ERAMOS NIÑOS Y NOS GUSTABA JUGAR EN EL RIO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por fuegoactivo.
Salíamos de la escuela y nos íbamos al monte corriendo, siempre éramos 3 y la hermana menor de Gustavo,
Gustavo era un chico de unos 18 años, su hermanita era nuestra compañera en 3 de escuela, todos teníamos 9 y 10 añitos.
Al llegar al rio en fines de la primavera era muy hermoso. Todos nuestros padres sabían que hacíamos eso, pero como estaba Gustavo que nos cuidaba entonces se quedaban tranquilos
Todos nos desnudábamos y nos metíamos en el agua del rio, chapoteábamos y luego tomábamos el sol del atardecer primaveral tirados en la arena de la playa.
Era muy lindo hacer todo eso, no había prejuicios, nos toqueteábamos y se nos paraba el pene, pero lo mirábamos como natural.
La hermanita de Gustavo también jugaba desnuda con nosotros en las cálidas aguas del rio.
Gustavo jugaba con nosotros, el tenia un pene muy grande y peludo, que nosotros tomábamos y lo estirábamos jugando. El entonces, se chupaba el dedo y nos lo metía en nuestro culito, todos nos reíamos.
Gustavo, a pesar de sus años era muy juguetón y algo aniñado, se contaba que de chico había tenido una enfermedad infantil y había quedado así.
Un día jugando, la hermanita, le toma el pene y se lo mete en la boca, mientras el metía dos dedos en ella, uno por su culito y otro por su vagina.
A ella parecía gustarle. Así que todos comenzamos a pedir que nos lo hiciera a todos.
De esa manera todos disfrutábamos del nuevo juego.
Así estábamos hasta que el sol ya se ponía, entonces todos nos vestíamos y nos íbamos cada uno a su casa. Gustavo recorría todas las casas dejando cada uno con los suyos y luego se iba a si casa con su hermanita.
Un día, los compañeritos faltaron a la cita y solo yo con Gustavo y su hermanita nos fuimos al rio, como siempre nos desnudamos y jugamos en el agua.
Entonces Gustavo le dijo a su hermanita que me chupara el pene. El me puso saliva en mi culito y me metió un dedo. Lo entraba y lo sacaba, eso me gustaba, luego abría los dedos estirándome el ano y yo le dije que me dolía.
Ya va a pasar, me dijo, y su hermanita también me dijo, ya va a pasar, luego te va a gustar
Tirado en la arena, yo apoyado en su pecho con dos dedos en mi culito y su hermanita chupándome mi pene, era fantástico, de la boca de su hermanita salía mucha baba que se escurría por mis testículos y luego llegaba a mi culito, esto lubricaba los dedos que no dejaban de entrar y salir.
En cierto momento le dijo a su hermanita que me besara, ella me tomo de la cabeza se tiro hacia atrás y caí sobre ella, me empezó a besar y mi pene tocaba su vagina calentita, como me gustaba, entonces, Gustavo se puso sobre mi apoyándose con las manos al piso como si fuera a hacer lagartijas y de un envión me la metió toda, yo sentí un dolor enorme y empuje mi pelvis hacia abajo para tratar de zafarme, mi pene entro en la vagina y ella me dijo al oído. No grites. Ya te va a pasar, ya me lo hizo a mi, y se que después pasa y es muy rico.
Pero me duele mucho.
Lo se, a mi también me dolió mucho pero vas a ver que te va a gustar mucho, cuando pase el dolor.
Gustavo me tomo por el pecho y se arrodillo y yo quede bien ensartado en ese tremendo pene.
Su hermanita, comenzó a chuparme mi pene hasta que se me volvió a parar, entonces se puso a orca jada delante mio metiéndose mi pene en su vagina, me abrazó y me besaba mientras saltaba sobre mi pene, y así entro totalmente el de su hermano en mi culito, el dolor iba pasando y empezaba a aparecer un cierto placer en estar así.
Gustavo camino arrodillado con nosotros dos sobre el y se metió en el agua. Ahí mi culito sintió el fresco del agua y sentí un gran alivio.
El entonces comenzó con un movimiento muy fuerte metiendo y sacando su pene de mi culito
Su hermanita me besaba y se movía de costado haciéndome gozar, comencé a gemir y ya le pedía más a Gustavo.
El siguió fuerte hasta que en un momento me la metió con mucha fuerza toda y sentí como algo caliente se derramaba dentro de mí. Así se quedo quieto hasta que su pene salió de mi todo flácido, entonces el me limpio y me beso en la boca, su hermanita le limpio el pene que estaba sucio con sangre, semen y heces mías, luego lo beso en la boca y le dijo,
Lo lograste hermanito, ahora le toca a los demás.
Nos lavamos todos, nos vestimos y nos fuimos para casa, yo caminaba raro, mamá me pregunto por qué caminaba así, le dije que me había golpeado la rodilla, demore como dos días en que mi culito se cerrara de nuevo.
Así fue por separado con cada uno de mis compañeros, nadie dijo nada, nuestros padres siempre tranquilos pensando que estábamos bien cuidados, a tal punto que un día que mis padres tenían que venir a la capital, le pidieron a la madre de Gustavo si me podía quedar con ellos.
Así fue como pase toda una noche con el pene de Gustavo dentro mio, durante una semana, que fue lo que tardaron mis padres en venir, claro, no había camas extras en su casa entonces dormía con el, ya que siempre se cuidaba que las mujeres no durmieran con los varones.
Con el tiempo me acostumbré y ya no podía pasar un día sin tener ese enorme pene en mi culito. Me di cuenta que la hermanita era la morbosa y planificaba todo.
Dejamos de vernos cuando yo tenia 14 años en que ellos se fueron para otro poblado, pero antes pude ver como una noche la hermanita vino a nuestra pieza y se sentó sobre el pene de su hermano desvirgándose, su vagina quedo enorme, y el pene y pubis de Gustavo quedo lleno de sangre.
Luego que ellos se fueron yo me quede con ganas y sin saber con quien hacerlo, hasta que un día, yendo al monte vi a un pescador sentado en un barranco del rio pescando, me acerque y charlamos muchas cosas, me pregunto sobre mis estudios, en si iba todo bien era muy aplicado para eso, luego me preguntó si tenia novia y le dije que no, y que haces? Me pregunto. Te masturbas?
A veces le respondí, y como la tenés?, grande o chica?
Quiere que se la muestre?
Claro, para que voy a preguntar.
Entonces me baje y pantalón de baño y le acerqué a su cara, hice como que patinaba y me tome de su cuello y mi otra mano se apoyó en su paquete. Mi cara quedo junto a la de él. Entonces el largo la caña de pesca y tomo mi cabeza besándome.
De inmediato mi pene se paró y el de el empezó a tomar cuerpo,
Perdone, gracias por sostenerme le dije.
Por qué no vamos a casa me dijo. Esta al otro lado del rio.
Bueno. Pero eso será otra historia
Espero que les guste.
como sigue