Encuentro inesperado II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Hola amigos, como están, espero que con ganas de todo como yo, pues bien, en el relato anterior le comenté como una chico con síndrome de Down me follo bien follado y de cómo disfruto en mi culo y como les había dicho que si alguna vez quería volver a hacerlo que me buscara en la boca del metro. Yo no suelo viajar mucho en metro, pero después de lo que paso en un par de ocasiones desde lejos vi que él estaba por la zona vigilante, así que al segundo día de verlo en esa espera me acerque a él y la vedad cuando me vio aparecer se le alegro la cara y me saludo con efusivo abrazo, que por supuesto no rechacé.
Ya más sereno y sin apartarse de mí, le pregunte, si quería más de lo del otro día, a lo que me contestó que sí que había ido todos los días, ero que no me había visto. Era temprano apenas las 5 de la tarde así que le dije entonces que, donde vamos, él tan solo me miro se encogió de hombros y acto seguido en un arranque me dijo, porque no me llevas a tu casa yo no tengo nada que hacer en toda la tarde.
No lo pensé, dimos media vuelta y sin más nos dirigimos hacia mi apartamento que estaba cerca a penas a dos manzanas de la zona. No tardamos en llegar, subimos y al entrar le pregunte siquiera tomar un refresco, me contesto que no que después, se notaba la ansiedad que tenia y la urgencia de volver a meterla, en vista de lo cual no lo hice esperar más y comencé a desnudarme, él no lo pensó y nada más verme se quitó toda la ropa más rápido que yo, evidenciaba las ganas que tenia, además se veía como tenia la verga de parada apuntado al cielo y hoy si se la vi en todo su esplendor y era aun mayor de lo que yo había calculado el otro día, era un buen ejemplar tanto en largo como de grosor.
Me acerque a él y se la agarre, era impresionante ver los cabeceos que daba y la fuerza que tenía esa erección, en cuanto se la agarré él se abrazó a mí y no dejaba de besarme en el pecho y apretarme la nalgas no tardó en ponerse a chuparme las tetillas lo que me calentó un montón tanto que mi verga también se puso en pie de guerra y mientras con una mano le sobaba la suya con la otra metí mi verga entre sus piernas, él no dijo nada tan solo apretó las piernas dejándola bien presa entre ellas, ese detalle me gustó, seguimos con el calentamiento, cuando vi que ya se aceleraba demasiado me aparté de él y le dije que me esperará un segundo y me fui al baño y cogí un bote de lubricante y me puse una buena cantidad en el ano recordando la vez anterior en la que me la metió de golpe y me hozo daño, me dilate un poco y metí lubricante en mi recto preparándome para lo que venía y sin más regresé a su lado.
Quite los cojines del sofá que al despejarlo de los cojines traseros se convierte en una cama confortable y nos fuimos a él, lo miré y la pregunté qué hacemos, ya tienes ganas, el con la sonrisa permanente en su cara, me dijo que si, asique esta vez me tendí en el sofá boca abajo y él no lo pensó se me echó encima, pero claro, con las ganas que tenia se aceleraba y no acertaba más que a meterla entre las nalgas, pero no acertaba con el ano que ya estaba muy preparado y lubricado.
Viendo lo que pasaba eche mis manos atrás y abrí las nalgas para facilitarle la penetración, en ese momento al ver lo que hacía se incorporó un poco y viendo la entrada de mi culo despajada, ahora si puso la cabeza de su verga en la entrada de mi culo y como la vez anterior, no lo pensó apretó con fuerza y la volvió a clavar de una sola tirada, era mucho el entusiasmo que tenia y una vez metida se dejó caer del todo encima de mí y como la vez anterior ve volvió a abrazar a mí y bien apretado comenzó el mete saca, con fuerza.
Desde luego que su verga cumplía muy bien su cometido y me tenía el culo totalmente atorado y bien relleno, el chico era un volcán de fuego, esta vez, sentía como sus testículos golpeaban en mis nalgas mientras su hermosa verga entraba y salía de mi culo, esta vez al estar bien lubricado la cogida fue más fácil y, porque no decirlo, también más placentera al menos para mí, y supongo que también para él viendo cómo se afanaba en penetrarme una y otra vez, pero tanta excitación como tenia no tardó en dar sus frutos y no tardó en correrse entre grandes resoplidos llenando todo mi recto de su leche y de la misma forma que la otra vez tampoco se le aflojo, era impresionante la potencia sexual que tenía el chico, era capaz de correrse más de una vez si sacarla.
Después de la primera corrida continuo el bombeo sin tregua, yo le dije que si quería cambiar de posición a lo que me contestó que no que así era mejor, asíque continuó encima de mi teniéndome bien ensartado aplastándome con su peso, no me molestaba asique lo deje continuar, metió su mano por debajo de mis brazos agarrándose fuerte a mis hombros de esta manera las embestidas que me daba era terroríficas, había que ver con que fuerza me la apretaba, como golpeaba una otra vez contra mis nalgas hasta que volvió a correrse entre bramidos y agitación, esta vez se desplomo por completo sobre mi hasta que la verga por sí sola salió de mi culo, aun continuó un poco más encima de mi hasta que se dejó caer a un lado y yo me di la vuelta quedando de lado mirando la cara de satisfacción que tenia.
Cuando ya reaccionó me miro se sonrió y me dijo, estas muy bueno me gusta estar contigo, eres bueno conmigo y me dejas que te la meta; dicho esto se abrazó a mí y me lleno de besos de agradecimiento y de cariño. Pero así apretado contra mi cara a cara, noto que yo estaba empalmado y que no había tenido el gusto como él dijo y mirándome , me comento y tú no has tenido nada, ¿te la meneo?, yo me sonreí y lo deje hacer, pero se ve que lo pensó y mirándome me dijo, ¿quieres metérmela tu a mí? Yo lo mire y le pregunte ¿alguna vez te la han metido? Él me contestó que no, que nunca se lo habían hecho, porque era la primera vez que estaba con un hombre, yo le comenté que al hacerlo que dolía un poco y sobre todo la primera vez, él me pregunto, ¿a ti te dolió que yo te la metiera?, le conteste que un poco, bueno pues si te dolió y me dejaste que te la metiera, yo también te dejo que me la metas, así estamos los dos iguales, me comentó, y acto seguido añadió, quiero que tú también tengas el gusto.
Se dio la vuelta y se puse de espaldas a mí y apretó su culo contra mi pelvis dejado mi vera entre sus nalgas, yo le dije que tranquilo y me levante y fue por el lubricante para prepararlo y poder dilatarlo y que no lo pase mal, así lo hice, le prepare el esfínter dilatándolo con abundante lubricante y cuando vi que la dilatación era suficiente, le comenté que si quería que ya podíamos hacerlo; el me miro y sin pensarlo asiento afirmativamente y se volvió a colorar junto a mí de espaldas se volvió a apretar contra mi verga, asi que viendo su resolución se la puse en la entrada de su ano y comencé a presionar poco a poco lo que hizo que la cabeza de mi verga se incrustara en su culo, al notarlo entrar vi cómo se encogía un poco y le pregunte si le estaba haciendo daño, él me contestó que un poco, yo le dije, ¿quieres que te la saque?, el me miro y moviendo la cabeza dijo que no, asi que esperé en esa posición un poco y después con ligeros movimientos seguí apretando hasta que la tuvo toda dentro, así me quede quieto por un ratito hasta que su culo se fue adaptando al tamaño de mi verga y cuando no té que él apretaba hacia atrás, comencé a bombearlo despacio, no tarde mucho en correrme en lo más profundo de su recto dejando toda mi leche dentro de él, la verdad tenía un buen culo.
Le volví a preguntar si le había dolido él me dijo que no que le había gustado y podíamos hacerlo así siempre que pudiéramos ¿estás seguro? Le pregunte yo y él me dijo que si, que él quiera metérmela a mí siempre y que yo se la metiera a él.
Una vez ya los dos relajados, nos fuimos a la ducha, nos aseamos y nos despedimos, y antes de que se fuera le volví a advertir que no le dijera a nadie lo que hacíamos y que tampoco dijera donde vivía yo, el asintió y tan solo dijo, esto solo tú y yo. Sin más, él se fue a su casa, yo me quede descansando.
Al día siguiente cuando regresé del trabajo cual no fue mi sorpresa que esperándome en la puerta me lo encontré con cara sonriente., pero esto si lo desean se lo contera en otra ocasión.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!