Encuentro con Fernando
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como todos los sabados, siempre que puedo, salí a correr por un parque de la ciudad, lugar donde se practican muchas actividades deportivas… Esa mañana estaba con ganas de"hombre" ya que no tenía sexo con mi pareja desde mediados de semana.
Despues de correr y con intenciones de descansar un poco, me acerco a uno de los bares que hay en el parque, donde compro una bebida y algo para comer… Cuando busco un lugar donde sentarme, todas las mesas estaban ocupadas. En una de ellas lo veo a Fernando, a quien conozco ya que es el encargado del gimnasio donde voy regularmente. Él, los fines de semana trabaja de personal trainer y estaba con un cliente, tambien descansando luego de desarrollar su rutina…
Luego de los saludos, y al ver Fernando que yo no conseguía lugar, me invita a compartir su mesa. Acepto y agradezco ya que necesitaba un descanso y reponer energías… Charlamos un rato de temas generales y de las ventajas del entrenamiento fisico. El cliente de Fernando, luego de un rato de charla, tenia que irse, se despide de nosotros y parte dejandonos solos…
Fernando, en el gimnasio es el tipico" macho", super canchero y conquistador con todas las mujeres, no tiene un gran físico, pero si mucha simpatía… Verlo con su ropa transpirada y escuchando su charla, me fueron despertando el deseo de un hombre, adormecido por la actividad fisica… Charlando y riendonos, se pasó el rato y crecieron mis ganas de sexo.
Cuando decidimos irnos, se ofrece a acercarme en el auto hasta mi casa y por supuesto que acepto. Arrancamos y me pregunta si no hay problemas que, primero pasemos por su casa, que quedaba de camino, y donde necesitaba buscar algo. Mi cabeza fantaseaba con algo más y ahí fué cuando se me ocurrió, fingir un calambre en la pierna. Fernando, que sabe del tema, me dice que no habia "elongado" lo suficiente despues de la actividad física y que eso no era bueno.
Llegamos a su casa, me invita a bajarme diciendo que me iba a ayudar a elongar, que no podía dejarme así, con ese calambre que yo, ya exageraba. Era un paso adelante en mi plan de ver que lograba. Acepto, dispuesto a sentir las manos de ese hombre sobre alguna parte de mi cuerpo y porqué no, algo más que sus manos…
Ya en su departamento, me pregunta donde exactamente era el calambre, me hace acostar en el piso, de espaldas y comienza a estirar y elongar mis piernas, apoyando con maestria sus manos en mis muslos. Eso me calienta y mucho. Fernando desliza sus manos casi hasta llegar a mi ingle y mi calentura se hace evidente, comienza mi verga a ponerse erecta..
Me pide que me ponga boca abajo y sigue con su tarea, con maestría y profesionalismo, pero cada vez con movimientos más lento, más erotizantes. Me aprieta los gluteos como palpando una fruta madura y si bien bajaba hasta los talones, vuelve a ellos reiteradamente, como disfrutando. Yo lanzo suspiros, como alentándolo a seguir y sabiendo hacer calentar a un hombre, esperando saber hasta donde quiere llegar…
Me pregunta si me siento mejor, a lo que yo responde que sí, pero con ganas de más. Eso lo hace decidirse, me advierte que lo calienta mi culo, que no sabe lo que es capaz de hacer o como va a terminar, ya que está al palo y me muestra su hermosa verga ya parada… Como alentandoló, se la acaricio sobre el pantalón y sonrio, lo autorizo a continuar…
Nos sacamos las remeras, vuelve a colocarme boca abajo y retoma su trabajo, ya con manos cargadas de deseo. Me saca el pantalón, el boxer y sus dedos comienzan a recorrer la raja de mi culo. Mis suspiros de gusto y placer lo empujan a continuar. Siento su lengua recorriendo el camino que antes hicieron sus dedos. Mi agujero comienza a palpitar, deseando más. Me penetra con un dedo y luego dos…
Se desnuda, se acuesta sobre mi y siento su verga poderosa buscando mi hoyo de placer. Todo mi cuerpo lo desea, quiero sentir adentro esa poderosa herramienta, me pregunta al oído si lo autorizo a entrar y respondo si, que me haga suyo… me penetra suavemente, pero sin pausa… Deja que mi orto se acostumbre a su miembro y comienza a bombearme, con deseo, con ansias y con maestria…
Luego de un rato, me pone en cuatro patas y me sigue dando. Aumentando sus embestidas y cambiando de ritmo. Finalmente, me saca su verga, haciendomé sentir vacio,me coloca de espaldas y vuelve a la carga. Me penetra como reclamando algo de su propiedad. Me lleva con su mete y saca, a niveles de placer incomparables. Todo mi cuerpo se eriza y estallo en un orgasmo incomparable. No solo largo leche por mi pija sino que tambien, mis entrañas se lubrican con un orgasmo anal ,como hace tiempo que no tenía…
Mi momento y lubricación interna aumentan su deseo. Me dice, que pensó que mi culo le estrangulaba la pija y promete un premio para mi. Comienza nuevamente con su cogida, sacando casi toda su larga verga de mi orto y penetrandomé hasta el fondo, sus huevos duros de leche golpean contra mi culo. Sigue con su trabajo, enloqueciendome de placer. Y llega el premio prometido, sus estocadas son cada vez más rápidas, su respiración se acelera y su pija larga toda su leche en mi sediento culo…
Explota con unos cuantos chorros de deliciosa y caliente leche, lo que yo necesitaba.Se derrumba tembloroso sobre mi y afirma que hacia tiempo que no acababa de semejante manera. Yo pregunto si ya habia experimentado con hombres y el confiesa que es "adicto" al sexo anal. Que ya probó con mujeres y hombres, pero que la experiencia conmigo fue superior…
Nos bañamos, vestimos y se ofrece a cumplir su palabra de llevarme a casa. Acepto y en el camino me propone volver a repetir, cuando yo quiera, le digo que estoy en pareja… Ante su cara de sorpresa y pena, sonriendo le digo que podemos volver a "elongar", los sabados a la mañana …
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