En la ducha con Eistein recibiendo semen
“Sabes que eres un putito muy caliente pero maravilloso, me gustas” .
Mi cariño de Madrid… Hola!!!
O sea, que te calienta saber que me cogen? Imagina que quien me folla eres tu. Eso te gustará más? Es broma cariño, sabes que tu me podrías hacer lo que quisieras, o pedirme que yo te diera gusto, solo hace falta que podamos vernos.
Pues mira que yo voy en calzoncillo porque me tapa mas que si llevo mi pantaloncito de dormir, son muy finos, me gustan así y claro, se me suben metiéndose en mi raja del culo, pienso que eso es muy provocativo pero a Eis le gusta que vaya así, también porque para el, de esa manera, es ma fácil tocarme y meterme la mano.
Te escribo porque quiero que sepas lo que nos pasa. El martes Liam, el pequeño, se despertó con fiebre, podrás suponerte nuestra preocupación, había vuelto de la granja como una rosa y el lunes no tenía nada. Pero bueno, al final solo ha sido el susto, pensaba que había cogido el virus pero las pruebas han dado negativo. Ufff, yo era el más nervioso de todos.
Ayer a la tarde llegó un médico a casa, para asegurarse de que que el chico estaba bien, él es el padre de un amigo que se han echado, que vive algunas casa más abajo de la calle y vienen en el mismo autobús.
Yo me he alegrado que no veas, además de por saber que todo marcha bien, y será cosa de guardar cama unos días, porque parece que tienen capacidad para socializar y hacer amigos. Y ya estoy más tranquilo, estoy entrando en pánico pensando en el maldito virus.
Y bueno, se que te calienta que te cuente como me follan y lo que me hacen, puede que te compense de no ser tu el que me lo hace.
Pues verás lo que sucedió ayer jueves. Ahora paso mucho tiempo acompañando al pequeño, trabajo a ratos aunque el trabajo se me va atrasando bastante y sabes que ese no es mi estilo.
No se el motivo, o la causa, pero es la primera vez que siento algo parecido a ser madre. Me gusta estar a su lado, cuidarle y darle mimos, creo que es mi cariño el que le está curando y no las medicinas, es una tontería lo que digo pero así me siento a veces.
A la tarde, bajé a buscar a Luis Enrique, el chiquillo se encontraba mejor y deseaba comer algo, llevaba una severa dieta de líquidos y no es raro que tuviera hambre. El joven estaba en el semisótano, en la sala que tiene de trabajo, donde esta la maquinaria y la lavadora, todas esas cosas, hacía bastante calor y era normal pero me extrañó que estuviera a pecho descubierto y sudando.
Pero bueno con la calefacción a 23 grados, la plancha y la caldera allí, pues era normal que sudara y tuviera que quitarse la camisa. Y no veas que cuerpo dorado y precioso tiene el hombre. Me recibió con una sonrisa donde se disculpaba por que yo le viera así, semi desnudo.
Sabes Pablito? Pienso que los sudamericanos, en su mayoría, hombre y mujeres, son personas muy dulces y encantadoras. Y ya vez que no puedo contener mi deseo por los hombres, a todos los veo algo bueno, Ay dios mío que pecador soy.
Pero bueno, le encargué que preparase a Liam algo de comer, que fuera ligero y me marché, antes de subir pasé por la sala de gimnasia, allí estaban los tres chicos haciendo ejercicio, Miles, Ryan y Eis, me quedé en el pasillo espiando, también estaban sudorosos pero vestidos con camiseta.
Y sabes? estaban bellísimos los tres, diferentes pero bellos, varoniles y apetecibles que no veas, a Miles sobre todo me daban ganas de comerlo estaba mejor aún que su tío.
Estuve un rato mirando sus maniobras sin que advirtieran mi presencia, no sabía apreciar cual de los tres lo hacía mejor, pero los tres sabían lucirse sus músculos. Bueno te explico, no pienses que soy un salido, solo que me sentía muy caliente, llevaba tres días que Eis había preferido dormir en el sofá de la habitación de Liam, ya se que es un padre preocupado por sus hijos pero yo también lo necesitaba, sabes como soy y que necesito alguien a mi lado, antes no lo sentía así, pero ahora se me ha hecho costumbre.
En un momento Eis me vio mirando y me pidió que pasara para hacer algo de ejercicio, no lo hice y busqué una disculpa que fue tan simple como que no me apetecía, la realidad era que no quería que notaran lo excitado que estaba por ellos.
Subí a mi habitación y me metí a la ducha, quería hacerlo con agua fría para bajar mi calentura, pero quién aguantaba? Yo no, que a mi me gusta el agua al menos tibia. Total que estaba en plena erección pasándome la esponja con la espuma de gel y apareció Eis todo sudado.
Me pregunto que me pasaba que le parecía raro como actuaba, entre bromas le dije que los había estado espiando y que me habían calentado, soltó una carcajada riéndose de mi y le cogí de la mano para meterlo tras la mampara a mi lado, me abracé a él y elevé la cabeza pidiendo que me besara, rápidamente sus labios y lengua abrieron mi boca, yo desesperado apreté su paquete que estaba por elevarse. Le ayudé a quitarse la camiseta y el pantalón, se habían encharcado con el agua que caía de la ducha y cerré el grifo para luego seguir abrazado a mi hombre, acariciándole con una mano el velludo pecho y con la otra sujetándole los huevos.
Estuvimos unos minutos morreándonos que no veas, sentía que entraba en taquicardía de las ganas que tenía porque me metiera su verga en mi culito, abracé su cuello con mis brazos y le rodee las cintura con las piernas. Así abrazado a él y comiéndole cuello él cogió el gel y me lo echó por la espalda, me pasaba las manos llegando a mi nalgas que estaban abiertas dejando mi ano libre para lo que él quisiera.
Le pedí que me la metiera estremecido de ganas, que me follara en ese mismo momento, él dijo que era peligroso y podíamos resbalarnos, y claro yo sentía la punta de su verga punteando en mi ano sin terminar de entrar.
Entonces él me separó haciendo que dejara de cabalgarle, me dio la vuelta abrazándome por detrás metió la verga entre mis muslos, yo la apreté y volví la cabeza buscando su boca, me mordió en el mentón y luego me beso de locura, me mordió la oreja y murmuro en mi oido:
“Sabes que eres un putito muy caliente pero maravilloso, me gustas”
Era la primera vez que utilizaba ese término que no me violentó, más bien me gustó y sentí un tremendo escalofrío.
Continuó besándome el cuello, mi cuello que me derrite cuando lo besan, yo acariciaba el trozo de verga y el glande que aparecía bajo mis huevos, hasta que él empezó a apretar en mi cuello con la mano, para que me inclinara, sabía lo que deseaba y me alejé para apoyar las manos en el azulejo, cogí la posición de ángulo recto presentándole mi culo, giré la cabeza y le sonreí a la vez que sacaba la lengua para mordérmela provocándole. Se puso gel en su pene, en toda esa parte tan hermosa y viril, y luego me pasó la mano por mi raja acariciándome el ano.
Pensaba que explotaba y sentía como mi anito temblaba excitado, sabiendo que pronto recibiría lo que tanto ansiaba. No me metió ningún dedo, ni me había preparado el culo, pero por lo excitado de mi estado y la ayuda del gel milagroso, su pito me fue entrando como quería, con que facilidad me lo metió hasta la empuñadura y con sus cojones bien pegados en mis nalgas que se abrían deseosas del macho. Dejé salir un auténtico gemido profundo y gustoso, me sentía tan empalado, tan a gusto con aquel garrote que ya echaba de menos metido en lo más profundo de mi ser.
Eis ya tomaba todo el mando, y supo que yo estaba a gusto cuando movía mi trasero en círculos, para que el pene pudiera discurrir sin problemas por mis tripas. Afincó sus manos en mis caderas y tiró de mi para estrellarse con fuerza, queriendo que su pene llegara más adentro. Y rápido comenzó a meter y sacar la herramienta que me daba un gusto tremendo, me hacía gritar con cada acometida, y suspirar cuando la retiraba con violencia pero sin sacar la cabeza de la polla de dentro de mi cuerpo.
Que gusto y placer sentía recibiendo de Eis toda su fuerza, a veces tenía que recular, porque con sus empujes me llevaba a que mi cabeza chocara con la pared, pero al parecer, también él estaba cargado de deseo y de semen, en cinco minutos de gozo máximo y disfrute me abrazó pasando los brazos por mi tripa, pegando su pecho en mi espalda y se convulsionó descargándose los huevos en mi vientre. Por mi parte ya miraba los regueros de leche que escurrían por los azulejos negros de la pared.
Pegue la cabeza contra la pared y llevé las manos para sujetarle de las nalgas y apretarle contra mi, para que no se separase y poderlo tener dentro hasta que terminara de vaciarse.
Cuando retiró la verga de mi culo se llevó con ella un montón de semen que escurría caliente por mis piernas. Me abrazó contra su pecho y me dijo que esa noche dormiría en mi cama.
Y cumplió con su promesa, cuando dejamos tranquilo en su camita al pequeño y salimos al pasillo, me cogió en sus brazos y me llevó así hasta nuestra habitación. Y bueno, no insistiré en lo mismo, en lo bien que me preñó el culo esa noche, y que también se la chupe hasta emborracharme con su semen.
Hoy viernes, Liam se encuentra mejor, mucho mejor y se levanta a ratos, Oliver ha llamado para decir que pasará a recoger a los dos chicos y llevarlos con él a la granja. Eis no esta muy de acuerdo, estos días ha nevado con ganas y prefiere ser él quien lleve el coche. Total que no se bien lo que haremos.
Adíos mi vida, lamento no ser buen escritor y no poder referir con detalle lo que me hacen y como lo disfruto, me gustaría ya que a ti te gusta tanto.
Mil besos cielito
Besitos para ustedes y gracias por leerme.
Mi correo:
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Por si alguno de ustedes quiere hablarme sobre cualquier cosa que se les ocurra.
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