En las cabinas.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ozcar11.
Este es mi primer relato, espero les guste.
Hace unas semanas estaba algo inquieto y decidí hacer una visita a las cabinas.
Llegue algo caliente y dispuesto a divertirme.
Mientras caminaba entre los pasillos y escuchaba los gemidos del porno, noté que estaba bastante lleno.
Para darme valor comencé la tarde viendo a una pareja por uno de los glory holes; un maduro de nos 46 y chico de unos 28.
Me senté en la butaca saque mi verga del pantalón y me asome por el agujero, del otro lado me encontré con que el chico le daba una buena mamada al maduro.
Nada espectacular ambos, pero la verga del maduro se destacaba por se muy gorda, de esas vergas que vez y se te antoja tocar.
Estuve espiando por unos minutos hasta que el chico me noto, el siguió mamando sin inmutarse y comenzó a hacerlo más rápido mientras me veía a los ojos, eso me éxito y mientras el mamaba, yo me jalaba la verga.
De pronto el joven estiro su mano hacia el agujero y me invito a tocar el manjar que saboreaba, sin dudarlo estire mi otra mano la metí en el agujero y toque esa verga gorda que palpitaba y estaba mojada con la saliva del chico, la jale un poco la recorrí toda un momento, hasta que decidí que era momento de hace algo más.
Me levante y salí del cubículo.
Después de dar otras vueltas en otro cubículo vi un chico de unos 28 años, yo tengo 27.
El chico tenía sus pantalones abajo, estaba de pie y sobaba su larga verga sobre su bóxer, sin dudarlo me metí en el cubículo, cerré la puerta y comencé a tocar el gran paquete, que para mi sorpresa creció aún más, el chico me beso mientras yo lo tocaba y sacaba su verga del bóxer, me encontré una delicia de unos 20 cm, gorda, afeitada de los webos, unas grandes bolas que le colgaban justo debajo de esa verga perfecta y ere pubis con el vello recortado.
Ante semejante delicia no me podía negar, así que baje mis pantalones, ya con mi verga erecta, me puse de rodillas y comencé a besar esas grandes bolas, que olían a limpio, en ese momento saque unos pprs de mi pantalón, inhale, sentí el calor, las palpitaciones y metí esa rica verga a mi boca, comencé con la cabeza libre de prepucio, seguí rápidamente con el cuerpo y en un segundo mis labios chocaban con el vello púbico de mi acompañante.
Metí lo más adentro que pude esa verga y seguí mamando, el chico gemía, se retorcía y gozaba de como saboreaba su trozo de carne.
Después de unos minutos ofreció meterme la verga.
Toco mis nalgas redondas y peludas, me dio la vuelta y de su saco, sacó lubricante, lo puso en mi ano y comenzó metiendo un dedo, yo inhalé más pprs y me deje disfrutar, a continuación saco un condón, se lo puso y con ya dos dedos dentro de mi, me dejo ir su verga.
Me agache dejando mi culo a su disposición, por lo gorda que era me molestaba un poco su verga, pero seguí con los pprs para ayudarme a aguantar.
Justo en esa posición quede frente al glory hole y note que un hombre de unos 30 años estaba observando todo el espectáculo, yo continúe inhalando sin intimidarme y fue así que se paró de su butaca y por el agujero metió su vega, pude ver unas bolas peludas y un miembro peludo de unos 16 cm gordo y erecto frente a mi, mientras el chico continuaba bombeándome duro el culo, yo ya estaba muy caliente y entre los empujones empecé a chocar con la verga que tenía enfrente, la sentí en mi cara la olí, con ese aroma a hombre y sin pensar más inhale mas pprs y la metí a mi boca, por unos segundos el pacer fue intenso, una gran verga en mi culo entrando y saliendo, y una verga de macho en mi boca, de un macho que no podía tocar, del que solo podía tener ese trozo erecto, estuve así un tiempo hasta que el dolor regreso y decidí incorporarme y salir del cubículo.
Descanse unos minutos, pero seguía caliente así que decidí dar una última vuelta en las cabinas, me metí a un cubículo y un treintañero con aspecto de militar entro tras de mí, el tipo media como 1.78, era delgado pero marcado, moreno y de corte militar, todo un macho, comenzó a besarme metió sus manos en mi pantalón, tocaba mis nalgas, las apretaba hasta que me voltio, sin decir nada bajo mis pantalones y puso su verga sobre mis nalgas, besaba mi espalda y me la arrimaba antojándomela cada vez más, ya caliente por lo que sucedía me voltio saque de mi pantalón mi frasco de pprs y por fin vi esa verga que sentía en mis nalgas, tenía unos 19 cm delgada y totalmente afeitada, sin dudarlo la metí a mi boca y comencé a mamar como desesperado.
Mientras mamaba el treintañero me pidió de mis pprs, inhalo y se empezó a mover en mi boca, de pronto me levanto, puso saliva en mi ano se puso un condón me dio a inhalar de mis pprs y me dejo ir entero su trozo, sentí tanto pacer que no tarde ni 6 minutos en sacar mi leche y dejarla caer toda al piso.
Para lastima de mi compañero no pude hacer más y me senté en la butaca.
Me encontraba sumamente satisfecho con lo que había ocurrido ya no podía mas y solo quiera descansar un mentó antes de irme, pero ese no fue el final.
Mientras descansaba un maduro de unos 48 entro al cubículo sin decir nada saco su verga del pantalón, aunque ya grande tenía muy buen cuerpo y una verga muy peluda, pero lo mejor vino cuando libero sus grandes bolas, eran enormes y colgaban de un lado a otro se acercó a mi cara y las choco con mis mejillas, sentí su calor y el olor a macho y sin pensar mucho tome mi frasquito, inhale y comencé a comer esas bolas, las chupe de una en una, porque las dos no cabían en mi boca, me la empecé a jalar y seguí con su verga, la saboree toda, regresaba a sus webos y de pronto sin darme cuenta me vine otra vez, el hombre había logrado calentarme una vez más.
Con la leche escurriendo de mis manos me levante, salí del cubículo, fui al baño a limpiarme y regrese a mi casa muy contento.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!