EN EL RANCHO DE LOS ABUELOS PART 2
Luisito había tenido su primera experiencia sexual y le había gustado, desde ese momento no quitaba la mirada de Víctor, el pequeño se hacia la pregunta ¿Cuándo volvería hacer lo mismo con su tío? .
Cuando regresaron a la casa de los abuelos, no encontraron a nadie, la casa seguía vacía, al parecer ellos aun no regresaban, Víctor cocino algo rápido, se sentaron en la mesa viendo el televisor, el teléfono sonó, Víctor fue a responder la llamada, después de un momento de conversación colgó y regreso de nuevo a la mesa, donde siguió comiendo.
Luisito: ¿Quién era tío?
Víctor: era tu mama, para saber cómo estas y para decirme que los abuelos no llegaran, ya que tu abuela se tuvo que quedar hospitalizada; tu mama está con ellos ahora.
Luisito: ¿me llevas a casa? ¡quiero ver a la abuela!
Víctor: Luisito tu mama dijo, que hoy te puedes quedar aquí en el rancho y que mañana tu papa vendrá por ti…
Luisito: ¡está bien tío!
Cuando Terminaron de comer, levantaron la mesa, lavaron los platos y enseguida fueron a darle de comer a los animales, cuando regresaron nuevamente a casa, se pusieron a jugar videojuego. Todo seguía normal entre los dos.
Al caer la noche, Víctor se iba dar una ducha, en ese momento le dijo a Luisito que si quería podía ducharse también, el niño acepto de inmediato la invitación, pues sería buen momento para ver aquel hermoso cuerpo; se metieron al baño y se quitaron toda la ropa.
El agua empezó a caer, recorriendo ambos cuerpos desnudos, Víctor tomo shampoo, colocándolo en la cabeza de su sobrino, luego tomo un poco más, para untarlo en el resto de su cuerpo, así el pequeño quedaría bien limpio; luego Víctor hizo lo mismo con su cuerpo, Luisito no apartaba la mirada del hermoso cuerpo de su tío, principalmente de su entrepierna, donde Víctor se tocaba para lavarse todo el pene y los testículos, aquella imagen era perfecta para Luisito.
Terminaron de bañarse, Víctor tomo una toalla, seco todo el cuerpecito desnudo de su sobrino, desde los pies hasta la cabeza, secando principalmente el diminuto penecito y sus redonditas nalguitas.
Víctor: has quedado limpiecito, (guiñándole un ojo) ahora nada más me seco y salimos a cambiarnos.
Luisito: si tío está bien, té espero.
cuando Víctor termino de secarse, ambos salieron del baño, el cargo a su pequeño sobrino yéndose a su recamara, ahí se puso un bóxer ajustado color negro y una camiseta, en ese momento Luisito intento ponerse de pie para ir a buscar su ropa, pero escucho a su tío preguntarle ¿A dónde iba?
Luisito: Tío, voy a buscar mi ropa para cambiarme.
Víctor: no, quédate así y ponte mejor una de mis camisetas jejeje
Luisito: pero traigo mi pijama tío.
Víctor: lo sé, pero quiero que estés más cómodo
El pequeño dudo un momento, pero su tío se acercó a él poniéndole una de sus camisetas, la cual solo le alcanzaba a cubrir hasta las nalguitas, luego fue a servirle un vaso de leche a Luisito, cuando este término, le indico lavarse los dientes y que se fuera a su cama a dormirse.
Luisito Prendió el televisor acostándose en la cama, tal vez por el día tan pesado que tuvo, fue quedándose profundamente dormido, luego de un rato, el pequeño empezó a escuchar voces acompañados gemidos, adormitado se sentó en la cama; su tío no estaba, se bajó de la cama buscándolo, al llegar a la cocina lo encontró, él estaba frente al refrigerador tomando un vaso de agua, intento hablarle, pero lo vio totalmente desnudo y tenía la verga bien dura.
El pequeño se regresó a la cama de inmediato, viendo al televisor se sorprendió al ver las escenas que pasaban, (una mujer con un hombre desnudos, la mujer abría la boca, comiéndose la gran verga de aquel hombre, el hombre so cerraba los ojos gimiendo de placer) Luisito recordó, aquel momento que había pasado con su tío en la mañana; Sintió un cosquilleo en el estómago y su pequeño penecito se puso duro.
Luisito escucho toser a su tío, rápidamente se puso boca abajo, para que el no viera que estaba despierto, el pequeño en su afán de ocultarse, se había olvidado que estaba desnudo, sus nalguitas quedaron descubiertas; Víctor entro subiéndose a la cama y continúo viendo la película…
La mente de aquel niño, grabo las imágenes de lo que hacía aquella mujer, (tragando aquella verga con la boca y después entrando completamente en su vagina) por los gemidos que hacían, no dejaban dormir al niño; Luisito sentía que la cama se movía, escuchaba un ruido extraño, su tío también dejaba escapar un leve gemido, Luisito fue abriendo un poco los ojos, ahí pudo ver, que estaba haciendo su tío Víctor en ese momento, una de sus manos sujetaba su mojado pene, la cual subía y bajaba varias veces por aquella dura verga.
Víctor tomo la mano de su sobrino, poniéndola sobre su verga, comenzó a masturbarse, Luisito no se movía, al contrario, estaba feliz de sentir nuevamente esa enorme verga en sus manos; Víctor se detuvo un momento, se arrodillo frente a la cabeza de su sobrino y empezó a pasar su verga por sus labios.
Víctor al ver que el niño estaba desnudo, se acomodó detrás de él, empezó a tocar sus nalguitas, su espalda, las piernas y empezó a besarle el cuello, fue bajando por la espalda hasta llegar a sus nalguitas, las abría con sus enormes manos, jugando con ellas o besándolas.
Luisito no se movía para nada, pero su corazón lo delataba por lo acelerado que latía, estaba experimentado una vez más, aquella rica sensación; el niño abrió sus ojos por completo y se dejó hacer, por lo que su tío quería, pues le había encantado el juego que le enseño en el rio.
El tío de aquel niño, pasó la lengua por su culito, Luisito se estremeció, una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo, en cuestión de segundos el pequeño estaba excitado; estaba tan fascinado, sintiendo como aquella lengua recorría todo su culito, abriéndose paso a su interior, esto hacía que el temblara de la excitación y que, de su pequeño penecito, salieran unas pequeñas gotas de lubricante.
Víctor empezó a meter su dedo índice, como su lengua aún seguía en el culito del niño, se deslizo fácilmente, el dolor se hizo presente, el pequeño se movió un poco, pero Víctor se quedó quieto por un momento, esperando a que el esfínter se adaptara a su dedo, después de unos segundos, siguió estimulando el culito de su sobrino con su dedo y lengua.
Después de unos minutos, Víctor saco su dedo del culito de su sobrino, se levantó de la cama, donde fue abrir una gaveta, camino de nuevo a la cama destapando un frasco, abrió las nalguitas de Luisito, donde dejo caer un poco de lubricante y metió el dedo medio con mucho cuidado.
El culito de Luisito se estaba adaptando a los dedos de su tío, uno a uno entraban de manera consecutiva, Víctor estuvo haciendo este proceso un rato, aquel culito estaba bien lubricado, se abría con facilidad; entonces un segundo dedo fue entrando en aquel culito, si dolió un poco, pero fue menos que el primero.
Víctor siguió besando la espalda de su sobrino, sus oídos, el cuello, lamia su mejilla, eso asía que el pequeño se relajara completamente y sin darse cuenta, dio permiso a un tercer dedo; De nuevo el dolor llego, Víctor se quedó quieto por un momento, pues ya había logrado su cometido, “3 de sus gruesos dedos, estaban completamente adentro del culito de su pequeño sobrinito”
Víctor empezó a mover sus dedos, sacándolos y metiéndolos suavemente, los movía en forma circular, abría sus dedos dentro del culito de su sobrino, era increíble ver, como aquel culito se expandía por la penetración de aquellos gruesos dedos; Luisito solo se retorcía por el placer que sentía.
Víctor saco sus dedos del culito de Luisito, se montó sobre su pequeño sobrino, aquel pedazo de carne dura, quedo justo en aquellas redonditas nalguitas, Víctor acomodo su verga entre las nalguitas de Luisito y empezó a mover su cintura.
Víctor aun no penetraba al pequeño, solo movía su verga entre las nalguitas del niño, para que el sintiera el tamaño, así como la consistencia de su gran hombría; el dejo caer su cuerpo sobre la espalda de su pequeño sobrino, ahí se dio cuenta que el temblaba, moviendo su culito en forma circular como pidiendo más de aquella gruesa verga.
Víctor empezó a acariciar al pequeño por sus costados, fue bajando sus manos hasta las nalguitas de su sobrino, las apretó suavemente, le dio un beso en la mejilla y luego le susurró al oído, ¡bebe hermoso, ahora serás mío para siempre!
Víctor se incorporó nuevamente, tomo un poco de lubricante, se unto muy bien toda la verga, luego dejo caer un poco más en el culito de su sobrino, con sus grandes piernas, abrió completamente las piernas de Luisito; se apoyó con mano izquierda sobre el colchón para sostener su cuerpo y con la otra guio su verga a la entrada de aquel culito.
la punta de aquella verga toco el culito de Luisito, un segundo después, sintió como su tío empujaba su cintura hacia adelante, haciendo un poco de presión; la punta empezó abrir aquel culito, abría un poco y retrocedía, Luisito apretaba el culito para no dejarlo entrar, pero poco a poco se fue relajando, Víctor al notar que su sobrino había cedido, empujo fuerte la cintura “enterrando la cabeza de su verga completamente, Luisito sintió dolor en el culito y grito”
Luisito: aaayyyy ¡duele mucho! Aaayyyyy (quitando la verga de su culito)
Víctor: ¿qué paso? ¿Estás bien?
Luisito: ¡tío me dolió mucho!
Víctor: es normal que te duela Luisito, una verga como esta no la aguanta cualquiera, mejor ya no juguemos más, Pero Recuerda que tu papa dijo que te portaras bien conmigo y si le digo que no lo hiciste “ya no te darán permiso para venir”
Aquel hombre estaba muy lujurioso, tenía que desahogarse sexualmente, él sabía que el pequeño lo quería mucho y que además él tenía que hacer caso a las indicaciones de su papa, justo ahí, Víctor tenía nuevamente la oportunidad para concluir lo que ya había empezado.
Luisito: está bien tío, podemos jugar de nuevo, pero si me duele te digo
Víctor: está bien Luisito, lo voy hacer despacito y veras que te va a gustar.
Víctor Se levanto e hizo ponerse de pie a Luisito en la cama, le indico que lo abrazara, poniendo sus manos en su cuello, levantándolo coloco sus piernas alrededor de su cintura, aquel hombre fuerte de 29 años, cuerpo marcado por el trabajo del campo y 1.80 de estatura, levanto como una pluma, el cuerpo del pequeño.
Luisito sintió, como aquella verga palpitaba cerca de sus nalguitas, Víctor empezó a besar en los labios a su sobrino, cerrando los ojos, él lo imitaba torpemente ya que nunca lo habían besado de tal manera, los besos continuaron en el cuello, mientras una de sus grandes manos acariciaba la suave piel de su espalda.
El pequeño empezó a temblar, Víctor al darse cuenta que el pequeño estaba excitado, sujeto su verga, guiándola hacia la entrada de aquel culito aun virgen; agachándose un poco, la cabeza empezó a entrar sin dificultad, Luisito sintió algo de dolor e intento quitarse, pero Víctor lo tenía inmovilizado.
los labios de Víctor, callaron el quejido de dolor, Luisito en su intento de escapar se empujó con sus piernas hacia arriba, pero fue inútil, no logro que aquella verga saliera de su culito; Víctor continúo acariciándolo por la espalda, sus labios aún seguían pegados y ahí fue cuando el niño sintió aquella lengua tocar su paladar.
Una nueva sensación sintió el pequeño, se fue relajando, de tal manera que el dolor cedió, con la punta de aquella verga dentro de su culito, Luisito cerro los ojos nuevamente, para entregarse al placer, Víctor empezó a besar el cuello de su sobrino, coloco sus manos en las nalguitas del pequeño y se quedó quieto.
Luisito poco a poco fue dejando caer su propio peso, aquella verga empezó a entrar por si sola en su interior, Víctor solo continuaba con los besos y las caricias, varios minutos después, Luisito abrió los ojos, donde se encontró directamente con los ojos de su tío, quien le sonreía con picardía.
Luisito sentía el culito muy estirado, pero no sentía dolor alguno, aquella sensación era rara, pero a la vez era agradable; entonces escucho la voz de su tío.
Víctor: ¿estás bien?
Luisito: ¡sí, tío… muy bien!
Víctor: ¿te duele?
Luisito: ¡no me duele! ¡me gusta tío!
Víctor: ¡ya vez que te dije, que te iba a gustar! (acariciando su cabello)
Luisito: ¡siento mi culito raro, pero siento rico!
Víctor: ¡y solo ha entrado la puntita! (mintió)
Luisito: ¡pero ya me cansé tío!
Víctor: ¡está bien Luisito, ahora vas a sentarte! (riendo maliciosamente)
El Caminó hacia la cama sin sacar su verga, se acostó en la cama colocando sus manos debajo de su cabeza y dijo, “yo no voy hacer nada, tu sabrás si te la sacas o quieres seguir jugando con mi verga” La cara de Víctor había cambiado en ese momento, veía en su mirada lujuria y sexo, el solo quería satisfacer su necesidad como hombre.
Lusito empezó a sentarse poco a poco, su esfínter fue cediendo cada vez más, dando paso a tremenda verga, Cuando sentía dolor se subía un poco, haciendo que su tío suspirara de placer; la mitad de aquella verga, se había alojado fácilmente dentro del culito del niño, quien creyó que eso era todo y sus piernas le temblaban, pues ya estaba cansado.
Luisito: ya no puedo más, la voy a sacar, ahora quiero que tu juegues conmigo.
Víctor: está bien sobrinito hermoso, ¿sabes cómo se llama este juego?
Luisito: ¡tío, no se! ¿Cómo se llama?
Víctor: ¡estamos cogiendo! ¿quieres que yo te coja bien rico?
Luisito: ¡sí, tío…. cógeme rico! ¡pero que no me duela he!
Víctor acomodo al pequeño al centro de la cama, levanto sus piernas colocándolas en sus hombros, guio su verga en la entrada de aquel culito abierto y empezó a meterla suavemente, la lubricación permitió que aquella verga avanzara rápidamente, Víctor puso sus manos en los hombros de su pequeño sobrino e inicio el vaivén de su cintura.
Las embestidas de Víctor se fueron un poco bruscas, aquel culito se había comido más de la mitad de aquella gruesa verga, Luisito se quejaba e intentaba apartar a su tío con sus pequeñas manos; pero Víctor le tapó la boca diciendo que se calmara, haciéndole saber que ya lo peor había pasado y que mejor disfrutara como él lo estaba haciendo.
Aquella molestia fue pasando poco a poco, lusito sentía en su interior como aquella verga palpitaba, Víctor se quedaba inmóvil por un momento, después empezaba a sacar su verga, para luego ir la metiendo lentamente, la sacaba nuevamente y la volvía a meter, haciendo esto lograba meter un poco más.
Luisito sentía un poco de dolor, pero a la vez placer, pues su virginidad se había ido completamente, hora el pubis de su tío Víctor, chocaba con sus pequeñas nalguitas, el culito de aquel niño se había tragado completamente una verga de 21 centímetros.
Víctor: mmmmmm, Luisito, que apretadito estas, nunca pensé en comerme tu culito tan rico, de lo que me he perdido todo este tiempo, mmmmmm.
Luisito: para ya por favor tío, mejor cogemos mañana…
Víctor: si bebe hermoso, ya voy a parar, aguanta un momento más y disfrútalo.
toda primera vez duele, Víctor estaba siendo un poco rudo con la penetración, el nada más quería saciar su deseo sexual, luego de 10 minutos de constante penetración, el culito de Luisito se había adaptado a esa enorme verga de su tío, la molestia disminuyo, dejo de quejarse y fue relajando el cuerpo, entonces empezó a disfrutar un poco de esa rica cogida.
Víctor besaba a su sobrino por todas partes, chupaba sus labios, sus pequeños pezones, que se erectaban cada vez más, con su lengua recorría desde su ombligo hasta su cuello, eso le enchinaba la piel y haciendo que el pequeño empezara a gemir, aaaahhhhhh
Víctor estaba tan excitado, que no podía creer que el culito de su sobrino había tragado sus 21 centímetros de verga, dirigió la mirada a la cara de Luisito donde contemplo su rostro de placer; habían trascurrido más 20 minutos, desde Víctor penetro completamente a Luisito; el empezó a gemir más fuerte, sus envestidas fueron más fuertes, su respiración comenzó acelerarse más y entonces el pequeño sintió como aquella verga palpitaba dentro de él.
Luisito sintió un líquido caliente en su interior, de la boca de Víctor salió un grito de placer, “aaaaaaahhhhh” dando 2 fuertes embestidas, se quedó quieto por un momento, después, sin sacar su verga del culito de su sobrino, bajo las piernas de sus hombros y le dio un beso en la boca.
Las piernas de Luisito le temblaban, cuando aquella verga perdió su rigidez, Víctor la fue sacando de aquel culito, hizo ponerse en posición de perrito para revisarlo, ahí noto que, le había quedado hueco enorme e hinchado, se asustó un poco, pero no le dijo nada al pequeño; Luisito sentía ganas de hacer popo, por lo cual, Víctor lo abrazo llevándolo al baño.
Tomando una rica ducha, Víctor lavo bien el culito de Luisito, esto fue para no dejar rastro de su leche, así también limpiaría el pequeño rastro sangre, que indicaban la perdida de la virginidad del pequeño; regresándolo nuevamente a la cama, lo reviso una vez más, ahí noto que el culito de su pequeño sobrino se había cerrado y que no había nada por qué temer.
Lo abrazo fuertemente diciéndole que lo quería mucho, además le ofreció lo que él quisiera “pues se lo acababa de ganar muy bien” dándole un beso en los labios acaricio su barbilla, ahí fue donde le hizo prometer, “que no le diría nada a nadie de lo que hicieron” porque si decía algo, vendrían a llevárselo unos señores malos, le pegarían y jamás lo volvería ver.
Luisito juró nunca decir nada, se abrazó a su tío y se fue quedando dormido, pues al día siguiente, llegaría su papa a recogerlo para llevarlo a casa. Esa noche el niño había perdido su virginidad, pero había ganado un amante, descubrió el sexo y el comienzo de su inclinación, por el gusto hacia su mismo sexo.
CONTINUARA…
Nota: este relato, ya se había publicado por mí angelblack, al ser uno de los primeros, lo he modificado para disfrute de los lectores de esta página, así también para futuras publicaciones sugerencias y comentarios háganmelo saber, (@Angelblacks telegram)
Están excelentes tus relatos gracias