Explorando mi culito
Tocarme el pene ya no me alcanzaba asi que decido explorar otras partes de mi cuerpo.
Bueno en el capitulo anterior describi como fue que descubri el placer anal con mi perrita. Ahora toca contar como eso continuo y fue evolucionando.
Para este entonces yo tenia 22 años ya, habia pasado la secundaria y no habia tenido novia nunca, menos intimar con una mujer, empece la universidad y decidi enfocarme en mis estudios. Al estar tan ocupado en eso ya no pensaba en tener pareja o perder mi virginidad, tampoco me afectaba mucho (mentira).
Siempre que me quedaba solo me masturbaba como dios manda es decir ir a mi habitacion desnudarme todo y comenzar con la «sesión», para este entonces la perrita habia fallecido, lamente bastante su perdida porque habia perdido mi juguete.
Bueno con respecto a mis sesiones de masturbacion, generalmente iban acompañadas de porno cualquier tipo pero en esta época me empezo a interesar el porno gay y transexual. Me gustaba desnudarme y acariciar todo mi cuerpo, sentirme deseado, acariciar mis pezones hasta que se pusieran duros y luego masturbarme el pene. Un dia, era tal la excitación que tenia que no se que pensaba en ese momento que empece a acariciarme mas por debajo del escroto la zona del perineo, me encantó automáticamente tocarme esa zona, se sentia tan bien, a la vez que despertaba una faceta mas putita de mi, me sentia una zorrita en celo. Una vez fui un poco mas allá, tome una lapicera que tenia en la mesita de luz, metalica con la parte trasera bien lisa y curva (no en punta) y me la apoye sobre el ano sin penetrar, DIOS MIO que sensación, mas putita me sentía, llegaba al climax automáticamente, acabando en cantidades que no habia expulsado antes de la manera «tradicional».
Cada vez iba más allá y más allá… Un dia me fui a bañar, decidido ya a explorar mi ano, comenzar a abrirlo. Me lleve un cepillo de dientes viejo, que no usaba que tenia el mango mas grueso que una birome como para tener un ejemplo, con la punta bien redondeada. Me meti a la ducha, agua tibia tirando a caliente, me enjabone todo el cuerpo el cual ya lo tenia a full de caliente, mi verga parada, me acaricie cada rincon de mi cuerpo, me encantaba sentirme deseado, sentirme una putita. Una vez estando bien relajado, procedí a tocarme el ano con el mango del cepillo y comence a hacer la tan esperado presion para que me penetre, no costo mucho debido a su grosor, una vez adentro, fue como haber conocido a Dios básicamente, la cantidad de placer que eso libero en mi, me lo deje metido en el culo y comence a tocarme la verga, acabe en 2 minutos. Una de las mejores acabada de mi vida. Luego me lo saque, no hice mete y saca porque la verdad ardía un poquito (después me di cuenta que era por la falta de lubricación).
Desde ese dia cada sesión de masturbación iba acompañada con el cepillito, me encantaba metermelo y dejandolo metido una buena porcion, moverlo de arriba a abajo como si fuese una palanca, asi llegaba a mi prostata y me daban ganas de acabar enseguida, mucho placer le trajo ese cepillito a mi vida. También en esta etapa, empece a gemir, me encantaba gemir, me hacia sentir super putita.
El proximo paso fue la full penetración anal con un dildo, mi primer dildo. Lo fui a comprar a un sex shop de mi ciudad lo cual fue bastante excitante, no tenia verguenza de ir a comprar un dildo, sino que me daba morbo hablar con la señora que lo atendía, ella sabiendo para que lo iba a usar. Asi que fui una tarde, lo atendia una señora de unos 40 años con una sonrisa algo asi como complice, me gustaba su expresión te hacia sentir comodo como que ella estaba ahi para ayudarte a proveerte de placer. Bueno, entro, saludo:
– Buenas tardes
+ Buenas tardes, que anda buscando?
– Penes de goma – le dije, sonando lo mas putito posible
+ Pase por acá – con su sonrisita como traviesa me acompaño por el local a un rincon donde estaban todos los dildos de distintas marcas, tamaños, formas y colores – Mirelos son todos estos, si tiene alguna duda consulte.
– Bueno gracias – le dije de la mejor manera. Me puse a ver, por suerte todo tenia precio, vi dos de un tamaño como de 12-14 cm aprox uno en una caja y otro solo en un film de plástico grueso, le pregunto cual es la diferencia ya que el de caja salia como el triple que el q estaba envuelto en plastico.
+ El de la caja es importado, el otro es nacional, pero la verdad es igual de bueno, muchos lo lleva – dijo la señora
– Bueno, me llevo este – agarrando el del plastico. Nos dirijimos al mostrador, le pregunte – Que lubricante deberia llevar para este??
+ Para vos? – Era la pregunta que estaba esperando.
– Sisi – Le dije de manera morbosa.
+ Este es muy bueno, tiene anestesico y no se seca tan rapido – Claramente sabia que era la primera vez que me metis algo en el culo.
– Bueno si lo llevo – le dije
Pagué, me lo puso en un sobre papel madera y lo guarde en mi mochila.
– Hasta luego, muchisimas gracias!
+ Gracias a vos, que lo disfrutes!!
Si señora no tiene idea casi le digo pero no me animé.
Llegue a mi casa, por suerte no habia nadie en casa asi que directo a mi habitación. Me desnude mientras me acariciaba, puse unos videos de porno gay, de maduros penetrando jovencitos y saque el dildo de su empaque, lo empece a chupar, la verdad no causaba mucho porque tenia sabor a goma asi que lo deje, le puse lubricante en la puntita y me lo apoye en el ano, estaba fresquito el lubricante lo que causaba todo tipo de sensaciones. Comence a hacer presión, y la puntita entro facilmente ya que era pequeña, a partir de ahi hubo un tope. Por el momento metia y sacaba la cabecita, ya gemia como una auténtica perra en celo y me encantaba. Me lo saque, le puse mas lubricante y volvi a meterlo, esta vez con intención de pasar el tope. La excitación supero al miedo y lo pude empujar mas alla de ese tope, sentia q me estaba abriendo, me sentia lleno, que sensación mas hermosa, era un re putito. Lo deje ahi metido por un momento y comence con el mete y saca. Fue empezar los movimientos y empezar a gemir como loco, tenia la verga super parada asi que con una mano me metia y sacaba el dilo, con la otra me pajeaba la verga. No dure mucho la verdad, pero si acabe un monton, eso era algo que empecé a notar, con estimulación anal acabo mucho mas que sin. Listo, ya estaba con el culito abierto, completamente feliz, espere a que salga solo de mi ano, que hermosa sensación, sentia como me palpitaba el ano.
De ahi en mas fue super habitual el dildo en mis sesiones solo que lo usaba al ultimo porque si no acababa rapido.
Bueno espero que les haya gustado, en la proxima entrega ira el como me encontre un dildo de carne jejeje.
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