===EN EL SAUNA===
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ruby-23.
En un sauna dos compañeros de trabajo descansaban mientras esperaban a que pasara el tiempo.
Uno de ellos comenzó a tener un sueño húmedo, inevitablemente su miembro comienza a despertar, súbitamente vuelve en sí. Al percatarse del incidente que le resultaba bastante embarazoso se levanto cubriéndose con la toalla dispuesto a salir de ahí antes de su compañero se percatara.
Cuando va a abrir la puesta una mano golpea con la palma la misma para cerrarla.
En el sobresalto Amano voltea bruscamente percatándose de la mirada fija de Yakisuke, que con voz suave le dice al oído.
– De verdad quieres salir y exponerte a que te vean en esas condiciones. Afuera están personas de todas edades, también niños ¿Qué crees que pensarías si sales así?
Amano medita unos segundos, voltea a la puerta decidido a salir.
– Seré discreto… pasare rápido tengo que estar en privado para bajar esto.
– ¿Y por qué no lo haces aquí? A fin de cuentas ambos somos hombres ¿Qué tiene de particular que te hagas un servicio? Yo también me los he hecho…
– Realmente preferiría hacerlo en privado.
Yakisuke se le acerca más deslizando su mano izquierda por su cintura y con la derecha sosteniendo la mano que tenía en la perilla de la puerta.
– Te puedo ayudar si el problema es que no sabes hacerte un servicio. No es nada difícil y terminara pronto tu pequeño problema.
– ¿Queee? ¡No! Ni pensarlo, yo lo puedo hacer solo.
– Bien, qué esperas hazlo…
La voz de Yakisuke sonaba inusualmente seductora, estar en esa situación era muy incómoda para Amano quien estaba completamente petrificado.
– Suéltame… no puedo si estas tan cerca…
– Bien…
Le suelta acariciándole el vientre y la mano de una manera sutil pero bastante seductora. Amano se tensa aun más y su miembro sigue demandando atención pero toda esta situación está fuera de su control, nunca antes le había ocurrido algo similar conoce a Yakisuke desde hace dos años y jamás lo había percibido tan intimidante como en este preciso momento. Su sola presencia lo estaba turbando en sobremanera.
Por su parte Yakisuke observaba divertido la situación esbozando una pequeña sonrisa.
– ¿Qué pasa? Solo es hacerte un servicio y todo habrá terminado, tu erección bajara y podrás salir despreocupadamente y muy relajado. –sonrió con malicia- En vista de que no te decides te ayudare.
Nuevamente lo abrazo por la cintura, deslizando la otra mano sobre la que tenía en la perilla haciendo que la retirara de ahí. Cerro con seguro, girando el botón que enciende una luz de ocupado afuera para evitar que alguien entre.
– Te ayudare, seré cuidadoso para hacerte disfrutar al máximo… en poco tiempo nos desharemos de tu incomoda erección…
Amano le ve de reojo, con un ligero fulgor en el rostro acepta su ayuda.
Yukisuke comienza a besar entre su cuello y oído.
– ¡¿Qué haces?! Se supone que me ayudarías con el servicio no que me besarías.
– Sshhh… tranquilo… es parte de la ayuda debes relajarte antes, estas muy tenso… primero liberaremos tensión de tu cuello y seguiré con nuestro amiguito, solo déjate llevar y todo estará bien. Confía en mí…
– …
Prosiguió con besos trazando camino hasta su hombro, regreso con besos pausados al llegar a su cuello Amano cierra los ojos, inconscientemente inclino su cabeza para darle paso libre hecho que Yakisuke aprovecho para seguir besándole hasta llegar a la comisura de sus labios.
Amano estaba disfrutando las sensaciones que le producían aquellos besos. De repente siente una ligera mordida en el lóbulo de su oído, sin pensarlo suelta un gemido ahogado, esta reacción complace a su acompañante haciéndole que sonría ante aquel sonido.
Acto seguido deja esa área para besar la parte trasera de su cuello y comienza a descender entre besos y caricias en su vientre, al llegar a sus glúteos comienza a besarlos y morderlos ligeramente. Amano se aferra a la puerta con la cabeza agachada tratando de ahogar los gemidos de placer.
De manera seductora Yakisuke considera que es suficiente y decide regresar de la misma forma que bajo, aprovechando la postura que tenía su acompañante decide morderle el cuello ligeramente mientras con sus manos acaricia desde los pezones hasta el vientre. El miembro de Amano comienza a emanar líquido preseminal.
Con la mano derecha forza el rostro de Amano para que lo vea, capturando su labios comiéndole labio por labio suave y apasionadamente provocando una respuesta correspondida a aquel beso. Amano decide darse la vuelta y así disfrutar más de aquel beso aferrándose a su espalda con deseos de profundizar más aquel beso extasiante.
Por fin decide separarse tras la necesidad de tomar un poco de aire. Sin embargo Yakisuke no desea darle descanso, se posa sobre su manzana de Adán besándolo, empieza a bajar hasta llegar a sus pezones, comienza a lamerlos, succionarlos, dándole pequeños mordiscos. Amano sostiene la cabeza de Yakisuke ya sin poder evitar los gemidos que emana su boca.
Yakisuke nota el líquido preseminal y decide usarlo como lubricante en la entrada de Amano quien salta en la sorpresa aun así permite que continúe. Con pequeños círculos acaricia ese pequeño capullo provocando con ello sensaciones totalmente extaciantes en todo el cuerpo de su amante, ese pequeño capullo esta palpitante deseoso de más de esas caricias, esos dedos juguetones que acarician su borde entrando y saliendo de el con cadencia. Mientras relaja su capullo continua besando y deslizando la lengua por eso pezones erectos y brillosos.
Le exita ver como el cuerpo de su amante responde, baja nuevamente con besos hasta su vientre besándole el ombligo. Por fin decide darle algo de atención a ese miembro suplicante sin descuidar su pequeña entrada, con la otra mano comienza a pasar sus yemas desde la cabeza hasta la base de aquel miembro ansioso. Amano suelta un fuete gemido, la sensación provoca que su cuerpo que encorve sobre Yakisuke.
– Porque me torturas… tanto… haa…
– No es tortura… simplemente es una estimulación…
– …aaahhh… ya… ya no aguanto más…
Yakisuke comienza a pasar la punta de su lengua por todo lo largo de aquel miembro como si comiese una paleta helada. El líquido preseminal sigue emanando del miembro caliente y palpitante que quiere correrse, sin embargo Yakisuke lo impide al apretarlo con fuerza provocándole un dolor intenso.
– Haaaa!!! ¿Por qué? ¡ya estaba por salir!
– No… espera quiero que compartamos ese placer.
Comienza nuevamente su labor devorando cada uno de los testículos mientras sus dedos siguen jugando con su capullo palpitante entrando y saliendo.
Amano solo puede gemir, hecha su cabeza hacia atrás, su mente solo está en ese mar de sensaciones que lo consumen nunca antes había sentido tanto placer como ahora. Todo su cuerpo se estremece por esas sensaciones enviciantes.
Yakisuke observa con deleite como sucumbe a sus caricias, decide soltar aquellas bolsitas ahora su objetivo es atender nuevamente aquel pene palpitante pero únicamente chupa la cabecita.
– Aaaaaahhhhhhhhhh…. Si… si…
Súbitamente todas las atenciones se detienen, Yakisuke se incorpora, Amano le ve suplicante con la mirada cristalina.
– ¿Por… qué paras…? Aahh…
– Quiero intentar algo más… después de todo el mío también ha despertado y necesita atención…
Voltea a su amante de espaldas a él, contra la pared, decide introducir su miembro entre sus piernas. Comienza un mete y saca primero suave aunque intensifica sus arremetidas conforme lo dictan sus deseos; la fricción que provoca su pene duro en la entrada, testículos y base del pene de Amano le provocan una reacción eléctrica en todo el cuerpo que lo deja sin fuerzas en las piernas. Yakisuke lo abraza evitando que caiga, su amante voltea para besarlo.
– Ya no puedo más… deseo tenerte dentro…
– ¿Estás seguro?
– Sí… hazlo antes de que cambie de opinión.
La mirada suplicante y cristalina llena de deseo convence a Yakisuke, comienza a introducir la punta con cuidado mientras Amano aprieta los dientes ante la invasión.
– ¿Te duele?
– Solo un poco… continúa…
– Relájate pronto pasara el dolor y te sentirás muy bien te lo prometo.
De una sola estocada lo introduce todo, Amano encorva el cuerpo tras el dolor; Yakisuke espera un poco hasta que considera que es el momento apropiado, comienza con un mete y saca cuidadoso de no lastimarlo.
Poco a poco el dolor cesa, ambos comienzan a disfrutar más y más. Las arremetidas se vuelven más vigorosas ambos cuerpos están envueltos en un frenesí de movimiento. Sin previo aviso Yakisuke se detiene sacando su miembro del interior de su amante, le toma la mano conduciéndole a donde estaban sentados. Él toma asiento colocando a su compañero sobre sus piernas dejándolo caer de una sola vez sobre su miembro. Esta vez solo hay un gemido por parte de Amano.
– Vamos… comienza ahora tú a moverte, marca el ritmo que te guste.
– … Está bien…
Amano se aferra al cuello de su amante, comienza a mover sus caderas en un vaivén suave pero firme sintiendo como toca sus paredes internas provocándole una sensación muy placentera mientras se funde en un beso apasionado. Sin embargo rompe el beso al sentir un tremendo orgasmo que lo hace expulsar su semilla empapándoles a ambos el vientre.
No pasa mucho tiempo hasta que Yakisuke termina por correrse en el interior de su amante, él siente como aquel miembro palpitante y candente lo llena. Ambos aun fundidos en aquel abrazo con sus cuerpos sudorosos y las respiraciones entrecortadas comienzan a besarse esta vez más suave y tierno.
Yakisuke levanta con suavidad el cuerpo de su amante sacándole su miembro ya dormido, Amano se desploma sobre el pecho de su compañero, notoriamente agotado.
– Nunca pensé que acabaríamos así…
– ¿Y te sientes bien?… ¿Te gusto?
– Sí… mucho… aunque estoy exhausto…
– Es normal después de hacer el amor…
– Amor… si… hicimos el amor… – se sonroja.
– Te amo…
– Y yo a ti…
Comienzan a besarse esperando un momento hasta que recobran las fuerzas.
Se incorporan, se meten a la ducha caliente que alivia sus cuerpos cansados, ambos continúan besándose con ternura y suavidad abrazados deseosos aun de esa cercanía que es tan reconfortante a pesar del cansancio desean acariciarse recorrer sus cuerpos como si desearan memorizar cada rincón del cuerpo del otro.
Sus lenguas juegan rozándose, probándose; la boca de Yakisuke captura esa lengua juguetona provocando un escalofrió en el cuerpo de su amante quien se entrega totalmente. Yakisuke prueba cada labio de su amante haciendo suya aquella boca deseosa que palpita tras cada roce.
Esos besos provocan gemidos ahogados en Amano, ambos quieren eternizar ese momento delirante en el que sus cuerpos se hunden.
Cuando terminan de ducharse salen satisfechos y relajados con una ligera sonrisa y miradas de complicidad, Yakisuke abraza por los hombros a su amante.
– ¿Quieres un poco de té?
– Si seria agradable.
Ambos se marchan con paso acompasados contemplando aquel hermoso día.
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