Escort abotonado
El perro de mí primer cliente me abotonó por sorpresa..
Antes de la pandemia usaba mucho Grindr, pero siempre era lo mismo, aburrimiento. Una noche un hombre de 76 años me preguntó cuánto cobraba por sexo, me agarró desprevenido pero le dije que 50 dólares, no tenía idea de cuánto cobraban los chicos en esa época y aceptó, me pasó a buscar en su camioneta y me llevo a su casa de campo.
Yo estaba en mis 30 y la verdad que el setenton me cogió delicioso, estuvimos unas cuantas horas en la cama. Ya cuando estaba amaneciendo voy a ducharme para volver a casa, era sábado. El señor ya se había duchado y salido al patio.
Yo estaba desnudo en el dormitorio, tirado en la cama esperando por el, para que me diera mí dinero, y llego con un manojo de dólares en sus manos y con su tono recio me dijo ‘ chupármela mientras cuento tu plata’ se sentó en una esquina de la cama y empecé a mamar su verga flácida como un ternero recién nacido. Ya cuando su verga estaba dura sentí unos lametones calientes y húmedos en mí ano.
Uno de sus perros guardianes había entrado y decidió lamerme, yo quise correrlo pero el me dijo con cierto enojo, ‘deja que el disfrute un puto cómo su dueño, te pago extra’ yo pensé que era solo una chupada de culo pero se monto sobre mí y su verga encontró mí culo y se metió bien profundo, yo lo mire al señor con preocupación pero el me dijó ‘vas a ser una perra increible’.
Sentí una presión preocupante dentro de mí culo, el perro se hizo a un costado y su botón estaba muy dentro y dolía, empecé a sudar y gemir con dolor pero el señor me decía que me calmara y disfrutará.
La verga del perro era muy caliente y latía cómo si tuviera el corazón en el culo, sentía su semen caliente entrando cada vs más dentro de mis intestinos. Luego de cinco minutos empecé a sentir un placer intoxica te, mí corazón latía fuerte y mí respiración agitada, le pedí agua a mí cliente porque tenía la boca seca pero me puso su pene flácido en la boca y me hizo beber su orina de la mañana, bebí todo con un poco de asco y placer por saciar mí sed.
Luego de más de media hora el perro salió de mí interior con un ruido de una botella de champagne descorchados y un chorro de semen salió de mí ano, y el me tomo firme de mis cabellos y me hizo beber ese nectar del suelo. Luego de eso estuve toda la tarde siendo montado por sus 16 perros. Me fui con mucha plata ese día y me convertí en la hembra de su campo.
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