Exibiendome con un micro slip transperente en una carretera de noche.
Os voy a contar una cosa preciosa que me pasó hace años cuando los coches podían circular por una carretera próxima a una zona de doggin y cruising de Madrid. Soy chico bisex, aficionado desde púber a recorrer las zonas calientes con poca o ninguna ropa, en busca de satisfacer mis fantasías..
Os voy a contar una cosa preciosa que me pasó hace años cuando los coches podían circular por una carretera proxima a una zona de doggin y cruising de Madrid.
Soy chico bisex, aficionado desde púber a recorrer las zonas calientes con poca o ninguna ropa, en busca de satisfacer mis fantasías. Yo solía provocar a la gente de los coches que llegaban a una zona boscosa de dogging y cruisng parándome en un camino próximo a la carretera prácticamente desnudo, solo con unos slip picantes transparentes que dejaban ver mi culo iluminado por los faros de los coches que iban llegando. a veces eran de cuerda a la cintura, siempre me los ponía transparentes o un tanga mínimo también de cuerda a la cintura. Me situaba en el camino de manera que se me viese cuando el coche que circulaba por la carretera ya estaba prácticamente encima mío, me divertía comprobar como se sucedían los frenazos las invitaciones a entrar en los vehículos y los piropos pícaros.
Una vez jugué a no mirar atrás, esperando yo a ver que ocurría, cosa que todavía me pone muy caliente. Era una noche cálida de verano sobre las 11,30, escuche un motor. Permanecí de espaldas e inmóvil a la espera, Oí como el vehículo se detuvo apagando sus luces, alguien salió de el… Oí pasos acercándose despacio hacia mí. Mi corazón se puso a toda pastilla, seguí sin girar la cabeza, esperando, aguantándome las ganas a ver quien se aproximaba. Dichos pasos se detuvieron cerca de mí, haciéndome sentir observado, cosa que me estaba poniendo a punto de hervir.
De pronto volvieron los pasos esta vez de forma más suave, aproximándose hasta detenerse a mi espalda, se hace silencio. Noto como una mano se posa en mi cintura suavemente por la derecha, después la otra. Ambas manos empiezan a rodearme con ternura, sigo sin mirar, separo un poco los brazos de mi cuerpo para dejar a esas manos jugar, Dichas manos me acarician .suavemente el pecho, el vientre, aproximándose al pubis, para luego volver a la espalda, recorriendo acto seguido con suavidad piernas abajo, para después volver a subir suavemente hacia arriba, por en interior de los muslos, acariciando suavemente mis glúteos desde el interior del transparente, pequeño y suave slip tipo bikini, levantando para ello con los dedos de su mano derecha la cuerda que une los dos triángulos de mi prenda intima deslizando los dedos entra la tela y mi piel, con la mano derecha extendida continuó acariciando repetidamente mi expectante culo. La mano abandona mi zona glútea para volver a acariciar todo mi cuerpo, con gran suavidad y ternura; empiezo a ser comido a besos por todo el reverso de mi cuerpo empezando por el cuello y la nuca para ir bajando suavemente. La mano derecha vuelve otra vez al interior de mi minúsculo slip deslizándose tiernamente por mi raja del culo tocándome desde atrás los huevos y la polla, al tiempo que la muñeca y su antebrazo se hundían más entre los glúteos rozando el ano, dicho rozamiento me produjo un gran placer.
Parecía que tenía conmigo a un chico con melena, y muy sensible, notaba su pelo cuando con sus besos recorría mi cuerpo, el joven daba la impresión de conocer mi juego y me dejaba hacer. Todavía no quería volver yo la cabeza. La mano derecha del desconocido continuaba en la misma postura, acariciándome con gran suavidad el paquete y frotándome con su antebrazo mi hendidura del culo, haciéndome disfrutar, al tiempo su mano izquierda continuaba acariciando la parte superior de mi cuerpo, pecho, vientre axilas, nuca etc. me rodeaba, bajaba a los muslos. Un Placer que todavía recuerdo en excitación. La mano derecha del joven continuaba en el mismo sitio, masajeándome mis partes, y los alrededores de mi ano; en ese momento noto que empieza a bajarme el slip con suavidad, me dejo hacer y colaboro con movimientos de roce sensual contra su cuerpo para facilitar la caída de la única y provocativa prenda que llevaba yo encima. Estaba deseando que diese ese paso.
Ya totalmente desnudo solo con mis chanclas, me toma, haciéndose dueño de mí, rodeándome con sus brazos, apretando su cuerpo contra el mío, noto unos pequeños shorts suaves y una camisa que parecía de seda. Aquella persona tenía las piernas depiladas y olía discretamente a perfume, cosa me me agradó mucho, me seguía teniendo abrazando y rozándose conmigo yo era suyo, estaba totalmente entregado me sentía tiernamente poseído por el desconocido y estaba encantado. Noto en mi trasero como empieza a crecer el miembro que se escondía debajo de los pequeños shorts. Como dicho bulto se hundía en mi raja, rozando el agujero al tiempo que se frotaba conmigo esperando que en cualquier momento me penetrase. Me rodea con sus piernas y apretando su sexo contra mi culo. Empieza a rozar su paquete con todas las partes de mi cuerpo que podía. ¡Me lo estaba pasando en grande! Acierto a desabrocharle los botones de su pantaloncito descubriendo su pequeño pero duro paquete con mi mano, Ahora empieza a rozar su aparato con mi cuerpo, por la entrepierna, raja pecho etc. No llevaba nada debajo de esos mini shorts, se los bajé de súbito, apuntando con mi mano su pequeño aparato hacia mi ano. Una voz suave me dijo que esperase.
Me di la vuelta puse su aparato contra mi pecho, con tono cariñoso me dijo que le gustaba así despacito despacito. Según iba yo frotando su aparato con mi cuerpo, intenté poco a poco llevarme el pene a mi boca, pero no me dejó. No tan rápido.
Dirigí la vista hacia su cara, descubrí era muy guapo de aspecto aniñado; la poca luz de la noche dejaba ver un pelo oscuro y liso con media melena. El joven tenía la camisa anudada a la cintura, la camisa estaba atada justo encima de mi cara. Con los dientes le quité el nudo de la camisa, dejando al aire unas bonitas tetas en un cuerpo de extraordinaria belleza. Quedé gratamente sorprendido. Siempre había deseado tener una experiencia así. Me dirigí a sus senos con mis labios rodeando con mi lengua las aureolas a la vez comiéndole los pezones y los alrededores a mordisquitos. En ese momento era yo quien apretaba su cuerpo frotándolo suavemente contra el mío, al tiempo contemplaba la belleza de aquel cuerpo al que yo hacía también mío terminé de despojarle de la camisa descubriendo unos hombros bonitos unos brazos cuya belleza me llamó la atención..
Así en este mismo lugar los dos totalmente sin ropa permanecimos intercambiándonos caricias por un tiempo que no logro concretar, una hora o tres cuartos creo.
Hicimos una pausa y nos presentamos, dijo llamarse Angie.
Angie me invitó a entrar en su vehículo, que había apartado de la carretera, ocultándolo tras unos arbustos. Era un monovolumen de estos que se convierten en cama con muebles en su interior, lo tenía todo previsto, las dos filas traseras de los asientos eran una superficie plana, encima de ellas había un cómodo colchón, encima de este una suave sábana bajera que parecía impermeable. Angie, sacó un termo y me invitó a un relajante té, estuvimos charlando amigablemente durante un rato de nuestras de nuestras fantasías y gustos.
Yo pasé a la acción frotándole las piernas suavemente con mis pies, me arrodillé ante ella y empecé a darle un suave masaje con mis manos boca, lengua y cuerpo rozando sus piernas, las dos, una por una, de abajo a arriba. Angue empezó a excitarse, cuando llegaba cerca se su paquete mientras mordisqueaba sus huevos, poya y le besaba el glande, metía los dedos por su raja y volvía a bajar, se estaba poniendo loca. Me dijo que parase un memento. De un armarito Angie sacó un frasco, le pregunté que era, me dijo que ahora lo vería, me invitó a tumbarme en la cama, me puse boca abajo vi como se untó ella todo su cuerpo con el producto, por el olor, deduje que se trataba de aceite de almendras perfumado, con un ligero olor a vainilla.
El cuerpo de Angie quedó saturado de esencia, luego se dirigió a mi, se tumbó encima de mí que continuaba boca abajo, en ese momento sentí como mi cuerpo se empapaba de aceite que emanaba del cuerpo de Angie, el producto resbalaba por todas las partes de mi anatomía, penetrando por mi raja del culo con un suave picor y las ingles, cosa que me deleitaba. El cuerpo de Angie estaba relajado encima mío, noté sus suaves pechos en mi espalda su pene relajado apoyado en mi trasero. La cara y pelo de Angie acariciaban la parte superior de mi espalda y cuello, besándome con dulzura, lentamente, Así permanecimos un tiempo sintiéndonos el uno al otro. A pesar de que apenas me moví mi cuerpo rezumaba aceite, una sensación especial y placentera.
Angie empezó a frotar suavemente su cuerpo contra el Mio que continuaba inmóvil y a la expectativa. Empezó a acariciarme con el pelo que rápidamente quedó untado de aceite, a la vez que con sus labios iba repasando mi cuerpo yo podía notar las facciones de su cara en mi parte posterior, su cuerpo resbalaba por encima del mío, lo que la obligó a abrazarme con sus piernas, sintiendo yo una sensación que iba entre la posesión y la protección, me hacía sentir un niño protegido por su madre.
Cuando su rostro de aquella espectacular mujer llegó a mis glúteos empezó una cadena de suaves mordisquitos que me hicieron temblar, me quise dar la vuelta, pero me invitó a permanecer inmóvil.
La sábana bajera que había puesto Angie parecía repeler el aceite que ya envolvía también todo mi cuerpo incluyendo la parte delantera que permanecía pegada al blando mullido colchón.
Unas suaves cosquillas me hicieron separar las piernas, Angie aprovechó para meter la cabeza entre ellas, empecé a notar como se deslizaba su cabeza acariciándome con los pelos entre las extremidades, continuó con los besos y mordisquitos por la pierna izquierda, parándose un poco para masajearme los pies que ya estaban rebosantes de aceite. Unas cosquillas me despertaron de mi letargo, al sentir la boca y dientes de Angie en la planta de mi pie izquierdo. Note el pene de Angie ponerse erecto encima de mi pierna izquierda donde estaba saetada sentí su culo y testículos deslizarse hacia mis glúteos abrazándolos con las dos piernas al tiempo que continuaba besándome y comiéndome los pies, ahora era el derecho el que experimentaba una mezcla de cosquillas y placer, no se describir esa sensación, yo estaba en éxtasis.
Angie continuó subiendo por la pierna derecha deteniéndose en el interior del muslo al tiempo que sus partes, con el pene cada vez más duro, se deslizaban hasta la parte superior de mi espalda ahora tenía sus piernas abrazando mi cuerpo, notando yo todas sus partes erógenas de ella pene, testículos y ano incluido ¡Yo ya me salía de mi!. Con gran suavidad me separó las piernas más todavía, repasando con su boca lengua y dientes en interior de los dos muslos y las ingles ¡Yo estaba en el paraíso!
Empecé a notar como la lengua de aquella belleza recorría mis testículos así como la zona que los separa del ano, cuando estaba cerca del ano su lengua cambió de dirección para subirse a los glúteos otra vez. Angie se frotaba sus partes con la parte superior de mi espalda y cuello, sentía las palpitaciones de su pene cerca de mi nuca, ella estaba tumbada encima de mi espalda con las piernas rodeando mi cabeza toda ya untada de aceite. en la postura que yo estaba, solo podía sentir el roce de su cuerpo, permanecí pasivo y disfrutando.
Yo estaba cada vez más excitado, de repente, Angie separó mis glúteos y desde donde acaba la espalda empezó a lamer mi raja embadurnada de aceite, bajando lentamente hasta las cercanías del ano para luego volver a subir, el aceite perfumado rebosaba nuestros cuerpos y el resbale mutuo hacía la situación muy divertida. Acto seguido volvió a comerme con sus dientes y lengua mis glúteos al tiempo que los apretaba con sus manos y los amasaba.
Angie siguió subiendo con la boca y lengua, hacia más arriba de mi espalda su aliento jadeante me deleitaba, su cuerpo se deslizó hacia abajo para rozar sus pechos contra mi culo y partes al tiempo que seguía mordisqueándome otra vez las piernas ¡Que mujer! Noté como un pezón erecto rozaba mi ano, luego el otro, ¡Uff que sensación! Así continuó un rato pasando ambos pezones erectos por mi raja entera.
Angie desliza su cuerpo otra vez hacia arriba, sintiendo otra vez sus partes palpitantes en mi nuca, alzo mis brazos hacia atrás para abrazar aquella belleza que tenía encima, tras una carcajada pícara hunde su rostro otra vez en mi raja desde donde acaba la espalda, poco a poco, siento con su pelo envuelve mis glúteos y su aliento penetra en la profundidad de mi trasero, empieza a besar mi raja entera poco a poco desde arriba lamiendo los laterales de la misma. Noto su nariz en mi agujero, la muy picara la hunde en él, su aliento mezclado con las gotas de aceite fluyendo por toda mi hendidura me hizo vibrar. Noté como su nariz se retiraba de mi ano para dar poco paso a sus labios, empezó a besarlo con mucha ternura, al tiempo que su miembro se iba frotando con mas fuerza por la parte de arriba de mi espalda y cuello, notaba sus palpitaciones cada vez más intensas. Angie empezó a jadear con más fuerza, por lo que su aliento cada vez masajeaba más mis partes íntimas, ya casi no me podía contener, no paraba de besar mi ano y alrededores.
De repente noté como su lengua mojaba mi ano haciéndome un masaje con ella, este empezaba a dilatarse. Angie introducía la lengua en mi ano y la volvía a sacar, las palpitaciones junto y los rozamientos de pene de Angie cada vez eran más fuertes, todo mi cuerpo se estremecía haciendo también estremecerse al de Angie, que me masajeaba mi ano con su lengua cada vez mas rápido, a medida que se dilataba notaba mi ano. su lengua iba cada vez más dentro ¡Yo estaba punto de explotar! Angie me dijo que me diese la vuelta, después de chupar yo sus ingles raja del culo y ano, agarré su pene y empecé a chuparlo con ganas, ella hizo lo mismo con el mío, al tiempo que con nuestros dedos penetrábamos el ano del otro, Una explosión de temblores y jadeos llenó al unísono nuestras bocas de leche, así permanecimos un rato inmóviles incorporándonos después para fundidos un profundo beso mezclando nuestro semen de una boca a otra, con nuestros cuerpos enlazados que no dejaban de temblar.
Dormimos unas horas, noto que Angie empieza a moverse, estaba excitada, seguíamos con nuestros cuerpos rebosantes de aceite, empezamos otra vez con nuestras caricias mutuas, de forma desordenada. Angie me da la vuelta dejándome boca abajo, noto como su miembro erecto recorre mi espalda, deteniéndose por mis glúteos, encajándolo en mi raja, descansando así un rato encajado sobre mi, notando yo las palpitaciones de de su pene, permaneció así un rato, y luego siguió frotando su pene por mis piernas para llegar a los pies y subir otra vez, poco a poco. Empieza a subir frotando su pene por el interior de mis muslos, primero el izquierdo y luego el derecho, llaga a los glúteos. Angie, empieza a frotar su capullo por mi raja, me abro de piernas para comunicarle que adelante.
Angie, me sigue dejando a la expectativa, empieza a frotar su glande por mi raja entera, desde los huevos hasta la espalda, cuando, su glande está cerca de mi agujero, la agarro con mis manos por los glúteos y la aprieto contra mí, entrando en ese momento su pene por mi agujero, ella lo introduce despacio, hasta el final, para quedarse un rato quieta y empezar a bombear muy suavemente. Angie continúa así mucho rato, yo estaba lleno de sensaciones, le digo que más deprisa, me hace caso, uff, me empecé a correr solo del placer que me dió. Angie siguió un rato más, con el mismo ritmo acelerado, no parábamos de gemir los dos, de repente noto su leche caliente dentro de mi. Eso fue el nova más, me quedé con la poya de Angie de entera metida, dentro de mí y nos quedamos dormidos los dos, ella encima de mí y sin sacarla, continuó mucho tiempo con la poya dura.
Nos despertamos yo todavía con su poya dentro aunque blandita. Sin sacar Angie su poya de mi continuaron las caricias, noté como su poya crecía dentro de mi y empieza a bombear, me sentía lleno, un poco molesto. Angie saco su poya de mi ano para lubricar, acto seguido, me la metió con fuerza, entró sola, me encantó, tuvimos una noche mágica entre aceite jadeos y caricias y corridas.
De este modo y después de haber recibido a Angie una vez más, nos amaneció. Desnudos, salimos del vehículo para ver el amanecer, yo tenía el culo muy calentito, me chorreaba un mezcla de aceite y semen, que Angie me limpiaba con su lengua, tenía una sensación de ardor muy agradable al andar, advertimos que la chapa estaba salpicada con manchas de semen, en las cercanías había condones recién usados. Alguna o muchas personas habían disfrutado viéndonos. Mi slip transparente que lo dejé abandonado en las cercanías, estaba colgado de la antena del monovolumen manchado de semen, no era mi semen, alguien se lo había puesto en plan fetiche, descargando su semen en el interior, el semen se había secado, el semen estaba en el interior en la zona del paquete seguramente se lo pondría algún mirón frotándose con su suave tela mientras nos veía jugar. Angie cogió mi slip manchado de semen como un fetiche que inició nuestra relación, lo estrujó contra su pecho; yo sin pensármelo fui hacia ella apretamos el símbolo de nuestra unión contra nuestros pechos, hundiéndonos en otro de nuestros profundos besos como nos gustaba, hacer rodeando y abrazando nuestros cuerpos mutuamente.
Todavía estábamos aceitosos. y continuábamos desnudos paseando por las inmediaciones de donde estaba el monovolumen aparcado, admirando el nuevo día mientras que nos adentrábamos en la foresta.
Empezamos otra vez con las caricias, no nos cortamos, recibimos el nuevo día desnudos en el campo acariciándonos con efusión sin importarnos que pudiésemos ser vistos, a esa hora no hay niños, pocos son los que madrugan para ir a una zona de cruising.
Angie se abraza a un árbol, abriendo las piernas, al instante me enteré de lo que me estaba pidiendo, con suavidad repetí los mismos movimientos que ella hizo conmigo la noche anterior en el monovolumen. Angie abrió más todavía las piernas, empece a masajearle la raja de su bonito culo con mi glande. Angie no se cortó, me dijo que le daba morbo hacerlo al aire libre, le encantaba la idea de que pudieran vernos, yo pensaba igual que ella, me daba morbo que nos viesen jugar. Angie agarró mi pene erecto y con fuerza lo me metió por su agujero apretando su culo contra mí, separando todavía más las piernas y arqueando su cuerpo; se la fui metiendo muy despacio, tengo el pene gordo y largo, noté unos pequeños gemidos de dolor por parte de ella, empecé a moverme despacito dentro de ella, pasó por el camino, un conocido mío que como yo también buscaba encuentros por la zona, que al verme con el culo chorreando aceite, se acercó me dio una palmadita en los glúteos mientras follaba a Angie y exclamó ¡Que suerte tienes estás muy mojado! Le dije que se podía quedar, acto seguido el conocido me dio una agarrón de nalgas, y dijo que ya nos veríamos. Mi conocido, contestó que nos vería desde lejos, y se la cascaría a nuestra salud. Angie llena de morbo enseguida me pidió más rápido, después de un largo rato, al escuchar Angie pasar un ciclista, que se paraba a vernos la hizo correrse con fuerza.
Mientras Angie se corría cogí su semen con mi mano, llevándomelo a la boca y esperciendolo por todos nuestros cuerpos, acto seguido me corrí yo quedándome dentro sin sacarla, al tiempo que en la distancia vi como empezaban a jugar mi conocido y el ciclista.
Estábamos muy agotados pero nos apañamos para tumbamos en el césped que había al pié del árbol donde habíamos hecho el amor sin que mi poya todavía dura se saliese de su agujero de Angie. Sin yo sacarla, todavía unidos, permanecimos juntos, durmiéndonos otra vez, sin importarnos lo que pasase a nuestro alrededor, escuchando el ronroneo de los coches, y algún que otro mirón, hasta que el calor del Sol que ya estaba muy alto, nos despertó. Abrazados por la cadera y besándonos volvimos al vehículo, con nuestra natural desnudez. Angie se encontraba de vacaciones al igual que yo.
Acordamos seguir las vacaciones juntos en su monovolumen que preparado para vivir. No era momento para recoger la ropa que yo tenía escondida a varios kilómetros en el interior del monte. Angie me depiló cuidadosamente, empezamos las vacaciones juntos, me puse su ropa como otra mujer más, camisas ajustadas, shorts, minifaldas vestidos cortos y atrevidos, etc. Hasta me atreví con algunos zapatos de tacón bajo. Juntos vivimos muchas situaciones divertidas, ella era atrevida como y. Angie y yo nos exhibíamos juntos alimentando nuestro morbo en los lugares calientes que encontrábamos.
Estuvimos experimentando todo tipo de experiencias. Sin hacernos falta, probamos a hacer pelis porno, para unos neozelandeses, llegamos prostituirnos como pareja por el morbo que nos daba, aquel verano lo viví por toda España como mujer, una pasada.
Fiestas, invitaciones a orgías etc, fue un paréntesis de aventuras nuevas y diversión. Angie y yo todavía segamos en contacto y continuamos viéndonos dejando nuestras obligaciones para jugar. [email protected]
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