría la contraseña y lo cierto de todo esto, era que no podía negar que la curiosidad lo estaba matando, pues quería ver el contenido de esas carpetas, así que entonces dijo.
Víctor: ¡esta bien! “pero solo será por un momento y me darás la contraseña»
Ignacio: ¡claro amigo, solo quiero ver lo que este pequeño ya es capaz de hacer!
Así pues, Ignacio llevó a Víctor hacia el sitio donde tenía como almacén y una vez que estuvieron ahí, Víctor entró cargando a su pequeño hijo, lo bajo al piso e inmediatamente desabotono su pantalón y bajo el cierre, en ese instante, aquel padre dudó por un momento, pero luego con un solo movimiento bajo su pantalón hasta media pierna.
Oscarito estaba frente a su padre y al verle el pene flácido, dijo “BIBI», entonces rápidamente lo sujetó con sus dos manitas y se la metió a la boca, un escalofrió recorrió el cuerpo de Víctor, pero ante la presencia de Ignacio aquella verga no quería despertar, ya que esa situación lo tenía un poco incomodo, entonces se escuchó la voz de Ignacio, quien los observaba muy atento sentado en una silla.
Ignacio: ¡woooo amigo! ¡que envidia te tengo!
Víctor: ¡la verdad, es que si lo mama muy bien para su corta edad!
Ignacio: ¡en saliva tu dedo y méteselo en el culito!
Víctor volvió a dudar un poco, pero ya tenía a su hijo mamándole la verga, así que se animó darle un buen espectáculo a Ignacio, por lo cual, unos minutos después, su dedo medio ya estaba completamente dentro del culito de su pequeño hijo y entonces para este momento, su verga ahora había alcanzado su total firmeza, esta fue la razón por la cual, Víctor acaricio la pequeña cabeza de Oscarito, pues le estaba agradeciendo haberlo ayudado a poner su verga totalmente firme y lista para dar batalla.
Víctor: “aaaaahhhh” ¡que rico, asi pequeño! (empujando su cintura)
El pequeño niño sujetaba con sus manitas aquella enorme verga y continuaba engullendo aquel enorme pedazo de carne de su padre, pero unos minutos más tarde, Víctor aparto a Oscarito de su verga, ya que pensó que esa demostración había sido suficiente.
Víctor: ¡listo, eso fue todo amigo!
Ignacio: “pero” ¿Por qué?
Víctor: “pues si continua” ¡este pequeño me sacara la leche y ya no voy a disfrutarlo!
Ignacio: oye ¿puedo tomarte una foto amamantando a Oscarito? ¡es para mí uso personal! (Haciendo seña de masturbación)
Víctor: “claro, pero cuida que no salga mi rostro»
Ignacio: “no te preocupes, seré cuidadoso con esto”
Víctor: ¿la tomaste?
Ignacio: ¡sí! “Pero ahora compláceme con otra posición por favor”
Víctor: “ya no amigo, eso ya es mucho”
Ignacio: ¿quieres la contraseña o no?
Víctor: ¡sí, si la quiero!
Ignacio: “ok, entonces solo tienes que colocarte detrás de Oscarito y ponle tu verga en su culito para tomar la foto”
Víctor: “está bien, pero solo hare eso y me darás la contraseña”
Víctor se acomodó detrás de su pequeño hijo y puso la punta de su enorme verga en la entrada de aquel culito, después espero unos segundos a que Ignacio tomara la foto y enseguida simulo coger al pequeño niño para complacer aún más a aquel hombre.
Después de tomar un par de fotos, Ignacio sonrió satisfactoriamente y entonces, viendo a los ojos a Víctor le dijo.
Ignacio: ¡eso fue suficiente amigo! “ya me di cuenta que eres de fiar»
Víctor: ¡para que veas que no es puro cuento y que si me gusta lo que hace este nene!
Ignacio: ¿ya quieres la contraseña?
Víctor: ¡claro, para eso vine! (acomodándose la verga en el pantalón)
Ignacio: la contraseña es “ARCOIRIS» ¡pero córrele, ve a revisar que si sea cierto!
Víctor: ¡claro ya voy!
Ignacio: “oye Víctor»
Víctor: ¿dime?
Ignacio: ¿le puedo dar un regalo a Oscarito?
Víctor: ¡claro! “voy por la computadora y regreso!
Ignacio: “no es necesario” ¡ve y ahorita te alcanzamos!
Sin perder tiempo, Víctor prendió la computadora y espero un momento, enseguida ubico las carpetas y cuando las tuvo frente a la pantalla, colocó la contraseña, la cual de inmediato dio acceso a su contenido; en ese momento, a víctor le brillaron los ojos, así que enseguida continuó con las otras carpetas y en todas tuvo éxito.
Víctor empezó hacer una revisión rápida de las carpetas, las cuales contenían sub carpetas, al ver esto, Víctor se detuvo en una de ellas para corroborar que no hubiera más candados y entonces eligió un video al azar.
El video se inició el reproductor de video que habían instalado en la computadora, en el apareció un niño de aproximadamente 9 años de edad, él estaba acostado en la cama y hacia poses diferentes mientras le tomaban varias fotos.
Después se le entrego un consolador de goma en forma de pene y entonces el niño empezó a jugar con él, lo colocaba en la boca lamiendo desde la punta hasta la base y después comenzó a golpear sus nalguitas con él; posteriormente, el niño volvió a regresar el pene de goma hacia su boca y ahí empezó a hacerle sexo oral simulando que era un pene de verdad.
El video finalizo, ya que su duración era un poco más de 3 minutos, en ese momento, Víctor continúo explorando las otras carpetas y quiso abrir otro video, pero luego se detuvo, pues pensó que ya tendría la oportunidad de ver todos los videos con total calma.
Cuando Víctor estaba cerrando la computadora, aparecieron Ignacio y Oscarito, el niño llevaba en la mano un videojuego Nintendo Wii que le había encantado, pero para su corta edad se le dificultaría usarlo; por otro lado, el rostro de Víctor estaba lleno de felicidad, pues por fin había logrado obtener la verdadera contraseña, así que en ese instante agradeció a Ignacio por semejante favor.
Víctor: ¡mil gracias amigo! ¡ten el dinero que te prometí!
Ignacio: “no, como crees» ¡con lo que acabas de hacer me doy por bien pagado!
Víctor: ¿no entiendo? ¿te refieres a la mamada que me dio Oscarito?
Ignacio: ¡pues, que más amigo, me dio mucho morbo y estoy bien caliente! ¡ahorita llamo a mi novia!
Víctor: ¡no me quiero imaginar cómo te la vas a coger amigo!
Ignacio: “a ella no” ¿te acuerdas del bebé del otro día?
Víctor: “si, si me acuerdo”
Ignacio: ¡pues quiero jugar un rato con el!
Víctor: ¡ah cabron, ya entendí! ¡pues mucha suerte mi amigo y te dejo porque yo también hare lo mío! (viendo a Oscarito)
Ignacio: “claro amigo” ¡tienes que desquitar lo que pagas por el! (mintió)
Víctor: ¡exacto, así tiene que ser! (volvió a mentir) ¡nos vemos amigo!
Ignacio: ¡CLARO VICTOR! ¡ESTOY MUY SEGURO, QUE NOS VOLVEREMOS A VER! (jajajaja)
Al salir de la tienda, Víctor recordó que tenía que pasar a comprar las cosas que le había encargado su madre, entonces Víctor paso al centro comercial donde lleno el carrito con todas las cosas de la lista; después, él se dio cuenta que también necesitaba algunas cosas y entonces aprovecho a comprarlas.
Víctor observó que había una bonita lavadora a muy buen precio y no dudo en comprarla, ya que su pobre madre tenía una semana lavando la ropa a mano a causa de que su lavadora se había descompuesto, Víctor acomodó como pudo todas las cosas en la cajuela y dentro del Jeep, luego regresó nuevamente al centro comercial, ya que su pequeño hijo le estaba pidiendo de forma muy exigente un par de juguetes.
Luego de comprarle los juguetes a su pequeño hijo, Víctor se compró un batido de vainilla, cargo a su pequeño hijo y los dos salieron del centro comercial rumbo al automóvil; en cuanto llegaron al auto, Víctor colocó el vaso de batido sobre el techo del jeep, luego bajó a Oscarito al piso para abrir la puerta, pero hubo un accidente, el batido de vainilla cayó encima de ellos, por lo cual mojo en gran parte a Oscarito.
Víctor se rio a carcajadas y de inmediato empezó a limpiar a su pequeño hijo, le quito la playera para limpiarlo mejor, luego empezó a buscar la pañalera para ponerle ropa limpia a Oscarito, pero en ese momento recordó que no la había llevado, Víctor siguió buscando, pero solo logró encontrar una camiseta sin mangas, por la cual no dudó en ponérsela.
Oscarito: “pipí, pipí” ¡papi! “pipí”
Víctor: “ok” “aprovechando que te estoy limpiando, voy a cambiar tu pañal”
El niño fue acostado por su padre en la silla del chófer, después le bajo el pantalón y enseguida le quitó el pañal desechable, Oscarito como todo niño juguetón, subió las piernas y en ese momento los ojos de Víctor se abrieron enormemente, pues se dio cuenta que, “en el culito de su pequeño hijo, había algo enterrado»
Víctor: ¿pero qué demonios es esto?
Víctor intentó retirarlo, pero un automóvil se estacionó a su lado, por lo cual, rápidamente subió el pantalón de Oscarito y partió del estacionamiento, pero al tener todos los asientos ocupados por las cosas que había comprado, sentó a su pequeño hijo sobre su regazo y luego fueron saliendo de la ciudad.
CONTINUARA…
Muchas gracias amigos por leer mis relatos, un saludo a todos y seguimos en contacto en telegram y WhatsApp, su amigo “@Angelblacks”
No te tardes, es muy bueno leerte👍
Oye que rico y excitante tu relato , quiero leer el primer relato como empezaste con tu nene, super caliente,saludos
Muy exitante relato, son las largas las esperas para la siguiente entrega pero vale la pena
mas por favor
cuando compartirás la continuación? la espero ansioso
Hola cunado nos compartirás los siguientes capítulos lo estamos esperando con ansias
Excelente saga, ojala podamos seguir leyendo las aventuras de Victor