En la fiesta de halloween (Ángel y Damián)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Yudas.
Hola amigos ¿cómo se encuentran? Espero que bien. Nuevamente soy yo, Damián, para contarles una nueva anécdota sexual con mi novio Ángel.
Esto sucedió apenas hace unos días, para ser exacto el sábado 31 de noviembre.
Magabi, una amiga de ambos, realizó una fiesta de “Halloween”, ya saben, a la que uno va disfrazado y todo eso.
Eran las cuatro de la tarde, Ángel y yo salimos a comer, recogimos su disfraz con el sastre y regresamos a casa. Él nuevamente se disfrazaría de policía sexy (digo nuevamente pues los que hayan leído uno de mis relatos anteriores recordará la vez que me hizo estriptis vestido de policía), y yo de diablito, pero sin playera –Ya estoy mejorando mi físico gracias a algunas rutinas de ejercicio que me pone Ángel-.
Como a eso de las seis me metí a bañar, topándome con la sorpresa que al salir estuviera Ángel, ahora llevaba unos pantalones cortos que uffff, para que les cuento. Se veían sus algo peludas pero bien formadas piernas, se había dejado abiertos los primeros tres botones de la camisa blanca y pegada que marcaba un poco su abdomen algo trabajado, pero no tan marcado. Sus lentes y sombrero me hacían temblar, no hay nada de él que no me calentara en ese momento. Y parece que se notó pues en mi toalla, que estaba sujeta a mi cintura, comenzó a verse un bulto que indicaba mi erección.
Ángel: Jajajajajajaja hay amor, ya ves. Solo con verme te calientas.
Yo: Pues es que quien no al verte así.
Caminé hacia nuestra habitación para vestirme, pero en cuanto me di la media vuelta aprovecho para quitarme la toalla y darme una nalgada.
Ángel: Mmmmmmm como que ya hace falta divertirnos un rato ¿no?
Yo: Sí, pero hoy no.
Ángel me miró con una cara de niño triste y regañado a la vez, no es que no quisiera simplemente que a veces le gusta que me haga el difícil.
Entré a la habitación y me puse mi bóxer, el short rojo, los cuernos y la cola.
Ángel me dijo que me llevara una chamarra, o al menos una playera que me cubriera del frío, pero yo me negué, esto porque no llevaría nada sobre el torso, pero no me importo jejeje.
Como se podrán imaginar era una fiesta de mayores de 18 años, entonces la mayoría íbamos sin algo de ropa, o sexis, algo por el estilo.
Para cuando llegamos a la casa de mi amiga que era fueras del D.F. (en Cuernavaca) eran pasadas de las ocho. La casa estaba casi a oscuras, se oía la música a más no poder, incluso los vidrios de las ventanas vibraban.
Me quede de pie al salir del auto y sin decir alguna palabra.
Ángel: ¿Qué pasa Damián? ¿Estás bien?
Yo: Ya me dio frío.
Ángel: ¿Ves? Te lo dije.
Justo cuando le iba a responder algo como “sabes que odio que me digas eso” o algo como “olvídalo, entremos ya” (me había molestado un poco). Fue entonces cuando caminó hacia la cajuela y sacó su chamarra negra que me encanta.
Él, como todo un caballero, me puso la chamarra, yo solo movía mis brazos, después de eso me besó y cerró el carro.
Toqué la puerta y entramos, habían amigos de la prepa que tenía un tiempo que no veíamos, pero entre esos “amigos” estaba Fred, él había tenido problemas con Ángel debido a que varias veces había intentado besarme.
Ángel: ¿Ya viste quien está allí?
Yo: Sí, pero tranquilo. No hagas ninguna tontería.
Ángel hizo una cara de disgusto, pero eso no arruinó nuestra noche. La casa de mi amiga es bastante grande, pero lo que más me gusta es que queda cerca de un río.
Mientras transcurría la noche hablábamos con amigos, Ángel y yo nos separamos poco menos de una hora, esto para que cada quien fuera con sus amigos.
Fred: Oye Damián ¿Enserio aun eres pareja de Ángel?
Yo: Sí ¿Porque?
Fred: Porque yo……. (Lo interrumpió Tony)
Tony: Pues es que es muy raro que una pareja de bachillerato dure más de dos años, me alegra por ti.
Yo: Gracias.
La noche siguió y él fue a buscarme y me pidió que saliéramos a caminar un rato.
Yo me había quitado la chamarra que me había dado, se me olvidó agarrarla al salir. Ángel y yo estábamos afuera caminando, platicando sobre nuestros amigos. Hasta que noté que estaba celoso de que Fred estuviera hablando conmigo, se notaba en su manera de hablarme sobre él.
Ángel: ¿Qué tanto te decía tu amigo "Fred"?
Yo: ¡Para ya! Te lo dije aquella ocasión y te lo vuelvo a decir. Yo te amo a ti, no a él. Por favor deshazte de ideas tontas. Solo tengo ojos para ti.
Ángel: Esta bien mi vida. Te amo
Ángel me tomó de la barbilla y nos comenzamos a besar. Él me tomó de la cintura y me llevo caminando de espaldas hasta topar con la pared de la casa de Magabi. Nos besábamos con mayor calentura cada vez más. Él se quitó la chamarra que llevaba puesta, yo pues…..No llevaba nada que quitarme, es obvio que no me quitaría el short en plena calle.
Mientras nos besábamos comenzaba a sobarle el pene sobre su short, se podía ver por completo su erección, es lo malo de llevar ese tipo de prendas ajustadas. No podíamos hacer nada, no podíamos detenernos, pero tampoco podíamos seguir.
Ángel: ¿Dónde están los hoteles cuando los necesitas?
Yo: Pues aquí no sé. Será mejor que regresemos a la fiesta.
Se puso su chamarra y nuevamente entramos. Magabi preguntó dónde habíamos estado, solo contesté que habíamos salido a tomar aire.
Necesitaba ingeniármela para “bajarnos” la calentura, me acerque con Mag (Magabi)…….
Yo: Oye, me da mucha pena. Pero ¿crees que pueda usar uno de tus cuartos para estar un rato con Ángel?
Mag: Sí wey, sabes que no hay problema. Pero váyanse al del fondo, porque Miriam esta con Tony en el primer cuarto. ¡Ah! y pónganle el seguro.
Tomé a Ángel de la mano y subimos a las recamaras, a distancia pude ver a Fred señalándonos y hablando con Mag.
Entramos al cuarto y yo me encargue de ponerle el candado a la puerta.
Ángel: ¿Qué tienes pensado mi amor?
Me dijo mientras nos besábamos intensamente.
Yo: Pues pasar un rato agradable.
Enseguida le comencé a desabotonar los botones que faltaban, pero la calentura nos tomó tanto que él solito jaló la camisa de tal manera que le quitó los botones. Nos seguíamos besando cuando nos tumbamos a la cama. Ambos nos quitamos los zapatos y calcetines.
No sabía que pasaría, voltee a ver el techo y era de vidrio, se podían ver las estrellas y la luna. Era muy romántico quitándole el hecho de que estábamos en una fiesta y podría subir alguien a querer “ocupar el cuarto”.
Ángel enseguida se quitó el short, mientras sus labios hacían contacto con los míos, pude ver de reojo que tenía algo húmedo su bóxer, quizá por el líquido preseminal.
Me desabrochó el short y comenzó a bajar la bragueta. Yo ya no podía más, no sabíamos quién sería primero el activo, pues ya ambos somos inter.
Cuando me quitó por completo el pantaloncillo me abalancé contra él para quedar sobre de él, nos seguíamos besando, pero el collar que me había de medio corazón nos estorbaba un poco, pero solo lo hacíamos a un lado.
Vi la cara que hizo cuando comencé a besarle el cuello, era placer completo, yo ya no podía para, sentía que mi pene explotaría dentro de mi bóxer.
Suavemente fui bajando hacia su pecho, pasaba mi lengua por todo su pecho, sus pezones, esas zonas que son de fácil acceso y que aumentan el placer. Después de eso baje hacia su abdomen, pasando mi lengua por su ombligo hasta que llegue a su “caminito de vellos” y fue ahí cuando supe que ya no podría detenerme aunque abrieran la puerta.
Le fui bajando el bóxer, su pene saltó de inmediato, ¡La tenía bien parada!, le estaba palpitando, pidiéndome a gritos inaudibles que la metiera a mi boca. Así que después de darle dos o tres lamidas a lo largo del pene la metí a mi boca. Ángel se volvía loco, escuche su grito cuando me metí su pinga a la boca. Tenía un sabor algo salado; no, aun no se venía, era el líquido pre-seminal.
Seguía chupándole todo el pene, lo sacaba de mi boca y mientras lo masturbaba le lamía sus bolas (esas no se las depiló, pero traía el vello un poco corto), seguía con esos movimientos de lengua.
Escuchaba como se retorcía de placer, ensalive mi dedo índice y se lo fui metiendo poco a poco por el culo.
Ahhhhhhh Ahhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Gritaba cada que pasaba mi lengua por su pene y metía y sacaba mi dedo.
Vi como comenzaba a sudar, no faltaba mucho para que se viniera……. Y ninguno de los dos quería acabar tan rápido.
Se levantó y me puso en cuatro, se postro tras de mí y comenzó con un riquísimo beso negro, sentía como mi hoyo se iba abriendo por acción de su lengua. Esta vez el que gritaba de placer era yo.
Pasaron algunos minutos mientras él me lubricaba el culo con su saliva y con sus dedos. Primero uno, después dos y así hasta que tenía cuatro de sus dedos en mi interior.
Ángel: Amor ¿Ya? Ya no aguanto ni un poco más, me vuelves loco.
Ángel dirigió su pene hacia mi hoyo y comenzó a meter la punta poco a poco, pero yo ya sabía lo que seguía. De un momento a otro me la ensartó toda, algo no tan nuevo en él, pero que aun así causa un gran placer.
Sentía como todo dentro de mí se retorcía. Ángel comenzó a bombear como nunca antes lo había hecho. Pareciera una animal con años aguantándose las ganas.
Cada que la metía sentía un ligero ardor, no ya no era sangre, pero si me ardía.
Ángel me estaba cogiendo de a perrito, pegó su pecho con mi espalda y así seguía bombeándome, me decía al oído cosas como “Ah Damián me encanta cuando aprietas cabron” o “Te amo mi niño”, era algo raro, romántico y sexoso al mismo tiempo. Comenzó a masturbarme mientras me seguía penetrando.
Llegó el momento en el que no aguante más y comencé a gemir cada vez más fuerte, Ángel me safó de él y me acostó sobre mi espalda dejando que lo viera cuando me volvió a meter la pinga de golpe. Veía su cara de placer y de esfuerzo, separó mis piernas una a cada lado de él.
Se acercaba y me besaba y hacia eso ocasionalmente mientras seguía con su mete y saca totalmente disfrutable. De pronto se paró, me levantó de la cama y ahora quien se acostó fue él.
Me subí sobre su pene completamente erecto y me senté, de pronto Ángel me acostó sobre él y cerró mis piernas, las puso hacia un costado y siguió penetrándome con fuerza. Me volvía loco la manera en la que me penetraba.
Después de un tiempo así nos pusimos de pie aun sin zafarme de él, me pegó a la pared y me siguió penetrando como un loco.
Llegó el momento en que yo ya no aguantaba más, creo que había estimulado lo suficiente a mi próstata pues estaba a punto de venirme.
Yo: Ángel para. Estoy por venirme.
Ángel: Si mi amor.
Ángel se puso en cuclillas y comencé a masturbarme más y más rápido, Ángel metió mi pene a su boca y justo cuando le dije que me venía apretó sus labios de placer. Ángel había recibido toda mi leche en su boca, pero enseguida se puso de pie. Ahora me arrodillé yo para atrapar su semen, me sorprendió que no tardó mucho en venirse. Pero salieron chorros con una enorme fuerza, trataba de alcanzarlos todos con mi boca, pero me fue imposible. Era mucho y cayeron a mi pecho o se quedaban en mi barbilla.
Ambos nos pusimos de pie y yo con su leche en mi boca, y él con mi leche en la suya nos besamos. Nuestro semen caía a nuestros pechos, abdomen y hasta al suelo por la enorme cantidad de lefa que había mientras nos besábamos.
Nos acostamos un rato y después de unos minutos de besarnos nuevamente comenzábamos a calentarnos de nuevo.
Ahora me tocaba ser el activo. Voltee a Ángel y le hice un pequeño beso negro y le metí los dedos así como él a mí.
Decidí hacerle lo mismo que me hace él a mí. ¡Le metí toda la verga de jalón! Pego un grito enorme y se hizo hacia enfrente debido al ardor de la penetración casi forzada por no estar lo suficientemente abierto.
Ángel comenzó a gemir fuerte, por suerte la música estaba demasiado fuerte, no había la necesidad de que le pusiera un bóxer en la boca para que no se escuchara.
Comencé a bombearle suavemente, pero él me pedía “más rápido por favor, más rápido” y como no soy nada obediente (sarcasmo)…… seguí sus órdenes.
Escuchaba como gemía, como respiraba cada vez más agitado, me encantaba escucharlo así.
No paso mucho tiempo para que me viniera, pero así como él me daba a elegir le pregunte ….. ¿En la boca o en el culo? Y solo me dijo “en el culo mi amor”.
Seguí bombeando hasta no poder más, él es excelente como pasivo. Sabe apretar de manera voluntaria el culo para oponer una resistencia y así aumentar el placer para ambos.
Sentía que ya no podía más, bastó con meterla nuevamente para sentir como me deslechaba por completo. Grite algo fuerte al momento de venirme. Sentí como me deslechaba de nuevo. Puse a Ángel boca arriba y comencé a masturbarlo rapidísimo.
Tardó solo unos segundos para que se viniera, esta vez no en gran cantidad, salieron solo dos chorros de leche, pero salieron disparados y cayeron en el piso de la habitación.
Ángel se acostó y yo junto a él, nos estaba comenzando a ganar el sueño cuando sonó la canción de “Ginza” a un volumen bastante fuerte, por lo tanto nos despertamos del todo. Nos vestimos y bajamos de nuevo a la fiesta.
Ángel: Amor espera, voy por un trago.
Yo: oye espera…..
A mí me molesta un poco que tome porque a veces no se trata ni de una, ni de dos ni de tres “copitas” y a dos de sus amigos les gusta ponerlo súper ebrio.
Yo por mi lado caminé a donde estaba Lore y Fred. Ella se me acercó al oído y me susurró
Lore: Oye Damián creo que traes un poco de semen en el pecho.
Baje la mirada y en efecto, eran como dos o tres gotas, inmediatamente me las quité, Fred hizo un gesto de disgusto y se fue de donde estábamos. Llegó Ángel y me quedé con el bailando junto a nuestros amigos (pusieron música electrónica y canciones que tuviesen que ver con monstruos, de todo que fuese movido).
Dieron las tres y media de la mañana y subimos a la misma habitación para dormir un poco.
Ángel se quitó la ropa y sólo quedó en bóxer, lo mismo hice yo. Nos tapamos y tratamos de dormir.
Pasaron unos minutos, yo estaba cayendo por completo en un sueño profundo cuando sentí como Ángel estaba jugando con mis nalgas, fingí estar dormido para ver hasta donde llegaba.
Para mi sorpresa él comenzó a dirigir mi mano hacia mi pene.
Yo: (fingiendo que me despertaba) ¿Qué paso? ¿Estás bien?
Ángel: Sí estoy bien. Pero bien caliente teniéndote a mi lado casi desnudo.
Voltee mi cara hacia la de él y nos besamos profundamente, comenzamos de nuevo ese juego en el que él me provoca con besos, pero después de uno aleja sus labios.
En mi mente no había nada más que no fuese él. Quite la colcha de encima de nosotros y le bajé el bóxer nuevamente. Comencé a hacerle un oral, pasaba mi lengua por todo su pene, sus bolas.
Sentí inmediatamente el sabor salado de los restos de leche que quedaba de las corridas pasadas. Oía como suspiraba y como manifestaba que cada lengüetada se volvía cada vez más loco.
Él me tomó del cabello y me dio el ritmo del oral, subía y bajaba mi cabeza. De un momento a otro me metió toda su pinga a la boca de tal manera que provocó en mí esa sensación de que quieres vomitar, pero aun así no me detuve y seguí con el oral.
Sin pensarlo me baje el bóxer y puse un poco de saliva en mi culo que aún se encontraba algo dilatado por suerte. Dirigí la cabeza de su pene a la entrada de mi ano y poco a poco fui metiéndolo en mi interior.
La cara de Ángel expresaba placer y dolor. Comencé con un sube y baja rítmico y fuerte.
Esta vez ya no cambiamos de posición, ambos estábamos algo agotados y a ambos nos dolía un poco el pene de tantas veces que nos habíamos corrido en tan poco tiempo. Aun así ¿qué es otra? Seguí con la penetración hasta que se vino en mi interior.
Me acosté a su lado y nos quedamos profundamente dormidos, desnudos y sin la colcha encima.
Eran casi las 12 pm del día siguiente, tenía ya la colcha encima -¿habrá sido Ángel?- me pregunte. Miré a mi lado y vi que no estaba ya. De pronto entró Ángel por la puerta.
Ángel: Buenos días guapo.
Yo: Buenos días sexy.
Ángel: Mag está preparando el carbón para hacer el desayuno, vamos a ayudarle.
Ángel salió al carro por la ropa que llevábamos aparte, nos metimos a bañar juntos y salimos para ayudarle a Mag a preparar la parrillada.
El día siguió bien, lo típico de personas ebrias: los heterosexuales se besan entre ellos y algunos homosexuales terminan teniendo sexo con sus parejas (como Ángel y yo) o con sus amigos (como otros excompañeros de clase).
Cuando dieron las 4 de la tarde Ángel y yo fuimos un rato al río y de ahí al carro para ir a la casa.
Queridos amigos este fue el nuevo relato, espero que disfruten al leerlo así como yo disfruto al escribirlo y recordar los sucesos de hace algunos días. Por el momento no les puedo prometer un nuevo relato pues desde ese día no hemos vuelto a tener relaciones, en mi cumpleaños nos la pasamos con mi familia y pues de nuevo a la escuela. Pero en cuanto tenga una nueva experiencia se las comentaré.
No duden en enviarme mensajes en privado o dejarme en los comentarios algunas nuevas ideas para disfrutar mucho más de tener relaciones.
Cuídense mucho y gracias por haber leído este relato. ¡Hasta la próxima!
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