En la tienda de abarrotes
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Luis y tengo 25 años, vivo en Morelia, Michoacán, México este es mi primer relato espero les guste y pueda seguir continuando con mis anécdotas.
Me describo: mido 165, soy llenito, piel blanca, cabello negro, no muy nalgón pero me defiendo muy bien, soy amanerado pero no muy loca, o sea en mi mente soy esa señora respetable de 40 años, soy muy respetuoso y así, ya no los aburro con esto…
Mis abuelos tenían una tienda de abarrotes hasta hace poco yo por ayudarlos cuidaba la tienda cuando salía de la universidad, y me dejaban solo, como es un espacio público jamás pensé en q pasaría algo allí, claro de vez en cuando veía porno y pasaba al baño a masturbarme y pues todo normal, tenía muchos clientes muy guapos pero nada que ver.
(Les comento como era el lugar para que me entiendan mejor: estaba la entrada de la tienda con todos los refrigeradores y muebles de Sabritas y galletas, más al fondo unos mostradores y más al fondo un tipo de sala con televisión, una mesa pequeña y unas sillas, el dinero lo poníamos en u mueble que quedaba fuera del alcance de las personas, tenían que entrar muy al fondo de la tienda para llegar allí)
El proveedor de Sabritas era uno de los guapotes que me gustaban, altote y bien fornido pero como ya dije no les insinuaba nada porque casi todos son conocidos de mis abuelos ya que duraron con la tienda como 24 años y de hecho él ya era amigo de ellos.
Como mis abuelos ya me dejaban a cargo de la tienda y todo yo siempre decidía cuanto se surtía y todo, ya el trato era directo conmigo.
El proveedor de Sabritas siempre fue muy amigable como con todos.
Pero un viernes que era el día que solo iba a cobrar yo estaba sentado haciendo algo en la computadora, entro y me saludo con un apretón de manos “normal” y yo tuve que alzar la mano porque él es algo alto y cuando lo saludo bajo la mano a la altura de su bragueta, y me sonrió, yo me saque mucho de onda porque no lo esperaba, le pague y se fue.
El regresaría hasta el miércoles y durante esos días yo me estaba volviendo loco porque no sabía si eran suposiciones mías o realmente iba a pasar algo.
Llego el miércoles y checo mercancía, hizo pedido y me dijo que por una razón no podía dejarme crédito x esta semana y se fue por la mercancía.
Cuando regreso me daba el tiquet para checar la mercancía y yo lo tome pero no lo soltaba y lo jale con fuerza hasta que lo soltó y me dijo
-Jalas fuerte.
Yo hice cara de algo porque me vio y se empezó a reír, terminamos de checar y yo me fui a mi lugar en lo que él ordenaba, cuando le pague él se acercó hasta donde yo estaba en el mueble del dinero que aparte desde afuera no se alcanzaba a ver y juro que no fue con intención de nada pero con una mano le di los billetes y con la otra le di unas monedas, el me tomo los dedos con los que le di las monedas y me bajo la mano a la altura de su bragueta otra vez y sin pensar voltee la mano y le agarre el paquete gordito y en reposo que tenía, hacia como que ya se iba y llevaba prisa pero bien que se dejaba agarrar, hasta que se fue y esa vez no pasó nada más.
Se me hizo una eternidad porque dure una semana sin verlo ya que no fue el viernes y aparte me entro la buena conciencia y hasta lo busque en Facebook y le pedí perdón y le dije que lo olvidáramos pero creo que nunca usa Facebook y nunca lo vio.
Llego el miércoles y yo ni lo veía por el arrepentimiento pero el llego y me saludo y me restregó la mano en su paquete, ya no podía más por lo que se lo seguí agarrando bien rico y lo dirigí hacia los mostradores que nos hacían paro de taparnos y me hinque, le baje el cierre y le saque del calzón apretadito un pene todavía dormido de unos 8 o 9 cm pero de esos que se ven bien jugositos gruesos y con gorrito, se rasuraba el vello, no al ras pero a mí me gusta que estén peludos, más naturales y lo empecé a masturbar y en menos de un minuto su amiguito cobro vida y llego como a los 16 o 17 centímetros y más grueso, me lo metí en la boca, subía y bajaba por su tronco, le daba pequeños lengüetazos en la cabeza rosita, le subía el prepucio y le metía la lengua entre la cabeza y el cuerito solo lo veía gozar y estar atento por si entraba alguien, mientras yo seguía y me metía sus huevos a la boca, uno por uno porque eran algo grandes, puso su mano en mi cabeza y comenzó a follarme la boca, yo trate de bajarle el pantalón pero no quiso, así que yo como bebe comiendo biberón.
De repente me quito y en el mayor esplendor de su erección se metió la verga al pantalón y mientras yo aún se lo seguía tallando por fuera hasta que se fue.
De las más ricas vergas que he probado.
Para no darle el protagonismo a él y perder tiempo contando cada una de las veces con él les platico de una vez que por alguna extraña razón nunca se quiso correr, siempre esperaba a tener la verga al máximo y se la guardaba aun cuando tuviéramos tiempo y no hubiera gente, a veces venia y no quería, a veces solo a eso iba, duramos varios meses en ese juego e incluso cuando cambio de dueño la tienda (la casa es casa de mis abuelos pero ellos prefirieron rentar el local y yo puse mi taller de costura en la parte de la sala)me lo encontré y me dijo que quería pasar porque nadie se la ha chupado como yo
Espero que se hayan corrido bien rico y si me lo piden les cuento las otras historias engarzadas en la tienda.
Besis!!!
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