En la hacienda descubrí que el estudiante francés, es maricón.
Un estudiante de intercambio, procedente de Francia, durante una visita a la hacienda de la familia que lo recibió, bebió tanto, que al perder todo en un juego de naipes, aceptó vestirse de mujer y ser tratado como una, por lo que termino de darles su culo a todos. .
Un día, al regresar de la universidad, me encontré a un chico, sentado en la sala, charlando con mis padres, resultó ser el estudiante intercambio estudiantil, procedente de Francia.
Resulta él en realidad es varios años mayor que yo, delgado, de baja estatura, cabello castaño claro, bastante abundante y largo, de facciones finas.
El estudiante se defendía bastante bien hablando español, durante varias semanas apenas y nos veíamos, y casi no nos hablábamos, hasta que a mi padre se le ocurrió, la gran idea, de que lo llevase a pasar el fin de semana largo, a la hacienda de la familia.
El francesito por su parte, al parecer le agradó la idea, desde que llegamos nos reunimos con mis amigos, y comenzamos a beber, mientras que nuestro invitado de manera muy calmada se limitaba a sonreír al vernos bebiendo.
Por lo que le invitamos un trago, al principio se negó, pero mis amigos y yo insistimos tanto que él, finalmente aceptó.
Ya comenzaba a caer la noche, cuando uno de mis amigos sacó un paquete de cartas, y nos pusimos a jugar, después de explicarle el juego al estudiante de intercambio, él dijo que había entendido y comenzamos a jugar.
No es que yo sea un gran jugador de cartas, pero me defiendo, en cambio nuestro huésped aparte de que se emborrachó bien rápido perdió todo de igual forma.
Hasta que se quedó sin nada de dinero, y por joder uno de los chicos le dijo que podía apostar la ropa, si quería seguir jugando.
Él aceptó, y al poco rato ya se encontraba prácticamente desnudo, fue cuando en una de esas se levantó a buscar otro trago, que uno de mis amigos, nos comentó que el francesito, con su abundante y larga cabellera, sus paraditas nalgas apenas cubiertas con un interior que más bien parecía un panti que, se le enterraba entre los dos cachetes de sus nalgas, y su manera de caminar al mover sus caderas de la manera en que lo estaba haciendo, de espalda parecía una chica.
Cuando él regresó al juego, terminó por apostar el interior que tenía puesto, y de la manera más tonta perdió, de inmediato frente a todos nosotros dándonos la espalda, se los fue quitando se manera llamativa, hasta que finalmente quedó por completo desnudito, mostrándonos sus paradas y blancas nalguitas.
Aunque rápidamente se dio la vuelta, y en parte nos llevamos la sorpresa de ver que su miembro, apena era del tamaño de un dedo meñique, el cual de manera disimulada lo ocultó por completo con una de sus manos.
En esos momentos por joder nada más le dije que si quería seguir jugando, lo podía hacer, solo que si perdía se debía vestir de mujer, y actuar como una por el resto de la noche.
Para nuestra sorpresa, por lo borracho que estaba, aceptó, y desde luego que volvió a perder, y sin que hiciera falta recordarle que debía hacer, en un tono de voz afeminado me preguntó por la ropa que debía ponerse.
A mí solo se me ocurrió llevarlo al cuarto de mi hermana a ver que podía encontrar, cuando regresó a la mesa, de no ser porque sabíamos que era él, fácilmente hubiera jurado que se trataba de alguna chica.
Se había puesto una muy corta faldita, una blusa, zapatos y su ropa íntima, es más hasta se maquilló, y peinó tal como si fuera realmente una chica.
En esos momentos uno de mis amigos, lo invitó a bailar, por pasar el rato, pero a medida que bailaban me di cuenta de que el francesito, como que se sentía de lo más a gusto con todo lo que estábamos haciendo, ya que se estaba sonriendo la mayor parte del tiempo.
Así que la siguiente pieza fui yo quien lo sacó a bailar, y lo primero que hice fue colocar una de mis manos sobre sus paradas nalguitas, lo que él sin dejar de sonreírse seductoramente, nos demostró que le agradaba.
Todos seguimos bebiendo, y lo que deseábamos era darle por el culo al francesito, ya que al parecer no le importaba que lo siguiéramos tratando como a una mujer.
Por lo que se dejaba tocar por todas partes, en especial sus nalgas, y cuando comencé a mordisquear su cuello, y sus orejas, lo que pareció gustarle tanto, que no se opuso a que continuase.
Lo cierto es que yo no fui el primero en pedirle el culo, ya que uno de mis amigos se me había adelantado, pero apenas vi que sin vergüenza alguna se recostó sobre el sofá, y se subió la falda mostrando sus paradas y blancas nalgas.
Me coloqué frente a su cara con mi verga por fuera, mientras que mi amigo el que le pidió que le diera el culo, le bajó los pantis, y sin miramiento alguno, le enterraba toda su verga, entre las paradas nalgas del francesito.
Medio acerqué mi verga a su boca, y casi de inmediato se dedicó a mamármela, durante el resto de la noche y gran parte de la madrugada, todos y cada uno de mis amigos y yo, le comimos el culo al francesito, cuando no era que divinamente nos mamaba la verga.
Él chillaba como toda una puta, pero de placer, durante el resto del fin de semana, y sin necesidad de emborracharlo mis amigos y yo estuvimos comiéndole el culo, mientras que él chillaba y gemía como una verdadera puta, moviendo sus paradas nalgas restregándolas contra nuestros cuerpos, a medida que una y otra vez mi verga entraba y salía de entre sus paradas nalguitas.
Al regresar a casa, nuestro invitado se portó como si nada hubiera sucedido el fin de semana, pero una noche, me llevé tremenda sorpresa, cuando me encontré a mi padre dándole bien duro por el culo, al francesito como si fuera toda una puta.
Claro que no le he dicho nada a mi madre, y menos después de que mi viejo se dio cuenta de mi presencia, ya que ahora tengo carro nuevo.
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