Encuentro inesperado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Era la víspera del día de reyes, regresaba a casa después de una visitas comerciales y como habitualmente esas fechas Madrid suele estar bastante colapsada, con calles cortadas por las cabalgatas y el trafico desviado, decidí hacerlo en el metro ya que sería más rápido aunque estaba bastante lejos del centro.
Me dirigí hacia la boca del metro y espere unos minutos hasta que llegara el tren correspondiente, el andén estaba saturado de gente que obviamente había optado por la misma opción que yo.
Llego el convoy y todos procedimos entrar lo antes posible ya que venía también bastante lleno, una vez dentro quien más quien menos buscaba un lugar donde poder agarrarse pues los pocos asientos que tiene estaban ocupados, me agarre a una de las barras del techo, mientras recibía empujones por todas partes de gente que buscaba colocarse cosa normal, delante de mí una chica gordita con una cara preciosa y mi inclinación fue arrimarme a ella y poder disfrutar de un arrimón, pero todo ello con mucho disimulo. Los apretones continuaban hasta que se cerraron las puertas. El tren se puso en marcha y todo comenzó a ir más normal dentro de las apreturas que teníamos todos por la cantidad de gente que íbamos.
Y pensando en pegarme al culo de la chica de adelante, pero algo me sorprendió, no solo yo pensaba en dar el arrimón, alguien más había pensado en lo mismo, pero no con la chica, si no conmigo, porque no tarde en notar que alguien se había pegado a mi sin ningún disimulo, si no por el contrario, con total descaro como el arrimón que me estaban dando era muy descarado y es más el que me lo estaba haciendo se le había puesto la verga dura como una piedra.
Con la sorpresa a mí se me olvido la chica de adelante aunque la tenía bastante pegada que con el traqueteo del tren se rozaba continuamente conmigo, pero a mí me tenía más intrigado el que tenia detrás que se estaba dando un festín con mi culo, pues cada vez apretaba más su verga contra él y la verdad no me estaba disgustando, se notaba que lo que me estaba pegando a las nalgas era muy rígido y de un buen tamaño.
Me gire ligeramente para ver quién era el que me la estaba apretando y mi sorpresa es algo que no esperaba, era un chico de unos 20 años con síndrome de Down, que tenía una cara de satisfacción que no solo no me molesto si no, que me dio hasta ternura verlo disfrutar, asi que lo deje que siguiera y no solo eso sino que decidí facilitarle las cosas y con disimulo movía mi culo repegándoselo más y colocándolo para que su verga se encajara entre mis nalgas.
En cuanto noto que se había incrustado entre las nalgas, pues el pantalón se lo permitió, se atrevió a más y se agarró a mis caderas y joder, le faltaba poco para follarme de verdad.
Yo en esos momentos pensaba que esos chicos tenían las mismas necesidades que nosotros y que la verdad no tienen muchas oportunidades de poder tener sexo, asique decido darle una oportunidad de que pudiera disfrutar de una cogida de verdad.
Legamos a mi parada y vi que él también se preparaba para apearse, entonces sin pensarlo Salí a su lado y al estar en el andén, me acerque a él y le dije.
Yo.- ¿te gustan los chicos?
El.- no, me gustas tú. (Me sorprendió, el descaro con que me contestó)
Mi sorpresa fue enorme ver cómo me contestaba, asi que insistí.
Yo.- y eso porque, ¿Por qué te gusto?
El.- (sonriéndome contesto, con la voz características de esos chicos, porque estas muy bueno.
Yo.- ah, muy bien y ¿qué harías conmigo?
El.- (se volvió a reír), lo que me dejes.
Yo.- ¿quieres meterla?
El.- siiiii,
Yo.- vale quieres hacerlo conmigo verdad, el me contesto que sí,
Yo.- ok vamos entonces y me lo haces.
Salimos de los andenes a la calle y nos dirigimos a un centro comercial que había cerca y entramos directos al servicio, fuimos al de minusválidos, que son más amplios y tienen cierre.
Una vez dentro solo le dije, vale, pero tienes que hacerlo en silencio que no nos escuchen ¿vale? Siii me contesto él, entonces yo le acaricie la verga, y le dije que se bajara los pantalones, y yo hice lo mismo, en cuanto me vio desnudo, se le salían los ojos hacia mi culo, lo masturbe un poco mientras yo preparaba mi culo, el no dejaba de sobarme las nalgas con ganas.
Cuando ya estaba dilatado le dije, vamos quieres meterla, pues métela, y me apoye en la pared, echando el culo hacia atrás, para darle facilidades y él no lo penso se acercó puso la cabeza de su verga en la entrada de mi culo y sin pensárselo dos veces me la clavo de una sola estocada hasta el fondo, la verdad me hizo un poco de daño por la brusquedad de la metida pero lo deje seguir.
Una vez me tenia bien ensartado se abrazó a mi cintura apretando con todas sus fuerzas, no quería que se le saliera, así que apretaba fuerte y si apenas movimiento se aceleraba follándome, pero sin soltarme para nada. Yo lo miraba y era tanta la cara de felicidad que tenía que casi se le ponían los ojos en blanco asique lo deje que continuara a su ritmo y a su modo.
La verdad tenía una verga de buen tamaño unos 18 Cms. Calcule y tampoco estaba mal de grosor, me llenaba bien el culo y no me estaba disgustando la cogida que me estaba dando, notaba como su verga palpitaba en lo más profundo de mi recto y me deje llevar y relajándome viéndolo a él disfrutar, me relaje y al final empecé a disfrutar igual que él.
Se afanaba en apretar fuerte para meterla bien adentro y a mí no me disgustaba, me la tenía muy bien encajada y eso me gustaba, así que disfrute de aquella verga que me estaba taladrando. No tardo en correrse porque apretó de tal manera que no podía ni moverse para bombear y lo sentí suspirar y resoplar.
Le pregunte que si le había venido el gusto y con la cabeza me indico que sí, yo creí que en eso me la sacaría, pero no fue así, en pocos momentos comenzó a moverse de nuevo y me sorprendió que su verga no se le aflojo lo más mínimo, así que continuo fallándome con ganas, se acoplaba a mí que viéndolo en el espejo más parcia que fuera una prolongación de mi culo que otra cosa pues estaba inclinado sobre mi espalda y abrazado como estaba, quedaba pegado totalmente a mi cuerpo.
Ahora me abrazaba con un brazo y con la otra mano se agarró a mi verga y al mismo tiempo de que me follaba se dedicó a sobarme la verga hasta ponérmela dura, y me masturbaba y me agarraba los testículos apretándolos, y la verdad me gustaba como me sobaba, tanto que no tarde en correrme y poco después se volvió a correr él dentro de mí y esta vez sí, poco a poco se le fue aflojando hasta que se le salió y detrás de ella todo en reguero de su leche comenzó a correr por mis piernas.
Otras veces me habían follado y me había escurrido el semen por las piernas pero esta vez era exagerada la cantidad. Me dejo el culo bien lleno de leche.
Terminado y satisfecho, se vistió y yo también, y salimos del servicio y abandonamos el centro comercial.
Al despedirnos, tan solo le dije que lo que habíamos hecho, no se lo contara a nadie y que si quería alguna otra vez nos podíamos encontrar en la entrada del metro. El me contesto que sí, que vivía cerca y que iría todos los días por si nos veíamos, Le pregunte que si le había gustado y me contesto que sí que, estaba muy bueno que le gustaba mucho mi culo.
Dicho eso, cada uno nos fuimos a nuestra casa, el satisfecho y yo, pues que quieres que te diga también me gusto que me la metiera, asique decidí que cuando él quisiera le dejaría follarme y así darle el placer que merece y que normalmente no tiene oportunidad de tener.
Y esto fue todo, por hoy, si se produce algún otro encuentro con él se lo contare, yo espero que sí porque solo ver la cara de felicidad que llevaba, estoy seguro que querrá repetir, puesto que para estos chicos no es muy fácil que puedan tener sexo.
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