Encuentro íntimo, entre amigos.
Tres amigos al no poder encontrar o pagar una puta, deciden hacer un tres pa tres, .
Encuentro íntimo, entre amigos.
Recientemente, mis dos mejores amigos, y yo, estuvimos bebiendo, fumando marihuana y buscando alguna puta.
Pero la verdad es que aparte de que no encontramos a ninguna tampoco no teníamos dinero suficiente, por lo que nos fuimos a mi casa, para seguir bebiendo y fumando.
No sé realmente, qué nos sucedió a los tres, esa noche, ya que, hasta ese momento, ninguno de los tres, teníamos gustos raros que yo supiera.
Ya estando en casa, nos pusimos a hablar de mujeres, luego inevitablemente de sexo, hasta que los tres nos dimos cuenta, de que estábamos tan deseosos de tener sexo, que en medio de la borrachera, cuando uno de mis amigos dijo algo de un tres pa tres, a ninguno nos pareció una idea tan descabellada.
Por lo que, a medida que seguimos bebiendo, y fumando a los pocos minutos, ya nos estábamos quitando toda la ropa, y una vez completamente desnudos, después de darnos otro trago, sin complejo alguno, nos comenzamos a acariciar mutuamente entre los tres.
Y bueno una cosa nos llevó a la otra, ya que de las caricias pasamos a los besos, y de los besos pasamos a masturbarnos mutuamente entre los tres.
Así que una cosa llevó a la otra, y en algún momento mientras yo le mamaba la verga a uno, al mismo tiempo le estaba dando por el culo al otro.
La experiencia fue tan rica, y satisfactoria que además de que también nos pusimos a mamar, cuando no era que gustosamente daba, o recibía un iracundo beso negro, dentro de mi culo.
Esa noche, a medida que seguimos bebiendo y fumando, mis amigos, y yo nos hicimos de todo, me clavaron, los clavé, me la mamaron, se las mamé.
En fin, no hubo cosa, que los tres no hiciéramos gustosamente, en cierto momento uno de mis amigos parecía un lechoncito a la vara, ya que mientras me mamaba mi verga, el otro lo tenía ensartado por el culo.
Cosa que mis amigos, a mí también me hicieron en cierto momento, mientras que gustosamente yo movía mis caderas, y sacándome la verga de uno de ellos de mi boca, le pedía al que me daba por el culo que me diera más y más duro.
Al día siguiente, cuando nos vinimos despertando, algo avergonzados, no hablamos de nada de lo sucedido, la noche anterior.
Pero antes de marcharse uno de mis amigos me confesó, que todo lo que hizo, y le hicimos, le gustó tanto, que está deseoso que llegue la próxima ocasión, de compartir íntimamente, conmigo y con nuestro otro amigo nuevamente.
Lo que yo no le dije, fue que al igual que a él, a mí también me encantó, todo lo que hice y que ellos dos me hicieron.
¡Rica historia!
Ay si, que rico yo quiero ser la putita de mis amigos