Encontrando el amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estuve una 4 días de campamento con mi grupo de Boy Scout, y no me había llevado el celular aunque se pudiera, para poder estar al ciento por ciento con la naturaleza.
Volví a mi casa y lo primero que hago es darme una ducha. Cuándo estoy secándome, me acuerdo que tenía el celular en casa, así que aunque no pensaba tener ningún mensaje decidí revisar igual.
Prendo el celular y empieza a titilar una luz verde, significaba que tenía un mensaje de WhatsApp.
Abro la aplicación y veo que era un mensaje de Santi, que decía textual: "Pedro, no se cuándo recibirás este mensaje, pero necesito ayuda. Yo se que sos muy buen en Historia y necesito que me explicaras algunos temas para darla, así me ahorro gastar en particulares."
Me sorprendí ante este pedido, pero le mandé un mensaje diciéndole que aceptaba, que me diga cuándo quería juntarse y yo veía si podía. Me respondió que sea en su casa ya que no podía salir por las materias que tenía que dar, entonces le dije que estaría a la tarde por allí. Ya sabía que línea de colectivo debía tomarme para llegar.
Avisé a mi mamá que saldría, no sabía a que hora volvería. Tome el colectivo y luego de un corto viaje, bajé en la parada que me dejaba cerca de la casa de Santi.
Me dirijo hasta su casa y toco el timbre, sale el, me saludo y me invita a entrar. Era una linda casa, por suerte con aire acondicionado debido a los calores de esta época de año.
Me ofrece algo para tomar y le digo que no, que estaba bien así. Entonces nos dirigimos a su cuarto donde estaban sus libros para estudiar. Entre algunas explicaciones y risas, me sale del alma decirle:
-La verdad, sos un buen amigo. El único amigo que tengo.
El suelta una carcajada, contestándome:
-Vos nunca cargas a nadie y estas cuándo se te necesita para una ayuda, como ahora.
Me sentí muy bien con esas palabras, y seguimos leyendo. Pasan unos 20 minutos y noto que Santi me miraba a mi en vez de ver lo que le explicaba, a lo que pregunto:
-¿Pasa algo?
-Si, algo que tengo que decirte.
Pensé que sería algo como un problema familiar o del colegio, así que me dispuse a escuchar lo que me decía.
-Mirá Pedro, yo la verdad que estoy algo confundido. Siempre estuve de novio con mujeres y todavía me siguen gustando, pero siento que tengo que probar algo con un chico. No soy gay, créeme, pero es lo
que siento que debería probar.
No sabía que responder, pero no se porque me sentía con ganas de que siguiera hablando. Entonces, mientras llevó su mano a mi entre pierna, me dijo:
-Me gustaría mucho estar con vos en la cama. Hay algo de vos, no se que, pero me excita mucho.
Quise responder, pero no pude porque apenas terminó de hablar se abalanzó sobre mi y me dio un beso. Pero no un beso cualquiera, esos besos con la boca abierta y con la lengua. Me sentía un poco raro, pero la verdad que me encantaba la forma que el besaba y no quería que ese beso terminara. Pero lamentablemente, se separó de mi boca.
-Ojala esto no te haga sentir incómodo -me dijo.
-No, la verdad que nunca se me habría ocurrido estar con un hombre, pero la verdad que esto me hace sentir bien y yo también quiero hacerlo.
Entonces nos sonreímos y nos seguimos besando, mientras nos tocábamos. Noté que había empezado a tener una erección, lo que provocó una mía.
Ese momento empieza a desnudarse enfrente mío, lo que le seguí la corriente. Estaba sacándome la remera cuándo empieza a notar sus manos en mi pija, y al instante empezó a hacerme un pete. Nunca me habían hecho uno, pero era mucho mejor que una paja, fue una sensación inexplicable, maravillosa, estaba en la gloria.
Habrá estado unos 10 minutos chupándomela, entonces empezó a subir pasando su lengua por mi pecho y mi cuello hasta llegar de vuelta a mi boca.
Nos besamos un momento mas, y se inclina hacia su mesa de luz, abre un cajón y sacó una caja de preservativos. Me dio uno mientras se recostaba del otro lado de la cama.
Le pregunté si era seguro hacerlo en ese momento, y me dijo que sus papás volverían a eso de las 9 de la noche. Eran las 2 de la tarde, había tiempo de sobra.
Me acosté encima de el y comencé a penetrarlo lentamente, pero era cada vez mas grande nuestra excitación que comencé a subir la velocidad. Entre mis penetraciones, sus gemidos, besos y chupones, la pasión y excitación iba subiendo.
Entonces me sacó la pija de su ano, me empujó para que me acostara y se me tiró encima. Empezó a mentarla, mientras dirigió mis manos hacía sus nalgas y me decía, entre gemidos:
-Dale mi vida, pegame mucho.
Empecé a darle unas nalgadas que iban cada vez mas fuerte, sin importarme cuán duro sea sabiendo que a mi chico le gustaba. A medida que seguíamos, el me decía cosas como "dale potro", "que bueno sos cogiendo", "espere mucho para que me la pongas", etc.
Cosas que me encantaba que me dijera casi gritando, al borde del orgasmo.
Se me bajó de la pija y se puso estilo cachorrito, entonces lo empecé a penetrar con toda la fuerza que me quedaba. Hasta que en un momento, comenzó a dar gritos de placer, sabiendo que había podido llegar al orgasmo.
Sus gritos de placer y pedidos de ser nalgeado me calentaron como nunca en mi vida.
-Avisame cuándo estés por acabar- me dijo.
Sin saber que tenía planeado, le dije:
-Ya se viene la leche amor.
Sacó mi pija de su culo, se dio vuelta y me la empezó a chupar de nuevo. Hasta que llegó el momento sagrado, donde acabé todo en su boca. Jamás había acabado de esa manera, y me daban mas ganas de acabar viendo su rostro complacido y satisfecho, saboreando ese dulce y caliente néctar.
Luego, agarró su celular y se fotografió con la boca abierta, mostrando todo el semen junto en su boca.
Ya casi sin energía me acosté, seguido por el que se acostó poniendo su cabeza sobre mi pecho, con la única frase de "te amo mucho", quedándose dormido. Yo lo seguí.
Hoy en día somos novios, y ya pasaron casi 4 meses de ese primer encuentro que comenzó con este maravilloso amor. No nos mostramos como pareja en público, algún día pasará, pero si nos juntamos como todos los amigos lo hacen. Pasamos fines de semana en la casa de uno, otro en la del otro, siempre con la excusa de que somos amigos, por ahora.
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