EN EL RANCHO DE LOS ABUELOS PART 6
Aquella hermosa mujer le entrego un sobre y le notifico, que debía de presentarse al juzgado en dicha fecha o de lo contrario, procederían con forme a la ley..
Pablo al escuchar la palabra juzgado, pensó que su amigo se había metido en cerios problemas, por lo que de inmediato se despidió de él, dejando a Víctor solo y pensativo con el sobre en la mano.
Víctor destapo el sobre, saco el documento que estaba en su interior y de inmediato empezó a leer, ahí se entero, que en dicho documento, se le solicitaba acudir al juzgado civil “para responder a una demanda de pensión alimenticia”
Víctor se mostró sorprendido, pues él no tenía hijos y creyó que todo esto era un error, pero para estar más tranquilo, acudiría a dicho lugar para aclarar esta confusión.
En el documento se le citaba en 2 días, a las 8 de la mañana, pero para que no se le hiciera tarde, Víctor decidió irse un día antes; tomo una mochila con algo de ropa y después, se marchó en su camioneta rumbo a la ciudad.
En cuanto llego a la ciudad, Víctor fue directamente a la casa de su hermana, Lizet se mostró sorprendida por dicha visita, entonces el platico el motivo de su visita, ella se burló de su hermano, porque él nunca había estado casado, pero pronto se quedó seria diciendo ¿Qué si no había embarazado alguna de sus novias?
Víctor empezó a hacer memoria de sus exnovias, pero por más que intentaba acordarse no pudo, en ese momento, llegaba su cuñado Eduardo junto con su pequeño sobrino Luisito; el niño al ver a su tío, de inmediato corrió a abrazarlo, Eduardo estiro la mano y con un fuerte abrazo, le dio la bienvenida a su cuñado.
Lizet se despidió de su hermano y de su esposo, pues esa noche tenía que trabajar en el hospital.
Más tarde, después de conversar por un rato, Eduardo dijo que ya era hora de dormir, pues ya era un poco tarde y Luisito tenía que ir a la escuela.
Víctor: “pasen una bonita noche, yo me quedare aquí en la sala”
Eduardo: “de ninguna manera cuñado” “dormirás en el cuarto de visitas, ahorita te llevo una cobija”
Víctor: “está bien, esta noche creo que dormiré como roca” jajaja
Luisito: “ha de ser porque estas muy cansado tío” jajajaja
Eduardo: “ándale pues, vayamos a dormirnos que ya es tarde”
Él le entrego las sabanas a su cuñado, enseguida mostro el cuarto donde el dormirá; Eduardo tomo de la mano a su hijo lusito y lo llevo de inmediato al cuarto del menor, ahí cerro la puesta con llave y permaneció por largo rato.
Víctor se fue a duchar, se puso un bóxer para dormir, luego apago la luz y se acostó, él se dispuso a dormir, pero no podía conciliar el sueño, el seguía tratando de recordar quien de sus novias pudo haber quedado embarazada.
Una hora después, Luisito entro en su cuarto y se metió en la cama, giro a su lado izquierdo, poniéndose en posición de cucharita, luego fue acercando la colita a la entrepierna de su tío, quien al percatarse de eso, Su verga empezó a ponerse inquieta; Luisito movía la colita provocando, que aquella verga despertara en todo su esplendor.
Víctor se quedó quieto, quería ver que tanto lo había extraño su sobrino, Luisito llevó una manita hacia atrás y la metió en su bóxer, liberando aquella verga de su prisión de tela. Por un rato esa mano quedó quieta, creyendo que su tío dormía por lo cansado que estaba, enseguida empezó a acariciar aquel pedazo de carne, reconociendo sus dimensiones y la apretó un poquito.
Víctor ardía de calentura por aquellas caricias, el pequeño fue bajando lentamente, cuando estuvo frete a la entrepierna de su tío, hizo a un lado la sabana e inmediatamente empezó a engullir aquel pedazo de carne, Luisito mamaba aquella verga muy bien, ese niño había estado practicando con su padre y ahora ya era un experto.
El pequeño nuevamente se acomodó en posición de cucharita, bajo su pequeño bóxer, luego coloco algo de saliva en su culito y metía sus deditos para lubricar bien por dentro, después acomodo la punta de aquella verga en la entrada de su culito.
Lentamente empezó a empujar hacia atrás, la presión era firme, por lo que aquel esfínter cedió, dejando que la punta de esa verga entrara por completo en él; Luisito se quedó quieto, esperado a que el dolor cediera y cuando estuvo listo, reanudo sus empujes.
La mitad de aquella verga había entrado en aquel culito, por lo que, Víctor no puedo contenerse más y abrazando fuertemente a su pequeño sobrino, le susurró al oído.
Víctor: ¡eres bien travieso Luisito!
Luisito: ¡es que no podía dormir tío y por eso vine a verte! ¿Te molesta tío?
Víctor: ¡no bebe, me encanto que hallas venido!
Lusito: ¿puedo dormir contigo hoy?
Víctor: ¡claro que si bebe! ¿Pero no le bayas a decir a tus papas?
Luisito: “no tío, yo no diré nada…. lo prometo”
Víctor se terminó de quitar el bóxer y en cuanto volvió a abrazar a su sobrino, empujo otro poquito más de su verga, Luisito se quejó al sentir como se deslizaba en su interior otros centímetros más de aquella verga.
No había prisa, así que con mucha suavidad, Víctor continuo cogiendo el culito de su sobrino; acercándose un poco más a él, pego su pecho a la espalda del menor y no paro de cogerlo.
Víctor le acomodo una almohada en el vientre a su sobrino, luego hizo un movimiento para que Luisito quedara sobre la almohada y Víctor quedo sobre aquel cuerpecito infantil, ese culito quedó expuesto hacia atrás y más abierto, por lo que Víctor empujo firmemente, entrando totalmente en su sobrino.
Luisito: ¡uuuyyyy!
Víctor: ¿Qué pasa pequeño?
Luisito: “Nada tío, nada”
Víctor se quedó quieto por un momento, tratando de que su sobrino se relajara, el sentía los pelos de su pelvis pegados a la nalguitas de Luisito, no había duda alguna, que su verga estaba completamente dentro de ese culito.
Un culito tan rico, que se amoldaba perfectamente a su verga, Víctor fue iniciando el movimiento de su cintura suavemente, metía y sacaba su verga con cuidado, estaba disfrutando al máximo, sintiendo lo apretado del culito de Luisito.
Después de un tiempo, Víctor fue acelerando sus embestidas, movía más rápido y fuerte su cintura, metía toda su verga en ese culito y en cada clavada, Luisito gemía, pero todos sus gemidos eran ahogados por la mano de Víctor, pues no quería que el padre del niño despertara.
Víctor sacaba su verga por completo, luego la volvía a meter una y otra vez, hasta que no soporto más; pegó su cuerpo fuertemente al de lusito, rodio todo su cuerpito con sus brazos y empezó a descargar toda su leche dentro del culito se su pequeño sobrino.
Cuando por termino de expulsar toda su leche, empezó a retirar su verga lentamente del culito de Luisito, luego le indico que apretara el culito, para que guardara su leche en su interior; en ese momento mando al pequeño a su cuarto, pues no quería que nadie se enterara de lo que ellos hacían a escondidas.
Casi era media noche, Luisito obedeció la orden de su tío, por lo que recogió su ropa interior y se fue desnudo a su cama, Víctor aún tenía la verga dura, estaba dispuesto a dar una segunda cogida, pero no lo creyó prudente por el momento.
Un minuto después de que Luisito salió, Eduardo abrió la puerta muy cautelosamente, Víctor se alcanzó a tapar la verga con la sabana, pero su gran erección era notaria, enseguida la luz del cuarto se encendió pero Eduardo no entro, Víctor fingió estar dormido, por lo que unos segundos después, la luz se volvió a pagar y la puerta se cerró.
Eduardo camino hacia el cuarto de su hijo, llevaba la verga dura, la cual se le había salido por la parte de adelante del bóxer flojo que tenía puesto, al entrar encontró a su pequeño acostado boca abajo, estaba metiéndose los deditos en el culito; al acercase a la cama le acaricio la espalda y Luisito volteo a verlo con una gran sonrisa en su rostro.
Eduardo cargo a Luisito, quien rápidamente se sujetó del cuello de su padre y de inmediato rodeo su cintura con sus piernitas, entonces Eduardo acomodo su verga en la entrada de aquel culito; lusito al sentirlo, rápidamente dejó caer su peso sobre él, enterrando la punta y un centímetro más de esa verga.
Eduardo: “wooooo, tranquilo mi amor, te vas hacer daño”
Luisito: ¡es que me gusta cuando me coges papi!
Eduardo: ¡lo se mi amor, sé que te gusta la verga de papa!
Eduardo llevo a su pequeño hijo a su cuarto, mientras el caminaba, El pequeño empezó a descender poco a poco sobre aquella verga, la cual se fue enterrando dentro de su culito, cuando llegaron a su cama el niño ya se había tragado más de media verga.
Eduardo lo fue retirando muy lentamente, pues se tenía que quitar el bóxer y cuando saco su verga en su totalidad, la leche de Víctor corrió por toda su verga mojando su ropa interior.
Eduardo: “ha cabron, aun tenías guardado la leche que te di hace rato”
Luisito: “si papa, me encanta tener tu leche dentro de mi”
Eduardo se desnudó por completo y tiro al pequeño en la cama, esa noche se lo volvió a coger aprovechando que su esposa estaba trabajando en el hospital.
En la mañana, Eduardo fue despertado por una rica sensación, su verga estaba clavada en el culito de su hijo, por lo que no tuvo otra opción, que empezarlo a coger suavemente, sin despertar a su hijo.
La puerta de su cuarto se abrió sin previo aviso, era Víctor quien se despedía, pues aún tenía que llegar al juzgado donde se le había citado.
Eduardo apenas pudo reaccionar y de inmediato intento tapar la desnudes de ambos, para que su cuñado no viera lo que estaba sucediendo en esa habitación; Eduardo nada más se le ocurrió decir “cabron, toca la puerta antes de entrar”
Víctor: “disculpa, solo me vine a despedir”
Eduardo: “suerte y cierra la puerta cuando salgas”
Víctor vio esa situación un poco rara, pero se apresuró a irse de la casa de su hermana, pues en unos minutos el sabría la razón por la cual se le había mandado a llamar.
CONTINUARA…..
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!