Estar a la venta pude costar caro!!!!
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Thiudarex.
Hace unas semanas conocí un taxi boy y esta es la historia que me contó y yo se las cuento a ustedes.
A los 19 años y recién empezando la universidad, en una de esas fiestas conoció una muchacha y como suele suceder se liaron, salieron como por una semana y ahí quedó, pero como al mes Carlos recibe una llamada de la muchacha en cuestión y le dice sin más que está embarazada y que es de él y que tiene que ayudarla por que no lo quiere, que necesita dinero para que se practique un aborto y toda la cosa de que en su casa no pueden enterarse. Como era de esperar a Carlos se le cayó el mundo, pero como siempre había sido de esos que asume las consecuencias de sus actos al final accedió a que le conseguiría el dinero y que en un mes trataría de darle lo que necesitaba.
No siendo de una familia de dinero, sin padre viviendo sólo con su madre y con las cosas apretadas. Pasó desde buscar algo que vender, pero no tenía nada de valor, llamar a algunos amigos para ver si le podían prestar algo de plata, pero nada, hasta lo que podría hacer para conseguir el dinero antes de un mes; nada en que que pensaba le resultaba práctico y rápido de acuerdo a la urgencia.
Andaba deprimido y todo parecía que estaba mal. Ya había pasado una semana y no conseguía un mango; estaba con la noche dentro. Al llegar el fin de semana tenía un partido de fútbol al que no podía fallar se había comprometido y pues con ganas o sin ellas tenía que ir. La cosa es que jugó mal y terminó en el banquillo, como estaba con cara de pocos el entrenador lo mandó a las duchas y cuando estaba ahí se encuentra con uno de sus compañeros de equipo; que sí bien lo conoce no son lo que se llama amigos. El chavo este, que también enviaron a las duchas por pelear y que le sacaron la roja, al ver la cara larga de Carlos, como haciendo plática le pregunta que ondas. Carlos con todo en la garganta, le suelta el rollo, y como era de esperar recibe de respuesta lo típico de que "todo se iba arreglar y que no era el fin del mundo". En fin, se metieron a las regaderas y ya listos, antes de que llegaran los demás del equipo se fueron caminando en silencio. Así iban hasta que el compañero de Carlos se animó hablar y le contó que hace un año el había estado en una situación muy similar y que en eso encontró una solución que le dio el dinero que necesitaba, con cara de esperanza Carlos le pidió que le contara como había salido de la situación.
Antes de seguir, el amigo le hizo prometer que eso quedaba entre ellos y que para contarle mejor lo hacia en privado, fueron al cuarto donde vivía el amigo que no quedaba lejos de donde estaban. Mientras iban Carlos repasaba mentalmente todas la alternativas que él se había planteado y mil cosas más y sólo rogaba que no se tratara de drogas o cosas por el estilo. Cuando llegaron le soltó el rollo… se trataba de una página en internet donde uno ponía anuncios de servicios sexuales, la cosa es que los anuncios eran para gays, le contó que él lo había hecho y que consiguió el dinero que necesitaba en poco tiempo. Carlos con cara de no entender que era lo que le contaba y de si esa era una solución aceptable para él; dejó que el amigo siguiera explicándose que él solo lo había hecho de activo y en que consistía eso, luego le contó que no era tan jodido excitarse y que uno se la hacia chupar o la metía y en menos de una hora ya tenías unos billetes más en el bolsillo.
Carlos no ubicaba como se daba la cosa y que definitivamente no le iba, el compañero se limitó a decirle que ahí le estaba dando una solución y que si quería le entraba o no pero que confiaba que no se lo contara a nadie.
Gracias, pero no!
Se quedaron platicando en el cuarto del amigo, luego compraron unas cerveza y de ahí pasaron al ron, ya bien chispeados el amigo le dice que con la herramienta que tenía podía hacer buen dinero, Carlos, que no joda y así riendo de que le andaba mirando el paquete y que ya se le quedó lo puto. Siguieron tomando un poco más y le entra la melancolía a Carlos y que es lo que va hacer? y que parece que al final no es tan malo; que como la hace?. El amigo explica que sólo hay que entrar a la página esa, poner el anuncio de que servicio se ofrece, subir unas fotos y dejar un número de celular, todo comedido abrió su laptop, entró a la página y le mostró los tipos de anuncios. Carlos no tenía fotos de ese tipo y que le daba vergüenza ir a un café internet a subirlas en caso de que se las sacara. Sin más el amigo se ofreció a sacarle las fotos y que las podían subir ahí mismo en su laptop, en lo borracho que estaba parecía una buena idea y quitándose la ropa dejó que el amigo tomará las fotos con su celular, le dijo que la tenía que poner dura para sacar una y que pensará en algo que le excitara y se la frotara, al final se le paró sin mucha frotada y el amigo tomó "todas" las fotos que se necesitarían.
Escogieron tres fotos, una de cuerpo entero, otra de costado y una de la herramienta bien dura que antes había alabado el amigo; en ninguna se veía la cara. El amigo llenó los datos y el tipo de servicio y antes de mandar la página preguntó si estaba seguro y Carlos ya convencido de que sería una buena solución dijo si.
Al día siguiente, Carlos apenas recordaba que había hecho la noche anterior, entre la resaca y el sentimiento de pesar por sus problemas se quedó todo el día en cama; como a eso de las 7PM suena su celular… alguien preguntando por el anuncio. Todo vuelve a su cabeza y recuerda lo que hizo, apunto de colgar, la voz al otro lado pregunta si está disponible; nervioso y en voz baja (aunque no había nadie más que pudiera escucharlo) responde afirmativamente y de la misma forma las preguntas que siguieron, como automáticamente.
A los 30 minutos, de haber quedado con un tipo cualquiera, Carlos estaba en una esquina esperando a un auto Honda rojo, llegó el auto y se detuvo a su lado, bajó la ventanilla del pasajero y preguntó si era Carlos, luego del asentimiento lo invitó a que entrara abriendo la puerta desde dentro. Luego de avanzar un trecho, recién Carlos se ánimo a ver a quien conducía: un tipo mayor pero no desagradable a la vista. Al notar la mirada, el tipo comenzó a conversarle de todo y de nada mientras Carlos permanecía callado pensando en lo que estaba a punto de pasar o que era realmente lo que pasaría.
Parquearon en un lugar oscuro, apagó el motor, estaba tan oscuro que Carlos apenas podía ver a su alrededor, sintió una mano en la pierna y automáticamente se puso tenso y trató de retirar la pierna, el tipo le dijo que se tranquilizara y mientras le acariciaba la pierna le preguntó sí hacía eso de tiempo, Carlos le dijo, todo sincero, que era su primera vez; el tipo retiró la mano y le preguntó sí realmente quería continuar, Carlos contestó que depende de lo que pasara y que necesitaba el dinero.
Le pidió a Carlos que reclinara el asiento y se abriera el pantalón, Carlos vaciló un poco pero accedió a la petición, a la tenue luz que había vio que los calzoncillos blancos resaltaban, una mano fue a posarse sobre sus calzoncillos acariciándole el paquete, luego otra mano se metió por entre sus jeans tocándole las piernas, para luego apretar suavemente sus huevos, poco a poco Carlos se fue excitando… hasta tenerla dura. Se la sacó, bajándole los calzoncillos y se la masajeo con la mano, le indicó que se bajara más la ropa; Carlos se bajó los pantalones y los calzoncillos hasta las rodillas. El tipo le acarició suavemente las piernas y volvió a concentrarse en su pene, luego se reclinó hacia él y lo comenzó a chupar, la sensación le era sumamente agradable, nunca antes le habían chupado el pene; veía como la cabeza subía y bajaba. Carlos se reclinó en el asiento completamente relajado y disfrutando de la situación, la chupó increíblemente bien y buen rato hasta que… sin poder contenerse Carlos acabó en su boca, inmediatamente le dijo que lo sentía, pero parecía que eso era lo que quería el tipo porque se tragó todo el semen; todo concluyó ahí lo llevó de vuelta al lugar donde lo había recogido, le pagó y se fue.
Al día siguiente, Carlos despertó apesadumbrado y con la cosa que le daba vueltas en la cabeza y que como se le había ocurrido hacer eso y dispuesto a ir a un café internet a eliminar el anuncio ese. Se metió a la ducha, se puso un jean una polera y salió de casa. Mientras caminaba, haca el internet más próximo, suena su celular y es la muchacha, que quiere hablar que necesita que la vaya a ver, en fin, se encontraron en una plaza cerca de su casa y le suelta un rollo tremendo y que de una vez consiga el dinero que ella tiene que viajar por las fiestas con su familia que no sabe cuando va volver; llorando le pide que le consiga el dinero que de ahí ella se las arregla… pero tiene que ser ya.
Ese domingo el celular no paró de sonar, pero si veía un número que no conocía desviaba la llamada. El lunes casi igual, pero ya al final de la tarde como que se hace la idea de que no era tan jodido que se la chupe otro hombre y que más daba si tenía que pasar algo más; tenía que conseguir el dinero y no encontraba otra forma de hacerlo.
La tarde del martes, Carlos sentado frente al televisor sin ver nada y suena el celular; queda con un tipo en treinta minutos a unas cuadras de su casa. Se mete a la ducha y se alisa rápidamente.
Ve que se le aproxima una vagoneta y termina subiendo, pensando que iba ser otro con el que ir a un lugar oscuro y que me la iba chupar. Pero en vez de eso le dice que mejor van a su casa que ahí más cómodos y toda la cosa, al final ya estaba dentro del auto así que termina aceptando. La casa estaba un tanto alejada y le pregunta si le volvería a traer, el tipo le asegura que si que no se preocupara. Una casa grande y bonita, entran hasta una sala y le indica que se sentara, que no se tardaba, regresó al rato con unos vasos con gaseosa, le pasa uno y se sienta frente a él. El tipo tenía como unos treinta años, de buen porte, con la barba a medio crecer y el cabello al ras, mientras le hacia la conversación tomaban la gaseosa… de pronto, Carlos comienza a sentirse algo mareado, sin darse cuenta de que es lo que pasa pregunta por el baño, el tipo le indica una puerta a la derecha, al intentar levantarse, sus piernas le flaquean y cae sobre el sillón. La habitación daba vueltas y estaba como borracho pero peor. Escuchaba unas voces, pero le sonaban distantes, se dio cuenta que lo estaban levantado, luego que le quitaban la ropa, Carlos trataba de moverse o decir algo pero no podía; era como un muñeco de goma que no tenía control sobre sí mismo.
Carlos se percataba de que estaba completamente desnudo y que lo tenían cargado de los brazos, podía sentir la presión de las manos que lo sujetaban y el arrastrar de sus pies en el suelo, pero seguía sin poder moverse por sí mismo. No distinguía nada claramente pero se dio cuenta de que lo condujeron a lo que parecía un patio donde había más gente, sintió que varias manos lo tocaban. Lo recostaron en lo que parecía una colchoneta en el suelo, alguien le levantaba las piernas y unos dedos hurgaban su trasero, el pánico se apoderó de él, trató de gritar de decir algo pero no emitía más que gruñidos apenas audibles para él mismo. De pronto sintió que unos dedos forzaban por introducirse dentro de él, sintió el dolor dentro pero no se podía mover; con las sus piernas abiertas y levantadas vio que alguien se ponía frente a él y ahí fue cuando una cosa dura se introdujo dentro de él. Carlos no podía creer lo que le estaba pasando, un tipo lo estaba violando y no podía hacer nada pero sentía todo.
Luego de un rato el tipo se retiró pero el alivio duro poco porque otro se puso en su lugar y lo penetró, Carlos gimió de dolor. Mientras el tipo que tenía entre las piernas lo penetraba fuertemente otro acercó su pene a la cara de Carlos y se masturbaba restregándoselo… un líquido lechoso y caliente le cayó sobre el rostro. Luego lo dieron la vuelta y alguien se recostó sobre él penetrándolo, no duró mucho porque al rato sintió que dos tipos lo levantaban y sujetándolo por debajo de las rodillas y las axilas lo sentaron sobre un tipo que introducía su pene dentro de Carlos. Ese quizás fue el momento más duro, mientras lo tenían alzado sobre el que estaba sentado penetrándolo un otro se acercó por detrás y forzó su pene dentro, tenía dos penes dentro y Carlos podía sentir que se desgarraba su cuerpo. Puede que haya perdido el conocimiento en ese momento, porque cuando volvió en sí alguien le sujetaba la mandíbula e introducía un pene en la boca de Carlos y otro le estrujaba los testículos mientras lo penetraba por detrás.
Perdió el sentido del tiempo mientras seguían abusando de él, no se dio cuenta cuando lo volvieron a vestir, sólo se percató que nuevamente estaba en la vagoneta y que lo dejaban donde lo habían recogido, no recuerda como caminó hasta su casa.
A la mañana siguiente, Carlos despertó recostado en su cama con la ropa del día anterior, al tratar de levantarse sintió que todo su cuerpo le dolía y que tenía la cabeza a punto de reventar; se incorporó como pudo y se dirigió al cuarto de baño. Ya dentro del baño comenzó a quitarse la ropa, tenía la polera pegada al cuerpo debido al semen que tenía encima, se quitó los jeans, no llevaba puestos sus calzoncillos y había una mancha de sangre dentro de sus pantalones. Con temor y cuidado fue a tocarse detrás pero el dolor hizo que retirara la mano inmediatamente, se metió a la ducha y lloró como un niño.
Cuando por fin se decidió a salir de la ducha y recoger su ropa para volver a su dormitorio se dio cuenta que en uno de los bolsillos de su pantalón había cinco billetes de cien dólares… más que suficiente para lo que necesitaba el dinero.
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