Enseñado sexo a mi vecinito 4.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sebas..
Deje que Sebastián fuera al frete siguiendo la vereda que le indicaba por una cañada que iba entre las montañas, Omar y yo tras de el para cuando no nos veía Sebastián le tocaba el pene, nalgas o nos dábamos un beso rápido de lengua, para mantenerlo caliente, después de caminar mas o menos una hora paramos a descansar y tomar jugo, Sebastián se sentó en una roca, me fui a parar frete a Omar tocándome el pene parado, sin decirle me lo agarro empezando a moverlo muy rico, así que agarre el suyo para también masturbarlo y con la otra mano acariciar las nalgas picándole el ano, cuando Sebastián se dio cuenta lo que hacíamos nos dijo—ya están de calientes, los dos gay—- lo conteste que si quería se acercara y le daba una ayudada para sacarle la leche, se quedo sentado mirando el paisaje y a veces como nos masturbábamos, continuamos hasta que Omar me saco la leche bañando su pene y testículos con ella, embarre dos dedos de leche y se los metí en la boca para que los chupara, Sebastián al ver eso se fue a para a nuestro lado riendo dijo—Omar eres un marica, como te chupas su leche—-mire como en el pantalón se le marcaba que tenia el pene bien parado, sin decirle nada metí la mano debajo del pantalón y trusa agarrándole el pene moviéndolo le dije—no hables, también estas caliente y con ganas de que te saque la leche—se quedo quieto sin decir nada, así que seguí moviéndole el pene mientras con la otra mano le quite la playera, pantalón y trusa dejándolo desnudo para masturbarlo mas rico, mientras le decía—-a poco no sientes rico como te lo hago—no contesto pero la sonrisa de su cara decía todo, no lo deje hasta que echo fuera los chorros de leche sobre de mi pene, me embarre dos dedos con leche y los chupe diciéndole—-me gusta tu leche, esta muy rica y calientita —- después embarre mas leche en los dedos y los metí a la boca de Omar diciéndole—a poco no esta rica la leche de Sebastián—-chupo los dedos y después contesto—si están también ricos, como la suya— Sebastián nos miro diciendo—son unos maricas—
Al terminar seguimos nuestro camino, Sebastián ya se fue desnudo aunque se le bajo el pene, mientras Omar y yo lo traíamos parado porque continué besándolo de boca y tocado su pene, nalgas y picándole el ano cuando se podía, al llegar a la cueva al estar en la ladera de la montaña no había mucho espacio, así que extendimos la cobija en la entrada de la cueva para comer nuestros sándwiches y jugos, hablar y disfrutado del paisaje.
Al terminar de comer como las otras veces Sebastián se quedo dormido, así que me lleve a Omar y nos metimos un poco a la cueva donde estaba un poco oscuro, el de inmediato me agarro el pene para moverlo así que también moví el suyo acariciado sus nalgas, no por mucho pues se agacho y se lo chupe rico, no paramos hasta que me saco la leche dentro de su boca, cuando se paro nos besamos de lengua pues estábamos muy calientes, al salir de la cueva Sebastián seguía dormido pero con el pene bien parado seguro soñado algo caliente, así que le dije a Omar que se sentara a su lado, lo masturbara y le sacara la leche, Sebastián al sentir las jaladas despertó abriendo mas las piernas para que Omar siguiera jalándoselo, mientras le decía—-eres un marica, solo piensas en el palo y leche—-Omar continuo masturbándolo mientras yo los miraba y me daba también unas jaladas, después de un rato me senté alado de Omar agarrándole el pene para masturbarlo, Sebastián al estar acostado, al echar fuera los chorros de leche fueron a caer sobre de su cuerpo, Omar le soltó el pene tocando la leche con dos dedos para después acercar la cabeza al cuerpo de Sebastián y lamerle la leche, mientras yo le moví mas rápido su pene que punzaba de lo parado que lo tenia, Sebastián entre risas le decía—que asco, te estas tragado la leche, marica—-el continuo lamiendo hasta que limpio toda la leche, sentí punzar mas su pene al tiempo que estiro un poco las piernas, supe que estaba a punto de tener orgasmo así que lo recosté soltando el pene que punzo echado cuatro chorros de liquido seminal, que al terminar los lamí de su cuerpo, después nos besamos de lengua por primer vez frente a Sebastián, que al vernos se paro diciendo—-maricas, solo falta que también se metan el palo por el culo—–al quedar solos en la cobija besado a Omar lo recosté sobre de mi, acariciándole las nalgas para después picarle el ano hasta meterle mas de la mitad de un dedo, el al sentirlo se movía sobre de mi apretando los penes entre nuestros cuerpos.
Sebastián al ver lo que hacia se le paro otra vez el pene, yo estaba muy caliente con ganas de meterle el pene a Omar pero sabia que no era el momento, así que le saque el dedo del ano abriéndole las nalgas para que se viera el ano dilatado y le dije a Sebastián—–y porque no le metes tu el palo, ya que es tu idea—-riendo contesto—no soy marica, solo le meto el palo a mujeres— agarro su ropa y se empezó a vestir, mientras seguimos besándonos y le metí el dedo otra vez, hasta que Sebastián empezó a caminar por la vereda para regresar, por lo que nos paramos a recoger la colcha y también empezar a bajar, mientras alcanzábamos a Sebastián, le pregunte a Omar si su primo le contaría a alguien lo que hacemos, me contesto que no creía, porque entre semana lo iba a buscar para que el lo masturbara, mientras miraba revistas de mujeres desnudas, eso quería decir que era también un caliente pero le daba pena conmigo.
Al llegar al lugar donde nos vestíamos Sebastián se sentó a esperarnos cuando Omar se puso la trusa me puse frete a el metí la mano debajo de la trusa para masturbarlo, el de inmediato me lo agarro para moverlo también, hasta que le bañe con leche su pene testículos y trusa, cuando nos vestimos, separo Sebastián y se le notaba el pene parado, me pare frente a el, le baje el pantalón y trusa y se lo chupe, el se dejo por lo que me hice a un lado para que para que Omar se agachara a mí lado y los dos chuparle el pene hasta que le sacamos leche, al terminar le dije—ya te sacamos leche otra vez, para que goces las mamadas que te damos—–se subió la ropa diciendo—Omar ya veámonos sino nos van a regañar—– empezó a caminar y lo seguimos.
Ya cerca de las primeras casas les pregunte si los esperaba el siguiente domingo, Omar contesto que si, pero Sebastián dijo—yo no se si venga, porque no me gusta estar con maricas—-Omar y yo nos miramos con una sonrisa en la cara sin contestarle.
El siguiente domingo al meter las cosas a la mochila agregue lubricante, crema, dos botellas de agua y papel sanitario para límpianos porque iba decidido a penetrar a Omar, solo era cuestión de excitarlo mas y hacer que se le dilatara mas el ano.
Salí y los fui a esperar como siempre ya desnudo, para bajar a su encuentro en cuando viera que iban solos, desde luego que Sebastian también fue a pesar que dijo que no iría con maricones, vez no espere mucho pues llegaron mas temprano, al llegar con ellos Omar ya estaba desnudo, le dije a Sebastián que se desnudara pero no quiso dijo que el iba con ropa, esta vez les dije que los iba a levar por la cañada un poco mas lejos de la cueva a una montaña baja donde se veía mejor el lago.
Sebastián camino por la vereda delante de nosotros pues ya sabia llegar a la cueva, Omar y yo nos fuimos retrasando al pararnos a dar de besos y darnos unas jaladas de pene, hasta que el se agacho a darme unas ricas chupadas por lo que también yo se las di turnándonos a ratos, cuando se la mamaba le acariciaba las nalgas para después meter la mano entre sus piernas picándole y metiendo un dedo a el ano, para hacer que se fuera dilatado y acostumbrado, así lo hicimos hasta que le eche los chorros de leche en la boca darnos unos besos de lengua antes de alcanzar a Sebastián, al llegar con el ya nos esperaba en cueva, se paro y nos dijo—de seguro se tardaron, por andar haciendo sus cosas de maricas—-me pare frente a el diciéndole—-si hacíamos cosas ricas, pero tu por adelantarte no pudiste sentir rico, pero a horita te hago gozar—-
Me agache bajándole el pantalón y trusa, su pene le tenia colgaba, abrí la boca y me lo metí dándole unas chupadas, de inmediato se le paro, Omar nos miro un poco para después agacharse poniéndose a mi lado, me saque el pene de la boca dejando que el se la mamara, me pare acariciándole las nalgas a Sebastián y le dije—pues dirás que somos maricas, pero como la gozas cuando te la jalamos y chupamos para sacarte la leche—-me agache para chupársela por turnos, cuando note que estaba a punto de terminar deje que Omar se la mamara, Sebastián solo dijo—ya se me salio la leche, y se la eche en la boca —- Omar al chuparla un poco mas se le salio un poco de leche entre los labios que al pararse se le veían, así que lo limpie con la lengua y después lo bese acariciando las nalgas y metiéndole el dedo en el ano, Sebastián nos miro sin decir nada, asta que paramos y seguimos nuestro camino.
Seguimos el camino hasta llegar a la montaña teniendo a la vista el lago, yo ya iba muy caliente con ganas de penetrar a Omar, así que no espere mas, extendí la colcha y empecé a besar y manosear metiéndole un dedo al ano, Sebastian al vernos dijo—ya están de maricones— se retiro a ver el paisaje mirando a veces lo que hacíamos, nos mamamos los penes por turnos, mientras se lo mamaba le fui metiendo lubricante al ano con el dedo, ya no aguante lo puse de perrito sobre la cobija , acomode la punta del pene en el ano y empuje, Omar al sentirlo se quejo un poco, Sebastian nos miro diciendo—se lo estas metiendo por el ano, al gay—-le sonreí mientras le daba otro empujón dentro de las tripas de Omar, que se quejo otra vez diciendo que le dolía, le dije a Sebastian que le metiera el pene a la boca para que no se quejara, se desnudo rápido ya teniendo el pene parado por lo que veía, se puso frente a Omar y se lo metió a la boca dándole unas mamadas, continúe empujado poco a poco hasta que le entro todo el pene, empezado el saca y mete gozando sus nalgas, Sebastian fue a ver como se lo hacia y riendo dijo—-si se comió todo el palo mi primo el marica—-después le fue a meter el pene a la boca de Omar, continúe el mete y saca hasta echarle la leche dentro de las tripas sintiendo muy rico, todavía no se la sacaba cuando Sebastian le lleno la boca con la suya, al sacarle el pene del ano el se recostó boca arriba sobando sus testículos y pene para después soltarlo y dejar salir disparados los chorros de su liquido sobre de el, Sebastian seguía con el pene muy parado, a Omar le subí las pierna abriéndolas para que le viera el ano dilatado y le dije—-es todo tuyo, métele el palo a tu primo y gózala—se metió entra las piernas acomodado el pene y se lo metió empezando el saca y mete, Omar al sentirlo solo gemía, así que me agache y lo empecé a besar de lengua mientras se lo seguían bombeando, así fue hasta que de repente paro empujando fuerte el pene contra Omar diciendo—-yaaa, yaaa, yaaa me salio la leche, que rico se siente—cuando se recupero y se paro, yo me metí entre sus piernas y lo penetre bombeándolo otra vez, el se movía quejándose y gimiendo, mientra se lo hacia Sebastian dijo—-le sacamos sangre de la cola—-no me importo seguí bombeando, el se estremecía a cada embestida, de repente sentí como se tensaban sus músculos, supe que estaba apunto de tener orgasmo otra vez, le empuje todo el pene dentro mirando su pene punzar echado los choros de su liquido fuera, cuando termino me sonrío y continúe con el bombeo hasta llenarlo de leche otra vez.
Al recuperarme le saque el pene y con el agua que llevaba nos lavamos los penes y a el le limpie el ano, mientras comíamos Omar se quedo parado porque le dolía el ano, Sebastian me dijo—le esta saliendo otra ves sangre de la cola, por los muslos se veía escurrir la sangre, así que al terminar lo limpie metiéndole crema al ano para calmar el dolor y la sangre, como siempre negreamos desnudos besándome a beses con Omar, al llegar a donde nos ponemos la ropa le revise el ano, ya no sangraba pero le metí mas crema, se puso la trusa y puse papel de baño enrollado para que si sangraba no manchara la trusa y no se dieran cuenta en su casa, le di una pomada anestésica para que se pusiera en el ano y no le doliera, nos despedimos quedándonos de ver en ocho días para cogernos otra vez a Omar.
Sebastian.
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