Escuela de esclavos Capítulo IV -El mayordomo-
EDE es una serie de 15 capítulos donde Sam, consigue un trabajo como vigilante en una prisión para huir de su pasado como esclavo de su ex novio, en su nuevo trabajo termina ejerciendo como amo con los presos y va descubriendo su lado más sádico…
ADVERTENCIA: En esta serie se relatan escenas de sexo no consentido, humillación, tortura, misoginia, scat, muerte, zoofilia, venta de personas, etc… en definitiva, no todos los capítulos, pero en general la mayoría contienen alguna escena extrema, desaconsejo su lectura a cualquier persona que sea sensible a estos temas, dicho esto, comenzamos.
El camino hasta ahora:
Sam comenzó a trabajar en el turno de noche en su nuevo trabajo como vigilante en la cárcel, allí conoció a Jensen y le atrajo al instante, creyéndose que era un juego le siguió hasta la celda de castigo donde «castigan» a uno o varios presos por noche a la vista de los demás «elegidos» para que aprendan cual es su lugar y cual puede ser su destino si sus «dioses» así lo desean, Sam desde un principio duda sobre estas prácticas, pero se deja guiar por Jensen, en su segunda noche, uno de los presos murió debido a los abusos de Jensen mientras practicaban sexo, pero el miedo a las represalias y los sentimientos que se habían comenzado a despertar en él impidieron que tomara medidas, más adelante apareció el hijo de Jensen, David, el cual demostró ser especialmente sádico disfrutando tanto del dolor ajeno como del propio, ahora Sam tiene una cita para conocer la «escuela»
Escuela de esclavos
Capítulo IV
-El mayordomo-
Jensen me mandó una dirección, eran las 18:00 cuando el navegador del coche me avisaba del último giro, me dirigía hacia una verja bastante rudimentaria, era una parcela que bien pudiera ser una granja, aunque la parcela estaba presidida por una mansión de varios pisos, para nada lujosa a primera vista, más bien antigua y apenas bien conservada, pero de unas dimensiones enormes, tras la casa se podía intuir lo que sería una nave industrial, de no ser por la localización, al acercarme a la verja, me di cuenta que había un hombre con semblante serio y traje de mayordomo, antes de abrir la verja dirigió su mirada hacia mí, intentando evadir mi mirada, hizo una pequeña reverencia con su cabeza y la abrió, le di las gracias y continué mi camino hacia una fuente que había justo antes de la casa, donde otro mayordomo de cuerpo robusto y extremadamente alto, con la misma actitud, me recibió.
-Bienvenido, mi señor. El Dios Jensen le está esperando para enseñarle el lugar, si lo desea le acompañaré hasta su encuentro.
Me sorprendió la excesiva sumisión con la que me recibió, pero acepté– Claro, yo te sigo.
–Como ordene…- Abrió la puerta desgastada para dar paso a un interior con un suelo de mármol que parecía recién pulido, paredes empapeladas con color burdeos e hilo de oro, muebles de caoba con encimeras de mármol, sobre las altísimas paredes que rodeaban el recibidor presidido por dos grandes escaleras que llevaban a la planta de arriba, había cuadros de hombres desnudos, con enormes miembros, justo entre las dos escaleras, había una imitación del David de Miguel Ángel, pero ésta vez sí con un enorme miembro erecto entre las piernas….
Subimos las escaleras mientras me deleitaba con los cuadros y con el trasero del mayordomo que iba subiendo delante de mí, nada más subir entramos en la oficina que quedaba en medio de sendas escaleras…
-Ven aquí- Dijo Jensen con semblante serio, su tez se volvió roja en cuestión de segundos… El mayordomo se acercó a él, mirando al suelo, atemorizado… Jensen le agarró del cuello de la camisa y lo hizo agacharse para ponerse a su altura, mientras el esclavo seguía evitando el contacto visual.
-¿Qué está mal en esta escena siervo? – Le dijo con voz áspera con su boca a pocos milímetros de su nariz…
-He entrado delante de un superior… mi posición siempre es detrás…
– Quítate el cinturón- Le ordenó…- Sam, ¿te importa venir un momento al lado de esta escoria?
Me acerqué mientras le decía que yo le había dicho que yo le seguiría, el me hizo un gesto de negación, como asegurando que tenía algo más que añadir…
Me coloqué junto al mayordomo y Jensen lo giró para que pudiera verse reflejado en el espejo…
El esclavo empezó a llorar contemplando esa escena mientras balbuceaba….
-Lo siento Dios… no me había dado cuenta de mi estatura… mi posición siempre debe ser por debajo de los Dioses…- En ese momento se arrodilló y se puso a cuatro patas…
-Sam… tú eliges… ¿cuántos latigazos se merece? – Me dijo con una mueca malévola mientras se daba golpecitos en la palma de la mano con el cinturón del mayordomo…
-De verdad creo que no es necesario…- No veía motivo para castigarle por aquello, pero tampoco quería contradecir a Jensen…– 10 latigazos serán suficientes…-El mayordomo suspiró aliviado al escucharlo…
-Quítate la ropa, le ordenó al mayordomo –él, rápidamente se desnudó por completo sin llegar a ponerse completamente de pie.
-Mi querido amigo Sam quiere 10 latigazos, yo digo 10 por infracción…- El esclavo asintió…-Empieza a pajearte, quiero esa polla dura antes de un minuto –le dijo al mayordomo mientras me agarraba del cuello y me empujaba hacia él.
Jensen empezó a recorrer mi barbilla con su lengua, subiendo hacia mis labios, lo recibí con mis labios abiertos para que el tuviera un hueco donde penetrar con ella, me agarró del pelo mientras suspiraba de excitación, iba a agarrarle la polla justo cuando apartó su cara y miró al esclavo…
-¿Estás listo Sam?
– ¿Listo? –tenía la polla dura como una roca y los pantalones a reventar, estaba loco por él. Me entregó el cinturón dejando la parte de la hebilla colgando…– Empieza cuando quieras… -me dijo mientras se reclinaba sobre la mesa y se sacaba la polla y los huevos del pantalón vaquero… ¡Joder! No era él único que se había puesto cachondo, Jensen no estaba completamente empalmado, pero lo suficiente para que se le empezara a levantar y tuviera el grosor de una lata de Coca-Cola…
Dudé por un momento si darle fuerte o no, pero volví a ver en mi mente esa polla enorme de Jensen, fabulando como sería la follada que me daría si lo complacía lo suficiente… Le di un primer latigazo con todas mis fuerzas, resonó en toda la habitación, en cuestión de segundos tenía la hebilla marcada en el pectoral izquierdo…
-Ahí no… -dijo con tono sombrío… y señaló a la polla del mayordomo, que a duras penas estaba conteniendo un grito de dolor.
Lancé otro correazo y le di de lleno en la polla, el mayordomo no pudo contener el grito desgarrador que se tuvo que escuchar en todo el país y se derrumbó entre sollozos. Jensen se puso detrás de él, le puso una bolsa en la cabeza, le agarró del cuello y lo levantó.
-Sólo por que soy un dios misericordioso, te voy a ayudar, sólo llevas dos, te quedan 18, así que te voy a sujetar del cuello para que mantengas la posición, cada vez que te escuche gritar, vamos a esperar 20 segundos y con una bolsa bien apretadita en la cabeza… haz las cuentas…, pero en señal de agradecimiento quiero que me pajees mientras recibes tu castigo…
El mayordomo pasó sus manos por detrás de su cintura, y empezó a trabajarle la polla con ambas manos, yo sentí ganas de empezar a pajearme también, pero me compadecí del esclavo, y empecé a darle latigazos; Con cada latigazo el esclavo ahogaba un gemido de dolor mientras la bolsa se pegaba por completo a su boca abierta de par en par, luchando por coger oxígeno nuevo y devolviendo el dióxido de carbono, entre tanto, Jensen sonreía con esa mirada que ya se había hecho conocida para mí, una sonrisa malévola de excitación y complicidad, me ponía cada vez más cachondo y empecé a darle latigazos con más fuerza y velocidad de lo que me creía capaz, todo eso mientras no apartaba la mirada de Jensen, el esclavo se desplomó en el suelo…, yo sorprendido pregunté
-¿Pero ¿qué ha pasado?
-Llevas más de 80 latigazos, se ha desmallado a los 4 minutos…-
-¿Pero porqué no me has parado?- Respondí mientras un sentimiento de culpabilidad me contraía el estómago.
Se frotó la punta del capullo cogiendo unos finos hilos de líquido preseminal y me los metió en la boca mientras me rodeaba la cintura con la otra mano haciendo que nuestras pollas se aplastaran la una contra la otra, mientras se apoyaba en la mesa otra vez, me agarraba del pelo tirando de la cabeza hacia atrás haciéndome saborear sus dedos con sabor a lefa, pasando por mis labios, frotándolos con mi lengua y hurgando al fondo hasta provocarme arcadas, pero sin hacerme vomitar, con extrema suavidad y sin apartar su mirada de mi boca, yo sólo atinaba a frotar mi polla contra la suya mientras el continuaba cogiendo babas de su polla para seguir alimentándome con ese manjar…
-Porque he visto que disfrutabas… y me has puesto muy cachondo…
Le dio una patada al mayordomo y éste volvió en sí…
-¿Quítate la bolsa cerdo, no ves que tienes trabajo? O pretendes que dos dioses tengan que usar las manos teniendo a un ser inferior como tú aquí…
El mayordomo automáticamente se sacó la bolsa y se secó las lágrimas comenzando a masturbarnos a los dos, intercalando mamadas entre polla y polla, en un momento dado Jensen le agarró del pelo y empezó a follarle la garganta sin piedad mientras yo le besaba recorriendo cada curva de su mandíbula perfecta, mientras tanto el mayordomo me pajeaba apretándome tanto la polla que casi dolía, pero me daba igual, porque estaba tan cachondo que sólo podía pensar en que fuera todavía más rápido.
Se sacó la polla de Jensen de la boca y empezó a mamarme a mí, los huevos de Jensen estaban bañados en una baba blanca y espumosa que parecía más bien lefa espesa y en cantidades industriales, el esclavo seguía pajeando a Jensen, él me agarró del pelo y tiró de mi cabeza hacia atrás una vez más y empezó a besarme el cuello y succionarme la nuez, mi respiración se aceleraba, estaba a punto de correrme y Jensen lo sabía, entonces, Jensen apretó la cabeza del mayordomo contra mi pelvis agarrándo mi cintura con las dos manos mientras presionaba con su rodilla, haciendo que no pudiese evitar correrme dentro de su garganta mientras convulsionaba de placer, justo después de correrme liberó la cabeza del mayordomo para que siguiera mamando mientras mi polla se deshinchaba en su boca…
Jensen apartó al esclavo de un empujón y le dijo que ya podía irse, se fue arrastrando a 4 patas por toda la sala, se giró hacia mí y me dijo
-¿Quieres terminarme tú?
Me arrodillé y le agarré la polla por la base, apretando con todas mis fuerzas para que se hinchase aun más, salían gotas de líquido por el agujero mientras le lamía de la base a la punta, tenía mucho cuidado de no desperdiciar ni la más mínima gota, tras estar unos segundos lamiendo de arriba abajo le rodeé el capullo con mis labios y empecé a succionar con todas mis fuerzas, él estaba con las manos apoyadas sobre la mesa mientras me miraba fijamente, yo intentaba mirarle, pero no podía evitar cerrar los ojos de placer, empecé a metérmela poco a poco hasta la mitad mientras acompañaba el movimiento con la mano, de vez en cuando me la metía hasta los huevos, sintiendo como se contraía mi garganta estrangulándole la polla con cada arcada
-Abre la boca y saca la lengua que te voy a llenar la boca de lefa- Me dijo con una sonrisa casual, lo hice, me agarró por la nuca y empezó a follarme la garganta de una forma salvaje una y otra vez hasta que se corrió dentro, empujando mi cara contra su pelvis, dejándome atrapado con un monstruo convulsionando en el interior de mi garganta que, además con cada arcada se sentía todavía más grande al estar comprimido, me mantuvo así durante unos 30 segundos, 30 segundos de martirio y placer a partes iguales…
-No lo haces nada mal, ¿eh?- Me dijo mientras me levantaba y me daba un beso-Ahora vente conmigo que voy a enseñarte el funcionamiento de la escuela y la granja, ¿te parece?
Asentí…- ¿La granja?- Jensen sonrió mientras se metía la polla de nuevo en los pantalones y salía por la puerta haciéndome un gesto para que le siguiera
Impecablemente morboso, placer al leerte👍
muchas gracias! me alegro, este capítulo es un poco más light (en general la historia tiene escenas grotescas), pero es uno de mis favoritos, aunque mi favorito es el capítulo X (son 15 en total)