ERAMOS NIÑOS Y NOS GUSTABA JUGAR EN EL RIO 1
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por fuegoactivo.
el señor recogió las cañas y todos los implementos de pesca y subimos a su bote
fuimos hasta la otra orilla y se metió por un arroyito que desaguaba en el rio, después de 10 minutos de remar llegamos a un lugar escondido, rodeado de monte,
había un cabaña de troncos y piedra, unas gallinas sueltas y un perro.
Bajamos y me llevo dentro de su casa. Estaba todo desordenado y se sentía olor a leña quemada,
A un costado una mesa grande con 4 sillas y al otro lado una cama tendida.
Quieres comer algo, hacemos un bagre a las brasas y nos tomamos un vinito, te parece bien? Me preguntó
Yo estaba acostumbrado a tomar un vasito de vino en la mesa, era la costumbre en aquel tiempo en los hogares del pueblo, así que le dije que si,
Se puso a limpiar un bagre y después de salarlo y ponerle adobo lo envolvió en papel de diario y lo puso en la parrilla, se hacia suave, el tomo la damajuana de vino y me sirvió un vaso y se sirvió otro, luego comenzó a desvestirse, me dijo hace mucha calor, si quieres hazlo tu también, me dijo.
Yo comencé a desvestirme junto con el y quedamos los dos desnudos, así comenzó asar a las brasas el bagre, mientras preparaba unos tomates con aceite y orégano, entonces vino hacia mi, tomamos sorbos del vino, acerco su rostro al mio y muy delicadamente me dio un beso, suave, delicioso, tomó otro sorbo de vino y me acarició la espalda llegando a mi cola, lo hizo con tal suavidad que a cada segundo impulsos eléctricos subían por mi espalda hacia mi cabeza, luego, me tomo de la mano y me llevó a la cama, me puso boca abajo y volvió ya no acariciándome, sino besando toda mi columna, hasta llegar a mi ano, el cual besó y acariciando mis glúteos metía su lengua en mi ano, yo empecé a suspirar, ya estaba súper excitado deseaba que eso no terminara nunca, entonces, me hizo girar poniéndome de frente y desde mi ano siguió besándome mis testículos, mi pene que estaba hecho piedra, jugo con mi glande mientras me acariciaba el ano y suavemente metía un dedo, luego dos y tres, tan suavemente lo hizo que solo sentía el estiramiento de mi esfínter sin dolor, acariciaba mi próstata a través de mi ano y seguía chupándome, hasta que si poderme controlar eyaculé en su boca, el siguió chupando y yo me retorcía de placer en la cama, su lengua recorría el cuello de mi glande y me ponía en un estado que no podía controlar.
El aprovechó este estado mio y comenzó a meterme algo en mi ano, entraba suavemente y con mis movimientos facilitaba su entrada, no era muy grueso, lo penetró todo y luego me puso algo grasoso y me metía los dedos, me molestaba algo, yo gemía retorciéndome con su chupada y le decía que me dolía, pero igual el placer que e daba era tan grande que se mezclaba el dolor con ese sentimiento de locura que nos lleva a querer que se nos haga cualquier cosa, así logró que mi pene se volviera a poner duro como piedra.
Llegó a meter tres dedos además del objeto. Luego, siguió besándome jugando con mi ombligo, el pecho, mi cuello, mis orejas hasta llegar a mi boca, un beso apasionado donde tome su cabeza y la apretaba contra mi, era un beso pasional
El entonces, comenzó a penetrarme suavemente, el dolor era muy fuerte quería desahogarme pero ese beso que me daba me ponía en un estado indeciso que no sabía que hacer.
Por ultimo me entregué completamente, y como por arte de magia el dolor cesó, fue algo fantástico, quería más y se lo pedía, el se sentía que gozaba, así se arrodillo en la cama teniéndome ensartado, yo rodee su cintura con mis piernas y el se levantó, fue hacia la estufa y sacó el pescado asado, quito el papel medio quemado y lo sirvió en una fuente, me pidió que me apoyara hacia atrás con mis manos en la mesa, tomó mis piernas las puso paralelas hacia sus hombros y me hizo rotar quedando de espaldas a el, ahí comenzó el meta y saca, yo gemía cada vez más fuerte, era todo placer apoyadas mis manos sobre la mesa, mi pene tocaba el pescado aún caliente que estaba en la fuente, mis pies no tocaban el piso. El me sostenía de mi cintura y hacia ese juego de va y ben, donde entraba y salía su pene y el objeto que me había metido, sentía el roce que era una caricia sobre mi próstata, mis testículos se hincharon mi pene se puso muy duro, sentía en mis ante piernas una presión como un calambre, y con un grito de placer comencé a eyacular sobre la fuente, apenas había terminado mis gritos del orgasmo que había logrado cuando empiezo a sentir los suyos, llenándome interiormente de semen.
Se sentó quedando aun ensartado, puso mis piernas de costado y comenzó a darme de comer en la boca, poco a poco sentía su pene ponerse flácido pero no se salió de mi ano, yo después de comer, lo besaba y acariciaba, me sentía todo blando, no quería que ese momento terminara, por eso, me movía hacia adelante y atrás para que se le volviera a parar, hasta que lo logré,
Terminamos de comer, hizo que me rotara sobre su pene y el objeto y que volviera a abrazarlo con mis piernas, salió caminando y nos metimos en el rio, besándonos, dentro del agua tibia por el sol primaveral llegando casi al verano, me volvió a penetrar con mucha fuerza hasta que yo eyaculé en su pecho y el nuevamente dentro de mi,
Me la sacó, y también el objeto que era un tubo de vidrio, como un tubo de ensayo que medía unos 2,5 cm de grosor.
Haz fuerza para defecar, me dijo, eché todo fuera y el rio se lo llevó, nos besamos, salimos y me dijo que nos vistiéramos, fuimos en el bote al mismo lugar donde habíamos salido, el se puso a pescar y me dijo,
Cuando quieras, acá estoy a diario.
Le dí un abrazo, porque había gente cerca,
Quiero quedarme contigo toda una noche,
Eso es peligroso, tus padres van a desconfiar, me dijo, mejor así, y no cuentes a tus amigos. Esto es nuestro solamente.
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