Experiencias de mi infancia 3: Hambre
Tercera parte de mis experiencias en casa mis primos, las pasadas situaciones generan en mi cuerpo una nueva sensación de necesidad, un hambre diferente que solo puede ser saciada por carne y leche..
La reacción de mi tío no se hizo esperar, se empezó a endurecer más rápido y soltar más presemen, di una lamida a la cabeza dentro de mi boca, pero un espasmo seguido de un ruido me detuvo el corazón….
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Tan rápido como pude me acosté en mi cama con la cara contra la almohada mientras intentaba regular mir espiración sin dejar de prestar atención a cuál sonido que pudiese indicar que fui descubierto por tío Carlos ¿se enojara? ¿le contara alguien? En mi mente ya me hacia mil escenarios donde era castigado por lo que hice y no podía calmarme pese a no escuchar nada en la otra cama.
Los minutos pasaron sin que hubiese reacción ni ruidos, ni movimientos en la cama de al lado y mucho menos la esperada escena de mi siendo castigado tuvo lugar en cambio parecía que nada hubiese pasado. Espere durante cerca de 10 o 20 minutos antes de tener la confianza de moverme, solo lo suficiente como para ver con uno de mis ojos entre abiertos en dirección a Carlos de manera que según yo aparentase seguir dormido.
Ahí estaba el en una posición no muy diferente a la que tenia cuando llegue, su respiración era pesada emitiendo pequeños ronquidos de vez en cuando y para emoción de mi corazón su pene seguía fuera solo que habiendo ya perdido la dureza que le había provocado. No estoy seguro si fue la confianza de verlo dormido, la vista de su pene otra vez, el deseo que aun tenia de leche o la excitación que sentía en mi cuerpo por la emoción recién adquirida por casi ser atrapado, o quizás fueron todas ellas las que me llevaron a levantarme de nuevo con cuidado de no hacer ruidos con la cama y caminar despacio hasta posicionarme de nuevo al lado de Carlos.
Mire su pene que, aunque había perdido la dureza aún mantenía un tamaño mayor al que tenía en un principio, babeaba presemen desde la cabeza acumulándose en una macha en la piel de lado izquierdo arriba del arbusto salvaje de vello púbico. Antes de darme cuenta ya tenia mi lengua recogiendo esa acumulación de presemen saboreándolo antes de dirigir mi lengua a la cabeza de su miembro recogiendo el hilo transparente de camino, metí la cabeza en mi boca sin moverme demasiado simplemente dando lamidas rápidas disfrutando del dulce sabor del presemen y de la sensación de tener ese pedazo semiblando de carne caliente que pronto paso a endurecerse de nuevo, lo solté un momento para apreciar la escena donde el hasta ahora caído bastón de carne se hinchaba y alargaba levantándose de nuevo en una curva que apuntaba en mi dirección.
El pene de tío Carlos era diferente al de Manuel, incluso con la poca luz que entraba se notaba que no tenia un color tan claro como el de mi primo pese a que el color de la piel de ambos no era muy diferente, también estaba el hecho de que Carlos era mucho más grueso, la capucha que rodeaba su cabeza también parecía cubrir más de esta pero al verificar con mi mano note que estaba bajaba sin problemas solo era más larga, aunque el detalle que más me gusto fue ver las pelotas enormes acomodadas bajo su pene estas eran más como huevos de gallina.
En lugar de saltar directamente a la cabeza de nuevo termine acercándome a sus huevos para olerlos y pasar mi lengua por cada uno y entre el espacio entre los dos saboreando el sabor un tanto acido y amargo contrastado al dulce de su pre. Después de eso represe a mi objetivo principal, baje la piel de su cabeza como hizo Manuel hace poco y metí la totalidad de ella en mi boca para empezar a subir y bajar lentamente.
Era más complicado que con el primo Manuel porque el grosor me forzaba a abrir bastante la boca y aunque la forma en que su pene se curvaba a su derecha me ayudaba con el movimiento de meta y saca había otro problema que me impedía chupar más del pene de mi tío, es que su pene era de esos que engordaban por debajo de la cabeza siendo esta menos ancha que su tronco. Un tanto molesto empecé a moverme con más rapidez intentando meter un poco más cada vez, ya no había más en mi cabeza que la idea de llenarme la boca con el miembro de Carlos hasta perdí la atención en mi entorno y en el tiempo que llevaba chupando el grueso pene de mi tío, solo volví a mi enfoque cuando empecé a sentir disparos de un liquido espeso en mi boca.
Ante la sorpresa de la leche disparada en tal cantidad por Carlos solo pude empezar a tragar disparo tras disparo sin darme tiempo a saborearlo del todo, la sensación de calor que bajaba por mi garganta hasta asentarse en mi estomago era muy cómoda y era acompañada por la sensación de estarme llenando por la abundante corrida de mi tío. No estoy seguro de cuanto dure con esa manguera de leche en mi boca en mi mente solo pensaba en seguir tragando mientras daba lamidas ocasionales a la carne dentro de mi boca, en un momento los disparos pasaron a ser gotas gruesas que se acumularon en mi boca y que no trague a sabiendas que era mi última ración de leche antes de irme a dormir.
Cuando estuve seguro que la verga de Carlos ya no sacaría más la saque de mi boca y rápidamente la cubrí con su ropa volviendo a mi cama a degustar el botín que mantuve en mi boca. La leche de Carlos era más espesa que la de Manuel, perdía parte de esa acides y probablemente por la constante emisión de presemen de mi tío esta mantenía más del sabor dulzón que tanto me había gustado, ya con estas dos catas que tuve podría asegurar que mi leche favorita era la de tío Carlos.
Y así me dormí, con la cálida sensación en mi estomago y el sabor de la leche recién ordeñada de mi tío.
Al día siguiente termine despertando un poco tarde ya que me encontraba solo en mi cuarto y tampoco había alguno de mis primos en el segundo piso por lo que termine bajando a lavarme la cara y enjuagarme la boca que ahora estaba seca y pastosa. Entre a la cocina saludando a mi nada y tomando mi cereal para desayunar, cuando fui al comedor note que solo estaba un cliente llamado Vicente (un señor ya algo mayor de piel quemada por años trabajo bajo el sol, cuerpo robusto, cabello que apenas mantenía algo del negro original, ese señor se llevaba bien conmigo por conocer a mi papá) y mi primo Manuel mientras que los otros 3 se encontraban sentados en la sala pues al parecer ya habían desayunado a diferencia de Manuel y yo.
Saludé a Vicente que estaba leyendo el periódico con su usual café y me senté al lado de mi primo quien me sonrió revolviéndome el pelo mientras seguía desayunando. No me pude concentrar del todo en mi comida pues cada tanto le tiraba miradas a mi primo en busca de alguna señal o mirada de su parte, mas no llego ninguna hasta que se levanto a dejar su plato tirando su cuchara bajo la mesa, al agacharse estando cerca de mi dijo bajito
M: Apúrate para irnos pa’arriba ahorita que los plebes están entretenidos acá. – Cuando lo escuche apresure los restos de mi cereal y a fui a dejar el plato sin demasiado apuro para no llamar la atención, para cuando alcance a mi primo este ya estaba lavándose los dientes por lo que me puse a su lado e imite sus acciones.
M: Voy a ir subiendo para ver que nadie este arriba. – Al poco le seguí al piso de arriba me estaba esperando parado en la parte de su cama y me hizo señas para que me acercase, corrí a donde estaba encontrándole parado en la parte que no se ve desde la otra mitad del cuarto. – Tenemos que hacerlo rápido Ale no vaya ser que alguno de las plebes suba, siéntate.
Seguí su instrucción emocionado por tener mi ración de leche tan temprano, por mi altura y lo bajo de la cama mi primo quedé con mi cabeza poco arriba de su entrepierna a una altura adecuada para lo que estábamos por hacer. Manuel parecía ya estar bastante duro desde antes porque apenas bajo su short y el bóxer salió su pene botando casi dándome un golpe por lo cerca que estaba, él lo tomo con su mano empezando a hacer un movimiento de arriba a bajo descubriendo la cabeza unas cuantas veces antes de poner su otra mano en mi cabeza para ponerme a chupar su pene.
No hubo resistencia de mi parte por lo que su cabeza entro en mi boca como si fuese su lugar de estar, esta vez a diferencia de las otras no hubo juegos previos de laminas ni oportunidad de olerlo pues mi primo parecía tener prisa moviendo mi cabeza de arriba abajo con lo que aumentaba la cantidad de su verga que entraba y salía de mi boca. Ante mis ojos solo veía su pubis peludo acercarse y alejarse de mi cara solo que cada vez estaba un poco más cerca, voltee a ver a mi primo que tenía su mirada yendo de entre mi boca a la entrada del cuarto vigilando que no subiese alguien. En varios momentos sentí la vara en mi boca tocar puntos profundos que me causaron ligeras reacciones de asco, pero no tarde mucho en olvidar esa sensación enfocándome en querer tener todo el pene de mi primo dentro de mí, respire con cuidado para que no me faltase el aire y me relaje para que mi Manuel pudiese moverme a su gusto.
Fue en uno de esos momentos que tenia a mi vista el arbusto de mi primo casi frente a mis ojos que decidí hacer un movimiento hacia el frente logrando enterrar mi nariz en esos vellos, Manuel sorprendido templo enfocando su mirada en mí, la reacción de vomito no se pudo evitar pero cuando intente retirarme note que las dos manos de mi primo sostenían firmemente mi cabeza en su lugar por lo que no pude evitar amoldar mi garganta a la presencia de su pene.
No fue un gran esfuerzo distraerme de la sensación de ahogo, tener mi nariz respirando directamente los vellos púbicos de mi primo me relajo lo suficiente para que Manuel se diese el tiempo de dar unos empujones más como si hubiese aun más de su verga por meter antes de que esta empezase a sacudirse e hincharse como señal inminente de la llegada de su leche. Manuel me mantuvo fijo ahí dejándome sentir cada una de las pulsaciones que daba su miembro dentro de mi garganta por los disparos de leche que iban de manera directa a mi estómago, no tengo idea de cuando estuve en esa situación solo estaba concentrado en la ahora agradable sensación de algo de esa forma en mi garganta, en los movimientos de sus espasmos eyaculatorias y en el suave vello que acariciaba mi nariz.
Para mi pena no pude saborear prácticamente nada, cuando hubo empezado a bajar la dureza de su miembro Carlos lo saco con cuidado como disfrutando hasta el ultimo momento para cuando estuvo fuera su miembro apenas saco unas gotitas de leche que capture con mi legua antes de ver como mi primo subía apresurado su ropa y se agachaba a mi lado dándome golpecitos en la espada. No entendía sus acciones hasta que vi como se acercaba mi tío Carlos topándose con la escena donde yo tenia los ojos llorosos y carraspeaba un poco mientras Manuel me daba golpecitos en la espalda.
C: ¿Qué tiene el Ale, Manuel? – Pregunto poniéndose al lado de mí, pero sin agacharse, imagino que por si necesitaba respirar.
M: Nada le estaba haciendo cosquillas cuando empezó a toser, ha de haber agarrado aire mal nomas. – Dijo mi primo sudando por la reciente acción que tuvimos, pero aun así respondió sin que le temblase la voz.
C: A ver déjamelo, acá tengo agua en el cuarto y así nomas le vas a terminar lastimando la espalda. – Dicho y hecho me levanto llevándome a su cama donde me sentó, tomo una botella de agua que siempre subía en la noche para no andar bajando y se agacho a mi lado para darme de tomar. – ¿Ya estás bien Ale?
Y: Si, nomas me quedo un poquito raspada la garganta. – Dije saliéndome la voz un poco rasposa pues era cierto que tenía un poco de molestia en la garganta.
Carlos me dejo tomar más del agua mientras me revisaba, en un momento se acerco a mi y pareció captar algo porque hizo una cara de sorpresa, pero no dijo nada, solo se me quedo viendo serio mientras yo intentaba quitarme la sensación de molestia en la garganta no me dijo nada solo espero a que me sintiese mejor antes de ponerse a hacer sus cosas.
El resto de ese día no fue nada especial, Manuel se fue a pasar la tarde con sus amigos que vivían en una casa a unas cuadras y yo Sali a jugar con Noe y otros niños de la colonia por lo que no hubo ningún otro encuentro especial. Ya por la noche para mi pena Manuel no regreso de casa de sus amigos más que un momento para tomar un cambio de ropa y su mochila, iba a pasar la noche con ellos viendo películas. Debió ver mi cara de decepción porque se acercó especialmente a sacudirme el cabello unas cuantas veces en lo que se alistaba para irse.
Quizás fueron pocas experiencias las que tenia en esos dos días, pero desde la primera yo sentía que un hambre diferente se había despertado en mí, cuando miraba a mi primo Manuel o a Carlos mis tripitas se retorcían y me ponía nervioso como si fuese a pasar algo. Aunque ese día ya había recibido una ración de leche de mi primo eso no evitaba que mi cuerpo se sintiese incomodo cuando estaba acostado en mi cuarto intentando dormir, y aunque dormí un rato termine despertándome en medio de la noche solo para asomarme y no encontrar a Manuel. Solo cuando hube recordado que no estaría esa noche es que me sentí más decepcionado regresando a mi cuarto, ahí es cuando caí en cuenta de que había otra fuente de leche en esa casa que podría saciar mi hambre.
Mi tío Carlos.
wow buen relato amigo sigue contando… 🙂 😉 🙂 😉
Me quede picado con tus relatos ansío el próximo capitulo
¿Seguirás publicando tus relatos?
Me dejaste con ganas de más.
Hola se que ha pasado mucho tiempo de estos relatos y no se si siga en la pagina pero si el autor llega a leer mi comentario solo quiero escribir que han sido excelentes relatos y espero que siga con la historia y le pueda dar un final.