Fabián El primero, Parte 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Georch.
Muchas gracias a todos por sus comentarios que me han dejado tanto en mi relato como en el inbox y una disculpa por la demora, he estado algo ocupado con la universidad, pero aquí les dejo la segunda parte del relato y por si no lo han leído, aquí les dejo el link para que no se me pierdan en la historia:
http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-23341.html
Ahora sí, pasemos al relato.
Al día siguiente de la noche que Fabián me hizo sentir excitado por primera vez en mi tierna vida yo sentía que algo había cambiado en mí. Por una parte sentía como si hubiera hecho algo malo, pero por otro tenía muchas, muchas ganas de volver a sentirlo.
Cuando regrese a la casa de Juana después de la escuela inmediatamente me fui a quitar el uniforme para no ensuciarlo más de la cuenta y mientras ella hacía la comida yo hacía mis deberes, con alguna que otra interrupción de mi hacia ella para preguntarle cosas o pedirle ayuda, y en esas estábamos cuando se abrió la puerta y los dos nos sorprendimos, era Fabián y era rarísimo que se apareciera por la casa a la hora de comer, pero ahí estaba y yo inmediatamente bajé la mirada con vergüenza.
Mientras explicaba que había salido temprano se sentó a mi lado en la mesa y mientras su madre estaba ocupada él no dejaba de mirarme con una sonrisa pícara que me ponía rojo, pero no me molestaba, al contrario, yo con la cabeza agachada sonreía de vez en cuando al sentir su atención hacia mí y ya no le preguntaba a Juana, sino a él para que me ayudara con la tarea.
Juana entonces le pidió que cuidara los guisos en la estufa mientras ella salía a comprar tortillas y otras cosas que necesitaba para la hora de la comida y él, haciendo gala de una obediencia ejemplar se levantó de donde estaba para irse a atender la estufa y ahí estuvo mientras Juana se quitaba el delantal y buscaba su cartera con el dinero, apenas hubo salido, unos momentos después Fabián apago el fuego y se regresó a sentar a mi lado, pero con una actitud completamente diferente; inmediatamente lanzó su boca a mi cuello y su mano a mi muslo al cual le dio algunos apretoncitos suaves mientras me besaba tiernamente el cuello.
Ninguno de los dos decía nada yo simplemente lo dejé hacerlo aunque él nunca me pidió permiso. Aunque no fue mucho rato, fue suficiente para que volviera a mí la excitación de la noche anterior, soltó mi muslo y con su mano tomó la mía, yo solté el lápiz con el que estaba escribiendo y morbosamente empezó a tallarse el bulto con ella pasando ahora su boca a mi oreja, que mordía suavemente mientras me decía: me excitas bebe.
Él acomodó mi mano para que fuera la palma lo que le acariciaba su verga que ya estaba súper apretada debajo de sus jeans, yo estaba como en trance sintiéndola con mi mano y sintiendo en mi cuello y oreja el calor de sus labios gruesos y su respiración. Habrían pasado unos 10 minutos en ese morbo cuando escuchamos la puerta y él se separó rápidamente y fingió explicarme unos problemas de matemáticas. Yo era menos hábil y me quedé sin saber que hacer o decir por un par de minutos.
Llego la hora de la comida y eso se quedó interrumpido por el resto del día ya que no estuvimos solos ni un momento después. Al finalizar de comer yo terminé mi tarea con la ayuda de Juana y Fabián se fue a dormir a la cama de José. Yo quería ir de nuevo con él pero sabía que no era posible sin que me vieran y podía meterme en problemas, así que el resto del día me entretuve en las tonterías de un niño común, aunque yo no lo fuera, aunque yo ya estuviera en el proceso de convertirme en un niño goloso, deseoso de complacer a ese hombre caliente.
A la hora de dormir las cosas tampoco fueron como antes. Fabián se acostó tan pronto todos nos metimos en la cama y apenas se hubo acostado a mi lado, se pegó completamente a mi restregándome su verga a medio endurecer por encima de mi pijama y de su bóxer, que era lo único que tenía puesto para dormir esa noche. Eso era parte del encanto para mí, esa autoridad de hacer lo que quisiera sin preguntar, que yo tuviera la única ocupación de no interrumpirle y dejarlo disfrutar mientras yo disfrutaba por mi parte.
Con movimientos muy suaves para no hacer ruido seguía restregándome su verga dura en las nalgas hasta que de pronto me dijo: te voy a comer ese culito bebe y se separó de mí para asumir una posición más cómoda y me tomó a mí de la cintura y me acomodó boca abajo, y puso una almohada para levantarme más las nalgas y entonces comenzó a descubrirme las nalgas y besaba cada centímetro de piel que descubría. Mi culito redondito, blanco y paradito lo esperaba ansioso.
Me besó y masajeo cada centímetro de las nalgas antes de que su boca buscara mi ano y entonces tuve la sensación más rica que hubiera experimentado hasta ese entonces: sentí su lengua caliente, húmeda recorriendo mi raya y no pude contener un gemido de placer que ahogue en la almohada y esa parecía ser la señal para que sus caricias orales se volvieran más intensas.
Las chupadas las alternó con chupetones tanto en mis nalgas como en mi ano cerradito y su lengua pasaba tan intensamente que parecía que quería comérmelo literalmente, como si fuera helado.
Me puso en 4 y se puso detrás de mí pero no intentó siquiera penetrarme, se dedicó a acariciarme el culo y a masturbarse frenéticamente mientras introducía uno de sus dedos dentro de mi culo y a mí me seguía haciendo gemir con cada movimiento de sus falanges que movía dentro de mi apretado culo.
Yo sentí un escalofrío delicioso por todo mi cuerpo al tiempo que lo escuche pujar de placer y sentí los chorros de leche que me boto en las nalgas y en mi rayita. Tomó un poco de su semen regado en mi trasero y lo introdujo a mi culo. Luego me subió el pijama y se subió el bóxer, me abrazó pegando de nuevo su verga aún dura en mi culo y así se dejó caer, llevándome consigo y quedando los dos acostados en posición de cuchara. Así dormimos esa vez, no sé que tan a gusto durmió él, pero para mí, fue una fantástica noche.
Espero seguir recibiendo sus comentarios y luego les cuento el resto. Saludos.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!