ENZO 1
Enzo, un niño que solo conocía a su madre como único familiar, descubre que después de la muerte de su madre, tiene más familia y también un padre amoroso..
ENZO 1
Presentación
El inicio una nueva vida
Enzo: Como una enfermedad que ni siquiera se pensaba que estaba ahí, puede cambiar la vida de una persona, mi vida bastante normal un niño estudioso, siempre me destaqué por ser un niño dedicado a mis estudios y para recompensar el esfuerzo de mi madre, le daba excelentes calificaciones, soy uno de los chicos de en medio, no soy popular, pero tampoco antisocial, con un grupo de amigos con los que tenemos afinidad por el estudio y la superación; ya estaba terminando la primaria, tenía 10 años y a punto de entrar a la secundaria. Siempre ayudé a mi madre a aportar dinero en la casa, pues en vacaciones me ponía a trabajar para ayudarla, mi madre siempre fue reservada con su pasado, pues yo no tenía ni idea de quién era mi padre y cuando se tocaba el tema, mi madre me decía que mi padre murió en un accidente antes de que yo naciera; pero yo sabía que mi madre ocultaba algo de su pasado y que nunca me decía, pues le dolía pensar en ello; la primera semana de vacaciones, en la noche que ya estábamos por dormir, mi madre se sintió mal, le pegó un dolor fuerte.
Me apresuré a llamar a una de sus compañeras del trabajo para que me ayudara a llevarla al seguro, para no alargarme tanto en todo esto de la enfermedad y días después de la muerte de mi madre ya que fue algo muy triste y duro; por un lado, la enfermedad y muerte de mi madre y por otro enterarme que mi madre tiene familia, una familia grande; mientras mi madre estaba enferma, conocí a la hermana de ella, Camila la hermana de mi madre; que la había mandado llamar con su amiga del trabajo, antes de morir mi madre, habló con su hermana, conmigo y su amiga, a mí me pidió que le llevara unos documentos que guardaba bajo llave y me dijo que me quedara con ellos, me pidió que los viera cuando ella ya no esté en este mundo, Camila me dejó su número de celular, para que le llamara si necesitaba algo, en los días que mi madre estuvo internada, su hermana la visitó todos los días.
Cuando mi madre murió, llamé a su hermana, en menos de cuatro horas, comenzaron a llegar personas que no conocía, preguntando por la señora Cristina Bautista, llegaron 3 hombres de aspecto rudo, con vestimenta de vaqueros y sombreros en mano, también llegó un señor y una señora la cual se veía bastante deprimida, afligida y llorando inconsolable, el señor abrazaba y sostenía a esa señora mientras la consolaba, así llegó la hermana de mi madre al final, luego ese grupo de personas se hicieron cargo de todo el funeral, pero las únicas personas que se acercaron a mí, fue Camila y Lucas, Lucas es el hermano mayor de mi madre, solo ellos, los demás me ignoraron todo el tiempo, mi madre fue sepultada en el pueblo de donde son sus padres, un poblado a 5 horas de donde vivíamos mamá y yo.
Enzo: después de todo ese mal, la hermana de mi madre y su esposo, me llevaron a un lugar que está a varios km del pueblo de donde era mi madre; llegamos a las puertas de lo que es un rancho ganadero y mi tía llamó por un timbre, anunciando quién era, después de varios minutos apareció un hombre con aspecto de matón, alto, delgado, barbón y vestido de vaquero, cuando vio a mi tía se puso en guardia; mientras acomodó su rifle en forma de amenaza, yo estaba en el coche y podía escucharlos hablar a ambos.
Santiago: ¿Qué es lo que vienes a buscar aquí? ¿Acaso no han hecho suficiente daño que vienes a hacer más? lárgate si no quieres que te saque a plomazos, como se les tiene que hacer a todos los de tu familia, habla rápido antes de que te saque de aquí con el cuerpo lleno de balas.
Camila: Quiero darle esto a tu padre, es relacionado con Cristina, mi hermana, no vengo a buscar nada, te pido que por favor le des esto, no quiero hacer daño, solo esperaré su respuesta. – la tía le entregó un papel a ese hombre y se regresó al auto, la tía venía descolorida y asustada; después de varios minutos, apareció un hombre mayor, robusto, alto, barbón, vestido igual que el anterior, de vaquero, he hizo una señal para que la tía se acercara a él, estaba acompañado por otro hombre muy parecido, pero menos robusto más bien musculado y algo de panza, también venía el que apareció primero.
Agustín: Lamento lo de tu hermana, ¿dónde está el muchacho? Quiero verlo.
Camila: Enzo, ven, por favor.
Enzo: Bajé del auto y cuando me iba acercando a la reja, el hombre abrió la puerta y se acercó a mí; yo estaba temblando de miedo al ver a esos tres hombres que venían armados, ese hombre se me acercó y con una de sus enormes manos, me sujetó del hombro, con su otra mano llevando mi cara, tomándome de la barbilla; me observó detenidamente y luego volteó a ver a los hombres que lo acompañaban, preguntó mi nombre, le respondí titubeante y con miedo; Enzo Valencia Bautista, el hombre me preguntó si lo conocía, yo negué con mi cabeza, pues no tenía ni idea de quién era ese hombre, luego giró para ver a mi tía y dijo; gracias por traerlo y disculpa como se te recibió, yo me haré cargo de ahora en adelante, luego ordenó a uno de los hombres que lo acompañaba que ayudara a bajar mis cosas, yo tomé mi mochila, en donde tenía lo más importante que me dejó mi madre.
La tía se marchó después de despedirse y me dijo; él te explicará muchas cosas, lee las castas que te dejó tu madre, ahí entenderás muchas cosas, cuídate, adiós, sin más que decir, me dejó ahí frente a esos tres hombres, que no sabía quiénes eran, con mi cabeza más confundida que nada, aquel hombre me tomó del brazo y me pegó a su cuerpo como tratando de darme un abrazo, luego me dio el pésame, me llevaron hasta una casa, me dejó en una habitación; me dijo que dejara todo ahí y hablaríamos más tarde, me quedé encerrado en la habitación, no tuve el valor para leer las cartas que mi madre me había dejado. Me quedé dormido y en ese rato que dormía tuve un sueño extraño, en todos mis años, nunca sentí atracción por una chica ni chicos, mi orientación sexual no estaba definida, quizás por como vivía y todo eso, pues nunca sentía atracción por nadie, si me masturbaba, pero era solo por sentir un poco de placer, ya que yo aún no eyaculaba.
En ese momento, en el que me quedé dormido, de repente en mis sueños sentí como unos labios besaban los míos, estaba siendo besado por los labios de un hombre, unos labios carnosos, que atrapaban los míos y con suaves mordidas, me estaba excitando con cada beso que me daba, me tomaba de mi cabeza y continuaba besándome, mientras acariciaban mi cuerpo desnudo, todo era oscuro, solo podía sentir los labios y las caricias de unas manos grandes y ásperas, que recorrían mi cuerpo, desde mis piernas hasta mi pecho; luego bajaba sus manos, hasta acariciar mis nalgas, estaba frente a ese hombre, que medio agachado seguía besándome y acariciando mi cuerpo, con una de sus manos sujetaba mi cabeza y con la otra acariciaba todo mi cuerpo, poco a poco acercó su cuerpo al mío, fue cuando sentí como el pene de ese hombre rosó mi pierna y mi pene, ese hombre tenía una erección tremenda y cada vez sentía más su erección contra mi cuerpo, sin dejar de acariciarme me dio la vuelta, continúa tocándome y besando mi espalda, acariciaba mis nalgas y las separaba con sus dos manos, mientras besaba mi cuello y orejas, un escalofrío recorría mi cuerpo, cada que besaba mis orejas, podía sentir su respiración excitada en mi oído y su deseo de poseerme; yo estaba a gusto disfrutando de sus besos y caricias, me dejé llevar por ese extraño que me hacía sentir tanto placer.
En eso sentí como apunta su glande en la entrada de mi culo y poco a poco se va deslizando dentro de mí; suspiro cuando las manos de este hombre rodean mi cuerpo, abrazándome rodea mi cuerpo dejando sus manos en mi pecho, su pecho pegado a mi espalda, mientras me tenía con todo su pene dentro de mí, apretó su cuerpo contra el mío y besaba mi cuello, en ese momento empezó a mover sus caderas, entrando y saliendo de mi culo suavemente, sin dejar de besar mi cuello y orejas, yo estaba dando gemidos de placer, me gustaba sentirme atrapado por aquel desconocido en medio de la oscuridad, solo podía sentir el cuerpo cálido de ese hombre, me sentía atrapado por él, siendo penetrado, yo gemía de placer y de ver mi cuerpo atrapado por sus brazos, no podía ver el rostro de ese hombre, pero sabía que era maduro y fuerte, pues podía ver sus brazos fuertes y sus piernas velludas, que se movían al compás de sus envestidas, me entregué al placer y dejé que me hiciera lo que él deseara, su pene entraba y salía de mi culo.
Un pene delgado y recto que me penetraba, que no dejaba de envestirme, dándome cada vez con más fuerza; poco a poco fue despegando su pecho de mi espalda y mientras lo hacía, besaba mi cuerpo, sin dejar de envestirme con energía, me tomó de mis caderas y empezó a darme más fuerte que al principio, yo estaba gimiendo de placer, ese hombre acariciaba mi pecho y sus labios besaban mi espalda y cuello de vez en cuando; sus envestidas se aceleraron, su semen brotó dentro de mí, en ese mismo momento yo empecé a tener un orgasmo y sentí como me orinaba de lo excitado que estaba, cuando quise voltear a ver la cara de aquel hombre que me estaba dando placer, vi la cara de mi abuelo, el padre de mi madre, desperté asustado y me di cuenta de que solo había sido un sueño, pero un sueño húmedo, pues había manchado mi ropa interior con mis orines.
La habitación en la que estaba era completamente oscura, no había luces que vinieran de la calle para iluminar aquel oscuro lugar, me quedé en silencio y después de limpiarme, no podía sacar aquellas escenas de mi mente, sobretodo, la imagen de mi abuelo, estaba con mis pensamientos cuando escuché, al señor Agustín que se presentó la noche anterior cuando me traía a su casa, me llamó, salí para ver qué es lo que quería, solo me dijo; vamos a cenar y luego a descansar, mañana nos espera un largo día, era muy temprano, apenas las 7 de la noche, solo tomé pan y un poco de leche, agradecí la cena y de nuevo me fui a la habitación; las casas eran oscuras, en la casa solo tenían un foco en la cocina, que era cocina y comedor juntos, todo diferente a donde vivía, a las 8 de la noche todos estaban dormidos, yo tardé en quedarme dormido, pero al fin después de un rato lo logré, ya muy temprano por la mañana se escuchaban las voces de personas afuera de la habitación donde estaba dormido, vi mi celular y me di cuenta que apenas eran las 5 de la mañana.
Continuará ………………….
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Toda la serie de éste relato que comenzaré a publicar, son autoría de mi amigo Cornelio, espero que les gusten las demás historias. Gracias por leerlos
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