Estuve dentro de su papá II
Continuación de mi anterior historia, ahora un reencuentro con su papá y el secreto que guarda su relación matrimonial.
Después de mis descubrimiento con el papá de Cris (que ahora sé que es Cristóbal, lo supe por casualidad), medité en enviarle solicitud de amistad, pero después de escribir mi vivencia me puse más caliente y la envié, esperé y esperé el resto del día, ese mismo día me vi con Cris, fue una salida de amigos inicialmente, quería ver la pelí de moda de intensamente, salimos y pues me sentía su papá, jajaja aunque tengo la edad para serlo… no tenemos ningún rasgo en común, pero bueno, no fue salida romántica ni nada de eso, era de amigos, platicamos como amigos e incluso un chico le sonrió y Cris fue a hablar con él, primero el chico se sacó de onda porque pensó que era su papá y me podía molestar, pero cuando le explicó que éramos solo amigos se relajó y hasta números intercambiaron, después de eso regresamos a nuestro pueblito que cabe aclarar, no tiene cine.
Llegamos a mi casa, él dijo que se quedaría en casa de un amigo, sus padres aceptando todo, sabían que clase de amigo y solo le pedían que estuviera al pendiente de su teléfono por si le marcaban, nos metimos a bañar juntos, lavé sus nalgas con delicadeza, masajee su hoyito usando el jabón como lubricante para que mis dedos entraran más profundo; cuando tomo el rol de activo me gusta ser un poco dominante, no agresivo o violento, muchos confunden estos dos con ser dominante, solo me gusta tomar el rol donde mi pasivo cumple con lo que se le pide.
Nos secamos y a la cama, sus piernas en mis hombros se veían divinas, porque como dije practica volley y tiene una figura muy linda que el deporte le da, lo cojí de varias formas y al final me pidió que mi semen cayera en sus nalgas hermosas, lo esparció con sus manos y después de descansar un rato, se quedó dormido, yo estaba en mi cel y me había llegado una notificación, su papá había aceptado mi solicitud y me enviaba un hola que continua así
-Hola, que bueno que me aceptas, me recuerdas ¿verdad?
-Claro, ¿Cómo te va? Tiempo sin saber de ti
-Pues tú te desapareciste
-Nada de eso, de hecho, te mandé una vez un mensaje, pero de una cuenta que tenía de nombre “Jorge García”
Lo revisé y pues si tenía archivado ese mensaje que venía de un perfil sin foto, totalmente falso y nunca contesto a eso, cosa que le expliqué.
-Pues si verdad, te hubiera dicho que era yo.
-Pues si Rafita
La conversación continuaba, su hijo dormido profundamente a mi lado, con las nalgas cubiertas de semen seco, desnudo.
-Rafa, a ver cuando salimos por una chevecita, para actualizar platica.
-Si quieres ahorita, estoy solo en casa, mi mujer se fue a casa de su mamá, mi hijo a casa de un amigo (el amigo era yo) y bueno… aunque estuviera, duerme como piedra, no hay poder humano que lo despierte durante las noches.
-Va, me parece bien, manda ubicación y caigo en 10.
Eran a penas las 10:30 de la noche, salí y primero pasé a comprar unas cervezas, luego rumbo a su casa, entré y lo vi, obviamente 10 años de no verlo habían hecho cambios en él, más pancita, pero aun con esos brazos, piernas y esa actitud varonil que me encantaba cuando lo tenía en 4 y mi verga en su interior.
La platica fluía, hablábamos de algunos amigos y cuando menos lo esperé lo tenía besándome, tocando mi pene por encima de la ropa, se levantó y la platica terminó al bajarse el short que estaba usando, lo hizo de espaldas a mí, vi algo que me prendió mucho, una tanga color blanco que se metía bien adentro entre sus nalgas que seguían siendo lampiñas, duras y paraditas, tersas como duraznos, se sentó sobre mi de frente y los besos volvieron, después me contó que desde que había dejado de verme solo tuvo 3 encuentros con hombres, pero fueron muy irrelevantes, nadie le inspiraba esa sensación de sumisión.
Acariciaba sus caderas que se meneaban en mi regazo, sus nalgas suaves, su ya más prominente abdomen, sus pezones de lamía y mordía, este hombre es todo un macho, que le gusta ser un sumiso, pero sin perder su posé de macho, eso me encanta en él, no se vuelve una chica, es un hombre que le gusta que otro hombre lo someta.
Mi playera salió, después se inclinó y se deshizo de mis tennis, calcetines y pantalón, yo estaba usando un calzón tipo bikini azul marino. Se sentó de nuevo de frente y ahora mi piel y su piel se frotaban, el morbo me invadía aun más porque sabía que un rato antes estuve dentro de su hijo, acariciando a su hijo, besando a su hijo y ahora el padre era quien pedía ser poseído, todo sin que ninguno de los dos lo sepa.
Sacó mi pene, hizo a un lado su tanga, ensalivó tanto mi pene como su entrada y lento empezó a sentarse, como siempre digo no tengo un enorme pene, pero si creo que se usarlo bien y dura bastante en acción.
Las líneas de expresión que antes eran notorias ahora estaban más marcadas, por la edad y por sentir un invasor en su parte trasera, que desde aparentemente hacía años no era utilizada, pero que con dolor y gusto me recibía.
Sus movimientos de cadera me permitían lamer sus tetas y poseer mejor su cuerpo, el sillón en el que estábamos hacía ruidos, pero nada que algún vecino pudiera escuchar. De estar encima lo cambié ahora era la misma posición que tanto me encanta con su hijo de piernas al hombro, veía su placer, su sudor, su sonrisa, sus ojos cerrados y que por momentos se abrían para ver que tenían lujuria en ellos.
Pasamos a la mesa del comedor en donde se inclinó dejándome su culo de nuevo expuesto, tantos años y seguía viéndose hermoso y apretando tanto.
La mesa se recorría adelante y atrás con el vaivén de mi cadera, no tenía que decirle nada, solo guiarlo un poco y entendía lo que tenía que hacer para mí.
Para concluir me pidió cojerlo boca abajo, que me viniera en sus nalgas y poder esparcirlo, me pareció morbosa y algo macabra la similitud de esta petición.
Terminé en sus nalgas y descansamos, llegué a las 11 a su casa, a las aprox media hora después comenzamos a coger y ya eran las 12:30, volvimos al sillón, puso una playera para no ensuciar con sus nalgas y seguimos platicando, después de eso me di cuenta que algo más había cambiado en él, ahora era más libre de hablar de su sexualidad (al menos conmigo), ya no era aquel que no me dirigía la palabra, me contó que hace un tiempo su hijo se declaró gay, que primero se molestó, pero pensó en lo que el hubiera querido si en su tiempo se hubiese atrevido a salir del closet como bisex, así que decidió con su mujer aceptar totalmente a su hijo e incluso tiempo después se atrevió a hablar con su mujer sobre su sexualidad, ella lo tomó bien y desde entonces mejoró su vida sexual, aun se resistía a ciertos juegos con ella, como que le metiera objetos por el ano, pero cree que la confianza que se tienen algún día permitiría disfrutar con menos temor, ambos tienen una vida sexual fuera de la pareja porque dejaron hace poco abierta la relación, con sus reglas, pero abierta, de hecho ella se había ido con un amigo suyo, no con su mamá y cuando hablamos le avisó que iría a verlo, cosa que ella aceptó, esperando saber todo al día siguiente.
Me sorprendí un poco cómo cambió tanto su vida después de que su hijo decidiera salir del closet.
No me atreví a decirle que su hijo en realidad estaba en mi casa, en mi cama, con los mecos secos en las nalgas, producto de una cojida similar a la que le di a él.
Antes de irme, me dio una mamada, no diré que la mejor, porque no es que tenga mucha práctica, pero, si muy intensa, muchas ganas le echó.
Me vestí, salí a mi casa y cierto, Cris seguía dormido como roca, me desnudé, me acosté a su lado y lo jalé para quedar de cucharita, sus nalgas se sentían duras por el semen seco, pero mi pene se levantó de nuevo, lo ensalivé y volví a entrar, él ni por enterado, en serio que ese chico dormido parece dopado… así dentro de él me quedé dormido yo también.
Que sepa que te coges a su hijo