ENZO 10
Todas las barreras desaparecen en una noche de sexo, gracias al deseo que tenían mis dos hermanos, disfrutando los tres de una semana llena de amor, ya que el sexo solo fue complemento..
Enzo 10
Al día siguiente que papá se marchó, no me quedé con las ganas de preguntarle a Efrén sobre, lo que papá nos comentó de ser los cuatro en la cama, también me sorprendió la reacción cuando vio a papá en la entrada de mi habitación, pero estaba decidido a disipar esas dudas esa misma noche, al llegar de clases, aún no llegaba Efrén, así que me puse hacer mis deberes y esperar a que llegara, pero cuando llegó, venía con su novia, me decepcioné no poder hablar con él esa misma noche, pues creí que su novia se quedaría como suele hacerlo, pero un par de horas más tarde, Efrén entró a mi habitación para que cenáramos, esa era mi oportunidad de disipar mis dudas, ya estábamos cenando cuando empecé a hablar.
Enzo: ¿qué pasó ayer? Yo pensé ¿que tú y papá ya habían tenido sexo?, e incluso con Rafael, pues te pusiste nervioso al ver a papá en la puerta.
Efrén: jajaja, un poco, me dio miedo, ya que después de aquella semana que se molestó con nosotros por haber tenido sexo, pensé que sería igual que aquel día, y pues Rafael y yo en eso del sexo no tenemos buena relación.
Enzo: pero aquella vez nos llamó la atención por irresponsables por tener sexo, según fue lo que me dijo, pero pensé que los tres lo habían hecho aquellas dos semanas que pasaron solos. – aparte que me sentí celoso de ver que ellos ya estaban bien y yo aún estaba molesto con papá y me molesté con ellos dos Rafael y Efrén.
Efrén: verás la primera semana no pasó nada entre papá y yo, esa semana Rafa se llevó a una chica y los tres la cogíamos, y también los tres a la vez, mientras papá y yo se la metíamos por la panocha, Rafa la cogía por el culo.
Enzo: no mames, eso sí que es épico y más que nada que papá lo aceptó, es difícil de creer – por los principios de papá sobre la responsabilidad, se me hacía difícil de creer, pero me explicó Efrén que nunca fueron irresponsables, aunque tuvieran sexo con la chica.
Efrén: y de lo que ¿comentó nuestro padre de meter a Rafael?, no es que no quiera, si no que no creo que lo quiera, cuando Rafael supo que soy gay, se me insinuó, ese día papá me dio unos varazos por haberlo desobedecido, me molesté tanto que le dije; la próxima me das con un garrote así me quiebras los huesos. En eso Rafael me llamó y cuando me di la vuelta, lo vi con la verga de fuera y riéndose de mí, me dijo; aquí está un garrote, no te quebrará los huesos, pero si te abrirá el culo, sacudía su verga delante de mí. Como estaba muy enojado, le respondí; cierra la boca pinche mayate asqueroso, quien va a querer que le metas eso, con lo feo y desfigurado que estás, además tienes una verga asquerosa, jamás me metería contigo, aunque fueras el último hombre en el mundo, me das asco mayate feo.
Enzo: me duelen tus palabras, entiendo que estuvieras enojado, pero, fuiste cruel con él. – me sentí mal, imaginé a Rafael ahí triste viendo a mi hermano, cuando volteé a ver a Efrén éste estaba derramando lágrimas.
Efrén: no sabes lo que me arrepiento de esas palabras, cuando me calmé, vi la cara de Rafael, me arrepentí de lo que le dije, verlo ahí con sus sentimientos heridos, traté de disculparme, pero él me dijo que esas palabras lo hirieron más que cualquier herida física, no sólo ese día traté de disculparme, trataba de hacerle saber que esas palabras no eran verdaderas, él se alejó de mí en ese plano sexual.
Enzo: wey no te sientas mal, creo qué, si ustedes hablan, las cosas se arreglarán, y ¿cómo fue que papá y tú? cuéntame – abracé a mi hermano, que se puso a sollozar y decirme que esas palabras también le dolían a él, porque hirió fuerte a nuestro hermano.
Efrén: jajaja ya te lo contaré después, estoy muy cansado y tengo mucho sueño, hoy fue un día pesado, perdona será luego.
Enzo: Efrén no tenía ánimos de contar lo sucedido entre papá y él, así que decidí no continuar con ese tema y nos fimos a descansar. El día de la práctica fui al instituto a esperar a mi grupo que regresara de la práctica, y justo me encaminaba a la aula en la que tendríamos la clase, cuando me topé con el profesor Miguel, me detuvo y me dijo que la próxima semana tendríamos práctica en la veterinaria del médico Gonzalo, que lo pensara y fuera, ya que él no sabía quién soy yo, para asegurar que no pasara nada, me aseguró que es muy tranquilo y no haría nada, por último me pidió que fuera, ya que me sería muy útil, me pidió que me preparara y se marchó.
Ese día mi amiga me pidió que la acompañara al final de las clases, para no irse sola con su novio, al vivir en mismo pueblo, me favoreció para regresar en el camión, llegando al auto de su novio ésta nos presentó a ambos.
Marce (compañera): ¿nos vamos? Mira amor te presento a mi compañero Enzo.
Marlon (novio de mi compañera Marce): hola soy Marlon.
Enzo: un placer. – clavó su mirada en mí y me sentí incómodo, y bajé la mirada para evitar verlo de frente.
Marlon: un gusto, oye Enzo ¿qué tal te llevas con Efra?
Enzo: ¿qué? – no entendía su pregunta, menos que se portara así, pues apenas lo conozco, y creo que mi cara fue una mueca de molesto, ya que fue mi compañera quien lo aclaró.
Marce: tranquilo Enzo, mi novio me platicó algo que sucedió hace unos días, verás me preguntó por ti, ¿qué quién eras y cómo eras?, yo le hablé de ti, entonces él me dijo, que Efra le mandó una carta a Nazario, pero haciéndose pasar por ti.
Marlon: así es vato, en la carta le describía como tendría sexo con él, la carta se la dio a uno de nuestros compañeros para que se la entregáramos a Nazario, obviamente todos la leímos, y pensamos que ese morro eras tú.
Enzo: pero qué demonios, yo no le mandé nada, es más ni siquiera lo volteo a ver, ese pendejo se pasó de verga, no sabe en el lío que me ha metido. – estaba exaltado molesto y asustado a la vez, pues no sabía el lío en el que me metió ese pendejo, por andar con sus putas calenturas.
Marlon: sé que no fuiste tú, le mostré la carta a Marce y dice que no es tu letra, ni tus palabras, como le tomamos foto a la carta, la tenía en mi celular. Compa ten cuidado, el wey ese anda enojado, y no tanto por la carta, si no por la carrilla que le dan todos los cabrones. Aléjate de él.
Enzo: es lo que he hecho desde que entre al instituto, alejarme de él. Perdón por mi reacción, pero sí estoy enojado con ese pendejo del Efra, maldito puto caliente. – me expresé mal de Efra, pero se lo merecía. Pues se sabe que Nazario es muy agresivo. Hasta ese día yo sabía que Nazario es el hermano menor de mamá “mi tío”.
El viernes al regresar del instituto, al llegar al parque donde nos deja el camión que nos trasporta, vi a varios estudiantes de medicina que estaban ahí, en la puerta estaba una de mis compañeras, me gritó para que la viera, llamándome por mi nombre, pero no solo yo fui que la escuchó, también Nazario, cuando caminaba para acercarme a mi compañera, de repente la veo que se lleva las manos a su cara y me gritó ¡corre!, pero en lugar de correr me di la vuelta, ahí frente a mí estaba Nazario, que me tomó de mi hombro para que lo escuchara.
Nazario: ¿tú eres Enzo?
Enzo: ¡sí! ¿Pero qué es lo que te pasa? suéltame o ¿qué quieres de mí? – estaba asustado y sorprendido al ver como éste me tenía agarrado del brazo y su mirada era de rabia y odio. Mis compañeros se acercaron a donde estábamos y le pedían a Nazario que me dejara. Ellos ignoraban el parentesco que tengo con él y yo no sabía si él también lo ignoraba en aquel momento.
Nazario: no me gustan los maricones y menos que me manden recados con los demás, más te vale que te acomodes o verás lo que te sucederá, hoy solo te daré una probadita de lo que te sucederá si te sigues metiendo conmigo.
Enzo: cuando terminó, solo vi el puño de éste acercarse a mi cara y cuando quise reaccionar ya estaba cayendo sobre el piso, dos de mis compañeras se acercaron a mí para auxiliarme, mientras los demás detenían a Nazario que seguía gritando, lo único que le entendí era que me maldecía y me llamaba maricón de mierda. Como pudimos salimos de ahí, mis compañeras me ayudaron a salir y los amigos de Nazario lo empezaron a calmar, mis compañeras me acompañaron a una cuadra de mi casa para asegurarse que estaría bien, lo único que me dejó, un moretón en la cara del golpe que me propinó éste tipo, yo estaba asustado, pues dicen que es muy agresivo, y tenía claro que su relación fue a causa de Efra.
Cuando llegué a casa y mi hermano vio mi moretón, me preguntó qué había sucedido, le mentí diciendo que fue a causa de una pelea de mis compañeros, y al defenderlo me dieron un golpe a mí. Ese fin de semana no fui con mi hermano al pueblo, pues no quería dar explicaciones y mentirle a papá, pues no es fácil mentirle, además de saber la verdad, cualquiera de mis hermanos o nuestro padre, las cosas se pondrían difíciles, ya que no perdonarían que alguien de esa familia me pusiera una mano encima, así que decidí mentir y guardármelo para evitar broncas innecesarias.
El día de la práctica en la clínica de Gonzalo “mi tío”, uno de los hermanos de mi madre, el médico nos dijo cuál sería la práctica de ese día, hizo varias preguntas, pero nadie le contestaba, no sé si por nervios o porque realmente no leyeron nada. Cuando el médico me preguntó a mi sobre la práctica, le respondí lo que me preguntó, al ver que le estaba respondiendo, se dirigió directamente a mí para hacer el resto de las preguntas, o las que hacía a los demás y no se las respondían, me la preguntaba a mí.
Gonzalo un tipo alto de piel blanca, ojos azueles, sin rastro de barba, piel suave, ojos grandes, labios delgados, muy varonil, con su traje quirúrgico, un hombre intimidante por su tono de voz grave y presencia, se veía un cuerpo ejercitado, una belleza de hombre, las chicas babeando por él, de repente clavaba su mirada en mí y hacía una pregunta, yo le respondía y él sonreía afirmando que estaba en lo correcto. El profesor Miguel le hizo un comentario a su compañero, diciendo que era muy bueno en clase, que quizás mejor de lo que fue él, Gonzalo.
Enzo: después de varias preguntas y respuestas, el médico Gonzalo, presentó a su hermano menor, que sería su ayudante en esa cirugía, me empecé a desesperar y a sentir mal, pues Nazario clavó su mirada en mí, le pedí permiso al profesor para salir, traté de tranquilizarme y el profesor me dijo que el médico no sabía quién era yo, pero mi mal no era por eso, me calmé un poco y regresé para ver la cirugía y cuando terminó todo, salí como rayo, no quería volver a toparme con la mirada de Nazario. El resto del semestre tuvimos varias prácticas, pero en una de esas prácticas uno de nosotros sería ayudante del médico y su hermano Nazario. El profesor Miguel me dijo que sería yo, aún medio con nervios, pues estaría entre esos dos, no tenía idea si ellos sabían, ¿quién era yo en aquel momento?
Al día siguiente el profesor Miguel, me felicitó por mi trabajo en la práctica, ya que me comentó que Gonzalo le dijo que era muy buen aprendiz. En una ocasión andando en el pueblo, me encontré con mi tía, la hermana de mamá, como es costumbre en ella, se interesó mucho en saber si ya había leído las cartas que dejó mi madre, yo también fui directo al grano y le pregunté si es que sus demás hermanos, sabían quién era yo, ella me aseguró que los únicos que sabían de mí, eran ella y Lucas, los demás ignoraban por completo donde estaba yo, y mucho menos saber quién soy o mi nombre, eso me dio muchísima confianza, después de eso cuando asistía a las prácticas, siempre participaba porque Gonzalo me lo pedía y era agradable poder aprender en cada práctica.
Al salir de vacaciones. Mi primera encomienda por parte de papá, fue que nos iríamos a la finca Efrén, Rafael y yo. Eso me puso muy feliz pues tenía la intención de poder hacer un trio con mis dos hermanos. El domingo por la tarde Efrén y Rafael fueron a surtir la lista de lo que llevaríamos a la finca, yo me quedé en casa con papá, que me dio consejos de qué hacer y qué no hacer, pues me dijo que había vuelto a confiar en nosotros dos, que no lo defraudáramos, de ser así lo defraudaríamos los tres, ya que quería confiar en nosotros, yo me comprometí con papá a comportarme, honrar su confianza y mantenerla.
El lunes por la mañana nos fuimos los tres. Efrén y yo en la camioneta con algunas cosas, Rafael en el tractor con las cosas necesarias en el remolque para la siembra. Llegamos, bajamos todo y nos fuimos a trabajar un rato, ya que descargar todo en la primera semana lleva tiempo, después de lo sucedido entre, nuestro padre, Efrén y yo, no había podido hablar con Rafael, pues estaba con la tentación de estar los 4 juntos, pero tenía que hacer, que Rafael y Efrén hagan las pases, para poder hacer lo que papá nos propuso.
Ese lunes tratamos de aventajar el trabajo, ya que nos tardamos en descargar lo que habíamos traído, ya por la tarde estando sentados en la sala, esperando que Efrén terminara de bañarse, hablábamos de lo agotados que estábamos Rafael y yo, Rafael como siempre bromeando conmigo, pues me decía que por el cansancio que tenía, me dejaría que fuera yo quién hiciera todo, refiriéndose al sexo, pero yo estaba igual de cansado, así que le dije que solo dormiría y ya. Le pregunté sobre su relación con Efrén, él me dijo que se llevan bien, pero sabía a lo que me refería, así que agachó la cabeza antes de responderme.
Rafael: ya te ha contado como estuvo eso y cómo fue, que yo no lo acepto desde entonces
Enzo: también a él le duelen las palabras que te dijo aquel día, y está dispuesto a cambiar. Tú has deseado tener sexo con Efrén – no fue pregunta si no afirmación pues Rafael sabe que nos contamos todo lo que vivimos y tenemos.
Rafael: desde que supe que es gay, quise tener sexo con él, pero fue en ese momento que me dijo todo aquello, desde entonces me detuve y nunca le insinué, ni dejé que él me buscara, aunque lo intentó varias veces, pero lo rechacé desde aquel día, ahora me da miedo, que sea él quién me rechace por mi comportamiento, y porque aún no se me olvidan aquellas palabras que me dijo.
Enzo: él no lo dijo de corazón, lo dijo por el coraje que traía, al ser reprendido por nuestro padre, no te tomes a pecho las cosas, eso ya quedó en el pasado, pero a veces duele enfrentarlo, lo digo por experiencia. – mi pasado se estaba haciendo presente y en mi mente estaba la idea de leer las cartas que dejó mi madre, pero no tenía el valor para hacerlo.
Efrén: listo ¿quién sigue de bañarse?, soy solo yo o ¿ustedes también están cansados?
Enzo: ambos contestamos que estábamos cansados, Rafael se metió a bañar, nos quedamos Efrén y yo, antes que se fuera Rafa, nos dijo que viéramos como dormiríamos, Efrén me dijo que sería mejor que durmiéramos Rafael y yo, pues de dormir con él, le volveríamos a fallar a nuestro padre, yo opinaba igual, así que se lo hice saber a Efrén y me dijo que así se haría, él dormiría solo y nosotros dos, Rafael y yo, cuando Rafael salió, yo me di un baño y fui a dormir, ya que estaba muy cansado y mis hermanos igual. Al día siguiente trabajamos y ese día salimos menos cansados y con ganas de tener sexo, así que después de darnos un baño, nos fuimos a la cama, ya estando ahí, le pregunté a Rafael si quería que le hablara a Efrén.
Pero me dijo que no, pues le daba miedo que lo rechazara, mientras ambos desnudos nos acariciábamos, besábamos y jugueteábamos, le dije que le podría hablar a Efrén sin necesidad de hablarle, Rafael se rio de mí y me retó que no podía hacerlo, me empezó a mamar el culo y yo gemía y suspiraba, pero fuerte, mi intención era llamar la atención de nuestro hermano que estaba en la habitación contigua, bastó no más de un minuto, cuando Efrén apareció en nuestra habitación con una sonrisa de pícaro.
Efrén: ustedes sí que se divierten ¿por qué no me invitan?
Rafael: pues creo que fue el anfitrión que te llamó, no sé si solo para que seas espectador, quiera que te unas o quizás quiere cambiarme.
Enzo: jamás te dejaría atrás, eres bienvenido, y nunca te cambiaría por nadie, quiero que Efrén vea lo que yo vi en ti. – le di un beso en los labios, un beso suave y tierno, como me tenía acostumbrado, Rafa me devolvió el beso tierno y cariñoso.
Enzo: Efrén se acercó a nosotros, me empezó a besar, tomó la verga de Rafael, Rafael se vio algo dubitativo, pero luego nos agarró la verga a nosotros, una en cada mano, mientras veía como nos besábamos, luego Efrén y Rafael se vieron a los ojos y fue Efrén que se acercó a besarlo, se empezaron a besar, con ternura y cariño, como es Rafael tierno al momento del sexo, luego nos besamos los tres, mientras Rafael seguía masturbándonos a Efrén y a mí.
Efrén fue bajando lentamente recorriendo el cuerpo de Rafael hasta llegar a su verga de 19 cm, que sin pensarlo se la metió a la boca, Rafael dio un profundo suspiro, le di un tierno beso a Rafael y me correspondió igual, me acomodé para mamársela también, junto con Efrén, al mamársela entre los dos, lo hacíamos que suspirara y bufara de excitación, durante varios minutos lo torturamos, comiéndole los huevos y su verga a la vez. Me reacomodé entre las nalgas de Efrén y le empecé a comer el culo, cuando Rafa nos vio, se recostó y se puso a comerle la verga de 19 cm de Efrén, mientras ellos hacían un 69 yo le comía el culo a Efrén.
Después de varios minutos, el culo de mi hermano estaba listo para ser penetrado, Rafa entendió mi señal y le preguntó a Efrén; hermano ¿te gustaría sentir ésta verga de 19 cm, de un mayate dentro de tu culo? Noté un poco de tensión en esa pregunta y tenía duda a la respuesta de mi otro hermano, pero éste nos sorprendió con su respuesta, le dijo; no sabes el tiempo que he ansiado poder sentir ese garrote rompiéndome el culo, ni las veces que me masturbé pensando en esa verga, Rafa sonrió y acomodó a Efrén, que lo colocó boca arriba y lo empezó a penetrar, suave, lento.
Los gemidos de mi hermano fueron profundos, suspiraba al sentir como Rafa lo ensartaba, en su cara se veía una felicidad enorme, se arqueaba y se abrazaba a nuestro hermano, se veía que deseaba ser poseído por nuestro hermano, yo observaba como esos dos se daban cariño y desvanecían aquellas barreras, pues ambos estaban disfrutando, en ese momento sentí que estaba sobrando en ese trío, los dejé que disfrutaran un poco hasta que Efrén me habló.
Efrén: ven hermanito, vamos a disfrutar de este mayate, únete que estamos los tres en la fiesta. Que buen mayate tenías escondidito ¿eh?
Me coloqué sobre el cuerpo de Efrén y lo empecé a besar, sentí las caricias de Rafael en mi cuerpo, levantó mi trasero para comérmelo, seguía envistiendo a Efrén y a mí me comía el culo, sus envestidas, lentas y suaves a juego con las mamadas de culo que me daba, mientras nos besábamos Efrén y yo, después Efrén se acomodó para mamarme mi verga de 18 cm y Rafael y yo nos besábamos, Rafa me dio la vuelta y mi culo quedó en la cara de Efrén, que empezó a comerme el culo, y yo su verga, viendo como Rafa lo penetraba, cuando mi culo quedó bien dilatado y listo, me reacomodé y me clavé la verga de 19 cm de Efrén entre mis nalgas, quedé de frente a Efrén, mientras me clavaba su verga, a él se la clavaba Rafael, después de varias envestidas, gemidos, suspiros y quejidos de placer, cambiamos de lugares, yo en el de Efrén y él en el mío.
Duramos un buen rato, hasta que hicimos la fila india, dejando en medio a Efrén que era follado por Rafa y él me follaba a mí, gemíamos y bufábamos de placer, diciendo lo bien que la estábamos pasando, Rafa preguntaba a Efrén y a mí, si nos gustaba su verga, ambos le decíamos que sí. Luego Efrén se colocó boca arriba, yo le clavé mi verga y Rafa me clavó la suya, empecé a masturbar a Efrén y en pocos minutos, expulsó su leche sobre su pecho y abdomen, cayendo un poco sobre mí, el siguiente fui yo que eyaculé dentro de Efrén.
Le pedimos a Rafa que nos diera su leche, ya que era el único que faltaba de eyacular, nos arrodillamos y le empezamos a mamar la verga entre los dos, uno los huevos y el otro la verga, cambiando de vez en cuando, hasta que lo hicimos que se viniera, sobre nuestras caras, y un poco en nuestras bocas, Rafael acarició con cariño nuestras caras, poco a poco fue recogiendo su leche con sus labios y lengua, para compartírnosla con un beso, el semen de Efrén se quedó embarrado sobre su pecho. Al día siguiente lo repetimos, pero esta vez los tres, nos vinimos fuera sobre nuestros cuerpos, yo me vine en la cara de Rafael, Rafael sobre la de Efrén y Efrén sobre la mía, y compartimos nuestras corridas entre los tres, el primero en venirse fui yo, el segundo Rafael y el terceo Efrén.
Los días, desde el martes hasta el jueves, fueron todos de sexo, yo penetraba a Efrén que le gusta más el rol de pasivo, mientras Rafa le daba por la boca, o me penetraba a mí, Rafa en una sección me permitió que le pegara mi verga en su trasero, en una de esas me dejó que me viniera entre sus glúteos, dijo que solo le permitiría a un hombre que lo penetrara y ese era yo (Enzo), no solo yo penetraba a Efrén, también lo hacía Rafael, un rato él, otro yo, mientras uno la metía por el culo, el otro por la boca o se la mamábamos a Efrén, todos los días al llegar a casa después del baño, permanecíamos desnudos y así teníamos sexo y a dormir.
El jueves Efrén se vino en la boca de Rafael, Rafael en la mía y yo en la de Efrén, para cerrar el viernes, por el camino de regreso, en el auto tuvimos sexo, uno manejaba y los otros dos cogiendo, hasta que llegamos a casa, sonrientes felices y con la satisfacción de que Efrén y Rafa se reconciliaron y tanto Rafael como Efrén se sentían muy bien, con lo sucedido quedamos en sumar a nuestro padre. En la semana siguiente, me tocó quedarme junto a mis dos hermanos, Santiago y Héctor, la tercera semana cambiamos, a nosotros nos tocó la finca, a nuestro padre, Efrén y Rafa el pueblo, la última semana, papá, Héctor y yo en el rancho, mientras Efrén, Santiago y Rafael, en la finca obviamente tuve sexo con papá, Rafael y Efrén, cuando se podía, y creo que Efrén también lo hizo con los demás con nuestro padre y hermano Rafael.
Continuará ……………….
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