En la Secundaria con Alexis
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Primeramente debo aclararles dos cosas para meterlos en el contexto del relato. La primera es que sucedió cuando iba en 2do grado de Secundaria y tenia 13 años de edad. Lo segundo es que debo describirles el uniforme de ese momento para que comprendan. Era una camisa de mangas largas color caqui, al igual que el pantalón de vestir y el cinturón junto a los zapatos ambos negros eran obligatorios.
Sucedió durante una hora de Ingles a la que la profesora no asistió y por eso el salón del segundo piso estaba casi vació, solo había alrededor de 7 alumnos, contándome. No era un inadaptado social o el "rarito" del salón, tenia amigos, pero la razón por la que quería estar solo en ese momento era por simple deseo de tranquilidad. Debo mencionar antes que en esa época creía ya fija mi sexualidad, que solo era un heterosexual fetichista de pies femeninos, pero cuando veía los masculinos siempre brotaba algo de mi.
Recuerdo que estaba sentado en el segundo pupitre de la primera fila de la izquierda con mi cabeza recargada sobre mi mano, sin nada que hacer, hasta que Alexis se acerco. Nunca seguía bien el reglamento de vestimenta, no seguía bien ninguno pero este en especial. Se peinaba impropiamente y nunca llevaba cinturón. Eso es lo que los prefectos notaban, pero lo que yo notaba era que nunca llevaba calcetines, solo tenia los pies descalzos con los zapatos negros y tampoco llevaba camiseta debajo, tenia el pecho desnudo a los botones de la camisa, nunca supe porque me le quedaba mirando, como si estuviera enamorado. Hasta ese día solo lo veía como un sujeto gracioso y buena onda mas, pero cuando acerco un pupitre al mio, se sentó en el y me miro fijamente, me quede petrificado al notar que podía ver su pecho en el escote y que recargo sus pies en las patas de mi asiento.
Lo salude y sostuve una conversación con el para ser amable, pero trataba de resistir la erección que estaba teniendo en el momento. Todo iba normal hasta que el se quito los zapatos enfrente de mi de repente y puso sus pies desnudos sobre mi regazo, su talón rozo con mi pene totalmente erecto y palpitante, se que se dio cuenta pero no lo menciono. Se que se dio cuenta porque se abrió mas la camisa dejando ver su pezón, el cual froto haciéndome gestos, pero eso no fue lo único, ya que bajo uno de sus pies y acaricio mi pierna levantando mi pantalón en la zona de la espinilla, acariciándome la pierna con sus dedos. Me sorprendí cuando me di cuenta que el salón se quedo vació sin que me diera cuenta. Nadie mas estaba mas que Alexis y yo, por eso me atreví a acariciar su planta con mis dedos sintiendo su pie algo sudado con el gentil olor de su zapato, pero sin decirle nada sobre lo que sucedía. Baje sus pies y le dije que tenia que ir a orinar, pero no era así, solo quería ir a liberar mi pene de la presión que mi pantalón le ponía.
Tuve que ocultar la erección hasta llegar al baño y lo deje salir hasta llegar al orinadero. Pensé en masturbarme en un cubículo, lo planeaba, pero mis pensamientos fueron interrumpidos por Alexis cuando de pronto apareció a mis espaldas acariciándome la nuca y el trasero. No podía resistirlo mas, así que aun con el pene de fuera me di la vuelta y lo bese primero en el cuello, después recorrí y humedecí el camino hasta su boca. El se frotaba su propia verga erecta por encima del pantalón mientras entrabamos a un retrete para saciar la lujuria que emanábamos en ese momento. Cerramos la puerta y le abrí por completo la camisa sin quitársela y lo despoje de sus zapatos. Por alguna razón me excitaba ver solo su pecho y abdomen desnudo aun con el uniforme. Lamí cada glorioso centímetro de su frente, me detuve mucho tiempo en su cuello y pezones, chupándolos, creo que le deje chupetes, el solo mantenía los ojos cerrados gimiendo levemente, yo solo me daba el gusto saboreandolo. Inhalaba el aroma de sus pies y chupaba cada dedo. El espacio entre cada dedo era mi momento favorito.
El también se dio el gusto conmigo, y sorpresivamente también con mis pies. Nos turnamos para hacernos sexo oral.
Su descripción era el con la camisa abierta, pecho y abdomen desnudo, descalzo, con el pene erecto y húmedo de fuera sentado en el retrete, y la mía era la misma pero arrodillado frente a el haciéndole una mamada muy emocionado. No lo conocía mucho antes de ese día pero ambos no eramos nosotros mismos, eramos unas bestias saciandonos y llenándonos de placer.
En cuanto se vino en mi boca me dio un par de bofetadas con su pene, como si fuera mi amo y en agradecimiento de parte de su esclavo, me lo trague. Cuando yo me vine en su boca el se levanto, escupió un poco embarrándose la boca por fuera y me dio un beso. Salimos del baños con manchas en los uniformes, terminamos siendo novios en secreto.
Durante esa hora libre no hubo coito, pero me alegra decirles que ese no fue el único momento intimo que tuve con Alexis.
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