Ensartado 3er cap. parte 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lustrop.
EnsartALDO
Capitulo 3: Dia Sabado
Me desperté cerca de las 6 de las mañana, mi ojo esta acostumbrado a esa hora, los sábados en mi casa mi familia se levanta tarde por mi padre que aprovecha a dormir hasta tarde y para no despertarlo y dejarlo descansar nos levantamos tarde.
Los sábados en la mañana son mis días favoritos, me despierto temprano y me pongo a ver caricaturas hasta que mi mama se levanta como a las 9:00 a.m. a preparar el desayuno y comenzar el día.
A pesar de lo cansado que me encontraba por la grandiosa experiencia de ayer, no podía seguir durmiendo, estaba muy excitado, sentía mi cuerpo bien caliente y me sentía desbordar de felicidad, mi corazón latía emocionado al igual que mi culito sintiendo el semen escurriendo lentamente, al despertarme desnudo con la humedad en mi culo de la cogida de la madrugada y seguir entre los fuertes brazos de mi amado hermano, sentir su cuerpo cubierto por una ligera capa de sudor, nuestros cuerpos húmedos y calientes, su aliento rosando mi nariz yo era el ser más feliz de la tierra.
Me levante con cuidado para no despertarlo deslice su bóxer hasta debajo de sus bolas y me coloque entre sus poderosas piernas, para mirar su gigantesca verga que estaba muy erecta y escurriendo una baba olorosa y caliente, con mis manos sujete su enormidad y sentía como su barra de carne vibraba y latía entre mis dedos, acerque mi nariz a sus gigantescos y olorosos huevos, llenando mis pulmones de su cachondo aroma, deslice mi lengua sobre su rojo e hinchado glande, para saborear esa baba deliciosa producto de la remanente descarga de la madrugada y la nueva excitación.
Fascinado con su sabor, textura y calor recorría con mi lengua su falo erguido, llenándolo de saliva sintiendo la suavidad de su piel y el relieve de sus venas, succionando sin prisas su glande y escurriendo mi saliva sobre todo el tallo hasta llegar a sus bolas empapándolas con mi saliva, estaba disfrutando chupar esa vergota.
Coloque mis labios sobre el glande y chupando su roja cabeza, la deslice entre mi boca y trataba de alojar lo mas que fuera posible en mi cavidad bucal, sin presiones seguí engullendo mas de esa mole de carne, mi reto era algún día poder enterrarla hasta la base en mi boca y sus pelos me rozaran la nariz, deslice una mano sobre sus huevotes mientras con la otra sostenía su barra de carne, me gusto enredar mis dedos entre sus peludas bolas, estaban calientes, gordas y suaves.
Retire mis labios del henchido palo de mi hermano, y comencé a jugar con sus bolas con mi lengua rodeándolos, chupándolos tratando de meterlos en mi boca era imposible meterlos eran bien gordas, pero hundí mi rostros entre ellas empapándome de saliva y de su penetrante aroma.
Proseguí con la mamada que le estaba dando a mi durmiente hermano, tenía el tiempo suficiente para disfrutar y sentir en mi boca su sexo caliente y erguido, mis manos recorrían sus fuertes y torneadas piernas sintiendo sus vellos en mis mano, deslice mi mano hasta sus marcados abdominales sintiendo su dureza y forma, chupaba su glande rojo deslizando mi lengua en la base del glande, mi hermano comenzaba a jadear y su respiración se acelero, su cuerpo se tenso, los dedos de sus pies se crisparon y comenzó a descargar su hirviente semen en mi boca.
Ya sabía que estaba por derramarse en mi boca sus enormes bolas se contrajeron y se calentaron mucho mas, así que coloque la punta de su verga en mi lengua para sentir sus disparos estrellarse con fuerza en mi campanilla, era brutal la cantidad de semen, comencé a tragar pero no paraba de manar un geiser de viscosa y dulce leche que se escurría entre mis labios hasta la barbilla, saboree con gusto su descarga chupe con fuerza su glande.
Sentí sus manos frotar mis cabellos con dulzura, y mi boca sepulto más de la mitad de su estaca de carne, lentamente fui sacándola de mi boca dejándola lustrosa de la saliva hasta darle el ultimo chupetón a su glande que estaba rojísimo, su miembro empezó a perder dureza, mientras yo me relamía el semen que me escurría por la boca, deslicé mi lengua por sus enormes bolas que comenzaron a tomar su tamaño normal, las chupe un rato, mientras mi hermano seguía revolviéndome el cabello con ternura y agradecimiento alentándome a subir sobre su cuerpo.
Deje de lamer sus bolas y mi boca subió a su pene que estaba durmiéndose, agotado por la mamada que le había dado, mis labios besaban y chupaban ligeramente su piel, su bajo vientre sudado, seguí subiendo hundiendo mi lengua en la oquedad de su ombligo, chupando sus marcados abdominales, subí nuevamente hasta llegar a su amplio pecho, lamí sus tetillas y en todo el camino mi lengua dejaba un rastro profano de saliva caliente, llegue a su cuello chupándolo con suavidad, bese su barbilla hasta que finalmente llegue a sus labios entreabiertos de jadear por las caricias eróticas que le estaba dando.
Finalmente fundimos nuestros labios en un ardiente beso, mi pequeño cuerpo desnudo se contraía entre su cuerpo, quería fundirme en él, me retorcía en el beso sintiendo como sus manos tomaban con posesión mi cintura y lentamente se desplazaban a mis carnosas y caliente nalgas, sus dedos dejaban un camino ardiente donde se posaran.
Mis labios estaban enrojecidos, hinchados y me hormigueaban ligeramente, mi lengua estaba un poco entumida, pero mi hermano me devoraba con gula chupándome la boca violándola con su lengua caliente que me recorría desde los labios hasta mis dientes, casi la sentía tratando de rozar mi campanilla, sus manos me masajeaban las nalgas con fuerza, duramente las separaba y las volvía juntar, las estrujaba y me apretaba sobre su cuerpo, clavándose en su vientre mi infantil miembro erguido que se frotaba duramente en sus marcados cuadros abdominales, cuando su dedo se deslizo entre mi culo gracias al semen que aun me quedaba dentro y se enterró hasta los nudillos de pronto sentí que el mundo desapareció y un hormigueo que nacía de mi culo hasta llegar a la punta de mis pies y cabellos me hizo estremecer de placer.
Mis ojos se cerraron con fuerza disfrutando esa corriente eléctrica que me recorría todo el cuerpo, mi boca se abrió y un jadeo broto desde lo más profundo de mi pecho, me derretí sobre el cuerpo de mi hermano desmadejado como muerto.
Sentí una humedad que rodeaba mi pene y se escurría desde los abdominales de mi hermano hasta la cama, mi boca escurría saliva que se depositaba directamente en la boca de mi amado Tomas, y el ávido como sediento la engullía y tragaba, su mano se apoyo en mi cabeza hundiéndome mas entre sus labios lastimándome un poco, como si quisiera devorarme por completo, me estaba dejando sin aire y no me importaba.
Finalmente libero la presión de mi cabeza cuando deje de babear, respire profundamente llenando mis pulmones de aire y un olor a sexo que se impregnaba en toda la habitación haciendo que mi corazón latiera más fuerte.
– Pinche enano… como me gustas mas y mas
– Buenos días dormilón
– ¿Buenos días?, chingones días diría, puta madre que rica forma de despertar
– ¿te gusto?
– Me encanto, cada vez lo haces mejor… eres una maquina enano te quiero mucho
– Ya lo se, yo te quiero mucho mas
– ¿Qué hora es?
– Como las 7 de la mañana
– Ósea que aun nos queda tiempo para jugar un “ensartALDO” antes de que mama despierte
– Siiii hazlo, fuerte y rápido, rápido quiero sentirte en mis tripas y que me llenes el culo de leche
– Eres un pinche vicioso pero así me gustas, goloso y sabroso.
Mi hermano me coloco en la cama de espaladas tomo mis piernas hasta que mi tuve medio cuerpo apoyado sobre el colchón las levanto y coloco dos almohadas debajo de mis nalgas.
– A ver chaparrito toma tus piernas con tus manos, mete tu bracitos debajo de tus rodillas por el frente y coloca tus manos debajo de la nuca
– ¿así?
– No mételas por el frente, si así merito ahora coloca tus manos debajo de tu cuello, exacto
– ¿Me vas a chupar el culo?
– Te voy a ensartar así, pero antes te lo voy a mojar
– Así me vas a meter hasta las bolas
– Jajaja eso quisieras verdad
Tomas se quito el boxer y se arrodillo, su rostro quedo a la altura justa de mi trabajado ano, soplo sobre mi hoyito y sentí escalofríos en todo mi cuerpo, lanzo su lengua al ataque, recorriendo mis pliegues que se abrían
– Sabe raro tu culito
– Es por…humm… es por la crema…ahgg y tu leche de la madrugada…humm
– ¿te cogí dormido?
– No más me metí la cabecita
– Pinche enano caliente, no hagas eso cabron, despiértame que quiero gozarte, con razón soñé que te la metía.
– Es que estaba…ahhhggg muy… humm… muy feliz… siempre he soñado…ahggg…siiii… assii…. Soñado que me la me…me….hummm… metías…ahhgg
– Si te traigo ganas desde hace rato… quería dejarte crecer un poco mas… pero no mames cada vez estas más rico y no quería que nadie se me adelantara.
La lengua de mi hermano se introducía con fuerza y escupía directamente en mi culo abierto, y volvía a meter su lengua y volvía a escupir, hasta que su baba se escurría de mi abierto y enrojecido ano, me escurría desde la espalda y se quedaba en la almohada, siguió lamiéndome pero sin chuparme el ano, me metía la lengua la giraba, me la clavaba hasta donde su boca se lo permitía, sentía mi cola empapada.
– A ver enanito, no más te lo estoy lamiendo porque sabe mucho a crema, pero cuando te lo laves te lo voy a chupar hasta sacarte las anginas
– ¿lo prometes?
– Ya te dije Aldito que me pasaría el día comiéndome tu carnoso y caliente culito
– Humm… me la metes…. Quiero sentirte ya
– La vas a sentir hasta el estomago
Mi hermano se puso de pie, me maraville a verlo ahí parado, su cuerpo perlado en sudor, su mirada excitada, sus bíceps bien marcados, una gotas de sudor resbalaban de su pecho hasta su abdomen, como se me antojo lamer esa gota, su enorme y gordo sexo erguido apuntando directamente al techo escurriendo precumen, se acerco lentamente y sosteniendo con sus dos manos su ardiente garrote me miro con pasión.
– Mira lo con lo que te voy a dejar ensartALDO hermanito
Tomas escupió en su mano y desplazo su saliva en la fina cabeza roja de su viril miembro, su glande es del tamaño de un pulgar con punta, va engrosando hasta llegar a su base, es una lanza perforadora que entra en cualquier hueco y lo hace más grande, sus bolas se bamboleaban al compas de sus pasos.
Dirigió su henchido sexo hasta mi ansioso culito que se abría y cerraba desesperadamente hambriento de carne cruda y caliente, coloco la punta e introdujo el glande lentamente hasta que mis pliegues se cerraron sobre él, estrangulándolo y sintiendo como latía, mi hermano flexiono sus rodillas y coloco un brazo a un costado de mi cabeza como se hiciera lagartijas, deslizando un poco más de su sexo en mi interior forzando mis pliegues a abrirse, cuando tenía un cuarto de su verga caliente y palpitante en mi interior coloco su otro brazo a lado de mi cabeza, de tal forma que mi cabeza quedo en medio de sus marcados y fuerte brazos.
– A ver chaparrito, afloja un poco el culito cuando te la entierre y cuando la saque apretame con todas tus fuerzas
– Hummm….haa… asi… ahgggg…. Esta entrandooo siii ahgggggg si…. Mas
La carnosa y firme estaca de carne se enterró con facilidad en mi hirviente culo, como un cuchillo caliente en mantequilla, sentí como mis nalgas bien separadas soportaban el peso de mi hermano, de esta forma me había metido aun más de lo que lo había hecho anteriormente, me sentí muy abierto, mis pliegues se estiraron mucho al grado de sentir algo de molestia y hormigueó en mi ano, su enorme barra se había alojado completamente en mi interior, sepultada hasta las tripas hasta lo más grueso de su base, sus pelos me rozaban las nalgas y sus bamboleantes bolas golpeaban mi coxis.
En la posición en que tenía mi cabeza sujeta por mis manos, podía ver como la henchida y rojísima verga de mi hermano se enterraba en mi interior era increíble ver como lentamente esa enormidad se clava en mi interior, estaba como hipnotizado observando como algo tan largo y grueso era engullido en mi infantil culito, la penetración seguía hasta que estuve completamente ensartALDO por mi ardiente hermano.
El sudor escurría por el rostro de mi hermano hasta caer sobre mi cara, gire mis ojos y ahí estaba mi hermano fascinado observando igual que yo como lentamente había enterrado hasta lo más profundo de mis tripas su hinchada y dura vergota.
Pude apreciar como sus brazos estaban tensos y sus abdominales se contraían marcándose mucho mas, comprendí que mi hermano había hecho un gran esfuerzo al no penetrarme de golpe, esta posición era la que más me abría y la barrera que eran mis carnosa nalgas ya no detenían la más profunda penetración que me había dado.
Si vergota sepultada en lo mas profundo de mi ser, vibraba y latía con fuerza, casi la podía sentir en mi estomago, removiendo mis tripas dándoles forma para alojarse una y otra vez.
– Hasta donde la sientes chaparrito, háblame
– Ahggggg…. Hasta aquí… la siento…ahhhggg…. Esta aquí….toca mi panza…haggg hayyy no la aprietes que duele
– Humm… no chingues chaparro… se siente dura tu pancita…humm… estoy sintiendo mi verga en tu pancita…que rico
– Ya… deja de apretarme la panza… ahggg… muévete… YA
La Vergota de mi hermano estaba tan incrustada en mi que sentía como su cabeza punzaba en mi vientre levantándolo, se podía ver claramente como si quisiera salir de mi cuerpo por mi estomago, era asombroso, mi hermano deslizaba una mano sobre mi vientre delineando su glande como si estuviera masturbando su miembro a través de mi pancita.
Para que dejara de apretar mi pancita, apreté el culo con todas mis fuerzas queriendo lastimarlo, mi hermano me volteo a ver con sorpresa y dibujo una sonrisa traviesa, como diciendo a – ver quien puede mas-.
Su enorme sexo comenzó a salir de mi culo, mientras yo apretaba mi ano, sentía claramente cada vena surcada de su gorda verga, la estaba sacando prácticamente toda, y cuando su glande era lo único que nos unía, zaz que me la entierra con fuerza y lo hacia una y otra vez, clavabandome con violencia, sus embestidas eran brutales como un pistón mecánico. Sus brazos lo sostenían y sus caderas se movían con fuerza y rapidez como una verdadera maquina de coger.
– hummm… así lo querías ¿verdad?… gózalo hermanito
– no… me duele… ya no… haggg me duele… ahggg
– shhh… no hagas ruido que vas a levantar a los demás… que rico…
– ahggg…. Si así más… más…. Rapido… hummm….aghhh…yaaaa… me duele… ahggg…. despacito… ahgg
– has como… te dije chaparrito… afloja cuando entre… si… así mero…haggg
– si…si así si me gusta… ahggg…. Mas rápido… mas duro…ahggg…mas
– pinche enano… te gusta verdad…hummm… que caliente esta tu culito…ahgg
Sus envestidas duraron una eternidad, mis piernas se estaban entumiendo y mi culo y las tripas me estaban doliendo, mi hermano seguía penetrándome con fuerza, serruchándome profundamente, tan adentro que me quitaba la respiración, era doloroso pero me gustaba mucho sentir que yo era suyo que hacia conmigo lo que quería, la cama crujía suavemente cuando aumento el ritmo, sin piedad se enterraba en mi con un ritmo frenético, como lo estábamos gozando los dos.
Mi pequeño palito estaba bien parado y su cabecita bien roja, mis bolitas se sentían muy calientes, y una babita comenzó a salir de mi verguita escurriendo hasta mi vientre, estaba realmente excitado de tener sexo, mas que sexo hacíamos el amor de una manera urgente, con muchas ganas con pasión reprimida y el anhelo de estar juntos, de amarnos.
Me gustaba como frotaba mi interior con su caliente barra de carne, se frotaba con fuerza con urgencia, bien profundo pero me estaba abriendo mucho el culo, su pene es especialmente grueso en la base y me estaba clavando tan profundo que me hacia jadear de placer y dolor. Pero aun así no quería que terminara quería estar siempre así bien atravesado hasta la empuñadura de su filosa espada.
Mi hermano comenzó a jadear con fuerza convulsionando, sus brazos se hinchaban y se notaban rígidos, su abdomen subía y bajaba con rapidez, sus caderas se movían sin control, su verga se inflo aun mas en mi interior y comenzó a descargar toda la leche que sus gordas y calientes bolas tenían almacenadas.
Sentí como un torrente de semen me empapaba por dentro mezclándose con mis fluidos anales, me estaba quemando el culo en un río de espesa leche hirviente, su miembro seguía disparando en mi interior era abundante su descarga, al sentir como su miembro se inflamaba aun mas mi pequeño miembro me empezó a doler un disparo de agüita salio directamente a mi estomago, me derrame en ese momento alcanzando el clímax de ese sexo tan bestial y placentero, dejándome satisfecho mas allá de la conciencia.
– me derrito… haa me estoy secando… ahggg te quiero chaparrito…hummm
– humm….hummm…ahaaa….haaaagggg….hummm…. yo… tambien…humm
Mi hermano con mucho esfuerzo comenzó a salirse de mi interior, su vergota salía empapada de semen, estaba súper roja, yo quite mis brazos y estire las piernas a tiempo porque mi hermano se dejo caer encima de mí rendido, embarrando en mi verguita y estomago el semen que escurría de su verga mezclándose con mi agüita. Sus manos tomaron mi rostro y me beso con delicadeza casi de una manera tímida, yo sonríe en el beso, cerré mis ojos y disfrute el momento de sentir sobre mi cuerpo el peso de mi hermano, sus labios sobre los míos devorándome con ternura, como disculpándose por lo rudo que había sido, pero a mi no me importaba yo me sentía pleno y dichoso de que mi hermano me poseyera, con mi cadera levantada por las almohadas, tenia la espalda arqueada y mi trasero al aire, el semen de mi hermano comenzó a escurrir goteando hasta el suelo, haciendo un charco de leche espesa y ligeramente rozada.
Ya eran las casi las 8:00 a.m. cuando mi hermano se separo de mi, se levanto y con su mirada recorría todo mi cuerpo, una sonrisa ilumino su rostro lleno de orgullo y satisfacción.
Continua… en el cap 3 2da parte
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Lustrop
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