Escuela de esclavos Capítulo II -El despertar-
EDE es una serie de 15 capítulos don Sam, consigue un trabajo como vigilante en una prisión para huir de su pasado como esclavo de su ex novio, en su nuevo trabajo termina ejerciendo como amo con los presos y va descubriendo su lado más sádico..
ADVERTENCIA: En esta serie se relatan escenas de sexo no consentido, humillación, tortura, misoginia, scat, muerte, zoofilia, venta de personas, etc… en definitiva, no todos los capítulos, pero en general la mayoría contienen alguna escena extrema, desaconsejo su lectura a cualquier persona que sea sensible a estos temas, dicho esto, comenzamos.
PS: en ningún caso apruebo ni incito a prácticas ilegales y/o no consensuadas previamente entre los participantes de cualquier acto sexual, este relato es fantasía y debe ser tomado como tal, si no nos ofendemos por los juegos del hambre donde menores se enfrentan a muerte para diversión de los ricos, este relato no debería ofender.
Escuela de esclavos
Capítulo II
-El despertar–
Llegué a casa muy cansado del primer día de trabajo, pero me fue imposible conciliar el sueño, tenía un conflicto interno al que nunca me había enfrentado, en mi mente no paraban de repetirse los sollozos de aquel muchacho mientras le daban latigazos, la mirada de pánico que tenía mientras Jensen le sujetaba la cabeza antes de empezar todo aquello y sin embargo mi polla se ponía dura como una piedra al pensar en ello… ¿qué era lo que me excitaba de esa situación?¿Era la ilegalidad? ¿el sufrimiento? O ¿era Jensen?… Definitivamente era Jensen…
En lo que había podido deducir de Jensen antes de que fuéramos a la “celda de castigo”, parecía un tío abierto, casi protector, claramente era decidido, pero ni echándole toda la imaginación del mundo podría haber pensado que era capaz de las cosas que había hecho esa noche, y mucho menos que yo hubiera sido capaz de participar, pero ahí estaba yo, debatiendo sobre mi propia conciencia mientras decidía si hacerme una paja para bajar la erección o reservarme para la noche…
Ya por la noche y entrando en el vestuario, estaba completamente vacío, Jensen no había llegado…, me cambié y subí a mi puesto para poder hacer el relevo
-Hola- Dije con toda la confianza del mundo
-¡Hombre!, pero si es el nuevo fichaje estrella del alcaide!-Me saludaron con gran entusiasmo mientras se levantaban a estrecharme la mano con una sonrisa en la boca, como si fuera un viejo amigo que no ves en algún tiempo.
-¿Fichaje estrella?-Dije contrariado…
-Claro hombre, a ti te contactó él directamente, no? La semana pasada tuvimos una reunión y nos habló maravillas de ti, se ve que causaste buena impresión.
-¿Y qué dijo exactamente? Porque yo sólo le conozco de la entrevista, no he vuelto a hablar con él.
-Tranquilo, de vez en cuando nos acompaña en el turno de noche, ya lo conocerás…-Jensen interrumpió la conversación con esa frase mientras cruzaba por la puerta.
-Perdón por tardar…-dijo mientras uno de los guardias le entregaba las llaves y se despedían…
Me senté en la silla y el se ofreció a preparar cafés, mientras él hacía eso yo miraba las cámaras de seguridad, quería evitar que me pillara mirándole, cuando ya sabía que lo iba a tener completamente desnudo en un rato, la noche anterior me dijo que sabía que quería comérsela, dio a entender que pronto pasaría … sería hoy? ¿sería capaz de aguantar las embestidas de su polla bajando por mi tráquea como las aguantó el muchacho el día anterior? Lo que sea por complacerle…
Poco quedaban ya en mi las dudas sobre si esa noche sería capaz de seguir adelante con ese trabajo o no, sólo quedaban ganas de bajar al sótano y ver como Jensen se autocomplacía utilizando a algún preso…
-Sam! El café!- Elevó el tono de voz al ver que no respondía a sus primeras llamadas, estaba completamente absorto en mis pensamientos…
-Te decía que he llegado algo tarde porque he ido a recoger a mi hijo del aeropuerto- Me comentaba mientras le daba un sorbo al café.
-¿Tu hijo?- Me quedé pensativo…-Ahh… es cierto, me comentaste ayer que tenías un hijo…
-Sí, mañana lo conocerás, tiene 20 años y está estudiando en florida, pero viene cada pocos fines de semana, ¿quieres ver una foto?– Se sacó el móvil y me enseñó una foto de un hombre, con el pelo castaño claro, a la altura de los hombros, un cuerpo esvelto, unas facciones finas, casi femeninas, pero la misma mirada penetrante de Jensen…
-Tienes un hijo muy guapo, se da un aire a ti- Le dije yo con una sonrisa
-Sí que lo es…, mañana por la noche a lo mejor se acerca a ayudarnos- dijo con completa naturalidad
-¿A ayudarnos?-Mi paquete empezaba a crecer por segundos, no podía ser que se trajera a su hijo para esas prácticas…
-Sí, claro, mi hijo es la persona más sádica que conozco, cuando está el aquí, la cosa cambia bastante…-El pantalón se había abultado considerablemente ante la multitud de posibles escenarios que pasaban por mi mente…
-Vaya!, veo que ya te ha hecho efecto el café- dijo señalando a mi paquete– Vamos a pasar un buen rato- Se dirigió a la puerta y yo le seguí…
Fuimos atravesando los pasillos y escaleras que llevaban hasta la celda de castigo, él apretó un botón, quizás no me di cuenta la noche anterior, pero esperó unos segundos hasta entrar.
-¿Para qué es ese botón?-Pregunté intrigado.
-Hace que suene una alarma y les da 10 segundos antes de que se cierren las jaulas, el que esté fuera cuando entremos sabe lo que le espera… y cuando nos vamos los dejo sueltos otra vez.-Lo comentó como si fuera lo más común del mundo, casi pagado de sí mismo.
Cuando entramos en la celda, efectivamente, todos estaban en sus “jaulas” salvo el muchacho de ayer, que lucía completamente exhausto y con varios moratones alrededor del cuello, además de un charco de sangre y orín bajo su cuerpo…
-Anda, suelta tú al muchacho, que yo voy a ir inspeccionando si han cumplido… Me acerqué hacia el muchacho y le quité el dispositivo que tenía en la boca, al pobre se le saltaron las lágrimas, le desaté por completo para que pudiera incorporarse y a duras penas lo consiguió, cuando iba a quitarle las cadenas de las manos Jensen me dijo que parara.
-Todavía no, espera un momento- Traía un cuchillo y un pequeño cuenco Jensen se puso detrás de él y le agarró del pelo haciendo que se arqueara, le deslizó la hoja del cuchillo por la cara y poco a poco fue bajando por la espalda hasta llegar al ano, acercó su boca al oído del muchacho y le dijo con voz firme y áspera…-De esta respuesta depende tu futuro…¿Cómo te llamas?
El muchacho miró hacia el suelo como pudo mientras Jensen le mantenía la cabeza erguida y con voz temblorosa y baja dijo: No tengo nombre, mi Dios, no existo, soy solo un objeto sin más utilidad que la cualquier ser me quiera dar.
Jensen entonces tiró de su cabeza aun mas atrás y le lamió las lágrimas que bajaban por la mejilla izquierda-
-Bien dicho siervo- Cogió el cuchillo y empezó a tallarle en el cuello, justo detrás de la oreja el número 27, el muchacho se mantuvo en silencio, emitiendo sólo algún gemido de dolor, cuando hubo terminado le volcó el contenido del cuenco, que resultó ser tinta negra, lo arrastró y encerró en un cuarto sin ventanas que quedaba en una esquina de la sala, no sin antes decirle: Bienvenido a la escuela de esclavos.
-¿Escuela de esclavos?
-Tss, luego te lo explico… quieres elegir tú hoy? Yo voy a preparar material
Asentí con la cabeza algo dubitativo, no me sentía capaz de elegir a una persona para que fuera torturada, pero a estas alturas no podía negarle nada a Jensen.
Fui andando por entre las jaulas, observando como quien va a la carnicería y está debatiéndose entre cerdo o ternera, de repente me fijé en un hombre con un cuerpo atlético, musculoso, bastante grande y me acerqué a él… sentía el impulso de agarrarle esa polla que ya parecía gigante y no estaba para nada morcillona
-Vaya, vaya, así que te gustan las pollas grandes, eh?- Dijo Jensen riéndose mientras le colocaba un correa alrededor del cuello, era una correa de ahorque, de las que se usa con los perros, en la otra mano tenía una barra de hierro, dio un leve tirón de la correa y aquel hombre de grandes músculos empezó a andar como un caballo detrás de su jinete, era bastante alto, perfectamente llegaría a los dos metros. Jensen se giró una vez llegó al medio de la sala y lo miró a los ojos durante unos segundos y entonces le dio con la barra de hierro en las rodillas.
-Tu lugar siempre está debajo de los dioses, así que cuando estés en presencia de uno siempre debes ir por debajo.
El hombre calló de rodillas al suelo, yo ya estaba empapado del líquido preseminal, empecé a quitarme la ropa, y Jensen le dio una colleja al preso, él entendió perfectamente que era su trabajo y gateó hacia mi mirándome a los ojos, con una mezcla de pena y miedo, cuando estaba llegando, Jensen empezó a ahorcarle con la cadena mientras le daba con la barra en el culo…
-Los siervos como tú solo pueden mirar a los ojos de los dioses cuando tienen su polla en la boca, o cuando se van a correr en los ojos-El muchacho no hizo ni por intentar aflojarse la cadena del cuello, pues sabía que no le esperaba nada bueno…
-Tienes permiso para quitarme la ropa- Le dije mientras me guardaba las manos en los bolsillos y adelantaba el paquete.
El hombre asintió y dijo: “Gracias Dios”
Jensen empezó a reírse mientras se quitaba la ropa y se quedaba en calzoncillos- Qué patético, ver a un hombre tan grande arrodillado y sumiso…-Mientras el hombre me desabrochaba la camisa del uniforme, Jensen le daba patadas justo en el ojete, el hombre no se quejaba, sólo ponía muecas de dolor, pero no parecía haber ya rabia, había asumido su lugar.
–¿Que te apetece hoy? ¿Quieres fallártelo? ¿O quieres que te folle él?– Se descojonaba mientras me decía eso e intercalaba golpes con la barra y patadas, el hombre ya me había dejado en calzoncillos…
-No creo que se le vaya a poner dura, está muerto de miedo- Dije dando a entender que me apetecía que me dieran, con la intención de que él se ofreciera.
–¿Cómo que no?, ¡espera!– Se fue dando saltitos hasta un armario que había escondido cerrado con llave, un estilo botiquín y vino, ahora sí completamente desnudo con una jeringa.
-Es como la viagra, pero más potente, machote se te va a quedar una polla que ni esta barra de hierro- y se la inyectó en la zona de la ingle.
-Gracias Dios- dijo el hombre mirando al suelo, tenía los ojos marrón oscuro y el pelo prácticamente al 0 En cuestión de segundos la polla se le había puesto dos veces más grandes, muy roja e hinchada, el hombre quiso tocarse para aliviarse, pero Jensen le agarró las manos y se las ató a la altura de la nuca.
-No estarías intentando pajearte, ¿verdad? Tu polla es propiedad de Sam; Sam, ¿quieres empezar con la purificación? -Ya conocía el ritual, follarle la tráquea con la porra hasta la boca del estómago y en cuestión de pocos minutos estaría completamente vacío…
Cogí la porra y me puse a ello mientras él estaba de rodillas, la polla me estaba goteando por momentos, más incluso que la noche anterior, mientras Jensen estaba de rodillas sujetando al esclavo por detrás, en un momento dado Jensen me agarró la polla y me empezó a masturbar, mientras el preso chorreaba vómito por la garganta y pecho, cada vez salía más claro.
-Se trata de que lo pases bien mientras ellos aprenden a comportarse- me dijo mientras me masturbaba suavemente.
Cuando el vómito era ya transparente, Jensen lo llevó a la ducha y le dio un manguerazo rápido, y le dijo, corre, ve con tu Dios y haz lo que él te diga, sólo por hoy, puedes andar a la altura de los dioses.
El hombre avanzó hacia mí cabizbajo, con la polla amoratada y palpitante, me arrodillé y me introduje la cabeza de la polla en la comisura de los labios mientras le acariciaba los huevos, que por cierto también tenían un tamaño considerable, el hombre, que seguía con las manos atadas a la nuca gimió de placer, entonces yo le apreté la base de la polla y me metí todo lo que pude, pero no llegué ni a la mitad, acompañaba cada movimiento de cabeza con la otra mano para que tuviera una estimulación completa, cade vez que me la sacaba y volvía a meter el hombre se estremecía y gemía de placer, Jensen estaba ahí al lado, su polla estaba completamente erecta también y al lado de mi cara, yo aproveché la ocasión para agarrarle la polla y sentirla por primera vez en todo su esplendor, no era tan grande como la de el preso, pero suficiente para reventar a cualquiera…
Mientras le pajeaba seguía mamando como un cabrón recién nacido, de repente empecé a sentir que el preso tenía espasmos, como si se estuviera corriendo, pero distinto, empecé a escuchar unos gemidos ahogados, Jensen le tenía agarrada la cara, nariz con nariz, mientras le apretaba la cadena del cuello para que no pudiera respirar, como si quisiera oler el último aliento de vida del preso, se volvió completamente azul y sentí como se empezaba a aflojar como si se fuera a desmallar, entonces Jensen le dio un puñetazo y lo tiró al suelo, cayó boca arriba, seguía vivo, no se quejó, sabía que su destino estaba ahora en nuestras manos, su vida nos pertenecía.
-Siéntate en su polla, seguro que lo aguantas- Me dijo mientras le colocaba el dispositivo de la boca que tenía el muchacho la noche anterior, para que no pudiera cerrarla.
-¡Vaya suerte tienes cabrón! Te estás follando a un dios y te vas a comer la mierda de otro, menudo festín!
Se puso en cuclillas sobre el preso con el ojete bien pegado a su boca mientras tenía la cadena en una mano…, yo le hice caso y me senté sobre la polla de él, poco a poco, dolía un poco, pero estaba tan cachondo de ver cómo Jensen me miraba que hacía lo posible por relajarme y que me entrara hasta los huevos. Jensen no paraba de mirarme a los ojos con una sonrisa que sólo se puede describir como diabólica y encantadora a partes iguales, sólo dejó de mirarme un momento para pegarle un puñetazo en el estómago al preso y decirle.
-Puta, como quieres que te cague en la boca si no eres capaz de lamer un culo como corresponde- Y empezó a tirar de la cadena del cuello otra vez, pero a intervalos de 10 segundos.
-Eso, zorra, prepárate, que lo que está llegando para ti es la ambrosía de los dioses- A estas alturas yo estaba cabalgando intentando mantener los ojos abiertos para ver a Jensen que había empezado a pajearse y se le veía bastante cerca del orgasmo, empecé a notar un olor dulzón, estaba cagándole en la boca y ponía muecas de placer, yo cada vez iba más rápido y más profundo, completamente absorto con la imagen de Jensen pajeándose mientras clavaba su mirada en mi, sentía como se me salían los intestinos de lo dilatado que tenía el ojete, de repente la polla del preso empezó a vibrar y palpitar dentro de mí, como nunca antes había sentido, estaba teniendo la corrida de su vida dentro de mi intestino, convulsionaba y gemía a duras penas, ahogado mientras Jensen le rellenaba la tráquea con su mierda, cuando el muchacho había terminado yo no pude evitarlo y me corrí en el pecho del preso, pero salió tanta lefa y en tantas direcciones que llegó a caer en la polla de Jensen, que todavía seguía pajeándose y tirando de la cadena que tenía atada al cuello, de repente miró a una jaula y le hico señas para que se acercara.
El nuevo preso se acercó y arrodilló detrás de Jensen, él se puso de pie y no tuvo que decir nada, el preso sabía que le tocaba limpiarle el culo con la lengua, Jensen se dio cuenta de que tenía mi lefa en su polla y me dijo: Bueno, ¿qué?, ¿no querías comérmela? Aprovecha que falta poco para que descargue.
El preso estaba muy afanado en lamer mientras yo aún tenía la polla del otro esclavo en mi culo, y empecé a tragarme toda la polla de Jensen, pero evidentemente no me cabía, era tan gruesa que a duras penas me entraba en la boca.
-No te preocupes, lo que te entre está bien, para eso están los presos, tú puedes hacerlo con cariño– se colocó encima del esclavo que me había estado follando para que le hiciera una buena mamada , mientras el otro esclavo seguía limpiándole el culo, a los pocos segundos me sacó la polla de la boca y se corrió en la cara del esclavo que me había estado follando, yacía muerto!
¿Cómo no me había dado cuenta!? Las convulsiones eran por la asfixia, yacía muerto y con parte de la mierda de Jensen todavía en la boca; Jensen agarró el cuello del nuevo preso y le dijo, ya puedes empezar a tragar. El preso se arrodilló y empezó a lamer toda la lefa que había soltado yo y la propia de Jensen, cogió su ropa y la mía y me dijo: “Vamos”, yo fui andando casi paralizado por lo que acababa de pasar, ¿que acabo de hacer?, me decía a mi mismo… Con un muerto… me repetía… justo antes de salir de la sala Jensen dijo- ya sabéis lo que hacer con el cuerpo, por cierto… mañana viene mi hijo- y cerró la puerta dejando atrás un murmullo repentino entre los presos.
–Jensen… hemos matado a ese hombre…- le dije completamente en shock, Jensen me abrazó, soltó la ropa en el suelo y me dijo mirándome a los ojos…-pero lo has disfrutado, ¿verdad?
Me quedé todavía más de piedra, pero atiné a decir:” No me gusta matar gente” Jensen me dijo con voz muy suave: Cuando dos dioses follan, ocurren cataclismos y tú y yo hemos follado esta noche, aunque no fuera mi polla dentro de tu culo.
Una vez más mis valores morales estaban cada vez más enterrados, la frase me pareció tan poética que casi me olvidé de lo que había pasado.
-Mañana viene David, así que mañana él nos va a hacer una demostración de cómo tratar a esta gente, nosotros sólo tenemos que cogernos una perra cada uno y que traguen polla mientras vemos el espectáculo.
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