Estevita

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy José en 1996 cuando estaba por cumplir 19 viaje a un país sudamericano en el cual Juan mi hermano mayor , que estaba casado con una chica de allí María, tenían una tienda que les iba muy bien y querían abrir otra en otro pueblo y como yo no tenía trabajo ni estudiaba me convencieron de que fuera para allí que seguro me iría muy bien para poder progresar, no me lo pensé mucho y allí fui.

Ellos Vivian en una ciudad pequeña y la tienda que querían abrir era casi en el interior en un pueblo pequeño, me informaron de lo que debía de hacer compramos una casa con un salón y montamos la tienda, mi hermano me dijo que si lo hacía bien en un año amortizaría todo y allí me vi viviendo en aquel pueblito, la mayoría eran mujeres, algunos viejos y viejas y muchas niñas y pocos niños, los primeros días me fui adaptando a una forma nueva de vivir y creo que me adapte rápido, lo que más me llamo la atención era como bailaban los pequeños un baile el perreo, joder si aquello parecía invitar a follar a los hombres, había un grupito que estaba bailando todo el día 5 niñas de no más 9 o 10 años y un niño de igual edad, por sus ademanes y la forma de caminar y vestir se le veía un poquito mariconcito, yo no dejaba de mirarlos a través de la ventana y la verdad me tenían en casi permanente erección.

Ya llevaba 3 meses viviendo allí y conocía a toda la gente de allí, había tenido alguna insinuación de algunas mujeres, pero mi hermano me dijo que tuviese especial cuidado con ellas y sobre todo si eran casadas pues me podía meter en un lio muy gordo, así que ni caso les hacía, el que cada vez venia más y se estaba en la tienda (bueno también porque le daba algún dulce) era Estevita el niño bailarín, era mulato de cuerpo normal para un niño de su edad iba a cumplir 10 años y lo que si le destacaba era un tremendo culo que se gastaba y más cuando siempre iba con unos pantaloncitos cortos de licra pegaditos a ese culazo y se le notaba que no llevaba calzoncillos, andaba siempre sin camisa, sus padres estaban siempre fuera y venían por la noche de trabajar en unas tierras su padre la mayoría de las veces venia borracho.

Un día casi de noche Estevita estaba allí hablando conmigo y salió a conversación el baile y le comente que como era ese baile y que para que lo hacían las niñas y el, me comento que las niñas se lo hacían a los chicos que le gustaban y que así le decían que serían de ellos para lo que quisieran ( o algo así me dijo), yo riendo le dije que si así lo que harían seria empalmar a los tíos y que eso es lo que más bien conseguirían, él me dijo que no que el baile bien hecho no tenía por qué hacer eso solamente, yo le comente que no sabría si pudiera aguantarme y me eche a reír, le dije que le tendría que pedir que me entrenara para no parecer un guarro y seguí riéndome, entonces Estevita me dijo que si quería él me podría ayudar, me quede pensando y le dije que bueno, cerré la tienda porque ya era hora y le dije que podríamos ensayar en el cuarto que yo tenía en la casa.

Me dijo que me colocase apoyado en un sillón y empezó a moverse lentamente de espaldas a mí, nada más ver como movía el culo tan sensualmente hizo que me empalmara, siguió moviéndose y acercándose a mi hasta que apoyo su culo en mi verga, se quedó quieto y yo para salir del apuro le dije que si quería lo dejábamos que yo estaba muy salido riéndome, me dijo que no importaba que seguiríamos para que yo me entrenara y siguió moviendo y restregándose con mi verga, lo hacía lentamente y con su raja la abarcaba totalmente y la estrujaba tenía un control en sus nalgas increíble, estuvimos así un buen rato hasta que ya yo estaba por correrme y agarrándolo de la cintura, le dije que parara, el lejos de parar se movió un poco más rápido pues pienso que él sabía lo que iba a pasar y teniéndolo agarrado de la cintura le di un par de empujones y me corrí manchando totalmente mis pantalones mientras él seguía moviéndose lentamente, le dije que me disculpase que no era mi intención hacer eso y el con una sonrisa radiante me dijo que a él le había encantado bailar así para mí, como podía intente ocultar la mancha de mi pantalón, me dijo que se iba para su casa le di un dulce y sonriendo me dijo que si mañana quería seguir aprendiendo, le dije que ya veríamos y que por favor no se lo dijera a nadie, cuando se fue me quede un poco asustado por si se enteraba alguien de eso y me dije que era un estúpido.

Al otro día cuando estaba a punto de cerrar allí estaba Estevita sonriendo y me dijo que si ensayábamos el baile, le dije que no podía y vi cara de decepción en el, lo mismo paso en unos cuantos días más, hasta que un día ya no podía más con mi calentura y le dije que si, cerré y fuimos a mi cuarto lo primero que me dijo era que si tenía un pantalón corto era mejor para que no me apretaran los que tenía, busque y me puse un pantalón corto de deportes, el muy cabron me dijo que me quitara la camisa para que estuviera igual que el que así estaríamos mejor y le hice caso, no tardo nada en apoyar su culo en mi verga que estaba totalmente empalmada esperándolo, al ser finos los pantalones tanto el cómo nos sentíamos como si no tuviéramos nada encima, yo estaba que me volvía loco lo cogí por la cintura y lo apreté suavemente contra mi verga el la tenía atrapada entre sus nalgas que no paraba de moverlas lenta y sensualmente no se cuánto tiempo estuvimos así restregándonos y en una de estas mi verga se salió por un lateral del pantalón, él se dio cuenta de ello y estirando su mano hacia atrás la agarro y la palpo totalmente acariciándola suavemente, echo su cuerpo hacia atrás y se pegó a mí, joder pensé este ya ha cogido más de una verga, le dije que si le gustaba y me dijo que sí que estaba más grande y dura que las de D.
Ezequiel y D.
Ramón (era el maestro y un capataz de una finca), como le dije, es que con ellos también he bailado el perreo y que más has hecho con ellos, es que me dijeron que era un secreto, le volví a insistir y me dijo que les había mamado la verga y que se la habían metido en su upite, me tranquilizo por una parte el saber que ya se lo habían cogido y deje mis miedos aparcados, me quieres chupar la verga, si me gustaría mucho.

Me eche en la cama desnudo y le dije que me hiciera lo que había aprendido, subió como una gatita mimosa desnudo y comenzó a comerme literalmente la verga, la verdad es que sabía muy bien que hacer, se la comía entera, me la lengüeteaba toda y los huevos estuvo así un buen rato mientras ya yo le tenía metido hasta 3 dedos en su culito que lo cual lo hacía retorcerse de gusto y me dijo que si quería meterle la verga, le dije que sí y se echó en la cama boca arriba abrió bien las piernas y me dijo que lo cogiera como una hembra como hacia D.
Ramón, me la ensalivo bien y se la puse en la entradita de su upite como decía, apreté un poco y note como aquel rosadito hoyito se iba comiendo mi verga hasta que la tenía casi toda y me dijo que parase un momento que era muy grande, le hice caso y al ratito comencé a bombearle su hoyito y me excitaba bastante el oírlo pedir más hasta que se la clave toda, joder era como si me cogiera a una mujer su hoyito recibía todo lo que le daba y como me apretaba la verga me volvía loco, luego me dijo que si se podía poner encima de mí para el ir clavándose la verga entera y que con D.
Ramón lo hacía y que movía el culo para que le diera la leche, le dije que sí y se puso encima de mí y se agacho y se fue metiendo la verga hasta tenerla toda dentro y comenzó a moverse y aquello fue el éxtasis, joder con el Estevita había nacido para coger, no tarde mucho en decirle que me iba a correr, me dijo que mejor a cuatro patas y así hicimos aquello fue maravilloso parecía una aspiradora me corrí llenándole las tripas de una de las mejores corridas que he tenido en mi vida mientras el contrayendo su culito me sacaba hasta la última gota, esperamos un ratito hasta que se la saque y él fue corriendo al baño para limpiarse mientras yo me quede echado en la cama totalmente agotado, cuando vino quiso seguir pero yo presa un poco de los nervios por todo lo que habíamos hecho le dije que no que ya otro día y se fue un poco a regañadientes luego de decirle que no contase nada.