EN LA FILA DEL CINE

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
EN LA FILA DEL CINE

Todos los sábados voy al cine, usualmente a la 2 o 3 pm.

Esto pasó hace tres sábados.

Llegué al cine y me puse al final de la fila, como 6 o 7 personas delante de mi vi a este chico, como de 18 o 19 años, cabello negro corto, pantalón negro, camisa blanca, bastante guapo, como de 1.
70 m.
de estatura
Me le quedé viendo cínicamente y me mordí el labio inferior y moví mi cabeza como diciendo que “lindo que estás”.

No vi ninguna reacción de parte de él, pero yo seguía viéndolo descaradamente y mordiendo mi labio inferior y puse mi mano derecha en mi entrepierna, estoy seguro de que él lo noto.

Llegó a la taquilla, compro su boleto y entro a la sala de recepción.

Yo esperé mi turno, compré mi boleto y también entré.

Para mi sorpresa, él estaba sentado cerca de la entrada y cuando me vio, se paró como si me hubiera estado esperando.

Me acerqué a él y le dije ¿Qué película vas a ver? HUYE me dijo (así se llama la película) ¿Qué asiento tienes le dije? K-10 me dijo enseñando el boleto que tiene impreso los números de los asientos.
Yo tenía el E-5 ¿Me puedo sentar contigo le dije? Si me dijo y comenzamos a caminar hacia la sala.

Al entrar a la sala hay un pasillo largo, oscuro y cuando íbamos caminado comencé a tocar y masajear la nalga izquierda.
No dijo nada y seguimos por el pasillo, y yo tocando ese rico culito, que para ser de un joven no era tan duro pero si bien rico.

Subimos hasta la fila “K” que es casi de las ultimas de atrás.

Adelante de nosotros había como tres o cuatro personas.
No había mucha gente en esa sala y comenzaron los avaneces de las próximas películas a estrenar.

Yo estaba sentado a su derecha, subí el descansa brazos para que no hubiera mucho espacio entre nosotros.
Como la sala estaba oscura, comencé a sobarle el muslo derecho y no dijo nada.

Seguí sobando o más bien acariciando su pierna ya descaradamente.

Luego puse mi mano derecha en su entrepierna y noté que tenía una erección,

Me acerqué a su oído derecho y le pregunté si cuando le enseñaron la pantalla para ver los asientos disponibles había visto que los de la última fila estaban ocupados y me dijo que no, que estaban libres.
Vayámonos para atrás le dije.
¿Me vas a comprar algo me dijo? Si le dije, pero vayámonos para atrás.
Y seguía acariciando su pierna derecha.
Habían pasado como 5 minutos desde que entramos a la sala.

Me levanté y me fui a la última fila.

Como a los dos minutos él se levanta y se sienta a mi izquierda.

Sigo con mis caricias y le digo: Des-abróchate el cincho (cinturón) y para mi sorpresa no solo se lo desabrocha, si no que se lo quitó completamente y lo guardo en su mochila.

Le desabroché el botón del pantalón y le bajé el zíper y puse mi mano izquierda en su entre pierna.
Tenía un pene como de unos 15 cm, erecto, no muy grueso, pero bien rico y comencé a masturbarlo.
Por ratos paraba y le sobaba la pierna derecha, y luego puse mi mano izquierda en su nalga izquierda y comencé a masajearla bien rico.
Alternaba con masajes en la nalga, en su pene y en el muslo derecho, le besaba el cuello.

La película seguía, pero yo no la estaba viendo, ya que estaba entretenido entre su nalga, su pene y su pierna.

Me mojé el dedo medio con saliva y le dije: Levanta un poco, lo cual hizo y aproveché para introducir mi dedo en su ojete.
Estaba rico, apretado y aun con la incomodidad de la situación le estaba masajeando la próstata, le besaba el cuello.
No decía nada.

Me desabroché el cinturón y me baje el zíper y le agarre su Mano derecha y la llevé a mi pene que estaba super duro y babeando y me comenzó a masturba el también.

Así paso toda la película.
Ya casi al final le toqué la cara y nos besamos, besaba bien rico.

Sacó su cinturón, se lo puso, nos subimos el zíper.
La película terminó y salimos.
Fui al baño de caballeros a lavarme las manos y salimos.

Ya en la calle le dije ¿tu nombre? Me lo dio y luego le dije dame tu teléfono
¿Qué haces? Estudio ingeniería me dijo,
¿Cuándo nos podemos ver de nuevo le pregunté?
Yo solo puedo los sábados me dijo y comenzamos a caminar hacia el centro comercial que está frente al cine.
El buscaba en su mochila, yo pensé que un lápiz para anotarme el teléfono, pero no, sacó un pedacito de papel en el cual ya estaba su nombre y el número de teléfono.
Parecía que ya lo tenía listo.

Disimuladamente le puse un billete en su mano y el me dio el papel y nos despedimos.

Continuará