En la Oscuridad con Miguel
Era la década de los 80s cuando Nandito, un niño de 7 enfrentaría su miedo a la oscuridad de una manera muy peculiar, y Miguel un adulto de 22 años era quien guiaba al niño a tal hecho, gracias a Miguel, Nandito descubriría excitantes emociones en su cuerpo que nunca había sentido en la oscuridad..
Este relato está basado en hechos reales, que ocurrieron en algún pueblo al norte de México.
Para mejor entendimiento y antes de llegar a lo que verdaderamente les interesa debo contar un poco de el ambiente que entorna esta historia.
Nandito era el hijo menor de 3 hijos, el hijo mayor era Mateo de 20 años y la que le seguía era Andrea de 15, y por último el hijo menor Fernando de 7 a quien cariñosamente le decían Nandito. La madre era ama de casa y el padre trabajaba en la capital del estado en un negocio propio. Al que solamente veían los domingos y lunes que eran los días en el que el padre viajaba al pueblo para ver a su familia.
Todos vivían en una humilde y pequeña casita de apenas 2 habitaciones, una la habitaban los padres y la otra los 3 hermanos, esa casita era muy pequeña, pero contaba con un enorme patio trasero, el padre trabajo muy duro en su negocio para poder construir en ese patio la casa de sus sueños, es por eso que pasaba gran parte alejado de la familia, pasaron años para que se empezara a ver frutos de ese esfuerzo, los hijos mayores ya eran grandes y necesitaban su espacio, aquel padre construyó una casa de dos pisos, donde cada miembro de la familia tendría su habitación en la planta alta, mientras que la planta baja estaban las áreas comunes como sala, comedor y cocina.
La casa estaba lista en la planta alta, pero la planta baja estaba aún en construcción, es por eso que la familia dormía aún en la pequeña casita de enfrente, aún así las habitaciones de la casa nueva ya contaban con algunos muebles y camas, pero para no interrumpir las labores de los albañiles todos permanecían aún en su pequeña casita.
Mientras las labores de construcción avanzaban, todos continuaban con su vida normal, El padre seguía trabajando fuera, mientras la madre atendía el hogar, por las noches se reunía con sus amigas para jugar baraja, mientras los hermanos mayores cuidaban a Nandito, esa tarea se la relevaban los hermanos ya fuese Andrea un día o Mateo otro día, Mateo era ya mayor de edad, cuando cuidaba a Nandito el bebía en casa con algún amigo veían películas o escuchaban música, mientras El Niño jugaba, Andrea en ocasiones se reunía con sus amigas para hacer tareas o estudiar.
Nandito y Miguel
Miguel era uno de tantos amigos de Mateo que lo acompañaba en casa para beber, Miguel era un joven de 22 años, no muy guapo pero si atractivo, de piel morena y cuerpo moderadamente marcado estatura alta, de aspecto y vestimenta muy humilde, su mayor atractivo era su masculinidad, era el tipo de hombre al que actualmente se le denomina como “Chacal” Todo lo contrario a Nandito, El Niño de 7 añitos era de piel blanca como la leche, figura delgada y carita angelical, llamaba la atención por su cabello liso y dorado era un niño muy bonito, disfrutaba al máximo su infancia, pero era un niño muy dependiente, no le gustaba estar solo siempre quería estar acompañado de alguien sobretodo le temía a la oscuridad.
Una de esas noches, en la que la madre de los hermanos se reunió con sus amigas a jugar baraja, Mateo se quedó a cargo del pequeño, ya que Andrea se había ido a estudiar con una de sus amigas, Mateo bebía en casa y escuchaba música, Miguel le hacía compañía, mientras el pequeño estaba ahí coloreando un libro, Mateo y Miguel pasaban el tiempo bebiendo tranquilamente, en eso suena el teléfono y Mateo contesta, era la novia de Mateo y le dijo que estaba sola en casa que fuera para allá, Mateo sabía que era una llamada sexual y no quería dejar pasar la oportunidad, pues inmediatamente se puso caliente, le pido a Miguel que le hiciera el favor de quedarse con Nandito mientras el iba a casa de su novia, Miguel le hizo el paro y se quedó bebiendo, cuidando al pequeño.
Miguel veía al niño mientras bebía e imaginaba a Mateo en ese momento cogiendo con su novia, eso lo lleno de morbo, su pantalón desgastado se comenzó a apretar en la entrepierna, brotaba un prominente bulto en su entrepierna que trataba de controlar con sus agarrones, se sentó junto al niño.
Nandito estaba ajeno a lo que el adulto sentía, el continuaba coloreando mientras Miguel se acercaba más al pequeño, la mente de Miguel se llenaba de excitación, pasó un rato tratando de controlarla pero la cerveza y la ternura del niño lo descontrolaba aún más.
Sin pensarlo mucho, Miguel se pone de pie y de un solo impulso cargo al niño y se lo llevo al hombro como si cargara un costal, ante ese impulso, El Niño suelta una carcajada, Miguel con Nandito en su hombro prosiguió a sacarlo de la casita por la puerta que daba al patio, al salir, Miguel de dirige a la casa en construcción, mientras más avanzaba la luz de la pequeña casa desaparecía y la oscuridad de la noche se apoderaba del ambiente, eso puso nervioso al niño y temeroso le pregunto a Miguel.
N- Qué haces Miguel? Para donde me llevas?
M- no te preocupes Nandito vamos a jugar tú y yo!!!
Miguel entro a la casa en construcción, al entrar la oscuridad era aún más penetrante, cosa que ponía temeroso al niño, Miguel subió con cuidado las escaleras ya que era casi imposible ver y se dirigió a la planta alta.
N- A que vamos a jugar Miguel?
M- Vamos a jugar a luchitas!!
Miguel se dirigió a la habitación más alejada y entró en ella. La habitación contaba con una cama, bajo al niño y lo puso en la orilla de la cama boca abajo.
M- No te muevas ni voltees Nandito!
Nandito obedece y se quedó inmóvil, de pronto El Niño siente como las manos de Miguel le bajan el short y su calzoncito. El corazón del niño se comenzó a acelerar al sentir lo que Miguel hizo, El Niño seguía inmóvil con sus nalguitas desnudas en la orilla de la cama.
En la habitación reinaba la oscuridad pero sobretodo el silencio, y eso ayudó al niño a escuchar como Miguel se desabotonó el pantalón, claramente El Niño escuchó como Miguel bajo el zipper de su pantalón.
Al escuchar eso Nandito siente cómo su garganta se seca pues su respiración comienza a agitarse ante lo que estaba escuchando, Nandito era muy niño pero sabía o al menos creía saber lo que Miguel estaba por hacer, sin embargo El Niño seguía inmóvil tal y como Miguel le había indicado.
Despues de unos segundos, las sospechas de Nandito desaparecerían pues El Niño comenzó a sentir como el cuerpo adulto de Miguel se aproximaba a su infantil cuerpecito, Miguel pegó su torso a la espalda del pequeño y lentamente comenzó a acercar sus caderas a las nalguitas desnudas del infante.
Nandito sintió como un trozo grueso y caliente se reposaba en la rayita de sus nalguitas, Nandito sorprendido abrió más y más sus ojos, como si quisiera ver a través de la oscuridad lo que Miguel estaba haciendo, al notar Miguel, que El Niño no pone resistencia, más confiado, comenzó a frotar su cuerpo con el de Nandito con un suave pero excitante cadere, provocando que aquel trozo caliente se encajara en la rayita de las nalgas del niño.
M- Lo ves Nandito? Estamos jugando a las luchitas!!! Te gusta?
N- Si Miguel, si me gusta!!!
Nandito respondió afirmativamente y es que el pequeño comenzaba a descubrir nuevas emociones que nunca había sentido, el cadereo de Miguel y ese trozo en sus nalguitas que buscaban la profundidad de su culito, despertaron en El Niño un cosquilleo que recorría por todo su cuerpecito como si fuera una descarga eléctrica, su cuerpecito se apoderó de un delicioso calor que emanaba en su entorno, la respiración agitada y excitada de Miguel acariciaban su cuello y hasta podía oler el aliento alcohólico de el adulto.
Definitivamente El Niño disfrutaba de lo que Miguel le hacía con ese trozo grueso, que no era más que la verga gruesa y dura de Miguel que comenzaba a babear al sentir la apretada ranura del niño, Miguel jadeaba suavemente casi susurrando para liberar la excitación que sentía, una parte de él deseaba ataladrar el culito virgen del niño, pero por otra parte se contenía pues sabía que el descomunal tamaño y grosor de su verga causaría daño al pequeño.
Miguel con sus pantalones y calzoncillos a la rodilla franeleaba y cadereaba al infante en la orilla de la cama de aquella oscura habitación.
La verga de Miguel comenzó a babear más y más, facilitando así el va y ven de sus caderas.
Pronto Nandito perdió el temor a la oscuridad pues era la misma oscuridad que le ayudaba a dar rienda suelta a su imaginación, imaginaba cómo era de grande y gorda la “pipi” de Miguel y sobretodo como es que su “pipi” estaba tan peluda, pues El Niño podía sentir como los pelos de la verga de Miguel se despeinaban en sus nalguitas ante los cadereos.
Todo eso recorría la mente del pequeño, se dejaba llevar por el adulto que lo abusaba, mientras la mente del adulto solo deseaba desvirgar al pequeño, Miguel decidió parar el franeleo y se separó del menor, para ponerse en cuclillas y estar así frente a las nalguitas del niño, Miguel separó las nalguitss del niño con sus manos para exponer ante el, lo más íntimo que El Niño poseía, Miguel comenzó a olfatear aquel culito que tanto deseaba en ese momento, y de un solo comenzó a succionarlo delicadamente.
Nandito quedó atónito a lo que estaba sintiendo, la lengua de Miguel humedecía aquel apretadito culo, eso llevo al pequeño al máximo placer que jamás había sentido en su corta edad, ese placer deseaba salir de su cuerpecito, y lo sacó dando unos pequeños gemidos que la lengua de Miguel provocaba, por su parte Miguel abría más las nalgas del niño, para poder alcanzar con su lengua en su totalidad el culito del niño, Miguel deseaba tanto ese culito en ese momento, pero estaba consciente que no podía hacerlo aún, necesitaba preparar ese culito para un futuro, la lengua de Miguel trabajaba ese culito lo estaba amaestrando, al ver Miguel que El Niño nunca lo detuvo, tomó la decisión de prepararlo para más adelante, mientras su lengua lo preparaba, la verga de Miguel se contenía erguida y babeaba hilos de precum que caían al suelo, su verga dolía de lo hinchada que estaba por toda la leche que el adulto contenía.
Nandito por su parte se retorcía en la cama por el placer que los lengüetazos de Miguel, aquel culito estaba completamente ensalivado, sin embargo Miguel no podía contener más, se puso de pie y volteó al niño sentándolo en la cama.
Miguel estando de pie le dijo a Nandito…
M- Abre la boca Nandito y vas a chupar algo!! Entendiste?
N- Si Miguel!!!
Miguel buscaba en la oscuridad con su vega la boquita del niño. Y cuando la encontró le ordenó que abriera más la boca, lo más que pudiera, Miguel comenzó a introducir su gordo y baboso tronco en la boca del niño, a pesar que El Niño abrió por completo su boca, el grosor era tremendo, que era imposible que Miguel no sintiera los dientes del niño raspar ese trozo de carne.
M- Aaaaay Nandito que boquita tieneees!!! Uffff
N- Mmmmjjmm!!! Mmmmjmmm!!! Gluuup! Gluuup!!!
Nandito balbuceaba con la verga de Miguel en su boca, Miguel sentía la torpeza del niño, torpeza que era normal, pues era su primera mamada, así que puso sus manos en la rubia cabellera del niño y comenzó a guiar su cabecita con sus manos para mejorar las mamadas del niño.
M- Aaaaasiii Nandito!!! Asiiiii!!!!
Nandito sentía ahogarse ante sus primeras mamadas, pero Miguel estaba tan excitado que no se daba cuenta, el solo empujaba la cabecita del niño lo más que podía.
N-Aaaaaaghhhhh Aaaaaghhhh!!!!
M-Yaaaa casiii Nanditoooo!!! Ya casiiii!!!!
Nandito comienza a sentir como la verga de Miguel se ponía más gruesa y palpitaba dentro de su boquita, por la orilla de sus labios comenzó a escurrir leche viscosa y gruesa, pues su garganta estaba siendo inundada de leche de macho.
M- AAAAAAAHHH!!!! SIIIII!!!!
Miguel desbordaba su hombría en la boquita del niño, Nandito como pudo saco tremenda verga de su boca, pues era demasiada leche, que sentía que se ahogaba, al sacarse tremenda verga fue salpicado en su carita por los últimos chisguetazos de leche.
Despues de tremenda corrida Miguel recobró el aliento y con su playera limpió su verga y la carita de Nandito.
Comenzó a subir sus pantalones y los shorts de Nandito, en eso un grito desde abajo de la casa se escuchó!!!
A- Nanditoooooo!!! Estás ahí?
Era Andrea si hermana quien lo buscaba, Miguel le dijo al oído al niño que no dijera lo que acababa de pasar,
M- Acá estamos Andrea arriba!!!
Miguel y Nandito bajaron y al encontrase con Andrea le dijo que Nandito le pidió acompañarlo a buscar un juguete pero ni lo encontraron, Nandito no negó lo que Miguel dijo así que Andrea terminó por creer.
Miguel se fue a su casa pues ya Andrea había regresado, esa noche Nandito durmió muy poco pues en su mente recordaba todo lo que había ocurrido horas antes, volvía a sentirse emocionado al recordar todo, al mismo tiempo Miguel en su cama también recordaba y pensaba cómo podía hacer para en un futuro hacer suyo por completo el culito del hermoso Nandito, definitivamente eso era algo que Miguel deseaba, desvirgar al pequeño Nandito…
Esta historia me fue contada por Fernando (Nandito) en mi cuenta de Instagram (mando_gg) Fernando me contó lo excitante que fue su primera vez, me contó que lo que más le excitó fue como sucedió su primera vez, pues el estar en la oscuridad sin poder ver, solamente sentir y escuchar a Miguel, eso es lo que más lo excita hasta el día de hoy, Fernando me contó que Miguel fue su abusador por varias ocasiones, gracias a él descubrió su gusto por los hombres y gracias a él sintió el dolor y placer de su primera vez.
Muchas gracias a Fernando por confiar en mi para relatar su historia espero sea de su agrado y del agrado de todos ustedes, recuerden que pueden escribir sus sugerencias en mi cuenta de Instagram que les deje anteriormente, hasta la próxima…
Buen relato
Qué rica experiencia. Ojalá a todos nos iniciaran así