ENZO 8
Agustín descubre a Enzo con uno de sus hijos y esto lo excita tanto, que hace a Enzo que con sus gemidos llame la atención de su hermano dando así el paso a un trío entre padre e hijos.
Enzo 8
Enzo: ese viernes después de una semana llena de sexo con mi hermano, papá no nos dijo nada, solo nos vio serio, muy serio, por primera vez sentía que había hecho algo malo, después de un año viviendo ahí, también Efrén me dijo que se sentía diferente y culpable, pues nuestro padre tomó una actitud fría y distante con ambos, el sábado ni siquiera nos dirigió la palabra, pensé que quizás estaría celoso, pues no veía que fuera algo más que celos, más no le dije nada a Efrén por no hacerlo sentir peor, supuse que así, como me sentía yo se sentía él. El domingo a medio día nos reunimos todos, nuestro padre, hermanos y yo, en la casa de papá.
Agustín: mañana, se quedan aquí, Santiago, Héctor y Enzo, nos vamos a la otra finca Rafael, Efrén y yo, Rafael ve al pueblo por las cosas que hacen falta para salir temprano mañana.
Rafael: padre mejor que Enzo se vaya con nosotros y que Efrén se quede aquí, así él lleva a mamá.
Efrén: mejor que se vaya Enzo con nosotros y tú te quedas aquí.
Rafael: seguro si cabrón mira como estás, pendejo marica.
Efrén: cállate pinche mayate deforme, o te parto la cara de pendejo.
Rafael: ¿tú y cuántos más?, marica de mierda.
Agustín: ve al pueblo Rafa y cállense los dos, o seré yo quien les tumbé los dientes, ya dije como se hará todo, la semana siguiente los que se quedan aquí, se irán a la finca, Enzo y Efrén ya no estarán juntos, a menos que yo esté con ellos. ¿Héctor?
Héctor: ¿si padre?
Agustín: tú llevas a tu madre y quiero que enseñes a conducir a Enzo.
Enzo: mientras Efrén y Rafael discutían, papá estaba serio, y Santiago cantando una tonadita que decía “celos tengo, celos de ti, estoy celoso, no puedo soportarlo…” pero todos nos quedamos quietos y callados cuando papá puso un alto, Héctor no decía nada, solo obedecía las órdenes de nuestro padre, cuando todos se retiraron, papá nos habló a Efrén y a mí, nos tomó del cuello de la parte de atrás y nos llevó hasta la banca del árbol, donde solía hablar con cualquiera de nosotros, nos ordenó que nos sentáramos y lo escucháramos, él estaba de pie frente a nosotros, imponente, serio y con su mirada clavada en los dos.
Agustín: cabrones, los dejé una semana solos, y por poco quedan, la pura baqueta ¿qué les pasó? Los dos están flacos, ¿en una semana cabrones? ¿qué piensan ustedes?, entiendo todo esto, y mi molestia no es por lo que hicieron, fue por su comportamiento, su inmadurez, esperaba más de ambos, pero veo que no es posible confiar en ninguno de los dos. Tú Efrén, que presumes de ser el mayor, ¿cómo podría confiar?, ¿cómo dejarlos a cargo?, si se la pasan ahí cogiendo toda la noche como un par de cabrones enamorados, que los trabajadores vengan a buscarlos y verlos desnudos en la cama dormidos, sé que tienen que experimentar y conocer, pero tienen que ser responsables.
Enzo: Efrén y yo volteemos a vernos y ni él ni yo queríamos hablar, papá nos observaba esperando una respuesta, cuando nos decía que quedaríamos la pura baqueta, se refería a que quedaríamos muy flacos, ya que solo dábamos una comida, por estar los dos teniendo sexo y divirtiéndonos. Papá vio a Efrén y le preguntó ¿qué pasa?, pero él se quedó callado, cuando volteó a verme a mí, me preguntó lo mismo, solo le pedí perdón, y le dije; pá no me veas así, me siento mal por tu frialdad.
Agustín: no pidas perdón ni te sientas mal, sean responsables, dejen de andar por todos lados como un par de pendejos, metiéndose la verga, no sé cómo sea o quien a quien, pero no está bien que se comporten así, la vida no es como uno quisiera que fuera, cabrones, por esos descuidos que tienen, serán tratados de lo peor y nadie los respetará, tienen que ganarse el respeto de las personas, pero al paso que van, solo serán vistos como un par de maricones y los señalarán las personas, los insultarán y golpearán, cuando los vean, la vida no es como lo piensan, la vida es cruel, lo digo por experiencia, donde se encuentren con una persona como tu abuelo, los mataría sin pensarlo, mi coraje es por su descuido y falta de responsabilidad, no les prohíbo que lo hagan, pero sí les prohíbo que se vuelvan a comportar así, teniendo sexo donde se les pare la verga.
Enzo: Efrén y yo solo nos vimos, sin decir una sola palabra a nuestro padre, que se veía muy molesto, ninguno de los dos nos atrevimos a hablar en ese momento, solo agachamos la cabeza en espera de los reclamos de nuestro padre, que se quedó callado por un momento, quise darle un abrazo, pero me rechazó y me quedé ahí parado, esperando. Efrén se paró a mi lado y pedimos una disculpa a nuestro padre, pero la respuesta de nuestro padre nos dejó aún más tristes y con la sensación de culpa.
Agustín: me han decepcionado los dos y será difícil volver a darles mi confianza, de este día en adelante, no los volveré a dejar solos a ustedes dos, a menos que esté yo con ustedes para poder controlarlos y evitar que vuelvan a hacer una estupidez.
Enzo: papá se regresó a casa, pero nos llevó con él como si fuéramos perros regañados siguiendo a su amo, al día siguiente ni siquiera nos despedimos Efrén y yo, papá aún estaba serio con ambos, en todo un año por primera vez, me sentía fuera de lugar, todo por nuestro comportamiento. Esa semana fue normal sin detallar que Héctor es muy estricto como profesor de manejo, y no me dejó ni un solo momento en paz. El viernes que llegaron papá, Efrén y Rafael. Vi a Efrén, todos parecían muy felices, como si no hubiese pasado nada, en ese momento me hirvió la sangre y me sentí muy molesto con los tres, me encerré en la habitación, e ignoré a todos, papá trato de hablar más de tres veces conmigo, así como lo hizo Efrén cuando regresó del pueblo con su madre.
El sábado seguí ignorándolos y evitando a todos, mi etapa rebelde estaba apareciendo, solo hablaba con Santiago, que esos días comía y cenaba en su casa con él y su esposa, también Rafael me buscó, pero lo mandé al carajo, estaba molesto con los tres, Efrén me buscaba y trataba de hablar, pero no le di la oportunidad de hacerlo. Papá por otro lado, me dejó en paz esos dos días, el lunes por la mañana, papá llamó a mi puerta para que me preparara y me fuera con Héctor y Santiago a la otra finca.
No le respondí, solo salí a esperar que llegaran para irnos a trabajar, sin dirigirle la palabra a nadie, papá estaba atrás de mí esperando que llegaran, pero no me decía nada. Efrén salió y me saludó, pero no le respondí el saludo, trató de hacerme plática, pero lo ignoré por completo, papá le dijo que me dejara en paz. Cuando llegaron Héctor y Santiago, me encaminé para subir a la camioneta, pero en eso papá me detuvo, me tomó del brazo.
Agustín: ya está bueno de niñerías. Soy tu padre y tengo que corregirte cuando estés mal, te guste o no, en esto no fuiste el único afectado, medita eso y el viernes hablamos quieras o no ya está bien de tu comportamiento tonto, no eres un niño y como padre tengo todo el derecho de llamarte la atención cuando algo no está bien, esto es por tu bien y de tu hermano, piensa en todo ello, nadie es culpable de tus actos más que tú mismo, así que piensa bien en lo que ha pasado, hablamos el viernes.
Enzo: subí a la camioneta sin responderle a papá, y a él le caga que no le respondamos, el camino fuimos en silencio, yo no quería hablar del tema, así que permanecí callado. En la finca todo es diferente. Después de trabajar tenemos que preparar la comida, entre los tres, y luego a dormir, pero solo hay dos camas grandes, en una dormiríamos Santiago y yo y en la otra Héctor, ese día Santiago no me dijo nada de lo pasado en la mañana, pero Héctor, él sí me dijo.
Héctor: mira cabrón, papá está siendo blando con ustedes dos, ustedes son sus ojos, yo en el lugar de papá, les habría puesto unos buenos cintarazos, para que se acomoden, a papá le duelen sus hijos como no tienes una puta idea, les ha tolerado todo.
Enzo: yo que tú mejor me callaba, no sabes nada de mí, así que por qué no te callas y me dejas en paz. – nunca le había hablado así a nadie, menos a Héctor, pero eso me costó caro. Héctor se quitó el cinto, me tomó del brazo y me dio cuatro cintarazos y luego me lanzó a un sillón que estaba ahí, se sentó frente a mí para que no escapara.
Héctor: tu enojo no es contra nuestro padre, es contra ti mismo, te sientes mal por haberle fallado a nuestro padre, los desprecios de mamá, han hecho daño en ti, te sientes como un arrimado, ¿crees que papá te tiene aquí solo por lástima?, ¿qué somos un montón de extraños que te ven con desprecio?, ¿y todo por tus preferencias sexuales?, ¿crees que papá nos obliga a tratarte bien y verte como nuestro hermano?, ¿qué sentimos lástima por ti y no cariño? ¿tú crees que no perteneces aquí?, te sacaré de tu burbuja muñeca de porcelana, eres importante para todos, en especial para nuestro padre, él daría su vida por ti o cualquiera de sus hijos, no le gusta verte sufrir, he visto a nuestro padre llorar de dolor, así como tú lo has visto, el miedo más grande de él, es perder a cualquiera de sus hijos, cuando él supo de tu madre, estaba desesperado por ir a buscarte, se fajó sus armas, estaba dispuesto a ir por ti, adonde estaban velando a tu madre, estaba decidido a arriesgar su vida por ti.
Enzo: ya basta Héctor, no sigas déjame en paz. – yo estaba llorando al escuchar las palabras de mi hermano, además mi miedo a su reacción, al saber de mi sexualidad, se esfumó, él lo sabe, ms no sé cómo es que lo sabe, no me daba cuenta de muchas cosas.
Héctor: ¿quieres ganarte la confianza de nuestro padre?, hazlo ¿demuéstrale quién eres?, pero antes quítate todas esas dudas, no des por hecho algo que ignoras, pregunta las cosas, y no te quedes con la duda, libérate, déjate querer por todos.
Enzo: En ese momento sentí ganas de abrazarlo y me lancé sobre Héctor, me agarré llorando en su hombro, él me consoló y me dejó que me desahogara, cuando estaba más calmado, pero aún en los brazos de él, me dijo al oído: cuando te dije que te dejes querer por todos, es dejar querer, no coger ¿eh cabrón? Me dio unas palmadas en la espalda, me retiré y me reí con nervios y le pregunté: ¿entonces si sabes que soy gay?
Héctor: así es hermanito, sé que te gusta la verga, ten cuidado con Santiago, dicen que calza grande, si te descuidas te dejara como paleta, no quiero llevarte en silla de ruedas, cuando regresemos a casa.
Enzo: los tres nos empezamos a reír, durante esa semana, las clases de manejo continuaron y mi cercanía con Santiago y Héctor mejoró mucho, así como su forma de ser, bromeaban y vacilaban conmigo en todo momento, conocí otra parte de mis hermanos que no conocía. Cuando regresamos a casa, al bajar de la camioneta, vi a papá esperándonos, estaba serio, corrí hasta donde estaba y le di un abrazo fuerte, papá me abrazó sin decir una sola palabra, luego me disculpé con Rafa y esperé a que llegara Efrén, le pedí disculpas, le di un abrazo que me correspondió sin rencor y sin cuestionarme. El domingo papá nos reunió para decirnos como sería la última semana de trabajo, ese sábado platiqué con papá y Efrén, poniéndolos al tanto de lo sucedido esas dos semanas que no habíamos hablado.
Agustín: ésta última semana se quedarán aquí Héctor, Santiago y ya sea Enzo o Efrén, depende como se sienta Enzo, si quiere regresar, de ser así, deciden Enzo y Efrén ¿quién se va y quién se queda?
Enzo: por mí no hay problema, podemos echar un volado para ver quién se queda o quién se va. – nos jugamos un volado y el que perdiera se va y el ganador se quedaba. La suerte estaba de mi lado, ya que perdí el volado, pero gané mucho en esa semana.
Agustín: no se hable más, nos vamos Rafael, Enzo y yo. Rafael ve por lo que nos hace falta, para salir mañana temprano.
Enzo: el sábado antes de eso, Efrén y yo celebramos el mal momento con sexo, disfrutándonos el uno al otro, ya a media noche, me visitó en mi habitación cuando todos dormían. Pero el lunes por la mañana me dirigía de nuevo a la finca en compañía de papá y Rafael, estaríamos toda una semana en aquella casa, los tres solos y sé que me esperaba una buena semana. Al llegar, como es obvio, trabajamos y por la tarde preparar comida y todo lo que solíamos hacer, pero al momento de ir a dormir, papá me dijo que dormiríamos él y yo, mientras que Rafa dormiría solo, en ese momento pensé que solo tendría sexo con papá, pero estaba muy equivocado.
El lunes por la noche papá y yo tuvimos sexo en silencio, esto para que Rafael no nos escuchara, como pasó con Efrén, pues le dije a papá que en una o varias veces, éste nos escuchó y mientras nos oía se masturbaba, en ese momento papá sonrió con picardía, el martes Rafael no me dejó que pasara sin darme su verga, me tomó en el baño y después de empotrarme a la pared y darme unas buenas mamadas de culo, me ensartó sus 19 cm de verga, haciendo que escaparan varios gemidos, que no pude contenerme, exagerando al gemir de forma fuerte.
Rafael me tapó boca, para que papá no nos escuchara, pero fue demasiado tarde, pues ya nos había escuchado y no solo eso. Regresé a la habitación, papá me esperaba en la cama, boca arriba con su verga de 21 cm bien dura y masturbándose, estaba sorprendido de verlo así, éste me hizo una señal para que me acercara, me acerqué y fui directo a mamarle la verga, pero papá me tomó de la barbilla y me llevó hasta su cara, me dio un beso apasionado y luego me dijo.
Agustín: vamos a aprovechar lo dilatado y lubricado que te dejó Rafa, para cerrar esta noche con dos corridas dentro de ti, y ver si te puedo hacer gemir como lo hizo él, no te contengas.
Enzo: me monté sobre mi padre, apuntó su verga de 21 cm en mi dilatado ano y empujó, metiéndomela de una sola envestida, no pude callar un gemido fuerte, entre dolor y placer, papá me tomó de las caderas y me empezó a envestir, yo gemía fuerte de forma varonil, dejando salir mis gemidos de placer, papá jadeaba fuerte sin limitaciones, haciendo que ambos desbordáramos pasión y lujuria, de repente callábamos nuestros gemidos con apasionados besos, solo cesamos de gemir, cuando ambos terminamos derramando leche, papá dentro de mí y yo sobre su pecho y abdomen.
Al día siguiente, cuando estábamos desayunando, Rafa me vio y empezó a reír, haciéndome saber que se dio cuenta de los gemidos de nuestro padre y de los míos durante la noche, me sentía algo avergonzado de mis gemidos y más que nada, que me había escuchado, veía a papá que ni se incomodaba al ver como se reía Rafa, salimos a trabajar, pero ese día fue demasiado largo ya que papá quiso que aventajáramos el trabajo, y así el viernes nos regresamos temprano, ese día solo llegamos y después de la cena, nos fuimos directo a dormir. Al día siguiente cuando salí a la cocina, encontré a papá y a Rafa platicando y riendo, con algo de complicidad, yo seguía un poco avergonzado, pero esa sensación se quedaría en el pasado esa misma noche, cuando regresamos de trabajar y después de cenar, papá y Rafa empezaron una discusión, pero no era una discusión de pelea.
Rafael: vamos viejo, tú ya no puedes satisfacer al cien.
Agustín: jajaja, viejo tu abuelo, y aun así podía complacer a quien se le ponía en frente, igual yo, si te pones hasta a ti te la clavo para que compruebes, nomás ponte y verás.
Rafael: jajaja, seguramente ya ni se te para. Pero eso podríamos ver con un juez, que nos diga quién es el mejor y satisface al cien.
Agustín: pero ¿quién sería el juez aquí? Si te animas podemos hacer una prueba y ver quien es mejor.
Enzo: obviamente ellos lo planearon desde la mañana, ya que los dos me veían, esperando que les respondiera, pero me quedé estático e incrédulo de lo que oía y veía. Pues ambos se empezaron a desvestir en frente de mí, los dos se acercaron a mí dejándome en medio de ellos, rosando sus cuerpos desnudos al mío aún con ropa, me preguntaron si aceptaba ser el juez, parecía que lo tenían ensayado, solo pude asentir con la cabeza sin emitir palabra alguna, ambos sonrieron y comenzaron a deshacerse de mi ropa hasta dejarme completamente desnudo en medio de ellos.
Ambos son diferentes al momento de tener sexo, papá es muy ardiente, poco agresivo, apasionado, más sexual, a diferencia de Rafa que es más tranquilo, todo es suave con él es gentil, amoroso. La primera prueba fue el beso, papá me tomó de la cabeza y me empezó a besar con deseo, presionando mi cabeza contra la suya, besando, abarcando mis labios, los comía con ansiedad, jugando su lengua dentro de mi boca, mientras con su mano libre, recorría mi espalda acariciando mi cuerpo, Rafa solo observaba, hasta que fue su turno.
Rafa acarició mi cara y un beso suave, acariciando con ternura me besó y siguió así besándome, besaba mis labios atrapando uno con suavidad y luego el otro, mientras lo hacía me abrazaba con suavidad, nos besábamos con ternura y sin dejar de lado la pasión, pero seguía siendo gentil, ese hombre con rostro de bandido, agresivo y tosco era todo lo contrario. Papá se acercó más haciéndose presente entre nosotros y acarició mi cuerpo, besaba mi cuello y pegaba su cuerpo desnudo al mío, haciéndome sentir su dura verga rosándome las nalgas, dejando escapar suspiros que se apagaban en los labios de mi hermano.
Luego papá me besó y presionó mi cabeza haciendo que le recorriera su pecho y abdomen con mi lengua hasta llegar a su dura verga de 21 cm, me incliné y lamí su verga recorriéndola desde la punta hasta la base de esta y darle pequeñas lamidas a sus enormes huevos peludos, en eso sentí las manos ásperas de Rafa abriendo mis nalgas, para después sentir la humedad de su lengua recorriendo mi culo, lamía con gentileza haciendo que mi cuerpo se estremeciera, provocando mi excitación, y mamaba la verga de mi padre con más pasión, metiéndola a mi boca lo más que podía, mientras papá y Rafa seguían con su juego.
Rafael: mira y aprende viejo, así es como se complace a un amante, y tienes que dar para recibir.
Agustín: cállate y observa como lo disfruta, mira el juez como se come mi verga con tanta ansiedad.
Rafael: vamos a cambiar y veremos si puedes hacer lo mismo que hago yo.
Enzo: sin preguntarme nada, ellos cambiaron de posición, papá me mamaba el culo, haciéndolo de manera más tosca y poco agresiva, pero no menos placentera, mientras devoraba la verga cabezona de 19 cm de Rafa, que acariciaba mi cuerpo con ternura y deseo, papá se dedicó a dilatar mi culo con sus lamidas y chupadas, me arrancaba suspiros y hacía estremecer mi cuerpo, cuando lo hacía con algo de brusquedad al mamármelo.
Después de un rato de haberme mamado el culo, papá apuntó su verga de 21 cm en mi culo y Rafa al ver lo que nuestro padre intentaba hacer, bajó sus manos y abrió mis nalgas para que su verga me entrara sin problema. Fue empujando y ambos veían como aquella verga se hundía entre medio de mis nalgas, entrando lento, suave, cuando me entró la mitad, Rafa echó un escupitajo en el trozo de nuestro padre, para que esta resbalara aún más. Podía sentir como me entraba y se iba abriendo paso a mi interior.
Rafa seguía abriendo mis nalgas y viendo cómo me entraba, nuestro padre me la sacó lento, para volver a meterla, solo la apuntaba y empujaba para que entrara, los gruñidos de papá y suspiros de Rafa al ver cómo me la comía, me hacían querer devorar la que tenía en la boca, que ahogaba mis gemidos. Nuestro padre bufaba cada que me la empujaba, pues la sacaba por completo y la volvía a meter, mientras Rafa le ayudaba separando mis nalgas para que entrara toda.
Después de varias envestidas, cambiaron de lugar, fue Rafa quien me la metió por el culo, a diferencia de nuestro padre, cuando papá me separó las nalgas, Rafa pasó su lengua varias veces dejándome el ano lleno de saliva y luego me hundió su verga de 19 cm lentamente, papá y él resoplaban de ver cómo me entraba cada centímetro de ésta, yo ahogando mis gemidos con la verga de nuestro padre en la boca, las envestidas lentas y suaves de Rafa me hacían sentir cada tramo de su trozo de carne, como entraba y salía de mi interior, mientras ambos seguían acariciando mi cuerpo, besándolo y dándome verga por ambos lados.
Me sentía soñado, algo que nunca pensé, estaba pasando y lo tenía que disfrutar, luego entre los dos me llevaron a la cama donde me colocaron boca arriba, fue nuestro padre quien me la metió por el culo, mientras le mamaba la verga y los huevos a Rafa, papá me embestía sosteniendo mis piernas en lo alto y yo comiéndole los deliciosos huevos a mi hermano, que gemía de placer y golpeaba mi pecho con su enorme glande. Luego fue el turno de Rafa que me la metiera, mientras yo le comería la verga y huevos a nuestro padre, mientras Rafa me taladraba, yo se la mamaba a papá, Rafa se unió al festín, ya éramos Rafa y yo quien le estábamos mamando la verga a nuestro padre.
Papá no pudo disimular el placer que sentía, que sus dos hijos le estuvieran comiendo la verga, se empezó a estremecer y a gemir del placer, ya que ambos estábamos comiéndole la verga. Papá se arquea al sentir el enorme placer de aquella mamada, que al parecer nunca había experimentado, luego yo pasé mi lengua por el ano de papá y éste se retorció de placer, Rafa seguía taladrándome el culo con más rapidez, los suspiros de papá se agitaban y entunicaban pues creo que estaba por correrse y nos hizo que paráramos, se colocó detrás de mí y me metió la verga una vez más, dándome fuerte y rápido, entrando y saliendo una y otra vez, mientras yo se la mamaba a Rafa, papá se acercó a Rafa y lo empezó a besar con pasión sin parar de envestirme, luego un beso de tres que entraba lengua y todo, compartiendo la saliva de los tres, papá me dio más fuerte y en poco se vino dentro de mi culo.
Nuestro padre terminó de venirse dentro de mí y fue el turno de Rafa, que se colocó atrás de mí, me tomó de las caderas y empezó a darme suave, pero continuo y poco a poco aumentó el ritmo y se vino dentro de mí, llenando mi culo de leche. Sin sacarme su verga, se las ingenió para mamarme mí verga, estuvo mamando mi verga hasta que me sacó la leche, papá se acercó a nosotros nos besamos los tres y Rafa compartió mi leche, al principio papá como que no estaba seguro, pero después de varios segundos, el beso fue apasionado hasta que no quedaron restos de leche en nuestras bocas.
Nos quedamos los tres rendidos, cansados y con las vergas flácidas, después de aquel sexo placentero entre los tres, yo me encontraba en medio de los dos, después de varios minutos sentí como Rafa levantó mis piernas y lamió los restos de leche que salieron de mi culo.
Al día siguiente trabajamos y luego regresamos a casa, después de cenar, Rafa se desvistió en frente de nuestro padre y de mí. Me mamó el culo, me penetró, hasta que se vino dentro de mí, me dio un beso, se despidió y luego fue mi padre quien remato dándome una segunda dosis de leche, la mía fue derramada en el piso justo antes de que papá terminara dentro de mi culo. Sin duda una semana emocionante, deseaba que pasara pronto el año y poder volver a estar así, ya sea Rafael, papá y yo, Rafael, Efrén y yo o papá, Efrén y yo.
Continuará …………….
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