En su propia casa, La Piscina
Gabo un niño utilizado por su inocencia y confianza para saciar las ansias sexuales de un inmigrante que lo uso en su propio hogar….
En esas barriadas típicas de Latinoamérica vivía la familia de Gabo, eran 4 personas que conformaban el núcleo familiar, su mamá, su padre, su hermana de 3 años y el Gabriel, un niño alegre, curioso e inocente de 7 años, de piel morena oscura y cuerpito delgado sin llegar a verse sus huesitos en formación, un niño en toda la regla de la palabra que aunque educado le gustaba corretear, saltar y jugar a lo máximo que daba el día pero por costumbres y miedos de su mamá no lo dejaba salir de su casa, casa de 2 pisos con una pequeña terraza a medio construir en su techo, su familia era de clase baja así ambos padres pasaban todo el día trabajando, su madre limpiaba en un hospital cercano y su padre era mecánico y técnico en electrodomésticos, su hermanita se quedaba al cuidado de una vecina que tenía una guardería clandestina por lo que el pequeño siempre estaba solo entre las paredes de su hogar, solo veía a sus padres en las noche y al medio día cuando lo iban a buscar al colegio y lo dejaban en la mesa del comedor con su almuerzo listo.
A pesar de eso Gabo disfrutaba muchísimo su soledad dejando a su imaginación volar todos los días junto a sus juguetes, a pesar de todo sus padres consentían a los niños cada que podían, una noche su padre trajo un regalo que le había dado una cliente suya: una piscina inflable, Gabriel estallo de la alegría y quería usarla cuanto antes pero sus padres no tenían tiempo para poder complacerlo, esto hizo llorar al niño y estallar en reclamos por primera vez en su vida, su padre conmovido y entendiendo al niño la mañana siguiente preparo la piscina, que aunque no era muy honda pues era para infantes la dejo llena hasta un poco más debajo de la mitad en la terraza de la casa, que aunque a medias tenía una buena seguridad con barandas altas por el frente y uno de sus costados porque habían paredes por sus otros lados, y como no tenía techo era el lugar perfecto para refrescarse del sol, fue a buscar a su pequeño hijo al colegio que seguía cabiz bajo y después de almorzar juntos le pidió que lo acompañara hasta la terraza y para alegría e ilusión del pequeño estaba en el centro la piscina, corrió a curiosear las pequeñas paredes de plástico y la lona donde su padre había puesto el juguete, regresando para darle un fuerte abrazo a su padre que le dijo que tenía que volver a trabajar y que tuviera mucho cuidado, que no se quedara mucho tiempo en el agua y que se secara muy bajo el sol antes de bajar a la casa para que no hiciera desorden o tuviera un accidente.
Si bien su padre no había pasado doble seguro a la puerta como siempre ya Gabo había llegado de nuevo a la piscina con varios de sus juguetes lanzándolos al agua y más atrás él olvidándose por completo su uniforme escolar, ya luego de 10 minutos de escenarios inventados bajo el agua se escuchó una voz ronca y gruesa medio extraña con un intento de español: “¿Qué haces niño?”, Gabo se asustó buscando la voz encontrándose a Mikhail medio piso arriba en una ventana de la casa de atrás de la suya, “Nada, jugando” –respondió el niño sonriéndole al ruso de 36 años que lo observaba, Mikhail había llegado al país hace 12 años buscando un “mejor vivir” según él, se dedicaba a trabajar como jardinero, obrero, carpintero o el trabajo manual que le pasara por el frente ya que su casi 2 metros de altura y su complexión gruesa, actualmente vivía alquilado en la casa detrás de la de la familia de Gabo, lo que no se sabía es que Mikhail salió huyendo de su país después de que se supiera su verdad: era un exhibicionista, encontrando placer enseñándole su colosal miembro a los pequeños en parques hasta que una madre hizo escandalo cuando lo encontró con su verga de 22 ctm en la boca de su hija de 9 años.
“Pero así no deberías estar metido en la piscina” –le recomendó al niño, “¿Así como?” –respondió curioso el niño dibujándole una sonrisa que escondía morbo en el hombre “Con el uniforme niño” –el niño se asustó con la revelación porque era verdad se le había olvidado “No te preocupes solo quítate el uniforme que con el sol se va a secar en seguida” –consolando el niño le aconsejo, Gabo entendiendo se quitó rápidamente la camisa blanca y el pantalón negro soltando la ropa en una silla de platico cercana quedando solo en ropa interior tipo bikini de color rojo oscuro que hizo al hombre relamerse los labios devorando al niño con la mente, su miembro cobrando vida bajo su pijama tipo short “Si lo dejas ahí la ropa se va a arrugar, tiéndela mejor” –insinuó el ruso con la idea de que a lo mejor si el niño se estira a intentarlo sobre las cuerdas de tender que andaban por ahí ese pedazo de tela se le resbalara y poder disfrutar la vista de aquel pequeño desnudo por completo, “No llego señor, puede usted hacerme el favor” –el hombre sorprendido por la invitación inconsciente del niño no se dio a rogar y salto por la ventana que por su altura no era problema haciendo rebotar su miembro ante los ojos de Gabo soltando algunas gotas de líquido preseminal que ya mojaba su pijama.
Camino firmante hacia la ropa húmeda y rápidamente la tendió mientras veía a su presa hipnotizada con el movimiento de su carpa, sonrió y soltó un resoplido antes de decir: “Que calor tan grande con este sol, ¿No me invitas a entrar a tu piscina para el calor?” –el niño titubeo ante la bestia gigante que estaba frente a él y le respondió “Pero se va a mojar su short” –el gigante sonrió bajándose su pijama liberando su verga recién rasurada ante los ojos de sorpresa del niño, “¿Ya puedo? –el niño solo afirmo con su cabeza todo apenado, Mikhail entro a la piscina y al sentarse el agua subió casi hasta el borde, agarro uno de los muñecos del pequeño y empezó a jugar con él, Gabo se había relajado pero si sentía las caricias descuidadas del hombre y su leve encaminamiento a que el juego llevara a su miembro que asomaba su punta por encima del agua, “¿Quieres probarlo?” –sorprendió el hombre al niño cuando este vio su miembro, el pequeño asintió levemente y de inmediato la mano de Mikhail había llegado a su cara introduciendo su pulgar en su boca “Chupa, si lo haces bien te dejo probarlo” –el niño obedeció succionando el dedo y al minuto estaba tratando de meterse aquel tolete de carne a la boca, se sentía mareado y al mismo tiempo a gusto, como si este fuera el mejor momento de sus escaso 7 años, Mikhail no perdía el tiempo y ya le había bajado el interior descubriendo sus pequeñas nalguitas y su minúsculo penecito manoseando este último primero mientras Gabo estaba enfocado en su glande, el hombre sabía que esta vez nadie lo iba a interrumpir e iba a poder finalizar todo el trabajo esa tarde y con ese pensamiento introdujo un dedo en el anito de Gabo y para su sorpresa estaba tan excitado que estaba muy dilatado.
El niño se sintió algo incómodo pero con el movimiento inicial empezó a disfrutar el intruso tanto que empezó a chupar con más intensidad, Mikhail no quería arriesgarse y separando al niño de su chupón y cargándolo como un hoja de papel por su axilas lo sentó entre sus piernas sobre su verga babeada, primero lo rozo entre los cachetes de su culo y con una mano apoyo la cabeza de su miembro en el anito de Gabo y de una pequeña fuerza entro toda la cabeza haciendo que el niño soltara una especie de siseo de dolor que a oídos de Mikhail era la gloria introduciendo un poco más, el niño no lloraba solo aguantaba el intruso intestinal hasta que choco con un tope natural, tenía como 15 ctm dentro cuando el ruso desesperado empezó a moverse como un loco dentro del niño que solo gemía de dolor y luego de placer, sentía como aquello chocaba dentro de su barriga, el pequeño Gabo separo con su manos sus nalgas introduciendo 2 ctm más de aquello mientras miraba con lujuria la cara enrojecida de Mikhail “Tronco de putita que me encontré y tanto tiempo desperdiciado” –dijo el hombre a su pequeña presa antes de dar 2 estocadas profundas que le arrancaron un orgasmo seco a Gabo que solo pudo arquear sus piecitos ante el impacto de 5 chorros de esperma en sus entrañas.
Mikhail aun con su verga dentro del niño lo saco de la piscina y sobre la silla lo volvió a coger mientras rebuscaba en su pijama su celular para tomar unas cuantas fotos y un video de su verga saliendo del maltratado ano infantil que expulsaba una cantidad de semen ya casi de contextura como espuma en el suelo, el hombre le subió el interior al niño y le dio un beso de lengua que casi ahogándolo haciéndolo tragar saliva que lo embriagaba de excitación de nuevo, pronto de separo diciéndole “Que rico como jugamos pequeño, no le digas a nadie porque si tu mamá se entera que metiste a alguien sin su permiso para jugar se va a molestar y ya no podremos jugar más nunca” –el niño negó con la cabeza y respondió “Yo quiero jugar otra vez a que me meta su cosa en mi culito, muchas veces más, se siente rico” Mikhail había encontrado un niño de oro y no iba a desperdiciarlo así que lo beso de nuevo y con un hasta luego de un salto alcanzo la ventana y se perdió dentro de su casa, Gabo se quedó pensando en mitad de la piscina mientras los restos del semen que se deslizaban en su palpitante ano se diluían en el agua, al rato después de sentir como sus piernas le respondían correctamente se levantó secándose con un paño de Backyardigans que su papá le había dejado preparado y bajo a su cuarto quedándose dormido en su cama totalmente desnudo mientras se pasaba sus dedos alrededor de su anito.
Lo levanto el azote de la puerta de su hermanita al entrar al cuarto asustándolo y corriendo a buscar una pijama que a duras penas se pudo poner antes de que su mamá lo llamara a comer, salió aun bostezando mientras su papá lo cargaba contento al ver a su hijo “¿Cómo te fue mi vida?” –le pregunto mientras busco su mejilla para darle un beso pero su movimiento le hizo darle un medio beso en la boca, cosa que de inmediato hizo que el penecito de Gabo reaccionará poniéndose duro justo sobre el abrazo a la altura del pezón del padre asombrándolo “Excelente papi, fue MUUUUUY divertido” –respondió el niño ruborizado de la excitación mientras el papá aun procesaba lo que pasaba entre los dos, la mujer los llamo sin darse cuenta que su marido venía con el miembro semi-erecto y su hijo aún más erecto, el padre se sentó y coloco a su pequeño en la silla de al lado pero apenas Gabo se dio cuenta de la carpa que se le dibujaba a su papá en sus pantalones se le encaramo encima acomodando la verga que lo trajo al mundo entre sus nalguitas y meciendo su cuerpo mientras decía “Papi hoy te quiero tanto que voy a comer contigo” –el padre solo pudo reír incomodo mientras sus 17 ctm de verga se restregaban en el ano palpitando de su hijo, nadie comento nada en la cena mientras ninguno de los dos perdía firmeza y al terminar de comer Gabo se bajó del regazo de su padre corriendo a su cama a esperarlo pero su papá no llego esa noche y se durmió algo decepcionado, pero lo que no sabía es que el siguiente día no solo iba a volver a ser usado por su culito sino que también conocería el sabor de la leche de su papá…
Continuará…
Excelente relato. Como sigue?
Qué rico, espero que pronto puedas subir la siguiente parte, que el ruso parta bien ese culito glotón